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Obras de Diego Catalán

327.- 13. LAS DOS VARIEDADES EN EL VI­RREINATO DEL PERÚ

327.- 13. LAS DOS VARIEDADES EN EL VI­RREINATO DEL PERÚ

13. LAS DOS VARIEDADES EN EL VI­RREINATO DEL PERÚ. XIV. DESARROLLO DEL ESPAÑOL EN AMÉRICA (1554-1617)

      En los territorios del Virreinato del Perú, que en los si­glos XVI y XVII abarcaba toda la América Meridional, ob­servamos una repartición de los dos tipos lingüísticos bas­tante parecida a la de Méjico.

      La pequeña Audiencia de Panamá era punto de encuen­tro para las flotas de Tierra Firme y del Perú, deteniéndo­se en sus puertos las naves de tres a cuatro meses 106; por ello su habla sigue el tipo más andalucista, en contraste con el habla del resto de los territorios centro-americanos: la -s, -z se aspira (vamohvé ’vamos a ver’, ihla, lehna, fufurito ’fosforito’, pahuato ’pazguato’); la -r y la -l  tienden a pronunciarse indistintamente («vino de parma durse», puelta) o con un sonido mixto, o bien asimiladas a la consonante inmediata (muette, vedde) y en posición final, al lado de la realización mixta, ocurre también la pérdida (señó, Vito, bompe ’bomper’ ’parachoques’); en los grupos -rn-, -rl- popularmente se aspira la implosiva; la -d- se pierde (deo ’dedo’, ehnú ’desnudo’, tuehto ’todo esto’) 107.

      La Audiencia de Nueva Granada (moderna Colombia), tie­ne en su costa atlántica los puertos de Santa Marta y de Car­tagena, y éste era escala de la flota de Tierra Firme, tanto en su viaje de ida como en el de regreso. En esta costa septen­trional (y zonas limítrofes de Antioquía) se aspira la -s, dehpueh, pehcao ’pescado’ y se pierde en posición final de palabra: ocasione ’ocasiones’; se pierden también la -r y la -l finales de palabra: volá ’volar’, queré, decí, coló, sa ’sal’, naturá, papé, baú; se pierde abundantemente la -d-, granáa, tendío, hería, caprichúa, ahpeasa ’despedaza’; la costa y Antioquia son yeístas; también los llanos de Casanare son yeístas y pierden la -d-, ceboya, cogoyo; cantáas, cornáa, rompío, sucedío, zancúo, maúro, toíto. En cambio, en el interior del país, los bogotanos pro­nuncian claramente la -s final y, tanto ellos como los de Medellín no suelen perder la -d- sino en la terminación -ao (aun­que la pierden aun en palabras en que no suele faltar en la general pronunciación culta, como vao ’vado’ igual que vaho de la olla); en Bogotá y gran parte del interior la ll se con­serva. La modalidad lingüística de la meseta colombiana se prolonga por las provincias andinas de Venezuela (Mérida, Táchira y Trujillo), donde la -s no se aspira ni pierde jamás, la -r y la -l se mantienen distintas, la -d- se conserva y hasta se usa algo la ll. En la costa colombiana del Pacífico (el Cho­có, costa nariñense, el Cauca) se aspira la -s como en la del Ecuador, se pierde la -d- y se intercambian libremente la -r y la -l cuando están en posición interior, perdiéndose por lo común en fin de palabra ante pausa (cuelpo, alpone ’harpones’, calse ’cárcel’, «pol Dio», farta, sordao, dergaíto «er cura», mujel o mujé, «el suró» ’el sudor’, gualdá ’guardar’, toriá ’to­rear’, abrí, albo ’árbol’, mie 108. El carácter distinto del interior respecto al de la costa de Colombia, así como el andalucis­mo de ésta, eran cosas manifiestas en 1676 para el historia­dor de Nueva Granada, el obispo Fernández de Piedrahíta; bogotano él, y aunque, por supuesto, seseante, decía sin embargo de los habitantes de Cartagena de Indias que «mal disciplinados en la pureza del idioma español, lo pronuncian generalmente con aquellos resabios que siempre participan de la gente de las costas de Andaluzía», y advierte esto inme­diatamente después de notar el «poderoso comercio conti­nuado en aquel puerto» 109.

      La Audiencia de Quito (moderno Ecuador) presenta igual contraste. En la costa, frecuentada por la flota que visitaba a Puerto Viejo, a Guayaquil, y hacía escala en Paita (enton­ces último puerto de la Audiencia, hoy primero del Perú) 110, el habla es más andalucista, con la consabida aspiración y pérdida de -s, «lah cohta», fransé ’francés’, dehpué ’después’, fóforo ’fósforos’, «nosotro haremo»; la -r y la -l también se pier­den, señó, papé; hay también pérdida de la -d- (que produ­ce la ultracorrección tardido ’tardío’). Al contrario, en la región interandina del interior, Quito, Riobamba, Cuenca, la -s permanece firme, lo mismo que la -r y la -l; la -d- intervocálica se conserva hasta en la terminación -ado por lo común, y se tiene la pronunciación -ao como defecto del habla de Guayaquil y de la costa en general; la ll se distin­gue de la y pronunciada como en Castilla la Vieja por las personas cultas, y por todo el mundo en Cuenca y Loja 111. En el habla de Cuenca, aún en personas de gran cultura y esmerada dicción, noté (a comienzos del s. XX) igual debi­lidad de la vocal átona que en Méjico: «dosientos pesos otros días», Mersedes, «vent’sinco almoada(observación confirma­da por Boyd-Bowman «Sobre la pron. del esp. en el Ecua­dor», 1953); en contraste, en Guayaquil se pronuncia otroh, Mersedeh.

      La Audiencia de Lima (el actual Perú) es la región más conservadora de toda América. Mantiene la -s final; la d por lo común se pierde sólo en la terminación -ado (borrao ’pi­cado de viruelas’; la ll mantiene su pronunciación lateral en toda la sierra y en las provincias costeras del Sur, a partir de la de Camaná inclusive112 (ayuda a esto la lengua de los indios, el quichua que usa el sonido ll). Frente a esta fir­meza de las consonantes, en la sierra la vocal átona parece reducirse como en la altiplanicie de Méjico113.

      La Audiencia de Charcas (Bolivia y Noroeste de La Ar­gentina con la costa desde Arica hasta el desierto de Atacama, inclusive), salvo en su parte costeña, parece ser tan conservadora como el Perú, y aun más, por dominar en ella más la conservación de la ll: en Bolivia sólo la provincia de Tarija es yeísta; en La Argentina abunda la ll en Jujuy, Salta, los Andes, Tucumán, Santiago del Estero, parte de Catamarca, Rioja, San Juan y Mendoza, con islotes yeístas en casi todas las capitales. La s final se pronuncia claramen­te, según noticia referente a Salta y Santiago del Estero. En Bolivia la vocal átona se reduce, Potsí ’Potosí’ 114. Ya la par­te de costa (desde Arica hasta Atacama), aunque también mantiene la distinción ll : y, acoge la innovación de aspirar la -s final como en Chile, país a que modernamente pertenece esta región costera.

      La antigua Provincia de Chile 115 es todo lo opuesto a la del Perú; en ella se hallan arraigados los neologismos po­pulares como en ninguna parte. En primer lugar, es región costeña que no participó ni de la riqueza mercantil y mi­nera ni de la elevada cultura social en que se funda la excepción lingüística de las costas peruanas, y en segundo término, en Chile predominó mucho el elemento militar, la vida de campamento, debido a las biseculares guerras araucanas soportadas por la colonia. La enseñanza moder­na ha desterrado parte de ese popularismo, desde que Bello, en 1834, amonestó a los padres de familia y a los maestros de escuela; pero, aun así, el pueblo chileno ofre­ce particularidades de vulgarismo con notable intensidad. La aspiración de la s es común a todo el país, no sólo cuan­do final («loh ombreh revueltoh con loh niñoh»), sino inicial y medial: huba ’suba’, kha ’casa’, provocando a menudo la as­piración de la fricativa siguiente: refalar ’resbalar’, prefitero, prefiterio (con ƒ bilabial), rajar ’rasgar’, amujar ’amusgar’, compadrajo ’compadrazgo’, rajuñar, dijusto, jujar juzgar’, neja ’nesga’, rejuardar116. La indistinción de -r, -l es normal: pa­pel, hacel, olol, lairal, ’ladrar’, porvu, barba, «en er bote», mutta ’multa’, goddo ’gordo’, marte ’mártir’ 117. La inconsistencia de la d intervocálica es extrema: abogao, cansá ’cansada’, ofen­dío, olvío, verdaero, dúa, deo, mieo, preicar, adré ’adrede’... (lo cual produce multitud de ultracorrecciones: bacalado, tardido, mido, gentido, obleda, desedo, ganzuda, Marida); esta pér­dida de la d alcanza en gran parte a las clases más cultas, tanto que a comienzos de este siglo, por lo menos, hasta en enfáticas voces de mando, he oído, por ejemplo, en un cuartel de caballería: «por too el picaero»; y, al par de la terminación -ao, era corriente, en el habla culta, el feme­nino -áa: ehpáa ehpá ’espada’, pasáa118. El yeísmo sólo ha invadido la región central de Valparaíso y Santiago, la de más comercio marítimo, desde Aconcagua a Talca incluidos; el Norte, a partir de Coquimbo, mantiene la ll como la costa meridional del Perú; y el Sur, desde Maule hasta Chiloé, pronuncia también la ll 119; a este mantenimiento de la ll contribuyen, sin duda, el quichua y el aymará al Nor­te y el araucano al Sur, pues esas tres lenguas indias tie­nen ll en su sistema fonético.

      Las tierras interiores, hoy pertenecientes a la Argentina, que formaban la región de Cuyo (Mendoza, San Juan, San Luis), no difieren grandemente en su pronunciación de la región del río de La Plata: la -s final de sílaba (pero no la intervocálica, salvo nohotroh) se aspira con mayor regulari­dad que en Buenos Aires («loh árboleh», «dieh hombreh», fóforo, refalar, atifar ’atisbar’, mafién ’más bien’, rajuñar, noviajo) y el yeísmo en general, pero la -d- sólo se pierde en ’-ado’ ’-ido’ (no en ’-ada’, ’-ida’) y la -r, -l no ofrece más confusio­nes que las debidas a asimilaciones y disimilaciones.

      Por último, en la provincia del Río de la Plata (parte Este de la Argentina, con el Uruguay y el Paraguay), la -s final se aspira, no la intervocálica (sólo en nohotroh): refrehcar, dehpueh, refalón, refaladero, amujar ’amusgar’, dijustar, rajido, sejo, arriejar, rajuñar, pajuate ’pazguato’. La -d- intervocálica se pierde en -ado: sentao, entripao, pero en otras circunstancias suele mantenerse, siendo escasos naa, aelante, impedío, me­días, tuavía ’todavía’, trabajaor, antes más usados, pues ha habido en el habla gauchesca una reafirmación notable de la -d-. El yeísmo (con o sin «rehilamiento») es general en la región del Plata (lo mismo en la Argentina que en el Uru­guay); pero en el Paraguay y en las provincias argentinas de Corrientes y de Misiones (y en parte del Chaco y For­mosa) se pronuncia la ll 120.

Diego Catalán: Historia de la Lengua Española de Ramón Menéndez Pidal (2005)

NOTAS

106  López de Velasco, Geografía de las Indias,  1894, p. 76.

107  Sobre -r, -l, A. Alonso, en NRFH, VII (1945), pp. 326-327, y más datos y precisiones en S. L. Robe, «-L y -R implosivas en el español de Panamá», NRFH, II,  1948, pp. 272 y ss.

108  Cuervo, Apuntaciones, 1915, §§ 746, 758, 770 (el vulgo cam­pesino en el interior dice a veces marío, créito, deo), 771, 772, 776; su afirmación de que en Colombia sólo «en boca de niños y gente amaricada» ocurre la pronunciación -l y -r (§ 749) ha sido des­mentida por observaciones posteriores. R. Uribe, Diccionario abre­viado, 1887, p. XIII. Henríquez Ureña, Sobre el problema, 1932, p. 117 nota 3. E. Tiscornia, La lengua de Martín Fierro, 1930, p. 40, nota 2. Para Casanare, la novela de fr. Pedro Fabo, El doctor Navascués, 1904. Reuniendo los datos de la literatura costumbrista, informes de maestros y observaciones directas (estas últimas centradas especialmente en Bogotá y en el Chocó), L. Flórez ha tra­zado un cuadro de conjunto de las modalidades del español co­lombiano en La pronunciación del español en Bogotá, 1951, pp. 189-193, 200-205, 216-218, 222-228, 231, 240-242 (el libro com­pila la información repartida en sus anteriores artículos «El ha­bla popular en la literatura colombiana», «Cuestiones del espa­ñol hablado en Montería y Sincelejo», «El habla del Chocó», en BICC, I, 1945, pp. 318-361; V, 1949, pp. 124-162; VI, 1950, pp. 110-116); véase además Flórez, Habla y cultura popular en Antioquia, 1957, pp. 39-46. Para la región andina de Venezuela, informes de A. Rosenblat. Respecto a -r, -l, A. Alonso en RFH, VII, 1945, pp. 237-330.

109 Historia general de las conquistas del Nuevo Reino de Granada, 1688 (Dedicatoria de 1676, Aprobación de 1685), Lib. 3, cap. 3, p. 81b; a continuación elogia el ingenio de los naturales de Cartagena, si bien no excede al de «los criollos de las demás partes de la provincia» o término de la ciudad. En la impresión de Amberes se halla siénegas, p. 7b (dos veces), 81a, etc. ’ciéna­gas’, servetanas 16b (dos veces), mais 70b, maysales 71a, 75b, estorciones 78a,  114a, brizas 81a, etc.

110  López de Velasco, Geografía de las Indias, 1894, pp. 83 y 443.

111  Gustavo Lemos, Barbarismos fonéticos del Ecuador, 1922, pp. 12, 15, 16, 22, 56 y 60 nota (reseña de M. L. Wagner, RFE, X, 81). Menéndez Pidal, Gram, hist., § 354 nota. H. Toscano Mateus, El español en el Ecuador, 1953, pp. 89-92, 99, 102, 113. Y, sobre todo, P. Boyd-Bowman, «Sobre la pronunciación del español en el Ecuador», NRFH, VII (1953), pp. 221-233. La distinción entre ll y y con pronunciación lateral de la ll se conserva sólo en Loja y Cuenca; en Riobamba y Quito muchos dicen gažo, žave, con pronunciación semejante a la j francesa, mientras la y de mayo, arroyo, etc. es «normal» (según me informó ya en el pasado Honorato Vázquez).

112  A. Alonso en la RFH, III, 1941, p. 164. Según mis notas to­madas en Perú a comienzos del s. XX, Arequipa mantiene la ll, mientras por el Norte la costa es yeísta desde Paita y Lambayeque, lo mismo que la costa de Ecuador. Sobre la ll «bien mojada», v. Diccionario de peruanismos por Juan de Arona; la pronuncian «los indios y los serranos del Perú», y es corriente en Arequipa: «la ll en boca serrana deleita tanto como la z y la c en boca castellana».

113  Henríquez Ureña, en RFE, VIII, 1921, p. 358 nota; Sobre el problema,  1932, p.  136.

114  A. Alonso y Á. Rosenblat, en nota a Estudios sobre el español de Nuevo Méjico de A. M. Espinosa, 1930, p. 195. Henríquez Ureña, Sobre el problema, 1932, pp. 117 nota 2 y 136. Sobre la ll en Mendoza, y más aun en San Juan, me informaba en 1914 Ricardo Rojas. El yeísmo abunda también en esa región, tanto que E. Tiscornia, La lengua de Martín Fierro, 1930, p. 41, da v < ll, para Córdoba, La Rioja, Santiago del Estero como si fuese pro­nunciación única.

115  Comprendía en el siglo XVI el Chile moderno, desde Copiapó al Sur, con las tierras interiores de la región de Cuyo, hoy de la Argentina.

116  R. Lenz en Zeit. f. rom. Philol., XVII, 1893, p. 209. A. Echeverría y Reyes,  Voces usadas en Chile,  1900, pp. 32-33, con fóforo, difrutar, defile, admófera, méih ’maíz’, péih ’país’. En Chiloé, lape ’lápiz’, lipe ’piedra lipis’, rejatar ’resgatar, rescatar’ (F. J. Ca­vada, Chiloé y los chilotes, 1914, pp. 271, 403-404; en la p. 267 niega que la -s final se suprima, do ’dos’, como en el resto de Chile). Cuervo, en Bull. Hisp., III, 1901, pp. 55-56, pone re­paros a la opinión de Lenz, quien creía que la pérdida de s en Chile era debida a carecer de s la lengua araucana; rebate definitivamente tal opinión A. Alonso en la RFH, I, 1939, pp. 324-326.

117  A. Alonso, en RFH, VII, 1945, pp. 322-324. Como en otras hablas con relajación de consonantes finales, también se pierde la -n- en ensame ’examen’, virge, image, etc., Raza chilena, 1904, p. 153; Cavada, Chiloé, p. 271.

118  Mis observaciones son de los años 1905 y 1914. Julio Saavedra, reproduciendo la pronunciación culta de Chile, transcribe junto a comendao, etc., también remplaδáa, δitáas, y hasta pođío, pero soniđo, reconoδiđo, cađena, vaniđá (Le Maître Phonetique, Janvier 1904, Fevrier-Mars 1905); extraña esa δ, admitida en la pronunciación chilena!

119  La región yeísta es desde el río Choapa al Maule, según Lenz, Diccionario etimológico, 1905-1910, p. 99. Otros excluyen a Talca, fijando el límite sur del yeísmo en el río Mataquito (Raza chilena, Valparaíso, 1904, p. 146) Lenz y Cañas Pinochet dicen que Chiloé es yeísta, pero Cavada, Chiloé, incluye en su vocabula­rio regional unas 30 voces que empiezan por ll, llolló ’artificio para pescar’, llipullín ’utensilio para tejer’, etc. (pp. 363-366), y nombres familiares como Machille ’Matilde’, Llallo ’Olegario’, Pallo ’Pablo’ (p. 426).

120  E. Tiscornia, La lengua de Martín Fierro, 1930, pp. 46-49 (-s final), 50-51 (-d-), 41-42 (yeísmo con y y con ž; la ll de los correntinos no es general). B. E. Vidal Battini, El habla rural de San Luis, I, 1949, pp. 41-50, Malmberg; Études sur la phonétique de l’espagnol parlé en l’Argentine, 1950, pp. 70-74, 144, 150-153, 156-171. W. Vázquez, El fonema /s/ en el español, Uruguay, 1952. Los españoles del Paraguay enseñaron a los guaraníes la pronun­ciación de la ll, sonido de que el guaraní carece (M. Morínigo, Hispanismos en el guaraní, 1931, p. 55). Es notable la reafirmación de la -d- que señala Tiscornia en el lenguaje gauchesco.

CAPÍTULOS ANTERIORES:

PARTE PRIMERA: DE IBERIA A HISPANIA
A. EL SOLAR Y SUS PRIMITIVOS POBLADORES

CAPÍTULO I. LA VOZ LEJANA DE LOS PUEBLOS SIN NOMBRE.

1.- 1.  LOS PRIMITIVOS POBLADORES Y SUS LENGUAS

2.- 2. INDICIOS DE UNA CIERTA UNIDAD LINGÜÍSTICA MEDITERRÁNEA

3.- 3. PUEBLOS HISPÁNICOS SIN NOMBRE; PIRENAICOS Y CAMÍTICOS

CAPÍTULO II. PUEBLOS PRERROMANOS, PREINDOEUROPEOS E INDOEUROPEOS

4.- 1. FUERZA EXPANSIVA DE LOS PUEBLOS DE CULTURA IBÉRICA

5.- 2. NAVEGACIÓN DE FENICIOS Y DE GRIEGOS EN ESPAÑA

6.- 3. LOS ÍBEROS Y LA IBERIZACIÓN DE ESPAÑA, PROVENZA Y AQUITANIA

7.- 4. FRATERNIDAD ÍBERO-LÍBICA

*   8.- 5. LOS LÍGURES O AMBRONES

*   9.- 6. LOS ILIRIOS

*   10.- 7. LOS CELTAS

*   11.- 8. «NOS CELTIS GENITOS ET EX IBERIS» (MARCIAL)

12.- 9. PERSISTENCIA DE LAS LENGUAS IN­DÍGENAS EN LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA

B. LAS HUELLAS DE LAS LENGUAS PRERROMANAS EN LA LENGUA ROMANCE

CAPÍTULO III. RESTOS DE LAS LENGUAS PRIMITIVAS EN EL ESPAÑOL

13.- 1. VOCABLOS DE LAS LENGUAS PRERRO­MANAS

14.- 2. SUFIJOS PRERROMANOS EN EL ESPAÑOL

15.- 3. LAS LENGUAS DE SUBSTRATO EN LA FONÉTICA ESPAÑOLA

16.- 4. RESUMEN DE LOS INFLUJOS DEL SUBSTRATO

PARTE SEGUNDA: LA HISPANIA  LATINA
A. LA COLONIZACIÓN ROMANA Y LA ROMANIZACIÓN

CAPÍTULO I. HISPANIA PROVINCIA ROMANA

* 17.- 1. CARTAGO Y ROMA. LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA Y SU EXPANSIÓN DESDE EL ESTE AL OESTE

18.- 2. LA ROMANIZACIÓN

19.- 3. ESPAÑA Y LA PROVINCIALIZACIÓN DEL IMPERIO

20.- 4. PREDOMINIO DEL ORIENTE. EL CRISTIANISMO

CAPÍTULO II. EL NUEVO LATÍN

21.- 1. ¿LATÍN VULGAR?

22.- 2. EL LATÍN NUEVO

23.- 3. INFLUJO DEL CRISTIANISMO

24.- 4. NEOLOGISMOS DEL VOCABULARIO DOCTO

25.- 5. NEOLOGISMOS DE ESTILÍSTICA COLEC­TIVA

26.- 6. ACEPCIONES NUEVAS

27.- 7. FRASEOLOGÍA

28.- 8. MÓVILES DEL NEOLOGISMO GRAMA­TICAL

29.- 9. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SINTAXIS DEL NOMBRE

30.- 10. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SIN­TAXIS DEL VERBO

31.- 11. PREPOSICIONES Y ADVERBIOS

32.- 12. COLOCACIÓN DE LAS PALABRAS

*   33.- 13. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO

34.- 14. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA CONSO­NÁNTICO

*   35.- 15. OTRAS SIMPLIFICACIONES FONÉTICAS

*   36.- 16. LARGA LUCHA ENTRE INNOVACIÓN Y PURISMO

*   37.- 17. LAS INSCRIPCIONES

B. EL LATÍN DE HISPANIA

CAPÍTULO III. ESPAÑA EN LA ROMANIA

*   38.- 1. LA ROMANIA

*   39.- 2. CAUSAS DEL DIALECTALISMO RO­MÁNICO

*   40.- 3. ROMANIA OCCIDENTAL, ROMANIA MERIDIONAL

*   41.- 4. TRES ZONAS DE COLONIZACIÓN DE ESPAÑA

*   42.- 5. ESPAÑA Y LA ITALIA MERIDIONAL

*   43.- 6. ARCAÍSMO PURISTA DEL LATÍN DE ESPAÑA

*   44.- 7. RELACIONES ENTRE EL LATÍN HISPA­NO Y EL DE LA ROMANIA MERIDIONAL: VOCABULARIO Y FORMACIÓN DE PALABRAS

45.- 8. FONÉTICA DIALECTAL EN EL LATÍN DEL SUR DE ITALIA Y DE LA HISPANIA CITERIOR

*   46.- 9. UNIDAD Y DIVERSIDAD EN EL LA­TÍN DE HISPANIA

*   47.- 10. TOPONIMIA CRISTIANA

PARTE TERCERA: HACIA LA NACIONALIZACIÓN LINGÜÍSTICA DE HISPANIA
A. DESMEMBRACIÓN DE LA ROMANIA. ÉPOCAS VISIGÓTICA Y ARÁBIGA

CAPÍTULO I. EL REINO TOLOSANO Y EL TOLEDANO

*   48.- 1. DISOLUCIÓN Y RUINA DEL IMPERIO DE OCCIDENTE. CRISIS DE ROMANIDAD

*   49.- 2. NACIONALIZACIÓN DEL REINO VISI­GODO

*   50.- 3. REINO VISIGODO TOLEDANO

*   51.- 4. ONOMÁSTICA GERMÁNICA

*   52.- 5. CAUSAS DE LA FRAGMENTACIÓN ROMÁNICA

*   53.- 6. LA LENGUA COMÚN QUE NO SE ESCRIBE

*   54.- 7. CENTROS DIRECTIVOS DE LA HISPANIA VISIGÓTICA

*   55.- 8. LENGUA CORTESANA VISIGODA

*   56.- 9. EL MAPA LINGÜÍSTICO DEL REINO GODO

*   57.- 10. ORÓSPEDA, CANTABRIA Y VASCONIA

*   58.- 11. NACIONALIZACIÓN LITERARIA. SAN ISIDORO

*   59.- 12. LA ESCUELA ISIDORIANA

CAPÍTULO II.  AL-ANDALUS. EL ÁRABE Y LA ALJAMÍA

*   60.- 1. LA ARABIZACIÓN DE HISPANIA

*   61.- 2. LOS MOZÁRABES EN SU ÉPOCA HE­ROICA

*   62.- 3. MUSULMANES DE HABLA ROMANCE

*   63.- 4. LA ALJAMÍA O LENGUA ROMANCE HABLADA EN AL-ANDALUS

*   64.- 5. TOPONIMIA ÁRABE

*   65.- 6. TOPONIMIA MOZÁRABE

*   66.- 7. TOPONIMIA LATINA EN BOCA ÁRABE

CAPÍTULO III. LOS PUEBLOS INDOCTOS DEL NORTE

*   67.- 1. UNA NUEVA BASE PARA LA NUE­VA ROMANIDAD HISPANA

*   68.- 2. GRANDES TRASIEGOS DE POBLACIÓN

*   69.- 3. TOLEDANISMO OVETENSE. EL DIALEC­TO ASTURIANO Y LEONÉS

*   70.- 4. ONOMÁSTICA NUEVA

*   71.- 5. EL PATRONÍMICO EN -Z

CAPÍTULO IV. EL IMPERIO LEONÉS Y SU FRONTERA VÁRDULO-VASCONA

*   72.- 1. ORÍGENES DEL REINO DE NAVARRA Y DEL «IMPERIO» LEONÉS

*   73.- 2. FORMACIÓN DEL GRAN CONDADO DE CASTILLA

*   74.- 3. LA RIOJA

*   75.- 4. REPOBLACIÓN AL SUR DEL DUERO

*   76.- 5. PREPONDERANTE INFLUJO ÁRABE Y MOZÁRABE

B. PRIMEROS BALBUCEOS DEL IDIOMA (960-1065)
GLOSAS Y CANTARES ÉPICOS

CAPITULO V.  LA LENGUA ESCRITA

*   77.- 1. LATÍN DOCTO Y LATÍN ARROMANZADO

*   78.- 2. LAS GLOSAS EMILIANENSES

*   79.- 3. LAS GLOSAS SILENSES

*   80.- 4. DIFICULTAD DE LA ESCRITURA

*   81.- 5. LOS DIPTONGOS

*   82.- 6. LA Ñ Y LA LL

*   83.- 7. REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE OTROS SONIDOS ROMÁNICOS

*   84.- 8. GRAFÍAS PARA SONIDOS ESPECIAL­MENTE CASTELLANOS

*   85.- 9. RESUMEN ORTOGRÁFICO

CAPÍTULO VI.  EL HABLA ROMANCE

*   86.- 1. FALTA DE FIJACIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO

*   87.- 2. SONORIZACIÓN DE LA CONSONANTE SORDA

*   88.- 3. VACILACIÓN EN LA PÉRDIDA DE LA VOCAL INTERTÓNICA

*   89.- 4. FECHA RELATIVA DE LA SONORIZA­CIÓN Y DE LA SÍNCOPA VOCÁLICA

*   90.- 5. UNA ÉPOCA DE MÚLTIPLES SINCRE­TISMOS

*   91.- 6. CONTIENDA ENTRE LLANOS Y CULTOS

*   92.- 7. ARCAIZANTES Y NEOLOGISTAS

*   93.- 8. AFECTACIÓN ULTRACORRECTA

CAPITULO VII. EL CASTELLANO ENTRE LOS DEMÁS DIALECTOS ROMANCES HISPÁNICOS

*   94.- 1. CARÁCTER DIFERENCIAL DE CASTILLA

*   95.- 2. RASGOS PRIMITIVOS DEL CASTELLANO FRENTE AL LEONÉS, AL ARAGONÉS Y A LA ALJAMÍA

*   96.- 3. CASTILLA SE ADELANTA A LOS OTROS DIALECTOS AFINES

*   97.- 4. EL CASTELLANO CON EL LEONÉS Y EL GALLEGO-PORTUGUÉS

98.- 5. EL CASTELLANO CON EL ARAGONÉS Y EL CATALÁN

CAPÍTULO VIII. LA LITERATURA DEL MILENIO

*   99.- 1. CLÉRIGOS Y JUGLARES

*   100.- 2. CANCIONES ANDALUSÍES. EL LEN­GUAJE DE ESTOS CANTARCILLOS ROMÁNICOS

*   101.- 3. ESTADO LATENTE DE UNA POESÍA ÉPICA

*   102.- 4. ¿HUBO UNA ÉPICA MOZÁRABE?

*   103.- 5. CANTARES DE GESTA BREVES EN CASTILLA

*   104.- 6. EL ASONANTE EN LA POESÍA JUGLA­RESCA

C. LA LENGUA Y LA LITERATURA CASTELLANA
SE ABREN PASO EN UNA ESPAÑA NUEVA

CAPITULO IX. EL INFLUJO FRANCO Y LA EMANCIPACIÓN DEL ROMANCE

*   105.- 1. LA DINASTÍA NAVARRA. CASTILLA HECHA REINO

*   106.- 2. ALFONSO VI; RUPTURA CON LA TRA­DICIÓN MOZÁRABE

*   107.- 3. RECONQUISTA DE TOLEDO. DECA­DENCIA MOZÁRABE

*   108.- 4. LA EXTREMADURA AL SUR DEL DUERO. DESAPARICIÓN DE LOS DIALECTOS ROMANCES PRIMITIVOS

*   109.- 5. EL CID Y LOS ALMORÁVIDES

*   110.- 6. LA CUÑA CASTELLANA

*   111.- 7. ARROLLADOR AVANCE DE LA APÓCOPE

*   112.- 8. FIJACIÓN DEL RITMO ACENTUAL DE LA PALABRA

*   113.- 9. EL CATALÁN

*   114.- 10. EL PORTUGUÉS

CAPITULO X. ESPLENDOR DE LA LITERATURA DIALECTAL (1140-1180)

*   115.- 1. RESURGIMIENTO DE TOLEDO. LA HERENCIA CULTURAL ÁRABE

*   116.- 2. LA POESÍA BILINGÜE CONTINÚA TRIUNFANDO EN AL-ANDALUS

*   117.- 3. LA TOLEDO ROMÁNICA FRONTERIZA; SU MEZCLA DIALECTAL

*   118.- 4. EL POEMA DE «MIO CID»

*   119.- 5. EL LENGUAJE VERSIFICADO. EL MONORRIMO Y EL PAREADO ANISOSÍLABO

*   120.- 6. LA VERSIFICACIÓN: EL ASONANTE Y LA LLAMADA -E PARAGÓGICA

*   121.- 7. PRIMITIVISMO DEL LENGUAJE LITE­RARIO

*   122.- 8. CARÁCTER DIALECTAL DE LA LITERA­TURA

*   123.- 9. PRIMER ELOGIO DE LA LENGUA CAS­TELLANA. LA LITERATURA DE CASTILLA

CAPÍTULO XI. SINCRETISMO EN LA LENGUA LITERARIA DE LA ESPAÑA DE LOS CINCO REINOS (1180-1230)

*   124.- 1. PREPONDERANCIA CASTELLANA

*   125.- 2. INFLUJO DE LA LITERATURA GALLEGA

*   126.- 3. CONTINÚA EL INFLUJO PROVENZAL

*   127.- 4. SANTO DOMINGO DE GUZMÁN Y LA LLANEZA DE EXPRESIÓN

*   128.- 5. «SIESTA DE ABRIL»

*   129.- 6. CONVIVENCIA Y MIXTURA DE DIA­LECTOS

*   130.- 7. CASTELLANIZACIÓN DE LA LENGUA LITERARIA

*   131.- 8. DIALECTALISMO CANCILLERESCO Y NOTARIAL

PARTE CUARTA:  EL ESPAÑOL ANTIGUO
A. RENOVACIÓN ERUDITA DEL IDIOMA (1230-1293)

CAPÍTULO I. NUEVAS CONDICIONES DE VIDA

*   132.- 1. UNA NUEVA EDAD

*   133.- 2. EXPANSIÓN DE LOS DIALECTOS DEL NORTE

*   134.- 3. MODO DE LA PROPAGACIÓN LIN­GÜÍSTICA POR RECONQUISTA

*   135.- 4. «YA HAY PIRINEOS»

CAPITULO II. LOS PRIMEROS  POEMAS DE CLERECÍA

*   136.- 1. DIALECTALISMO ATENUADO

*   137.- 2. CLERECÍA Y JUGLARÍA. EL LATINISMO

*   138.- 3. VERSO «A SÍLABAS CONTADAS»

*   139.- 4. LENGUAJE VECINAL DE BERCEO

CAPITULO III. ALFONSO X EL SABIO Y LA ESCUELA DIDÁCTICA (1252-1295)

*   140.- 1. FEDERICO II Y ALFONSO X

*   141.- 2. CREACIÓN DE LA PROSA LITERARIA

*    142.- 3. TRABAJO DIRECTIVO DEL REY SABIO

*   143.- 4. EL ARABISMO

*   144.- 5. LA ESCOLÁSTICA Y LA ANTIGÜEDAD

*   145.- 6. TENDENCIA ETIMOLÓGICA

*   146.- 7. NEOLOGISMO LATINISTA

*   147.- 8. NEOLOGISMO ROMÁNICO

*   148.- 9. IDEA ESTILÍSTICA DE ALFONSO EL SABIO

149.- 10. CUESTIÓN DEL IDIOMA: «CASTELLA­NO DERECHO»

150.- 11. CASTELLANO, LEONÉS, ARAGONÉS

151.- 12. ESPAÑOL, LENGUAJE DE ESPAÑA

152.- 13. LA ORTOGRAFÍA ALFONSÍ

*   153.- 14. EL CASTELLANO EN LA NUEVA POE­SÍA DE CLERECÍA

*   154.- 15. PREPONDERANCIA DEL CASTELLANO

CAPÍTULO IV. LA LENGUA COMÚN. RELACIONES EXTRANJERAS

*   155.- 1. INTERCAMBIOS DE VOCABULARIO ENTRE FRANCIA Y ESPAÑA

*   156.- 2. LA APÓCOPE POTESTATIVA DE -E; GEOGRAFÍA Y CRONOLOGÍA

*   157.- 3. LA APÓCOPE EN LOS TEXTOS LITERA­RIOS

B. LOS DOS PRINCIPALES ESTILISTAS DE LA EDAD MEDIA.
APOGEO DE LA ESCUELA DIDÁCTICA (1205-1370)

CAPITULO V. LA LENGUA LITERARIA

*   158.- 1. SANCHO IV SE APARTA DE LOS GUSTOS DE ALFONSO X

*   159.- 2. LA ESCUELA ALFONSÍ. CULMINACIÓN DE LA LITERATURA

*   160.- 3. PROPÓSITO ESTILÍSTICO DE DON JUAN MANUEL

*   161.- 4. LENGUA RACIONAL Y LÓGICA

*   162.- 5. INTENTO FALLIDO DE OSCURIDAD

*   163.- 6. EL ARCIPRESTE DE HITA. «RAZONES ENCUBIERTAS»

*   164.- 7. LO IRRACIONAL

*   165.- 8. VOCABULARIO Y FRASEOLOGÍA

*      166.- 9. EL VERSO Y LAS «SERRANILLAS»

CAPITULO VI. ESTADO DE LA LENGUA COMÚN

*   167.- 1. RELATIVA ESTABILIDAD

*   168.- 2. LA LENGUA COMÚN. TOLEDO Y SEVILLA

*   169.- 3. APÓCOPE POTESTATIVA DE LA -E

*   170.- 4. LOS DIALECTOS LATERALES Y EL DIA­LECTO CENTRAL

*   171.- 5. TENDENCIAS CASTICISTAS

*   172.- 6. RELACIONES EXTERNAS

C. ARTIFICIOSIDAD RENACENTISTA.
PRERRENACIMIENTO RETÓRICO

CAPÍTULO VII.  PERÍODO DE TRANSICIÓN, 1370-1400

*   173.- 1. INFLUJO GALAICO-LEONÉS. ROMAN­CES Y ARTE MAYOR

*   174.- 2. ENSAYOS HUMANÍSTICOS EN ARAGO­NÉS. FERNÁNDEZ DE HEREDIA

*   175.- 3. DON PEDRO LÓPEZ DE AYALA

CAPITULO VIII. ALEGORÍA, OSCURIDAD. RETÓRICA ELOCUENCIA (1400-1450)

*   176.- 1. PRIMERA APARICIÓN DE UNA ES­CUELA SEVILLANA. DECIRES ALEGÓRICOS Y OSCUROS (1395-1415)

*   177.- 2. LA PROSA. DON ENRIQUE DE VILLENA (1417-28)

*   178.- 3. LA POESÍA. SANTULARIA Y MENA (1429-1456)

*   179.- 4. NUEVAS ORIENTACIONES

*   180.- 5. LO LIBRESCO

*   181.- 6. DENOMINACIONES METAFÓRICAS

*   182.- 7. LOS NEOLOGISMOS «LECTOR» Y «POETA»

*   183.- 8. LA RETÓRICA Y EL DESPRECIO DE LA LENGUA COMÚN

*   184.- 9. LATINISMO POR RAZONES ESTÉTICAS

*   185.- 10. SINTAXIS ARTIFICIOSA. HIPÉRBATON

*   186.- 11. LA POESÍA COMO CIENCIA

*   187.- 12. NUEVA VIDA CORTESANA. OSTEN­TACIÓN Y LUJO

*   188.- 13. GUSTO POR LO INUSITADO. LO IRREVERENTE, LO OBSCENO

*   189.- 14. RETÓRICA Y NATURALIDAD. FER­NÁN PÉREZ DE GUZMÁN

*   190.- 15. DECADENCIA DE LA ARTIFICIOSIDAD Y TRANSICIÓN (1458-1475). JUAN DE LUCENA

*   191.- 16. GÓMEZ MANRIQUE. VUELTA A LA NATURALIDAD

CAPÍTULO IX. ESTADO DE LA LENGUA COMÚN (1370-1470) Y RELACIONES EXTERIORES DEL CASTELLANO

*   192.- 1. RACHAS DE ARTIFICIOSIDAD

*   193.- 2. FONÉTICA DEL LATINISMO LÉXICO

*   194.- 3. SIMILICADENCIAS Y RIMAS EN LA LENGUA CONVERSACIONAL

*   195.- 4. NEOLOGISMOS MORFOLÓGICOS

*   196.- 5. EXTINCIÓN DE LA APÓCOPE POTES­TATIVA DE -E

*   197.- 6. ARAGÓN Y CATALUÑA. CORTE DE ALFONSO V

*   198.- 7. LAS CANARIAS Y PORTUGAL

*   199.- 8. EL ÁRABE Y EL ROMANCE

*   200.- 9. ITALIA

*   201.- 10. FRANCIA

PARTE QUINTA. EL ESPAÑOL ÁUREO
A. RENACIMIENTO HUMANÍSTICO (1474-1554)

CAPITULO I. DEL RETORICISMO AL HUMANISMO: LOS REYES CATÓLICOS (1474-1516)

*   202.- 1. SIGNIFICACIÓN DEL NUEVO REINADO

*   203.- 2. JORGE MANRIQUE

*   204.- 3. LA CELESTINA

*   205.- 4. CONCEPTISMO POÉTICO DEL CANCIO­NERO GENERAL

*   206.- 5. LA REINA ISABEL Y EL HUMANISMO

*   207.- 6. NEBRIJA

*   208.- 7. LA LENGUA, LA UNIDAD NACIONAL, EL IMPERIO

*   209.- 8. FRUTOS TARDÍOS MEDIEVALES

*   210.- 9. LOS ROMANCES

CAPITULO II. LOS DIALECTOS VIEJOS COMPLETAN SU NACIONALIZACIÓN

*   211.- 1. OJEADA GENERAL

*   212.- 2. LA UNIDAD POLÍTICA Y EL REINO DE ARAGÓN

*   213.- 3. EL REINO DE LEÓN

*   214.- 4. CASTILLA LA NUEVA. TOLEDO Y LA CORTE COMO NORMAS UNIFORMADORAS

CAPÍTULO III. UN DIALECTO NUEVO. EXPANSIÓN DEL ANDALUZ. EL CECEO/SESEO

*   215.- 1. PROSPERIDAD DE ANDALUCÍA

*   216.- 2. ANDALUCÍA Y TOLEDO EN CONTIENDA

*   217.- 3. EXPLICACIÓN HISTÓRICA DE LA CON­FUSIÓN DE LAS SIBILANTES ALVEOLARES Y DENTALES

*   218.- 4. DIGRESIÓN SOBRE LOS VERBOS «CE­CEAR» Y «SESEAR»

*   219.- 5. PRIMERAS NOTICIAS DEL «CECEO»

*   220.- 6. EL «CECEO» EN EL USO CORTESANO

*   221.- 7. EL SECECEO SEVILLANO

*   222.- 8. EL «SECECEO» EN CÓRDOBA

*   223.- 9. LA NORMA TOLEDANA AÚN VIGEN­TE PESE A LA GRAN DIFUSIÓN DEL «CE­CEO» EN ANDALUCÍA

*   224.- 10. LA RECONQUISTA DE GRANADA Y LA EXPANSIÓN DEL «SECECEO»

*   225.- 11. NUEVA REPOBLACIÓN DEL REINO DE GRANADA

*   226.- 12. RESUMEN SOBRE ORÍGENES DEL DIALECTO GRANADINO

CAPITULO IV. EL NUEVO MUNDO. GRAN EXPANSIÓN TERRITORIAL DEL IDIOMA

*   227.- 1. LA POBLACIÓN ESPAÑOLA DE AMÉ­RICA

*   228.- 2. PROPORCIÓN RELATIVA DE CASTELLA­NOS, ANDALUCES Y EXTREMEÑOS

*   229.- 3. GRAN EMIGRACIÓN ANDALUZA Y SEVILLANA

*   230.- 4. NUEVO MUNDO, NUEVO LENGUAJE

*   231.- 5. INFLUJO DE LAS LENGUAS ANTI­LLANAS

*   232.- 6. PRÉSTAMOS DEL AZTECA

*   233.- 7. INFLUENCIA DEL QUICHUA

*   234.- 8. PRÉSTAMOS GUARANÍES, ARAUCANOS Y DE OTRAS LENGUAS

*   235.- 9. ELEMENTOS IMPORTADOS DEL MUN­DO VIEJO

CAPÍTULO V. NUEVA SITUACIÓN DEL ESPAÑOL EN EL VIEJO MUNDO

*   236.- 1. EXPULSIÓN DE LOS JUDÍOS

*   237.- 2. PORTUGAL: LA MODA CASTELLANISTA

*   238.- 3. RELACIONES CON ITALIA

*   239.- 4. EL ESPAÑOL Y EL FRANCÉS

*   240.- 5. CARLOS V Y EL ESPAÑOL

CAPÍTULO VI. GUEVARA Y GARCILASO. TRIUNFO DEL ITALIANISMO (1525-1554)

*   241.- 1. TENTATIVAS VARIAS EN LA PROSA

*   242.- 2. GUEVARA

*   243.- 3. LAS PAREJAS DE SINÓNIMOS

*   244.- 4. BOSCÁN, PROPUGNADOR DE ITALIANISMO Y DE NATURALIDAD

*   245.- 5. GARCILASO Y LA TEORÍA DE LA IMI­TACIÓN

CAPITULO VII. DOCTRINA HUMANÍSTICA SOBRE LA LENGUA VULGAR

*   246.- 1. CRECIENTE ESTIMA DE LAS LENGUAS VULGARES

*   247.- 2. JUAN DE VALDÉS. SELECCIÓN ANTES QUE INVENCIÓN

*   248.- 3. VILLALÓN, MEJÍA Y VENEGAS

*   249.- 4. AMBROSIO DE MORALES

CAPITULO VIII. GRAN RENOVACIÓN EN LA LENGUA COMÚN (1480-1550)

*   250.- 1. NUEVA ONOMÁSTICA PERSONAL

*   251.- 2. EL VOCABULARIO

*   252.- 3. LA FRASEOLOGÍA

*   253.- 4. SINTAXIS

*   254.- 5. VUESSA MERCED Y USTED; VOS Y VOSOTROS

*   255.- 6. MORFOLOGÍA

*   256.- 7. SE FIJA EL VOCALISMO MODERNO DEL IDIOMA

*   257.- 8. CASTILLA LA VIEJA EVOLUCIONA EN EL CONSONANTISMO

*   258.- 9. SUERTE DE LA F Y DE LA H

*   259.- 10. NUEVA PRONUNCIACIÓN DE OTRAS CONSONANTES EN CASTILLA LA VIEJA

*   260.- 11. PRONUNCIACIÓN CASTELLANO-VIEJA DE LA J Y LA X

*   261.- 12. LA Z Y LA S ENSORDECIDAS EN CASTILLA LA VIEJA

*   262.- 13. LA B Y LA V

B. CULMINACIÓN DE LA ÉPOCA CLÁSICA (1554-1617)

CAPITULO IX.  PERÍODO DE LOS GRANDES ESCRITORES MÍSTICOS (1554-1585)

*   263.- 1. «EL LAZARILLO»

*   264.- 2. LA CORTE EN MADRID. NUEVAS ORIENTACIONES

*   265.- 3. FRAY LUIS DE GRANADA

*   266.- 4. SANTA TERESA. UN ESTILO DE ES­PONTANEIDAD

*   267.- 5. FRAY LUIS DE LEÓN. SENCILLEZ Y SELECCIÓN ESMERADA

*   268.- 6. SAN JUAN DE LA CRUZ

*   269.- 7. LA ESCUELA SEVILLANA. UN MAYOR ESFUERZO DE ARTE

*   270.- 8. HERRERA Y EL NEOLOGISMO

*   271.- 9. DIFICULTAD CONCEPTUAL, NO OSCU­RIDAD DE PALABRA

*   272.- 10. OTRO ENSAYO DE ARTIFICIOSIDAD. FRAY JUAN DE PINEDA

CAPITULO X. ASPIRACIÓN A UNA NORMA LINGÜÍSTICA NACIONAL

273.- 1. ÚLTIMOS ECOS DE LA OPINIÓN COR­TESANA Y TOLEDANA

*   274.- 2. LENTO DECAIMIENTO DEL TOLEDANISMO

*   275.- 3. OPOSICIÓN LEVANTINA Y ARAGONE­SA AL EXCLUSIVISMO CASTELLANO

*   276.- 4. ANDALUCÍA SE AFIRMA FRENTE A CASTILLA LA VIEJA

*   277.- 5. ESPAÑOL Y CASTELLANO

*   278.- 6. MOMENTO DE MAYOR ENTUSIASMO NACIONAL, 1580-1600

*   279.- 7. LA LENGUA VULGAR EN LA ENSE­ÑANZA DE LAS CIENCIAS

*   280.- 8. TRABAJOS DOCTRINALES SOBRE EL IDIOMA

CAPÍTULO XI. PERÍODO DE CERVANTES Y LOPE DE VEGA, (1585-1617)

*   281.- 1. «LA GALATEA» DE CERVANTES

*   282.- 2. EL ESTILO DE NATURALIDAD CONTI­NÚA DOMINANTE

*   283.- 3. LOS ROMANCES VIEJOS

*   284.- 4. EL ROMANCERO NUEVO. COMIENZOS DE LOPE. TEORÍA DEL NATURAL

*   285.- 5. EL «QUIJOTE». LLANEZA Y CLARIDAD

*   286.- 6. ZEUGMA DE AGUDEZA

*   287.- 7. REALISMO E IMITACIÓN EN CER­VANTES

*   288.- 8. LOPE DE VEGA. POESÍA DOCTA Y POESÍA NATURAL

*   289.- 9. EL GUSTO, SEGÚN LOPE: SINTAXIS IMPRESIONISTA

*   290.- 10. EL DIÁLOGO DRAMÁTICO

*   291.- 11. LA ERUDICIÓN Y LA POESÍA DOCTA

*   292.- 12. EL POETA CIENTÍFICO. DE NUEVO LA POESÍA COMO CIENCIA

*   293.- 13. POLÉMICA SOBRE LA «JERUSALÉN»

*   294.- 14. LOS LUGARES COMUNES

*   295.- 15. ESTILO DE TRANSICIÓN. NUEVA IDEA DE LA PUREZA DEL IDIOMA

*   296.- 16. LOS ARGENSOLAS. TAMBIÉN LLA­NEZA VACILANTE

*   297.- 17. UN PERÍODO DE TRANSICIÓN

CAPITULO XII. ESTADO DE LA LENGUA COMÚN (1550-1610)

*   298.- 1. MADRID Y CASTILLA LA VIEJA

*   299.- 2. LA PROPAGACIÓN DEL CONSONAN­TISMO MODERNO

*   300.- 3. LA PÉRDIDA DE LA H SE GENE­RALIZA

*   301.- 4. LA JOTA MODERNA

*   302.- 5. SE GENERALIZA EL ENSORDECIMIENTO DE Z Y S, Y LA IDENTIFICACIÓN DE B Y V

*   303.- 6. LOS CAMBIOS FONÉTICOS Y LAS RI­MAS

*   304.- 7. RESUMEN DE LOS CAMBIOS CONSO­NÁNTICOS Y CONSECUENCIAS DIALECTALES

*    305.- 8. LOS GRUPOS CONSONANTICOS LATINOS

*    306.- 9. AVANCE DEL LEÍSMO

*    307.- 10. HABER Y TENER

CAPÍTULO XIII. EL DESARROLLO DEL ANDALUZ Y DEMÁS DIALECTOS MERIDIONALES. 1557-1617

*   308.- 1. SE AFIRMAN LOS CARACTERES LIN­GÜÍSTICOS DE ANDALUCÍA

*   309.- 2. AVANZA EL «SECECEO». ARIAS MON­TANO, MATEO ALEMÁN, JUAN DE LA CUEVA

*   310.- 3. INDISTINCIÓN ENTRE «SESEO» Y «CECEO»

*   311.- 4. EL «SECECEO» EN EXTREMADURA, LEVANTE Y PORTUGAL

*   312.- 5. EL «SECECEO» ANDALUZ Y EL «SESEO» VALENCIANO SE PONEN EN GRAN MODA

*   313.- 6. EL «SECECEO» EN EL TEATRO MADRI­LEÑO

*   314.- 7. EL TRIUNFO RÁPIDO DEL «SECECEO» EN EL SUR

CAPITULO XIV. DESARROLLO DEL ESPAÑOL EN AMÉRICA (1554-1617)

*   315.- 1. PARALELISMO DE EVOLUCIÓN EN LAS COLONIAS Y EN LA METRÓPOLI

*   316.- 2. FORMACIÓN DE LA COMUNIDAD LIN­GÜÍSTICA AMERICANA

*   317.- 3. SEVILLA, METRÓPOLI COMERCIAL DE AMÉRICA

*   318.- 4. EL «SESEO» AMERICANO Y LA S CON­VEXA

*   319.- 5. LAS CAUSAS DEL «SESEO» AMERI­CANO

*   320.- 6. «SESEO» Y NO «CECEO»

*   321.- 7. ¿GRADOS PROGRESIVOS DEL «SESEO»?

*   322.- 8. PROPAGACIÓN DEL SESEO

*   323.- 9. FOCOS DE RESISTENCIA AL «SESEO»

*   324.- 10. EL «SESEO» ENTRE LOS INDIOS

*   325.- 11. EL HABLA INNOVADORA DE CARÁC­TER SEVILLANO PROPIA DE LOS PUERTOS DE AMÉRICA

*   326.- 12. EL HABLA ANDALUZANTE EN LOS PUERTOS DEL VIRREINATO DE MÉJICO

Diseño gráfico:
 
La Garduña Ilustrada

Imagen: letra з, Ze minúscula,   del alfabeto cirílico.  Sonido /z/  z

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