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Obras de Diego Catalán

322.- 8. PROPAGACIÓN DEL SESEO

322.- 8. PROPAGACIÓN DEL SESEO

8. PROPAGACIÓN DEL SESEO. XIV. DESARROLLO DEL ESPAÑOL EN AMÉRICA (1554-1617)

      Ante todo es preciso insistir en que los documentos de todo el Nuevo Mundo nos ofrecen ejemplos de confusión de ç, z y ss, s desde el comienzo mismo de las ciudades y de los organismos oficiales en que esos escritos se redactan.

      Tanto en Méjico como en el Perú los documentos nos ponen en algunas interioridades precisas sobre la penetra­ción de la igualación de las sibilantes en las nuevas tierras de los hemisferios boreal y austral.

      En contradicción del famoso texto de Arias Montano, no resulta extraño, dado lo que sabemos sobre la presencia del sececeo en el reino de Sevilla, que entre los conquistado­res de la Nueva España hallemos muchos con un sececeo tan extenso y profundo que no saben escribir el español sin confusiones frecuentes. Lapesa 36 halla múltiples cacografías confundidoras tanto de -s-, -s y -z-, -z como de ç-, -ç-. s-, -ss- ya desde 1525, transcurridos cuatro años escasos desde la conquista: rrazo 'raso', calsas, çecuçión, piesas, ortalisa, calsada, sinquenta, desysorios, faser, desir, rrasonar, Badaxos, señidor. Estas grafías se continúan en 1527: haser, frizada 'frisa­da', resyno, asyón 'acción', ocupasyón, Baltazar, pasyficar, tosinos, çerón, rrusyo, alcansastes, dies, Peres, crusifijo, etc.; en 1528: ensima, cabesadas, cazamiento, etc.

      Súmese a esta significativa lista el hecho sobresaliente de que el primer virrey de Méjico, don Antonio de Mendoza (nacido en Granada, 1493), al formular los descargos de su gestión virreinal, confunde, él o su amanuense, escribien­do en la ciudad de Méjico el año 1547: «fuera bien escusado hazérçeme». «Gonçalo Serezo», sufisientes, consibirían, 'con­cebirían', resibió, invocasiones...37. Más tarde, escritos oficiales de los que combatieron en la primera conquista del Yuca­tán en 1529 y en la segunda en 1541, redactados en 1579, presentan multitud de faltas ortográficas como saragueles 'çaragüelles', escaramuseando, taçado 'tassado', çemilla, «a zido», puze, rezina, «un paño coçido a manera de costal», etc.38, equívocos como el de este último ejemplo, y como otros por el estilo («casas de conejos y de aves») que son de vulgar y proverbial diferenciación, muestran bien la poca o ningu­na contradicción y burla que la confusión fonética encon­traba en aquella sociedad (casa por 'caça' ocurre muy re­petidamente en estas relaciones del año 79); Çiesa 'Cieza', pacificasión, malesa, junsia, lansando, cabeseos, etc.39. Sorpren­de, por lo recargado de confusiones, la relación fechada en 1581 por Juan de Paredes: nesesidad, yglezia, fortízima, falços, çal, ensina, atrabezando, etc., más de 50 casos 40.

      Factor importante en la propagación del sececeo hubo de ser la afluencia de confundidores posterior a la población primera. Podemos ejemplificar esto en algunos escritores cuya actividad literaria prestaba la mayor autoridad posi­ble a la confusión de s y z.

      Uno de éstos venidos de nuevo es Fernán González de Eslava, nacido en 1534 (se sospecha sin mayor fundamen­to que en Sevilla), llegado a Méjico en 1558, donde ya de 38 años hace tardíos estudios eclesiásticos para ordenarse de clérigo en 1575. En una petición autógrafa de este año 75 usa grafías como desiséis, «mez de diziembre», «mi profeçión», «los señores del muy alto conçejo»; y sus otros escri­tos, que van de 1563 a 1588, versos religiosos y apropósitos de carácter popular para varias solemnidades de la ciudad, abundan en rimas de z y s final, Jesús : luz, vez: pies, estás : faz, etc., y también de z y ç intervocálicas, distinguien­do la sonora de la sorda 41, hizo : quiso, gozes : dioses, avisen : dizen, etc., mereçe : esse, merece : cesse, calabaça : tassa : plaça. Eslava, arraigado en Méjico, toma allí un lenguaje especí­ficamente mejicano, en que lucen numerosos aztequismos, usados sin ninguna afectación de adorno folklórico, sino de la manera más natural y propia; bien puede decirse que la indistinción entre las sibilantes dentales y apicales revela­do en esos versos encajaba sin la menor extrañeza en el habla familiar del vecindario mejicano ante el cual se reci­taban tales poesías 42.

      También se presume que era sevillano otro poeta popular que trae formas confundidoras a Méjico. Se trata de cierto Mateo Rosas de Oquendo 43 nacido en 1559, quien, después de vagar por Buenos Aires y Tucumán (1591-93) y por el Perú, va en 1598 a Méjico, donde se hallaba también en 1612. Poeta festivo y ligero, libre de los estudios que regula­rizan bastante la escritura de Eslava, practica la más anárqui­ca grafía en las sibilantes: jueses, nesesidad, cresió, escuresió, amaneser, exersisios, enzalsa, alsaron, zalario, sinco 44, y así de continuo, sin la menor idea de la ortografía vigente.

      Viniendo ya a los literatos seguramente sevillanos, encon­tramos varios, entre los más famosos, que llevaron a Méji­co el influjo de su habla prestigiosa. Gutierre de Cetina va allá en 1546; Juan de la Cueva llega en 1574, regresando a Sevilla en el 77 45; el Padre Luis de Ribera va hacia 1589; Luis de Belmonte Bermúdez arriba en 1606 a Méjico, don­de escribe su poema sobre San Ignacio, allí publicado, y varias comedias 46. En 1608 deja también a su patria, Sevi­lla, Mateo Alemán, cuando ya tenía 60 años, y llega lleno de amargura a esa fascinante y ansiada Méjico, llamando madrastra a su ciudad natal; se avecinda en la corte del virreinato y allí acaba e imprime su Ortografía (1609), libro que ahora nos importa recordar por lo que abundan en sus páginas las confusiones, en las que Alemán se declara incorregible 47: las mezas, dieztreza (fol. 2v), Franceza, Francezes (fol. 10v, 70v), perezozos, piesas (20), blazon (24r), forçozamente, isquierda, nesecidad, bezaré la tierra (26 y 20v), vasiar, avizar, disención, niñés, Cézar, jusgamos, y muchísimas más, ni una siquiera de las cuales se incluye en las Erratas, donde el autor se disculpa de otras faltas «por la corta vista i larga enfermedad». Resulta así que en Méjico, hacia  1600, la indistinción era tan profunda e irremediable para muchos que ni Alemán ejerciendo de supremo ortografista ni el corrector de su imprenta se preocupaban poco o mucho de distinguir la z o ç de la s, aunque el uno y el otro querían seguir las huellas de Nebrija, tan observadas en las impren­tas de Andalucía 48.

      Claro es que este gran confusionismo no se da en los escritores más disciplinados por los estudios gramaticales ordinarios. En la poesía docta de tres criollos mejicanos, que versifican entre 1560 y 1590 no aparecen rimas defectuo­sas; verdad es que el caudal de sus composiciones estudia­das no es bastante copioso para que el dato negativo tu­viese más valor; de ninguno se ha podido examinar ni con mucho la cantidad de versos que de un Pedro de Oña o que de un Juan de la Cueva. Esos primeros poetas mejica­nos son Juan Pérez Ramírez, nacido hacia 1545; Francisco de Terrazas, alabado por Cervantes en La Galatea, en el Canto de Calíope (1585); y Fernando Córdoba Bocanegra, nacido en 1565 49; los tres, hijos de conquistadores y hom­bres de familia acomodada, educados con esmero; los tres, latinistas y eclesiásticos, por ello fieles mantenedores de las más puras rimas tradicionales, como los mejores poetas sevillanos o madrileños. Pero es más, riman más tradicionalmente que sus coetáneos peninsulares, pues mientras Juan de la Cueva, Cervantes y Lope no distinguen la frica­tiva sorda de la sonora 50, los mejicanos, en los versos de ellos examinados, no confunden z con ç ni s con ss. La ten­dencia culta, conservadora, que mantenía la distinción de las fricativas, como freno de la tendencia neologista y popular hacia la igualación, era al parecer más fuerte en la Nueva España que en la Península.

      El otro gran centro político, Lima, nos ofrece resultados semejantes para la América meridional.

      La ciudad de Lima, desde los primeros años de su fun­dación, utiliza en su cabildo escribanos confundidores. En acta de 1534 se halla desymos 'dezimos', rasones, nesesarias, ynsidençias; en 1535 fysieron, muy repetido en los años sucesivos, perjuisyo, vesinos, vesindad, etc.51.

      Al Perú, aunque alejado de Méjico, acuden también muchos literatos sevillanos. Uno de ellos es Pedro de Montesdeoca, el amigo admirado de Cervantes; otro es Diego Mejía, el autor de Parnaso antártico (Sevilla, 1608), pasado luego de Lima a Méjico en 1596. El más ilustre de todos estos sevillanos, fray Diego de Hojeda, llega a Lima muy joven, toma allí el hábito dominico en 1591, y allí escribe su Cristiada, impresa luego en Sevilla, 1611. También muy joven se halla en Lima Luis de Belmonte Bermúdez el año 1605. La famosa Academia Antártica, que en tiempo de estos funcionaba en Lima, era más que nada una reunión de andaluces.

      Particular interés tiene entre los criollos del virreinato austral el ilustre primogénito de la musa chilena, Pedro de Oña. Nacido hacia 1565 en la recién fundada ciudad de Los Infantes de Engol, al sur de Chile, hijo del capitán burga­lés Gregorio de Oña, estudiaba en Lima los tres cursos de Artes, por los años 1590-1592, en el Real Colegio Mayor de San Felipe y San Marcos 52, y allí escribió el poema Arauco domado, impreso en la misma Lima, 1596. En los 16.000 versos de este poema (2.009 octavas) mantiene, como los poetas doctos mejicanos, la pureza de la tradición castella­na, distinguiendo s de ç y z (no distingue empero, como parecen distinguir los mejicanos, las sonoras s, z, j de las sordas ss, ç, x) 53, pero cuando por raro caso tropieza con algún consonante difícil, o con alguna palabra poco usual cuya ortografía carecía para él de evidencia, entonces des­liza alguna rima confundidora en aquella inmensidad de octavas, sea por tener poca seguridad respecto a la forma correcta, sea por creer disculpable la incorrección, tratán­dose de voces poco comunes. Así hallamos Mendoça : des­troça : reboça (falsa grafía, en vez de 'rebossa': «hierve el furor, la cólera reboça, y el encendido fuego no se apaga»); dehezas (en vez de 'dehesas') : riquezas : prohezas; Suaso (por 'Çuaço', hoy 'Zuazo') : vaso : caso; culebresno (compárese lobez­no, en Nebrija) : fresno : tresno; Fernández (sic) ; Flandes : grandes 54; y es curioso que este caso último, el de -z final, de tan fácil «seseo» aun entre poetas madrileños 55, no pensó el autor en disimularlo bajo una grafía falsa. También en un soneto festivo Pedro de Oña rima Parnaso : gallinazo : caso : Pegaso 56. Estas rimas nos dicen que hacia 1570-75, cuando formó su lengua Pedro de Oña, la confusión de las sibilantes era practicada en Chile hasta por los hijos de padre castellano viejo, y era admitida en Lima aun en los círculos más doctos y literarios por los años 1590.

      Habría que observar la abundancia de escribanos confun­didores en otros centros oficiales de América, aunque no sepamos si tales funcionarios eran peninsulares o criollos. Por vía de ejemplo podemos recordar la Audiencia de los Charcas, erigida en la ciudad de La Plata (hoy Sucre) en 1561, con oidores peninsulares, la cual tiene, junto a un es­cribano distinguidor, otro tan confúsionario, que es incapaz de atenerse a la ortografía corriente ni aun en las palabras más consagradas por la tradición de impresores y pendo­listas; las menos avulgaradas parece que le inclinan a la c: iglecias, recidentes, provición, conciderar, ocación, «Concejo de Indias»; las más corrientes las allana en s: plasa, cabesa, riquesa, nesesario, offrese, ofisios...; unas y otras son incontables (documentos del año 1562) 57.

      Abundante confusionismo hallamos también en el Cabil­do de la ciudad de Buenos Aires. Fundada la ciudad por segun­da vez por Juan de Garay en 1580, con 60 compañeros venidos de la Asunción de Paraguay, los 10 españoles y los demás nacidos en aquella tierra, tienen por uno de los escribanos del cabildo a Mateo Sánchez, quien, por más de una docena de años, extiende documentos con confusionis­mo en las sibilantes: neseçario, proviçiones, consedidas, seviles 'civiles', dilixensias, ynsidençias, espasificado 'especificado', paresiere, consertar, Sanches, desendientes..., todo eso y más, es­crito «en nombre de los demás vezinos y moradores desta ciudad», designando apoderado del cabildo para negocios en la corte de España, 25 febrero  1590; e igual en otros documentos de años siguientes. Los escribanos que suceden a éste también confunden 58.

Diego Catalán: Historia de la Lengua Española de Ramón Menéndez Pidal (2005)

NOTAS

36 «Sobre el ceceo y el seseo en Hispanoamérica», Rev. Iberoame­ricana, XXI, 1956, pp. 412-413.

37 C. Pérez Bustamante, Don Antonio de Mendoza, 1928, pp. 152-155.

38 Estas grafías y otras ocurren en las Relaciones que por or­den de Felipe II se escribían en 1579 por Blas González, con­quistador en 1529, Juan Rodríguez el Viejo y Juan Vellido, con­quistadores en 1541 y 1544 (Colección de documentos inéditos... de Ultramar, XIII, 1900, pp. 110, 98 y 77).

39  Colecc. de doc. inéd. de Ultramar, XIII, p. 41.

40  Colecc. de doc. inéd. de Ultramar, 11º, 1898, pp. 209-220; ayu­dó a hacer esta relación el indio Gaspar Antonio, gramático y lati­no, pero la confusión de sibilantes no parece pertenecerle, pues ayudó igualmente a otras muchas relaciones en que no ocurre.

41  También, observa A. Alonso, distingue casi siempre la s de la ss, aunque esto no es muy significativo, porque por lo común hace rimas con voces del mismo tipo morfológico (adjetivos en -oso, pretéritos en -asse o -iesse, etc.); confunde prisa : mesa, peso : sucesso. También ofrece pocas confusiones de j y x.

42  Esta apreciación es de A. Alonso en su biografía de Eslava, rica en aspectos interesantes (en RFH, II, 1940, pp. 266-268). Utilizo también Universidad de la Habana, marzo 1939, pp. 74-75, y el manuscrito «Sobre la fecha y el origen del seseo ameri­cano» (véase atrás n. 6). A. Alonso, impresionado porque las ri­mas seseantes de -z final son 38, mientras las de -z- intervocálica son 7, y las de -ç- intervocálica son 3, atribuye a Eslava tan sólo el «seseo» de -z final; el «seseo» de -z- sonora intervocal cree que existía, pero relegado a las bajas clases sociales; la confusión de ç y ss no debía ser por «seseo», sino por simple consonancia imperfecta, como guarde : alcalde, aceite : deleites y otras. Las grafías profeción, conçejo cree que son simples confusiones de sufijo o de vocablo. Observaré empero que tales confusiones son propias de confundidores, para quienes la distinción erudita que se propo­nen observar se hace particularmente difícil en el caso de tales semejanzas morfológicas o léxicas (comp. arriba, p. 1050, nota). La mayor abundancia de rimas de tipo Jesús : arcabuz, puede de­pender de causas diversas, acaso de propensión del rimador hacia los consonantes agudos; sólo dos de las 38 rimas son llanas días : Díaz, grandes : Hernández (siempre los apellidos sin consonan­cia!).

43  El sevillanismo de Eslava es sospechado por García Icazbalceta, R. J. Cuervo, Icaza y otros. El sevillanismo de Oquendo es sugerido por A. Reyes, RFE, IV, 1917, pp. 346 y 369.

44  Sobre Rosas de Oquendo, v. A. Paz y Melia en el Bull. Hisp, VIII, 1906, (pp. 154 y 257), IX, 1907 (p. 154); A. Reyes en la RFE, IV, 1917, p. 341.

45  Cueva aún estaba en Méjico en los primeros meses de 1577, pero no veo razón para atribuirle (como hace una nota puesta en el códice de la Bibl. Nac. Ms. 2973; copiado en el ms. 7982) la Flor de baria poesía, recoxida de varios poetas españoles... Recopilóse en la çiudad de México... 1577; tiene varias grafías seseantes como forsosa, p. 57; en un soneto del licenciado Dueñas, la rima reposo : eterno goso, p. 6. Contiene sonetos de Hernán Gonçález [de Eslava] y de poetas mejicanos como Terrazas. Un «Soneto de Velgara», p. 275 (grafía comparable a la rima de Eslava guarde : alcalde arriba apuntada). El códice fue llevado a Sevilla: «Es de Andrés Fajardo en Sevilla 1612».

46  B. J. Gallardo, Ensayo, II, col. 66.

47  Véase arriba, cap. XIII, § 2.

48  Este prescindir por completo en Méjico de la ortografía s, z ofrece curiosos ejemplos en la primera mitad del XVII. Juan Ortiz de Torres «vecino de México», que escribe Los echos del Duque de Osuna, nos ofrece, sólo en la primera hoja de su manuscrito, paresse, fransesa, nasiones, «una mosa del mesón», herensia, eselensia. Escribe para un público seseante, pues de otro modo no se le ocu­rriría jugar con la clásica denominación de senado que los drama­turgos daban a sus espectadores, de quienes Ortiz se despide: «¡Adiós, senado o comido!» (Bibl. Nac. de Madrid, ms. 17436).

49  Estudiados, como representantes del ideal culto de la lengua en Méjico, por A. Alonso, «La pronunciación americana de la z y de la ç en el s. XVI», Universidad de la Habana, VIII, marzo, 1939, pp. 76-77, y en el ms. «Sobre la fecha y el origen del seseo» [> «Orígenes del seseo americano», Est. ling. Temas hispanoam., 1953, cap. Ill, pp. 108-122]; añade un cuarto poeta, José de Arrázola, con menor cantidad de versos. Algunas poesías de los tres en Gallar­do, Ensayo, I, col. 1003 y 1007; RFE, V, pp. 52-56; Memor. Acad. Mexic, II, 1880, pp. 357-425 (157 octavas); BRAE, II, pp. 66-76.

50  Véase arriba, cap. XII, § 5 (p. 1008) y § 6 (pp. 1012-1013 y n. 39).

51 Libro de los Cabildos de Lima, ed. 1935, pp. 6-8, doc. de 1534; fisyeron pp. 18, 19, 21. En la edición anterior, Libro primero de los Cabildos de Lima, 1888, facsímil de la p. 50, línea 10, se comprue­ba ese fisyeron, que por cierto esta edición de 1888 lee hicyeron, estando en cambio plagada de cacografías seseantes (aserca, desasociego, ciendo, criansas, todas en la p. 2!) que son malas lec­turas del editor (en la ed. de 1935: acerca, desasosiego, siendo, crianças). En la edición de 1935, que me merece confianza, abun­da el seseo de z; Libro III, rayses, p. 10, faser, 42, 43, 44, desir, 43, pero también serrada 50, Cisilias 'Sicilias', 52, etc.

52  José Toribio Medina, Hist, de la Literatura Colonial de Chile, I, 1878, p. 135. Los Infantes se fundó en 1560; Gregorio de Oña fue muerto por los indios en 1570, y Pedro era hijo primogénito.

53  En el Arauco domado, excesso : esso : peso («BAE», XXIX, p. 363a); passo : raso (367a); brasa : escassa : passa (3706); gruesso : peso (377b); seso : huesso : espesso (377b); peligroso : fosso (383a); cosso : furioso (383b), etc.; y dexo : consejo (355a); trabajo : abaxo (363b, 365a, 378b, 380b, etc.); cuaja : abaxa (362a); coxos : despojos (353b), etc. En unos sonetos festivos, passo : Pegaso; casa : escassa (J. T. Medina, Hist, de la Literatura Colonial de Chile, III, 1878, pp. 26-27).

54  Los casos apuntados se hallan en la edición de Lima, 1596 (y en la «BAE», XXIX), en los folios 174r (p. 407b), 49r (p. 367b), [pero priessa : dehesa : pavesa, fol. 246r (p. 429a)], 253r. (p. 431a), 209v. (p. 418a), 144v. (397b). La edic. de J. T. Medina, Santiago, 1917, p. 392, escribe rebosa en el primero de estos ejemplos.

55  Véase cap. XIII, § 6.

56  En J. T. Medina, Hist, de la Literatura Colonial de Chile, III, 1878, p. 29.

57  La Audiencia de Charcas, por R. Levillier, I, 1918, pp. 47-52 y 61-64.

58  Correspondencia de la ciudad de Buenos Aires, publ. por R. Levillier, I, 1915, doc. de 1590, pp. 6-9; de 1598, p. 38: ofresca, encareser, sertificamos, desnudés, comición, rrecide; documento de Gómez de Saravia, escribano, en 1604, ase 'hace', fuersas, p. 93; otros posteriores, p. 99. Para los fundadores de Buenos Aires, p. 425. En la primera fundación, por D. Pedro de Mendoza en 1536, debían de predominar los andaluces, pues abandonada la ciudad en 1541, retirándose los pobladores a la Asunción de Paraguay, sobrevivían allá 76, en 1569, y de ellos eran 28 andaluces, 18 cas­tellanos y leoneses, 3 vascongados, 12 portugueses, 5 flamencos, 2 ingleses, 2 bretones, 1 italiano, 5 de que no se sabe la oriundez; véase la Memoria de los que están vivos en las provincias del Río de la Plata, de los que llevó don Pedro de Mendoça, en Luis Rubio y Moreno, Pasajeros a Indias, 1º, «Col. de documentos inéditos para la historia de Hispano-América», t. VIII (en la portada) o IX (en la cubierta), 1930, p. 384.

CAPÍTULOS ANTERIORES:

PARTE PRIMERA: DE IBERIA A HISPANIA
A. EL SOLAR Y SUS PRIMITIVOS POBLADORES

CAPÍTULO I. LA VOZ LEJANA DE LOS PUEBLOS SIN NOMBRE.

1.- 1.  LOS PRIMITIVOS POBLADORES Y SUS LENGUAS

2.- 2. INDICIOS DE UNA CIERTA UNIDAD LINGÜÍSTICA MEDITERRÁNEA

3.- 3. PUEBLOS HISPÁNICOS SIN NOMBRE; PIRENAICOS Y CAMÍTICOS

CAPÍTULO II. PUEBLOS PRERROMANOS, PREINDOEUROPEOS E INDOEUROPEOS

4.- 1. FUERZA EXPANSIVA DE LOS PUEBLOS DE CULTURA IBÉRICA

5.- 2. NAVEGACIÓN DE FENICIOS Y DE GRIEGOS EN ESPAÑA

6.- 3. LOS ÍBEROS Y LA IBERIZACIÓN DE ESPAÑA, PROVENZA Y AQUITANIA

7.- 4. FRATERNIDAD ÍBERO-LÍBICA

*   8.- 5. LOS LÍGURES O AMBRONES

*   9.- 6. LOS ILIRIOS

*   10.- 7. LOS CELTAS

*   11.- 8. «NOS CELTIS GENITOS ET EX IBERIS» (MARCIAL)

12.- 9. PERSISTENCIA DE LAS LENGUAS IN­DÍGENAS EN LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA

B. LAS HUELLAS DE LAS LENGUAS PRERROMANAS EN LA LENGUA ROMANCE

CAPÍTULO III. RESTOS DE LAS LENGUAS PRIMITIVAS EN EL ESPAÑOL

13.- 1. VOCABLOS DE LAS LENGUAS PRERRO­MANAS

14.- 2. SUFIJOS PRERROMANOS EN EL ESPAÑOL

15.- 3. LAS LENGUAS DE SUBSTRATO EN LA FONÉTICA ESPAÑOLA

16.- 4. RESUMEN DE LOS INFLUJOS DEL SUBSTRATO

PARTE SEGUNDA: LA HISPANIA  LATINA
A. LA COLONIZACIÓN ROMANA Y LA ROMANIZACIÓN

CAPÍTULO I. HISPANIA PROVINCIA ROMANA

* 17.- 1. CARTAGO Y ROMA. LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA Y SU EXPANSIÓN DESDE EL ESTE AL OESTE

18.- 2. LA ROMANIZACIÓN

19.- 3. ESPAÑA Y LA PROVINCIALIZACIÓN DEL IMPERIO

20.- 4. PREDOMINIO DEL ORIENTE. EL CRISTIANISMO

CAPÍTULO II. EL NUEVO LATÍN

21.- 1. ¿LATÍN VULGAR?

22.- 2. EL LATÍN NUEVO

23.- 3. INFLUJO DEL CRISTIANISMO

24.- 4. NEOLOGISMOS DEL VOCABULARIO DOCTO

25.- 5. NEOLOGISMOS DE ESTILÍSTICA COLEC­TIVA

26.- 6. ACEPCIONES NUEVAS

27.- 7. FRASEOLOGÍA

28.- 8. MÓVILES DEL NEOLOGISMO GRAMA­TICAL

29.- 9. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SINTAXIS DEL NOMBRE

30.- 10. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SIN­TAXIS DEL VERBO

31.- 11. PREPOSICIONES Y ADVERBIOS

32.- 12. COLOCACIÓN DE LAS PALABRAS

*   33.- 13. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO

34.- 14. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA CONSO­NÁNTICO

*   35.- 15. OTRAS SIMPLIFICACIONES FONÉTICAS

*   36.- 16. LARGA LUCHA ENTRE INNOVACIÓN Y PURISMO

*   37.- 17. LAS INSCRIPCIONES

B. EL LATÍN DE HISPANIA

CAPÍTULO III. ESPAÑA EN LA ROMANIA

*   38.- 1. LA ROMANIA

*   39.- 2. CAUSAS DEL DIALECTALISMO RO­MÁNICO

*   40.- 3. ROMANIA OCCIDENTAL, ROMANIA MERIDIONAL

*   41.- 4. TRES ZONAS DE COLONIZACIÓN DE ESPAÑA

*   42.- 5. ESPAÑA Y LA ITALIA MERIDIONAL

*   43.- 6. ARCAÍSMO PURISTA DEL LATÍN DE ESPAÑA

*   44.- 7. RELACIONES ENTRE EL LATÍN HISPA­NO Y EL DE LA ROMANIA MERIDIONAL: VOCABULARIO Y FORMACIÓN DE PALABRAS

45.- 8. FONÉTICA DIALECTAL EN EL LATÍN DEL SUR DE ITALIA Y DE LA HISPANIA CITERIOR

*   46.- 9. UNIDAD Y DIVERSIDAD EN EL LA­TÍN DE HISPANIA

*   47.- 10. TOPONIMIA CRISTIANA

PARTE TERCERA: HACIA LA NACIONALIZACIÓN LINGÜÍSTICA DE HISPANIA
A. DESMEMBRACIÓN DE LA ROMANIA. ÉPOCAS VISIGÓTICA Y ARÁBIGA

CAPÍTULO I. EL REINO TOLOSANO Y EL TOLEDANO

*   48.- 1. DISOLUCIÓN Y RUINA DEL IMPERIO DE OCCIDENTE. CRISIS DE ROMANIDAD

*   49.- 2. NACIONALIZACIÓN DEL REINO VISI­GODO

*   50.- 3. REINO VISIGODO TOLEDANO

*   51.- 4. ONOMÁSTICA GERMÁNICA

*   52.- 5. CAUSAS DE LA FRAGMENTACIÓN ROMÁNICA

*   53.- 6. LA LENGUA COMÚN QUE NO SE ESCRIBE

*   54.- 7. CENTROS DIRECTIVOS DE LA HISPANIA VISIGÓTICA

*   55.- 8. LENGUA CORTESANA VISIGODA

*   56.- 9. EL MAPA LINGÜÍSTICO DEL REINO GODO

*   57.- 10. ORÓSPEDA, CANTABRIA Y VASCONIA

*   58.- 11. NACIONALIZACIÓN LITERARIA. SAN ISIDORO

*   59.- 12. LA ESCUELA ISIDORIANA

CAPÍTULO II.  AL-ANDALUS. EL ÁRABE Y LA ALJAMÍA

*   60.- 1. LA ARABIZACIÓN DE HISPANIA

*   61.- 2. LOS MOZÁRABES EN SU ÉPOCA HE­ROICA

*   62.- 3. MUSULMANES DE HABLA ROMANCE

*   63.- 4. LA ALJAMÍA O LENGUA ROMANCE HABLADA EN AL-ANDALUS

*   64.- 5. TOPONIMIA ÁRABE

*   65.- 6. TOPONIMIA MOZÁRABE

*   66.- 7. TOPONIMIA LATINA EN BOCA ÁRABE

CAPÍTULO III. LOS PUEBLOS INDOCTOS DEL NORTE

*   67.- 1. UNA NUEVA BASE PARA LA NUE­VA ROMANIDAD HISPANA

*   68.- 2. GRANDES TRASIEGOS DE POBLACIÓN

*   69.- 3. TOLEDANISMO OVETENSE. EL DIALEC­TO ASTURIANO Y LEONÉS

*   70.- 4. ONOMÁSTICA NUEVA

*   71.- 5. EL PATRONÍMICO EN -Z

CAPÍTULO IV. EL IMPERIO LEONÉS Y SU FRONTERA VÁRDULO-VASCONA

*   72.- 1. ORÍGENES DEL REINO DE NAVARRA Y DEL «IMPERIO» LEONÉS

*   73.- 2. FORMACIÓN DEL GRAN CONDADO DE CASTILLA

*   74.- 3. LA RIOJA

*   75.- 4. REPOBLACIÓN AL SUR DEL DUERO

*   76.- 5. PREPONDERANTE INFLUJO ÁRABE Y MOZÁRABE

B. PRIMEROS BALBUCEOS DEL IDIOMA (960-1065)
GLOSAS Y CANTARES ÉPICOS

CAPITULO V.  LA LENGUA ESCRITA

*   77.- 1. LATÍN DOCTO Y LATÍN ARROMANZADO

*   78.- 2. LAS GLOSAS EMILIANENSES

*   79.- 3. LAS GLOSAS SILENSES

*   80.- 4. DIFICULTAD DE LA ESCRITURA

*   81.- 5. LOS DIPTONGOS

*   82.- 6. LA Ñ Y LA LL

*   83.- 7. REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE OTROS SONIDOS ROMÁNICOS

*   84.- 8. GRAFÍAS PARA SONIDOS ESPECIAL­MENTE CASTELLANOS

*   85.- 9. RESUMEN ORTOGRÁFICO

CAPÍTULO VI.  EL HABLA ROMANCE

*   86.- 1. FALTA DE FIJACIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO

*   87.- 2. SONORIZACIÓN DE LA CONSONANTE SORDA

*   88.- 3. VACILACIÓN EN LA PÉRDIDA DE LA VOCAL INTERTÓNICA

*   89.- 4. FECHA RELATIVA DE LA SONORIZA­CIÓN Y DE LA SÍNCOPA VOCÁLICA

*   90.- 5. UNA ÉPOCA DE MÚLTIPLES SINCRE­TISMOS

*   91.- 6. CONTIENDA ENTRE LLANOS Y CULTOS

*   92.- 7. ARCAIZANTES Y NEOLOGISTAS

*   93.- 8. AFECTACIÓN ULTRACORRECTA

CAPITULO VII. EL CASTELLANO ENTRE LOS DEMÁS DIALECTOS ROMANCES HISPÁNICOS

*   94.- 1. CARÁCTER DIFERENCIAL DE CASTILLA

*   95.- 2. RASGOS PRIMITIVOS DEL CASTELLANO FRENTE AL LEONÉS, AL ARAGONÉS Y A LA ALJAMÍA

*   96.- 3. CASTILLA SE ADELANTA A LOS OTROS DIALECTOS AFINES

*   97.- 4. EL CASTELLANO CON EL LEONÉS Y EL GALLEGO-PORTUGUÉS

98.- 5. EL CASTELLANO CON EL ARAGONÉS Y EL CATALÁN

CAPÍTULO VIII. LA LITERATURA DEL MILENIO

*   99.- 1. CLÉRIGOS Y JUGLARES

*   100.- 2. CANCIONES ANDALUSÍES. EL LEN­GUAJE DE ESTOS CANTARCILLOS ROMÁNICOS

*   101.- 3. ESTADO LATENTE DE UNA POESÍA ÉPICA

*   102.- 4. ¿HUBO UNA ÉPICA MOZÁRABE?

*   103.- 5. CANTARES DE GESTA BREVES EN CASTILLA

*   104.- 6. EL ASONANTE EN LA POESÍA JUGLA­RESCA

C. LA LENGUA Y LA LITERATURA CASTELLANA
SE ABREN PASO EN UNA ESPAÑA NUEVA

CAPITULO IX. EL INFLUJO FRANCO Y LA EMANCIPACIÓN DEL ROMANCE

*   105.- 1. LA DINASTÍA NAVARRA. CASTILLA HECHA REINO

*   106.- 2. ALFONSO VI; RUPTURA CON LA TRA­DICIÓN MOZÁRABE

*   107.- 3. RECONQUISTA DE TOLEDO. DECA­DENCIA MOZÁRABE

*   108.- 4. LA EXTREMADURA AL SUR DEL DUERO. DESAPARICIÓN DE LOS DIALECTOS ROMANCES PRIMITIVOS

*   109.- 5. EL CID Y LOS ALMORÁVIDES

*   110.- 6. LA CUÑA CASTELLANA

*   111.- 7. ARROLLADOR AVANCE DE LA APÓCOPE

*   112.- 8. FIJACIÓN DEL RITMO ACENTUAL DE LA PALABRA

*   113.- 9. EL CATALÁN

*   114.- 10. EL PORTUGUÉS

CAPITULO X. ESPLENDOR DE LA LITERATURA DIALECTAL (1140-1180)

*   115.- 1. RESURGIMIENTO DE TOLEDO. LA HERENCIA CULTURAL ÁRABE

*   116.- 2. LA POESÍA BILINGÜE CONTINÚA TRIUNFANDO EN AL-ANDALUS

*   117.- 3. LA TOLEDO ROMÁNICA FRONTERIZA; SU MEZCLA DIALECTAL

*   118.- 4. EL POEMA DE «MIO CID»

*   119.- 5. EL LENGUAJE VERSIFICADO. EL MONORRIMO Y EL PAREADO ANISOSÍLABO

*   120.- 6. LA VERSIFICACIÓN: EL ASONANTE Y LA LLAMADA -E PARAGÓGICA

*   121.- 7. PRIMITIVISMO DEL LENGUAJE LITE­RARIO

*   122.- 8. CARÁCTER DIALECTAL DE LA LITERA­TURA

*   123.- 9. PRIMER ELOGIO DE LA LENGUA CAS­TELLANA. LA LITERATURA DE CASTILLA

CAPÍTULO XI. SINCRETISMO EN LA LENGUA LITERARIA DE LA ESPAÑA DE LOS CINCO REINOS (1180-1230)

*   124.- 1. PREPONDERANCIA CASTELLANA

*   125.- 2. INFLUJO DE LA LITERATURA GALLEGA

*   126.- 3. CONTINÚA EL INFLUJO PROVENZAL

*   127.- 4. SANTO DOMINGO DE GUZMÁN Y LA LLANEZA DE EXPRESIÓN

*   128.- 5. «SIESTA DE ABRIL»

*   129.- 6. CONVIVENCIA Y MIXTURA DE DIA­LECTOS

*   130.- 7. CASTELLANIZACIÓN DE LA LENGUA LITERARIA

*   131.- 8. DIALECTALISMO CANCILLERESCO Y NOTARIAL

PARTE CUARTA:  EL ESPAÑOL ANTIGUO
A. RENOVACIÓN ERUDITA DEL IDIOMA (1230-1293)

CAPÍTULO I. NUEVAS CONDICIONES DE VIDA

*   132.- 1. UNA NUEVA EDAD

*   133.- 2. EXPANSIÓN DE LOS DIALECTOS DEL NORTE

*   134.- 3. MODO DE LA PROPAGACIÓN LIN­GÜÍSTICA POR RECONQUISTA

*   135.- 4. «YA HAY PIRINEOS»

CAPITULO II. LOS PRIMEROS  POEMAS DE CLERECÍA

*   136.- 1. DIALECTALISMO ATENUADO

*   137.- 2. CLERECÍA Y JUGLARÍA. EL LATINISMO

*   138.- 3. VERSO «A SÍLABAS CONTADAS»

*   139.- 4. LENGUAJE VECINAL DE BERCEO

CAPITULO III. ALFONSO X EL SABIO Y LA ESCUELA DIDÁCTICA (1252-1295)

*   140.- 1. FEDERICO II Y ALFONSO X

*   141.- 2. CREACIÓN DE LA PROSA LITERARIA

*    142.- 3. TRABAJO DIRECTIVO DEL REY SABIO

*   143.- 4. EL ARABISMO

*   144.- 5. LA ESCOLÁSTICA Y LA ANTIGÜEDAD

*   145.- 6. TENDENCIA ETIMOLÓGICA

*   146.- 7. NEOLOGISMO LATINISTA

*   147.- 8. NEOLOGISMO ROMÁNICO

*   148.- 9. IDEA ESTILÍSTICA DE ALFONSO EL SABIO

149.- 10. CUESTIÓN DEL IDIOMA: «CASTELLA­NO DERECHO»

150.- 11. CASTELLANO, LEONÉS, ARAGONÉS

151.- 12. ESPAÑOL, LENGUAJE DE ESPAÑA

152.- 13. LA ORTOGRAFÍA ALFONSÍ

*   153.- 14. EL CASTELLANO EN LA NUEVA POE­SÍA DE CLERECÍA

*   154.- 15. PREPONDERANCIA DEL CASTELLANO

CAPÍTULO IV. LA LENGUA COMÚN. RELACIONES EXTRANJERAS

*   155.- 1. INTERCAMBIOS DE VOCABULARIO ENTRE FRANCIA Y ESPAÑA

*   156.- 2. LA APÓCOPE POTESTATIVA DE -E; GEOGRAFÍA Y CRONOLOGÍA

*   157.- 3. LA APÓCOPE EN LOS TEXTOS LITERA­RIOS

B. LOS DOS PRINCIPALES ESTILISTAS DE LA EDAD MEDIA.
APOGEO DE LA ESCUELA DIDÁCTICA (1205-1370)

CAPITULO V. LA LENGUA LITERARIA

*   158.- 1. SANCHO IV SE APARTA DE LOS GUSTOS DE ALFONSO X

*   159.- 2. LA ESCUELA ALFONSÍ. CULMINACIÓN DE LA LITERATURA

*   160.- 3. PROPÓSITO ESTILÍSTICO DE DON JUAN MANUEL

*   161.- 4. LENGUA RACIONAL Y LÓGICA

*   162.- 5. INTENTO FALLIDO DE OSCURIDAD

*   163.- 6. EL ARCIPRESTE DE HITA. «RAZONES ENCUBIERTAS»

*   164.- 7. LO IRRACIONAL

*   165.- 8. VOCABULARIO Y FRASEOLOGÍA

*      166.- 9. EL VERSO Y LAS «SERRANILLAS»

CAPITULO VI. ESTADO DE LA LENGUA COMÚN

*   167.- 1. RELATIVA ESTABILIDAD

*   168.- 2. LA LENGUA COMÚN. TOLEDO Y SEVILLA

*   169.- 3. APÓCOPE POTESTATIVA DE LA -E

*   170.- 4. LOS DIALECTOS LATERALES Y EL DIA­LECTO CENTRAL

*   171.- 5. TENDENCIAS CASTICISTAS

*   172.- 6. RELACIONES EXTERNAS

C. ARTIFICIOSIDAD RENACENTISTA.
PRERRENACIMIENTO RETÓRICO

CAPÍTULO VII.  PERÍODO DE TRANSICIÓN, 1370-1400

*   173.- 1. INFLUJO GALAICO-LEONÉS. ROMAN­CES Y ARTE MAYOR

*   174.- 2. ENSAYOS HUMANÍSTICOS EN ARAGO­NÉS. FERNÁNDEZ DE HEREDIA

*   175.- 3. DON PEDRO LÓPEZ DE AYALA

CAPITULO VIII. ALEGORÍA, OSCURIDAD. RETÓRICA ELOCUENCIA (1400-1450)

*   176.- 1. PRIMERA APARICIÓN DE UNA ES­CUELA SEVILLANA. DECIRES ALEGÓRICOS Y OSCUROS (1395-1415)

*   177.- 2. LA PROSA. DON ENRIQUE DE VILLENA (1417-28)

*   178.- 3. LA POESÍA. SANTULARIA Y MENA (1429-1456)

*   179.- 4. NUEVAS ORIENTACIONES

*   180.- 5. LO LIBRESCO

*   181.- 6. DENOMINACIONES METAFÓRICAS

*   182.- 7. LOS NEOLOGISMOS «LECTOR» Y «POETA»

*   183.- 8. LA RETÓRICA Y EL DESPRECIO DE LA LENGUA COMÚN

*   184.- 9. LATINISMO POR RAZONES ESTÉTICAS

*   185.- 10. SINTAXIS ARTIFICIOSA. HIPÉRBATON

*   186.- 11. LA POESÍA COMO CIENCIA

*   187.- 12. NUEVA VIDA CORTESANA. OSTEN­TACIÓN Y LUJO

*   188.- 13. GUSTO POR LO INUSITADO. LO IRREVERENTE, LO OBSCENO

*   189.- 14. RETÓRICA Y NATURALIDAD. FER­NÁN PÉREZ DE GUZMÁN

*   190.- 15. DECADENCIA DE LA ARTIFICIOSIDAD Y TRANSICIÓN (1458-1475). JUAN DE LUCENA

*   191.- 16. GÓMEZ MANRIQUE. VUELTA A LA NATURALIDAD

CAPÍTULO IX. ESTADO DE LA LENGUA COMÚN (1370-1470) Y RELACIONES EXTERIORES DEL CASTELLANO

*   192.- 1. RACHAS DE ARTIFICIOSIDAD

*   193.- 2. FONÉTICA DEL LATINISMO LÉXICO

*   194.- 3. SIMILICADENCIAS Y RIMAS EN LA LENGUA CONVERSACIONAL

*   195.- 4. NEOLOGISMOS MORFOLÓGICOS

*   196.- 5. EXTINCIÓN DE LA APÓCOPE POTES­TATIVA DE -E

*   197.- 6. ARAGÓN Y CATALUÑA. CORTE DE ALFONSO V

*   198.- 7. LAS CANARIAS Y PORTUGAL

*   199.- 8. EL ÁRABE Y EL ROMANCE

*   200.- 9. ITALIA

*   201.- 10. FRANCIA

PARTE QUINTA. EL ESPAÑOL ÁUREO
A. RENACIMIENTO HUMANÍSTICO (1474-1554)

CAPITULO I. DEL RETORICISMO AL HUMANISMO: LOS REYES CATÓLICOS (1474-1516)

*   202.- 1. SIGNIFICACIÓN DEL NUEVO REINADO

*   203.- 2. JORGE MANRIQUE

*   204.- 3. LA CELESTINA

*   205.- 4. CONCEPTISMO POÉTICO DEL CANCIO­NERO GENERAL

*   206.- 5. LA REINA ISABEL Y EL HUMANISMO

*   207.- 6. NEBRIJA

*   208.- 7. LA LENGUA, LA UNIDAD NACIONAL, EL IMPERIO

*   209.- 8. FRUTOS TARDÍOS MEDIEVALES

*   210.- 9. LOS ROMANCES

CAPITULO II. LOS DIALECTOS VIEJOS COMPLETAN SU NACIONALIZACIÓN

*   211.- 1. OJEADA GENERAL

*   212.- 2. LA UNIDAD POLÍTICA Y EL REINO DE ARAGÓN

*   213.- 3. EL REINO DE LEÓN

*   214.- 4. CASTILLA LA NUEVA. TOLEDO Y LA CORTE COMO NORMAS UNIFORMADORAS

CAPÍTULO III. UN DIALECTO NUEVO. EXPANSIÓN DEL ANDALUZ. EL CECEO/SESEO

*   215.- 1. PROSPERIDAD DE ANDALUCÍA

*   216.- 2. ANDALUCÍA Y TOLEDO EN CONTIENDA

*   217.- 3. EXPLICACIÓN HISTÓRICA DE LA CON­FUSIÓN DE LAS SIBILANTES ALVEOLARES Y DENTALES

*   218.- 4. DIGRESIÓN SOBRE LOS VERBOS «CE­CEAR» Y «SESEAR»

*   219.- 5. PRIMERAS NOTICIAS DEL «CECEO»

*   220.- 6. EL «CECEO» EN EL USO CORTESANO

*   221.- 7. EL SECECEO SEVILLANO

*   222.- 8. EL «SECECEO» EN CÓRDOBA

*   223.- 9. LA NORMA TOLEDANA AÚN VIGEN­TE PESE A LA GRAN DIFUSIÓN DEL «CE­CEO» EN ANDALUCÍA

*   224.- 10. LA RECONQUISTA DE GRANADA Y LA EXPANSIÓN DEL «SECECEO»

*   225.- 11. NUEVA REPOBLACIÓN DEL REINO DE GRANADA

*   226.- 12. RESUMEN SOBRE ORÍGENES DEL DIALECTO GRANADINO

CAPITULO IV. EL NUEVO MUNDO. GRAN EXPANSIÓN TERRITORIAL DEL IDIOMA

*   227.- 1. LA POBLACIÓN ESPAÑOLA DE AMÉ­RICA

*   228.- 2. PROPORCIÓN RELATIVA DE CASTELLA­NOS, ANDALUCES Y EXTREMEÑOS

*   229.- 3. GRAN EMIGRACIÓN ANDALUZA Y SEVILLANA

*   230.- 4. NUEVO MUNDO, NUEVO LENGUAJE

*   231.- 5. INFLUJO DE LAS LENGUAS ANTI­LLANAS

*   232.- 6. PRÉSTAMOS DEL AZTECA

*   233.- 7. INFLUENCIA DEL QUICHUA

*   234.- 8. PRÉSTAMOS GUARANÍES, ARAUCANOS Y DE OTRAS LENGUAS

*   235.- 9. ELEMENTOS IMPORTADOS DEL MUN­DO VIEJO

CAPÍTULO V. NUEVA SITUACIÓN DEL ESPAÑOL EN EL VIEJO MUNDO

*   236.- 1. EXPULSIÓN DE LOS JUDÍOS

*   237.- 2. PORTUGAL: LA MODA CASTELLANISTA

*   238.- 3. RELACIONES CON ITALIA

*   239.- 4. EL ESPAÑOL Y EL FRANCÉS

*   240.- 5. CARLOS V Y EL ESPAÑOL

CAPÍTULO VI. GUEVARA Y GARCILASO. TRIUNFO DEL ITALIANISMO (1525-1554)

*   241.- 1. TENTATIVAS VARIAS EN LA PROSA

*   242.- 2. GUEVARA

*   243.- 3. LAS PAREJAS DE SINÓNIMOS

*   244.- 4. BOSCÁN, PROPUGNADOR DE ITALIANISMO Y DE NATURALIDAD

*   245.- 5. GARCILASO Y LA TEORÍA DE LA IMI­TACIÓN

CAPITULO VII. DOCTRINA HUMANÍSTICA SOBRE LA LENGUA VULGAR

*   246.- 1. CRECIENTE ESTIMA DE LAS LENGUAS VULGARES

*   247.- 2. JUAN DE VALDÉS. SELECCIÓN ANTES QUE INVENCIÓN

*   248.- 3. VILLALÓN, MEJÍA Y VENEGAS

*   249.- 4. AMBROSIO DE MORALES

CAPITULO VIII. GRAN RENOVACIÓN EN LA LENGUA COMÚN (1480-1550)

*   250.- 1. NUEVA ONOMÁSTICA PERSONAL

*   251.- 2. EL VOCABULARIO

*   252.- 3. LA FRASEOLOGÍA

*   253.- 4. SINTAXIS

*   254.- 5. VUESSA MERCED Y USTED; VOS Y VOSOTROS

*   255.- 6. MORFOLOGÍA

*   256.- 7. SE FIJA EL VOCALISMO MODERNO DEL IDIOMA

*   257.- 8. CASTILLA LA VIEJA EVOLUCIONA EN EL CONSONANTISMO

*   258.- 9. SUERTE DE LA F Y DE LA H

*   259.- 10. NUEVA PRONUNCIACIÓN DE OTRAS CONSONANTES EN CASTILLA LA VIEJA

*   260.- 11. PRONUNCIACIÓN CASTELLANO-VIEJA DE LA J Y LA X

*   261.- 12. LA Z Y LA S ENSORDECIDAS EN CASTILLA LA VIEJA

*   262.- 13. LA B Y LA V

B. CULMINACIÓN DE LA ÉPOCA CLÁSICA (1554-1617)

CAPITULO IX.  PERÍODO DE LOS GRANDES ESCRITORES MÍSTICOS (1554-1585)

*   263.- 1. «EL LAZARILLO»

*   264.- 2. LA CORTE EN MADRID. NUEVAS ORIENTACIONES

*   265.- 3. FRAY LUIS DE GRANADA

*   266.- 4. SANTA TERESA. UN ESTILO DE ES­PONTANEIDAD

*   267.- 5. FRAY LUIS DE LEÓN. SENCILLEZ Y SELECCIÓN ESMERADA

*   268.- 6. SAN JUAN DE LA CRUZ

*   269.- 7. LA ESCUELA SEVILLANA. UN MAYOR ESFUERZO DE ARTE

*   270.- 8. HERRERA Y EL NEOLOGISMO

*   271.- 9. DIFICULTAD CONCEPTUAL, NO OSCU­RIDAD DE PALABRA

*   272.- 10. OTRO ENSAYO DE ARTIFICIOSIDAD. FRAY JUAN DE PINEDA

CAPITULO X. ASPIRACIÓN A UNA NORMA LINGÜÍSTICA NACIONAL

273.- 1. ÚLTIMOS ECOS DE LA OPINIÓN COR­TESANA Y TOLEDANA

*   274.- 2. LENTO DECAIMIENTO DEL TOLEDANISMO

*   275.- 3. OPOSICIÓN LEVANTINA Y ARAGONE­SA AL EXCLUSIVISMO CASTELLANO

*   276.- 4. ANDALUCÍA SE AFIRMA FRENTE A CASTILLA LA VIEJA

*   277.- 5. ESPAÑOL Y CASTELLANO

*   278.- 6. MOMENTO DE MAYOR ENTUSIASMO NACIONAL, 1580-1600

*   279.- 7. LA LENGUA VULGAR EN LA ENSE­ÑANZA DE LAS CIENCIAS

*   280.- 8. TRABAJOS DOCTRINALES SOBRE EL IDIOMA

CAPÍTULO XI. PERÍODO DE CERVANTES Y LOPE DE VEGA, (1585-1617)

*   281.- 1. «LA GALATEA» DE CERVANTES

*   282.- 2. EL ESTILO DE NATURALIDAD CONTI­NÚA DOMINANTE

*   283.- 3. LOS ROMANCES VIEJOS

*   284.- 4. EL ROMANCERO NUEVO. COMIENZOS DE LOPE. TEORÍA DEL NATURAL

*   285.- 5. EL «QUIJOTE». LLANEZA Y CLARIDAD

*   286.- 6. ZEUGMA DE AGUDEZA

*   287.- 7. REALISMO E IMITACIÓN EN CER­VANTES

*   288.- 8. LOPE DE VEGA. POESÍA DOCTA Y POESÍA NATURAL

*   289.- 9. EL GUSTO, SEGÚN LOPE: SINTAXIS IMPRESIONISTA

*   290.- 10. EL DIÁLOGO DRAMÁTICO

*   291.- 11. LA ERUDICIÓN Y LA POESÍA DOCTA

*   292.- 12. EL POETA CIENTÍFICO. DE NUEVO LA POESÍA COMO CIENCIA

*   293.- 13. POLÉMICA SOBRE LA «JERUSALÉN»

*   294.- 14. LOS LUGARES COMUNES

*   295.- 15. ESTILO DE TRANSICIÓN. NUEVA IDEA DE LA PUREZA DEL IDIOMA

*   296.- 16. LOS ARGENSOLAS. TAMBIÉN LLA­NEZA VACILANTE

*   297.- 17. UN PERÍODO DE TRANSICIÓN

CAPITULO XII. ESTADO DE LA LENGUA COMÚN (1550-1610)

*   298.- 1. MADRID Y CASTILLA LA VIEJA

*   299.- 2. LA PROPAGACIÓN DEL CONSONAN­TISMO MODERNO

*   300.- 3. LA PÉRDIDA DE LA H SE GENE­RALIZA

*   301.- 4. LA JOTA MODERNA

*   302.- 5. SE GENERALIZA EL ENSORDECIMIENTO DE Z Y S, Y LA IDENTIFICACIÓN DE B Y V

*   303.- 6. LOS CAMBIOS FONÉTICOS Y LAS RI­MAS

*   304.- 7. RESUMEN DE LOS CAMBIOS CONSO­NÁNTICOS Y CONSECUENCIAS DIALECTALES

*    305.- 8. LOS GRUPOS CONSONANTICOS LATINOS

*    306.- 9. AVANCE DEL LEÍSMO

*    307.- 10. HABER Y TENER

CAPÍTULO XIII. EL DESARROLLO DEL ANDALUZ Y DEMÁS DIALECTOS MERIDIONALES. 1557-1617

*   308.- 1. SE AFIRMAN LOS CARACTERES LIN­GÜÍSTICOS DE ANDALUCÍA

*   309.- 2. AVANZA EL «SECECEO». ARIAS MON­TANO, MATEO ALEMÁN, JUAN DE LA CUEVA

*   310.- 3. INDISTINCIÓN ENTRE «SESEO» Y «CECEO»

*   311.- 4. EL «SECECEO» EN EXTREMADURA, LEVANTE Y PORTUGAL

*   312.- 5. EL «SECECEO» ANDALUZ Y EL «SESEO» VALENCIANO SE PONEN EN GRAN MODA

*   313.- 6. EL «SECECEO» EN EL TEATRO MADRI­LEÑO

*   314.- 7. EL TRIUNFO RÁPIDO DEL «SECECEO» EN EL SUR

CAPITULO XIV. DESARROLLO DEL ESPAÑOL EN AMÉRICA (1554-1617)

*   315.- 1. PARALELISMO DE EVOLUCIÓN EN LAS COLONIAS Y EN LA METRÓPOLI

*   316.- 2. FORMACIÓN DE LA COMUNIDAD LIN­GÜÍSTICA AMERICANA

*   317.- 3. SEVILLA, METRÓPOLI COMERCIAL DE AMÉRICA

*   318.- 4. EL «SESEO» AMERICANO Y LA S CON­VEXA

*   319.- 5. LAS CAUSAS DEL «SESEO» AMERI­CANO

*   320.- 6. «SESEO» Y NO «CECEO»

*   321.- 7. ¿GRADOS PROGRESIVOS DEL «SESEO»?

Diseño gráfico:
 
La Garduña Ilustrada

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