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Obras de Diego Catalán

7.- 6. LA VUELTA AL MANUSCRITO

7.- 6. LA VUELTA AL MANUSCRITO

6. LA VUELTA AL MANUSCRITO.  I. INTRODUCCIÓN. LAS CRÓNICAS GENERALES DE ESPAÑA HEREDERAS DE LA ESTORIA ALFONSÍ 

      El propósito de reseñar el volumen introductorio de la edición de Cintra de la Cróni­ca de 1344 me llevó, en los años finales de la década de los 50, a entrar de lleno en el estudio de las crónicas generales herederas de la compilación alfonsí58. Muy pronto me convencí de que las nuevas evidencias y nuevos datos no eran tan fácilmente acomoda­bles, como el propio Cintra creía o como Menéndez Pidal por entonces intentaba mos­trar, a la reconstrucción histórica heredada de las investigaciones pidalinas de fines del s. XIX y principios del s. XX (sobre la cual se habían fundamentado tantas observacio­nes en el campo de la historia de la lengua, de la historia de la épica, de la historia del Cid, etc.). Por otra parte, llegué a la conclusión de que la comparación entre "crónicas", entre familias de manuscritos, que venía realizando la crítica a partir de Menéndez Pi­dal, no bastaba para comprender la transmisión manuscrita de la Estoria de España, ni, en consecuencia, para explicar la elaboración y reelaboración de la obra, y que era ine­ludible volver a los manuscritos, a los textos-objeto, regresar a la "selva textual".

      En efecto, la identificación por Menéndez Pidal de los principales tipos de crónica general había conducido a considerar como obras autónomas a esas familias de ma­nuscritos dotadas de un nombre y a olvidar que los representantes solitarios de otras re­fundiciones estructurales de la Estoria de España tenían el mismo grado de autonomía y respondían en su origen a los mismos mecanismos que esas formas textuales con una más numerosa descendencia manuscrita; además había relegado a un plano secundario el examen detallado de la diversidad existente en el interior de esas familias. Esta con­sideración fragmentada y simplificada de la tradición textual de la Estoria de España, si bien había contribuido a poner orden en la maraña de textos, todos diferentes, todos emparentados, había, a la vez, levantado a la categoría de obras distintas o "crónicas" la mera labor de colación de textos, y de resultas había centrado la búsqueda de de­pendencias intertextuales en ese nivel, comparando unas "crónicas" con otras, cuando en la realidad histórica de la transmisión textual las dependencias son de manuscrito a manuscrito y, a menudo, tienen su origen en el casual conocimiento por un "refundi­dor" de determinados especímenes textuales, de ciertos manuscritos llegados a sus ma­nos. Estas observaciones exigían, por sí solas, volver al tratamiento conjunto de todos los textos herederos de la compilación "matriz", considerar a todas las refundiciones estructurales y a todos los manuscitos como manifestaciones de la Estoria de España de Alfonso X. Sólo así sería dado aclarar qué razones (y de qué índole) presidieron las diversas transformaciones sufridas por el texto primigenio, explicar por qué la obra prestigiada por el nombre del Rey Sabio quedó sometida a tantas y tan radicales modi­ficaciones en el curso mismo de su transmisión59.

      La necesidad de tratar conjuntamente la descendencia manuscrita de la Estoria de Es­paña y de volver de nuevo a la comparación de los manuscritos en su individualidad (de los manuscritos como objetos, inclusive) vino a ser reforzada por algunas evidencias sur­gidas al comenzar la investigación: en la transmisión cronística, el fenómeno de conver­gencia de tradiciones dispares en el texto de un mismo manuscrito (la, a menudo, mal tratada "contaminación" textual) no constituye un fenómeno marginal, útil sólo para ex­plicar el comportamiento de manuscritos aislados, anómalos, sino que puede estar en la base de la creación de los propios prototipos de las formas más prestigiadas de la Estoria de España (o "crónicas"); por otra parte, la crítica textual y el estudio codicológico - de alguno de los manuscritos más importantes del "árbol textual" de esa Estoria puso cla­ramente de manifiesto que se trata de un códice facticio, creado a base de materiales, no ya sólo redactados en tiempos diversos, sino escritos materialmente e incorporados a él en tiempos muy distantes, en siglos diferentes. Como consecuencia de esta constatación, vino a perder su valor de "cuerpo textual regio" nada menos que la "Primera crónica ge­neral", en la materialidad de los manuscritos E1 + E2, dado que el "volumen segundo" (el ms. X-I-4 de la Biblioteca del Escorial) de este supuesto códice doble fué construido ar­tificiosamente en tiempos de Alfonso XI y no remonta, en su forma actual, al s. XIII.

      Como contrapeso de la imposibilidad de aislar los manuscritos de la Estoria de Es­paña en su "primera" forma alfonsí del resto de las crónicas generales, me pareció po­sible señalar que, en muy pocos decenios, una vez muerto Alfonso X, el arte de historiar de la "escuela" alfonsí se transformó radicalmente. Frente a la labor refundi­dora tendente a mejorar la coherencia de la historia, surgieron las refundiciones novelizadoras, que, despreciando la fidelidad alfonsí a la fuentes, sólo estaban atentas al efecto que las narraciones causaban o podían causar en los lectores.

      Los resultados de esta mi primera etapa de investigación, predominantemente demo­ledora de los cimientos en que se asentaba la construcción tradicional, fueron recogidos en un libro, De Alfonso X al conde de Bárcelos. Cuatro estudios sobre el nacimiento de la historiografía romance en Castilla y Portugal (1962), y en varios artículos (publica­dos entre 1963 y 1977)60, que actualmente pueden leerse reeditados (con adiciones) en un mismo libro (La Estoria de España de Alfonso X. Creación y evolución, 1992)61 jun­to con otros trabajos posteriores. Las conclusiones y argumentos de esas publicaciones atingentes al proceso de elaboración y reelaboración de la obra alfonsí se incorporan, en sus debidos lugares, a los capítulos que en el presente libro siguen a éste.

Diego Catalán, De la silva textual al taller historiográfico alfonsí (1997)

NOTAS

58   Como artículos-reseña de la obra de Cintra, publiqué inicialmente "La versión portuguesa" (1959-60) y "La Crónica geral" (1959) en Romance Philology y en íbérida, respectivamente.

59  Como traté de mostrar en mi comunicación al "I Simposio de Historia Medieval. Madrid, 20 a 23 de marzo de 1969" (titulada "Las crónicas castellanas y portuguesas del siglo XIV"), los avances realiza­dos en el estudio estrictamente filológico de los textos, aun sin haber llegado a cumplir plenamente sus ob­jetivos (identificación de tipos cronísticos, inventario de manuscritos, edición crítica de los textos, cronología y relaciones intertextuales), eran ya suficientes para poder plantearse el estudio de la intencio­nalidad de cada obra o refundición, esto es, de examinar los textos como obras literarias y como inter­pretaciones históricas de los hechos narrados.

60  "El Mio Cid de Alf. X" (1963), "El taller alfonsí" (1963), "Reyes de África de Gilberto" (1963), "El Toledano romanzado" (1966), "Poesía y novela" (1969), "Don Juan Manuel ante el modelo alfonsí" (1977).

61   D. Catalán, La Estoria de España (1992), pp. 93-120 (c. IV); 45-60 (c. II); 157-184 (c. VII); 61-92 (c. III) + 125-138 (c. V) + 231-286 (c. X) + 287-298 (c. XI); 139-156 (c. VI); 197-230 (c. IX).

CAPÍTULOS ANTERIORES:

DE LA SILVA TEXTUAL AL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ. CÓDICES, CRÓNICAS, VERSIONES Y CUADERNOS DE TRABAJO.

1.- DE LA SILVA TEXTUAL AL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ. CÓDICES, CRÓNICAS, VERSIONES Y CUADERNOS DE TRABAJO

I. INTRODUCCIÓN. LAS CRÓNICAS GENERALES DE ESPAÑA HEREDERAS DE LA ESTORIA ALFONSÍ

*    2.- 1. LA SELVA TEXTUAL Y LA ERUDICIÓN PRE-PIDALINA

*    3. 2. DESLINDE Y CLASIFICACIÓN POR MENÉNDEZ PIDAL, A FINES DEL SIGLO XIX, DE LAS CRÓNICAS GENERALES DE ESPAÑA

*     4.- 3. REFORMAS EN LA CONSTRUCCIÓN PIDALINA

*   5.- 4. LOS CRÍTICOS FAVORABLES A LA PRIORIDAD DE LA "CRÓNICA DE VEINTE REYES": LANG, BABBITT Y GÓMEZ PÉREZ

*   6.- 5. LA APORTACIÓN DE LINDLEY CINTRA: LA CRÓNICA DE 1344 EXIGE ANTEDATAR LA ACTIVIDAD REFUNDIDORA

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Imagen: Alfonso VI de Castilla. Pintura del S/XII. Catedral de Santiago de Compostela, vía Wikipedia

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