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Obras de Diego Catalán

5.- 4. LOS CRÍTICOS FAVORABLES A LA PRIORIDAD DE LA "CRÓNICA DE VEINTE REYES": LANG, BABBITT Y GÓMEZ PÉREZ

 

4. LOS CRÍTICOS FAVORABLES A LA PRIORIDAD DE LA "CRÓNICA DE VEINTE REYES": LANG, BABBITT Y GÓMEZ PÉREZ.  I. INTRODUCCIÓN. LAS CRÓNICAS GENERALES DE ESPAÑA HEREDERAS DE LA ESTORIA ALFONSÍ                     

      Las primeras dudas respecto al árbol genealógico de las crónicas establecido por Menéndez Pidal nacieron en conexión con la Crónica de veinte reyes.             

      El hecho de que la Crónica de veinte reyes resuma un texto del Mio Cid idéntico al conservado, mientras la Primera crónica utiliza una refundición más tardía, sirvió a H. R. Lang (1926) 21 como punto de partida para rechazar la prioridad de la Primera cró­nica. La explicación que Menéndez Pidal había dado para ese hecho no le pareció sa­tisfactoria, pues consideró inaceptable que una crónica basada en la Primera crónica pudiera haber desechado toda la historia relacionada con la muerte, entierro y restos del Cid que en ella figura. Por otra parte, defendió la existencia de un núcleo primitivo de la Crónica de veinte reyes, constituido por la historia "de los onze reyes" que van de Fruela II a Sancho II, núcleo que explicaría el título que la obra recibe en varios ma­nuscritos, y consideró el estilo menos artístico y retórico que caracteriza a la Crónica de veinte reyes, frente a la Primera crónica, como una prueba más de su precedencia, rechazando la idea pidalina de que tuviera su origen en una labor de abreviación.

      La argumentación de Lang, aunque ofrecía algunas fallas evidentes22, fue el punto de partida de una importante tesis doctoral presentada en Yale en 1932 por Theodore Babbitt. En 1934 y 1935 Babbitt desarrolló algunas de sus críticas a Menéndez Pidal en for­ma de artículos23, y, finalmente, en 1936 publicó una monografía basada en su disertación: La Crónica de Veinte reyes. A Comparison with the Text o the Primera Cró­nica General and a Study ofthe Principal Latin Sources (New Haven: Yale Univ. Press).

      La aportación fundamental de Babbitt al estudio de las crónicas consistió, sin duda, en la detenida comparación de la Primera crónica general y de la Crónica de veinte reyes en toda su extensión. Anteriormente, Menéndez Pidal había emprendido el exa­men de las crónicas, de una parte como una etapa necesaria en su labor reconstructiva de los temas legendarios de la epopeya española y, de otra, como un paso previo nece­sario para conocer la información histórica sobre el Cid aportada por Al Bayān al-wādi̣h fī al-mulimin al-fādih de Ibn cAlqama, la principal fuente árabe (en gran parte perdida) sobre la historia de Valencia; en consecuencia, los pasajes cronísticos derivados de fuentes historiográficas cristianas conocidas no habían sido objeto de su espe­cial atención. La cuidadosa confrontación, realizada por Babbitt, del texto de la Cróni­ca de veinte reyes (en algunos de sus manuscritos) y del de la Primera crónica general (editado por Menéndez Pidal) con las fuentes latinas incorporó a la discusión nuevos datos y puso de relieve que, en ciertas ocasiones, la Crónica de veinte reyes era más fiel a las fuentes conocidas que la Primera crónica., sea porque conservaba algún detalle ol­vidado por esta crónica, sea porque no presentaba ciertas amplificaciones al relato ori­ginal hechas por la Primera crónica.

      Aparte de intentar justificar, ensayando hipótesis varias, el título de "Crónica de on­ce reyes", que algunos de los manuscritos dan a la Crónica de veinte reyes24, Babbitt señaló la existencia en esa crónica de importantes divisiones internas. Desde luego, re­sulta en ella evidente que, desde la subida de Fernando III al trono leonés, todo el final es un aditamento tardío, basado en la Primera crónica. Pero en sus partes anteriores a la unión de los reinos de León y de Castilla la independencia de la Crónica de veinte reyes respecto a la crónica regia le pareció clara, y, respecto a la sección inicial, hasta la muerte de Alfonso VI, creyó posible sostener que era incluso anterior a la obra alfonsí ("the CVR represents an earlier stage of the development of the chronicles than the PCG")25. La radical revisión de las conclusiones pidalinas realizada por Babbitt se basó, sobre todo, en la comparación de una y otra crónica con las fuentes latinas prin­cipales, las historias de Rodrigo Toledano y Lucas Tudense, pues, según sus observa­ciones, "la Primera crónica general reproduce el texto latino menos fielmente que la Crónica de veinte reyes" "la Crónica de veinte reyes muestra estar mucho más cerca del original y conserva una traducción más literal que la de la Primera crónica gene­rar, "la Primera crónica general es más bien como una ampliación de la Crónica de veinte reyes, pues se perciben en la Primera crónica general muchos intentos de clari­ficación de pasajes expresados obscuramente en la Crónica de veinte reyes, además de las muchas interpolaciones que introduce"26.

      También encuentra argumentos contra la dependencia establecida por Menéndez Pi­dal al examinar los relatos basados en fuentes poéticas. En la sección de las crónicas anterior a Fernando I, la Crónica de veinte reyes

"no sólo está más próxima que la Primera crónica general a los originales la­tinos, sino que no contiene muchos pasajes de la Primera crónica general basados en fuentes populares (por ejemplo, el cuento de doña Argentina)27 y el material épico que contiene es más viejo en su forma que el de la versión de la Primera crónica general, como es el caso en el relato de los Siete Infantes28;

y en cuanto a la utilización de los materiales épicos derivados del Cantar del rey don Fernando le parece evidente que:

"la presencia en la Crónica de veinte reyes de materia popular que no se encuentra en la Primera crónica general no indica en este caso que aquella crónica contenga un desarrollo más tardío de la leyenda, pues la falta de cuidado de los cronistas reales hace visible su familiaridad con el episodio contenido en la Crónica de veinte reyes29.

      En fin, la utilización por la Crónica de veinte reyes de la versión vieja del Mio Cid en substitución del texto refundido y adicionado reflejado en la Primera crónica no es, se­gún Babbitt, una prueba de que las formas primitivas de una gesta siguieran siendo can­tadas a la par que sus refundiciones, como había sostenido Menéndez Pidal, sino de que la Crónica de veinte reyes, tal como ha llegado a nosotros, heredó su texto anterior a la muerte de Alfonso VI de una "Crónica de once reyes" para la cual el Mio Cid viejo era aún la forma "cantada o narrada al tiempo en que la crónica fue escrita"30 porque aún no circulaba la Refundición del Mio Cid acogida por la Primera crónica general.

      La conclusión de Babbitt es, en principio, clara:

"En un determinado tiempo a fines del siglo XIII, por influencia, si no bajo la dirección, de Alfonso X, se compuso en castellano una Crónica de once reyes, que abarcaba desde Fruela II a Vermudo III. Poco después, puesto que hubo de ser antes de la aparición de la Primera crónica general, a esa nues­tra crónica se le añadió otra sección, que abarcaba los reinados de Fernando I, Sancho II y Alfonso VI, y que probablemente contenía el más antiguo re­lato en lengua romance de la vida y hechos del Cid"31.

      La actual Crónica de veinte reyes encerraría, continuada, esa *Crónica de once re­yes anterior a la Primera crónica general.

      Pero, una vez establecida esta supuesta prioridad de la *Crónica de once reyes continuada hasta Alfonso VI respecto a la Primera crónica general, Babbitt no acierta a explicar de una forma comprensible la indudable relación de dependencia exis­tente entre las dos crónicas. Desde luego, una derivación en sentido inverso al propuesto por Menéndez Pidal resulta impensable ("No creo que el original inme­diato de la Primera crónica general fuera la Crónica de veinte reyes"32); se oponen a ello los innumerables pasajes en que la Primera crónica refleja más fielmente que la Crónica de veinte reyes el contenido o la construcción verbal de las fuentes. Tam­poco cree Babbitt que los compiladores de una y otra crónica hubieran utilizado in­dependientemente las historias latinas del Toledano y el Tudense ("No pretendo sugerir que cada uno de los dos equipos de compiladores trabajase directamente des­de el original latino"33), pues la labor minuciosa de entrelazamiento de los datos y la combinación del discurso histórico procedentes de las historias de los dos prelados son, en general, idénticos en las dos crónicas romances. En consecuencia, Babbitt se ve forzado a admitir que

"los compiladores de la Primera crónica general y de la Crónica de veinte reyes utilizaron, al parecer, básicamente la misma compilación de Rodrigo y Lucas hasta la subida al trono de Fernando I el Magno"34

y, en confirmación de esta conclusión, anticipada al comienzo de su libro, cita, en di­versas ocasiones, pasajes en que la dependencia de ambas crónicas respecto a esa "tra­ducción combinada de Rodrigo y Lucas" le parece innegable35. Pero la hipótesis de que las dos crónicas romances utilicen una misma traducción combinada del Toledano y el Tudense resulta otras veces, a sus propios ojos, insuficiente; ya en la página 22, a pro­pósito de Fernán González afirma dubitativamente:

"Es evidente que las dos crónicas no fueron sacadas de una misma compila­ción de las obras latinas en esta parte del texto, o que, si lo fueron, sus com­piladores se permitieron un grado muy alto de independencia en la forma de utilizar esa fuente"36;

y la misma sospecha reaparece a propósito de la primera parte del reinado de Vermudo II:

"las dos crónicas, aunque contienen ambas todo lo que se encuentra en los dos historiadores latinos y ninguna de ellas añade nada nuevo, presentan los hechos en un orden tan distinto como para hacernos sospechar que no esta­ban usando la misma compilación"37.

      La hipótesis de que la dos crónicas romances pudieran estar basadas en dos compi­laciones distintas e incluso en traducciones diversas de los textos latinos le atrae fuer­temente al examinar, más adelante, cierto pasaje procedente de la Historia Arabum:

"Tengo la clara impresión de que o los compiladores de las dos crónicas tra­bajaban directamente a partir del texto latino o, lo que parece más probable, que existieron dos traducciones de la Historia Arabum, con una división ca­pitular similar"38,

y, por tanto, llega a concluir que

"los dos grupos de cronistas usaron traducciones diferentes pero muy simi­lares entre sí de la Historia Arabum"39.

      Aunque Babbitt inicialmente reconoce, no sin razón, que "es ésta una conclusión ex­tremadamente insatisfactoria como resultado", opta finalmente por ella, al no ser capaz de concebir otra hipótesis explicativa de los hechos observados ("pero desgraciadamente no veo otra")40. En otra ocasión, a propósito de la historia aragonesa, Babbitt prefiere hablar de dos versiones de una misma compilación, mejor que de dos compilaciones diversas:

"De nuevo parece que las dos están basadas en versiones diferentes de una misma compilación"; "Esta divergencia en el detalle, unida a la coincidencia en lo fundamental del relato parece apuntar de forma bastante clara hacia la hipótesis de que los dos equipos de cronistas trabajaban desde una base co­mún, aunque a partir de versiones diferentes"41.

      La alternante suposición de que en la base de una y otra Crónica, ora se halla una sola y misma compilación, ora dos versiones diferentes de una única compilación, ora dos compilaciones paralelas hechas a base de materiales análogos pero independiente­mente traducidos, no ayuda, desde luego, a visualizar el carácter y estructura que Bab­bitt suponía a esa o esas compilaciones del Toledano y el Tudense escritas en lengua romance y anteriores a las primeras Crónicas Generales. Espigando algunas frases de Babbitt repartidas aquí y allí, llegamos a concluir que la compilación no consistía me­ramente en el cuidadoso aprovechamiento de todos los detalles de las dos narraciones paralelas del Chronicon Mundi y la Historia Gothica (o De rebus Hispaniae), sino que entre la historia de los reinos cristianos se hallaban ya interpolados fragmentos de la Historia Arabum:

"Tras contar la muerte de Almanzor, las dos crónicas cuentan la de Vermudo II, la subida al trono de Alfonso V, su matrimonio, las guerras civiles que se suceden en Córdoba entre los hijos de Almanzor y Mahomet Almohadi, la entrega por Alfonso en matrimonio de su hermana Teresa a Abdalla, rey de Toledo, y resulta aquí evidente que ambas están utilizando la misma compilación de Ro­drigo y Lucas, habiendo sido tomados los pasajes sobre los moros de la Histo­ria Arabum del primero de los dos historiadores. Las dos crónicas tienen en común omisiones y adiciones a los textos latinos y ambas hacen en idénticos puntos las varias transiciones desde los asuntos de Castilla a los de Córdoba"42;

también incluía la compilación noticias y pasajes desconocidos de los historiadores latinos:

"Los dos capítulos de la Crónica de veinte reyes que contienen la materia del capítulo 703 de la Primera Crónica general constituyen un ejemplo esplén­dido de la forma en que a veces utilizan los dos textos la misma compilación, pues en los desórdenes relacionados con la subida al trono de Ordoño III am­bas crónicas siguen, tan pronto a Rodrigo, tan pronto a Lucas y ambas aña­den pasajes idénticos de fuentes desconocidas"43; "Las dos crónicas parece que utilizan la misma compilación, pues ambas mencionan varios detalles que no se incluyen en los originales de Rodrigo o Lucas"44; "Ambas crónicas con­tienen idénticas adiciones al texto latino, tales como la mención del conde García de Navarra, la petición del rey Pedro a los monjes de Monte Aragón de oraciones por su padre y, con mayor detenimiento, varios detalles acerca de Ramiro el Monje que no aparecen en Rodrigo. La Primera crónica gene­ral... parece basada en la misma fuente que la Crónica de veinte reyes"45,

así como afirmaciones que contradicen lo consignado por esos historiadores:

"Las dos crónicas se aproximan más a la vesión de Lucas que a la de Rodri­go, aunque es probable que ambas estén utilizando una compilación. Que ése es el caso resulta evidente cuando llegamos al relato de la muerte de Sancho I, pues ambas crónicas, si bien siguen a los textos latinos bastante de cerca, hacen constar que el rey fue enterrado en San Salvador de Oviedo, mientras tanto Rodrigo como Lucas dicen que fue enterrado en León"46;

además, Babbitt parece aceptar que en ella se interpolaban ya largos episodios prosificados del Poema de Fernán González en cuaderna vía, pues, al tratar de la guerra en­tre el conde y Sancho de Navarra que concluye con la muerte del rey navarro y la derrota del conde de Tolosa y Piteos afirma:

"Nada de esas materias procede de los textos latinos, pero evidentemente las dos crónicas proceden aquí de una fuente común"47,

y, respecto al subsiguiente relato referente a Sancho el Gordo, hace constar:

"Todo esto se encuentra tanto en el Tudense como en el Toledano y nuestras crónicas utilizan a ambos de idéntica manera... incluso abandonan en el mis­mo punto la narración de ambos prelados... para iniciar el relato de la bata­lla de Hacinas"48;

en fin, la compilación incluso estaba ya distribuida en capítulos, como las crónicas ge­nerales:

"Resulta curioso que el capítulo parezca ser la unidad básica, apta para ser transferida, íntegramente, mediante el cambio de una fecha o de dos. No es una regla invariable, pero ocurre tantas veces como para tener por cierto que la división en capítulos, propia de las crónicas, de los largos libri de Rodrigo y Lucas fue hecha en una etapa previa a la composición tanto de la CVR co­mo de la PCG, esto es, en la compilación perdida a que nos hemos referido"49.

Llegados a este punto, me parece necesario hacerse algunas preguntas: ¿Qué diferencias hay entre la estructura de esta compilación y la de una "Crónica General"? Si las dos Crónicas romances se limitan a transcribir, con ligeros retoques, esa compleja y original "compilación", ¿acaso no hemos de considerar precisamente la elaboración compilatoria el verdadero trabajo original del taller historiográfico alfonsí? Y entonces, ¿cómo no ver en esta "compilación" prototipo de las dos crónicas, Primera y de Vein­te reyes, la redacción primitiva de la Estoria de España de Alfonso X? Pero, si en vir­tud de este razonamiento, identificamos la "compilación" de Babbitt con el "borrador compilatorio" de la "Crónica General" supuesto por Menéndez Pidal, toda la tesis de Babbitt carece de esencial novedad, pues en el fondo sólo vendría a demostrar que la Crónica de once o veinte reyes y la Primera crónica (tal como ha llegado a nosotros), remontan independientemente al "borrador compilatorio" de la Estoria de España al­fonsí, conclusión avanzada desde tiempo atrás por Menéndez Pidal.

      Una reserva crítica, respecto a la hipótesis central del libro de Babbitt, enteramente análoga a la que acabamos de expresar, fue ya avanzada en 1948-1951 por Evelyn S. Procter, en las sucintas páginas que dedicó a la Estoria de España en su pequeño libro Alfonso X of Castile. Patron of Literature and Learnig (Oxford, 1951):

"La tesis de Theodore Babbitt, según la cual la primera parte de la Crónica de veinte reyes, desde Fruela II a Vermudo III, pertenece al siglo XIII y no al siglo XIV y representa la original Crónica de once reyes, título dado a toda la crónica en seis de sus nueve manuscritos, tiene mucha transcendencia. Si Babbitt tiene razón al sostener que esta Crónica de once reyes, junto con su primera continuación hasta la muerte de Alfonso VI, es más antigua que la re­dacción regia (1289) de la segunda mitad de la Primera crónica general, re­presentada por la edición de Menéndez Pidal, creo que habría que considerarla como una versión de la crónica alfonsí sacada del perdido bo­rrador, y posiblemente más cercana a él que la redacción regia o la redacción vulgar, más bien que reputarla obra distinta basada en las mismas fuentes"50.

      Treinta años después de la publicación de los trabajos de Babbitt, J. Gómez Pérez defendió nuevamente en 1965 (en un artículo publicado en la revista Hispania, Madrid) la tesis de la prioridad de la Crónica de veinte reyes, pero sin contribuir a esa tesis con argumentos propios y sin prestar debidamente atención a los datos que impidieron a Babbitt llegar a una conclusión tan definitiva51.

Diego Catalán, De la silva textual al taller historiográfico alfonsí (1997)

NOTAS

21   H. R. Lang, "Contributions to the restoration of the Poema del Cid", RHi, LXVI (1926), 35-43.

22  Aunque Lang supone que la crónica primitiva acababa en Sancho II y utiliza este límite como argu­mento de la prioridad de la *Crónica de once reyes respecto a la Primera crónica general, no tiene in­conveniente en seguir considerando la parte de la Crónica de veinte reyes en que se utiliza el Mio Cid anterior a la Primera crónica, a pesar de caer ya fuera de ese límite, en el reinado de Alfonso VI (cfr. Cin­tra, Crón. 1344, pp. CXCVII-CXCVIII).

23  "Once Reyes" (1934) y "Twelfth-Century Epic Forms" (1935).

24   Babbitt interpreta de diversas maneras el título transmitido por seis de los nueve manuscritos que entonces se conocían de la Crónica de veinte reyes. En 1934 ("Once reyes", p. 214) identifica los once re­yes de León con los sucesores de Fruela II hasta Alfonso VI (excluyendo a Ordoño IV y a Sancho II, por considerarlos usurpadores); en 1935 ("Twelfth-Century Epic Forms", p. 135) ya no se muestra tan con­vencido, y en 1936 (CVR Latin Sources, pp. 10-14) prefiere acabar la lista de los once en Vermudo III (in­cluyendo a Ordoño IV y a Sancho II y, además, a Sancho el Mayor de Navarra, que llegó a dominar en León). "If the Devil can quote Scripture to his purpose, so also is it easy to count up this list of kings and arrive at the result desired" ("Así como el Diablo puede citar la Sagrada Escritura para adelantar sus pro­pósitos, así resulta de fácil hacer los cómputos de esta lista de reyes para llegar al resultado que se desee"), confiesa desazonado el propio Babbitt (CVR Latin Sources, p. 13).

25   CVR Latin Sources, p. 161.

26   "The PCG reproduces the Latin text less closely than does the CVR", "the CVR appears to be much closer to the original, and to preserve a more nearly literal translation than that of the PCG", "the PCG is more like an expansión of the CVR, for one notes in the PCG many attempts to clarify passages clumsily ex-pressed in the CVR, in addition to the many interpolations in the former", CVR Latin Sources (1936), p. 17.

27 Se refiere a la versión amplificada de la Leyenda del conde Garci Fernández o de La condesa traidora.

28  "It is not only closer to the Latin origináis than is the PCG, but it does not contain many passages found in the PCG which are based on popular sources (e. g. the tale of doña Argentina;) and the epic ma­terial which it does contain is older in form that the versions of the PCG, as in the case of the story of the Siete Infantes", CVR Latin Sources (1936), p. 161.

29   "The presence in the CVR of popular material not found in the PCG does not in this case indícate that the former contains a later development of the legend, since the carelessness of the royal chroniclers reveáis the acquaintance with the episode contained in the CVR", Babbitt, "Once Reyes", p. 207. Cfr. D. Catalán, "El taller alfonsí" (1963); reed. en La Estoria de España (1992), pp. 45-60 (c. II, § 4).

30  "Sung or told at the time the chronicle was written", Babbitt, "Twelfth-Century Epic Forms", p. 136.

31   "At some time toward the cióse of the 13th Century, under the influence, if not under the direction of Alfonso X, there was composed in Castilian a Crónica de Once Reyes comprising the reigns from Fruela II through Bermudo III. Shortly thereafter, for it must have been before the appearance of the PCG, there was added to our chronicle another section, covering the reigns of Fernando I, Sancho II, and Alfonso VI, and containing probably the earliest long account in the Romance tongues of the life and deeds of the Cid", CVR Latin Sources, p. 161.

32   "I do not think that the immediate original of the PCG was the CV7?", CVR Latin Sources, p. 17.

33  "I do not mean to suggest that either set of compilers worked directly from the original Latin", CVR Latin Sources, p. 17.

34   "The compilers of the PCG and the CVR apparently utilized in the main the same compilation of Rodrigo and Lucas up to the account of the accession of Fernando I, el Magno", CVR Latin Sources, p. 8. Para más detalles sobre este punto, véase D. Catalán, De Alfonso X, p. 115, n. 59.

35    "A combined translation of Rodrigo and Lucas". Cito el contexto de esta afirmación (CVR Latin Sources, pp. 19-20) en De Alfonso X, p. 115, n. 59.

36   "It is evident that the two chronicles were not drawn from one and the same compilation of the La­tin works in this portion of the text, or that, if they were, their compilers allowed themselves a high degree of independence in the manner of utilizing the source", CVR Latin Sources, p. 22.

37   "The two chronicles, although they both contain everything found in the two Latin historians, and neither adds anything new, present the facts in an order so different as to make one suspect that they were not using the same compilation", CVR Latin Sources, p. 32.

38   "I have the distinct impression that either the compilers of the two chronicles were working directly from the Latin text, or, which seems more probable, that there were in existence two translations of the Historia Arabum, with similar chapter-division", CVR Latin Sources, p. 36. Para más detalles acerca del problema, cfr. Catalán, De Alfonso X, p. 116, n. 61.

39  "The two groups of chroniclers were using different but very similar translations of the Historia Ara­bum", CVR Latin Sources, p. 38.

40   "This is an extremely unsatisfactory conclusión to come to, but unfortunately, I can see no other", CVR Latin Sources, p. 36.

41    "Again it would seem that the two are based on different versions of the same compilation"; "This sort of divergence in detail, along with the agreement in fundamentáis of the story, seems to indícate rather clearly the hypothesis that the two sets of chroniclers were working from the same base, although from different versions", CVR Latin Sources, pp. 47 y 48.

42   "After relating the death of Almanzor, the two chronicles go on whith that of Bermudo II, the accession of Alfonso V, his marriage, the civil wars in Córdova between the sons of Almanzor and Mahomet Almohadi, the giving in marriage by Alfonso of his sister, Teresa, to Abdalla, King of Toledo, and it is obvious here that both are utilizing the same compilaton of Rodrigo and Lucas, drawing the passages of the Moors from the Historia Arabum of the former. Omissions from and additions to the Latin texts are common to both chronicles, and both make the transitions back and forth from the affairs of Castile to those of Córdova at identical points", CVR Latin Sources, p. 34.

43   "The two chapters of the CVR which contain the material of chapter 703 of the PCG offer a splendid example of the way in which the two texts sometimes use the same compilation, for in the description of the disorders attendant on the accession of Ordoño III, both cronicles follow, now Rodrigo, now Lucas, and both add identical passages from unknown sources", CVR Latin Sources, p. 24.

44   "The two chronicles appear to be using the same compilation, since both mention several details not included in the original Latin of either Rodrigo or Lucas" (a propósito de la invasión de Galicia por los normandos), CVR Latin Sources, p. 29.

45   "Both chronicles contain identical additons to the Latin text, such as the mention of Count García of Navarre, the request of King Pedro that the monks of Monte Aragón offer prayers for his father, and at more length, various details about Ramiro the Monk which do not appear in Rodrigo. The PCG... seems based on the same source as the CVR", CVR Latin Sources, p. 47.

46   "The two chronicles lean rather toward the versión of Lucas than that of Rodrigo, although it is probable that they were both using a compilation. That this is the case is very evident when we come to the account of the death of Sancho I, for both chronicles, although they follow the Latin texts fairly closely, state that the king was buried in San Salvador de Oviedo, whereas both Rodrigo and Lucas say that he was interred in León", CVR Latin Sources, p. 29.

47  "None of this material comes from the Latin texts, but the two chronicles evidently proceed from a common source here", CVR Latin Sources, p. 25.

48   "All this is found in both Tudense and Toledano, and our chronicles use them both in an idéntical manner... even to dropping the narrative of the two prelates at the same point... to take up the account of the battle of Hacinas" (basado en el Poema), CVR Latin Sources, p. 25.

49  "It is curious how the chapter seems to be the basic unit, capable of being shifted about integrally, or with the change of a date or two. It is not an invariable rule, but it occurs so many times as to make it certain that the división into chapters of the chronicles from the long libri of Rodrigo and Lucas was done at a stage prior to the composition of either the CVR or the PCG, that is, in the lost compilation already referred to", CVR Latin Sources, p. 25.

50   "The thesis of Theodore Babbitt that the first part of the Crónica de veinte reyes, from Fruela 11 to Bermudo III, belong to the thirteenth not the fourteenth century, and represents the original Crónica de on­ce reyes, the tittle given to the whole chronicle in six out of nine manuscripts, has much to commend it. If he is correct in contending that this Crónica de once reyes, together with its first continuation to the death of Alfonso VI, is older than the redacción regia (1289) of the second half the Primera crónica general represented by the edition, then I think it must be considered as a versión of the Alfonsine chronicle taken from the lost borrador, and possibly nearer to it then either the redacción regia or the redacción vulgar, rather than as a distinct work based on the same sources", Procter, Alfonso X of Castile (1961), p. 110.

51  Gómez Pérez, "La EE de Fruela II a Fernando III" (1965), se limita a acusar a los críticos de Lang y de Babbitt, de cuya labor luego hablaremos (Menéndez Pidal, Cintra, Catalán), de "ligereza" y de des­conocimiento de "los principios y reglas principales que son de aplicación al análisis textual". Para Gó­mez Pérez el conocimiento que él tiene de esos "principios y reglas de la crítica textual" le exime de buscar argumentos con que desautorizar las "opiniones" de sus predecesores, pues le basta presentar "con brevedad" lo que considera ser "los hechos", unos hechos dotados de tal "fuerza" que no hay sino enumerarlos para "llegar a conclusiones claras". La conclusión de su artículo es, en efecto, clara, debido a su radical simplicidad: "la CVR bien merece (...) ser considerada hasta dicho punto [hasta comenzar el reinado de Fernando III], en sus líneas generales, como el texto más representativo de la Estoria de España alfonsí". Al dar tan fácilmente por resuelto el problema sólo cree preciso paliar la identificación de la Crónica de veinte reyes con la "Estoria de España" redactada bajo la dirección de Alfonso el Sabio con la advertencia de que "teniendo en cuenta que sus manuscritos no son anteriores al siglo XIV, no podemos asegurar que su texto se haya mantenido invariable".

CAPÍTULOS ANTERIORES:

DE LA SILVA TEXTUAL AL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ. CÓDICES, CRÓNICAS, VERSIONES Y CUADERNOS DE TRABAJO.

1.- DE LA SILVA TEXTUAL AL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ. CÓDICES, CRÓNICAS, VERSIONES Y CUADERNOS DE TRABAJO

I. INTRODUCCIÓN. LAS CRÓNICAS GENERALES DE ESPAÑA HEREDERAS DE LA ESTORIA ALFONSÍ

*    2.- 1. LA SELVA TEXTUAL Y LA ERUDICIÓN PRE-PIDALINA

*    3. 2. DESLINDE Y CLASIFICACIÓN POR MENÉNDEZ PIDAL, A FINES DEL SIGLO XIX, DE LAS CRÓNICAS GENERALES DE ESPAÑA

*     4.- 3. REFORMAS EN LA CONSTRUCCIÓN PIDALINA

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