8.- 5. LOS LÍGURES O AMBRONES
5. LOS LÍGURES O AMBRONES. II. PUEBLOS PRERROMANOS, PREINDOEUROPEOS E INDOEUROPEOS.
Además de estos pueblos más antiguos, de que hemos venido hablando, vinieron a poblar en España otros varios, prehistóricos también, pero posteriores44.
Los lígures, así llamados por los autores griegos (Λιγυες) se daban a sí mismos como nombre nacional el de ambrones45. Plutarco cuenta que los lígures establecidos en Italia, en la Liguria, que iban en el ejército de Mario, cuando éste obtuvo la victoria de Aquae sextiae (Aix) en 102 a.C, se sorprendieron al oír durante la batalla a sus enemigos (los ambrones), aliados de los teutones y cimbrios, usar como grito de guerra ese nombre nacional de ambrones, pues ellos también se llamaban de ese modo: «Ambrones se llaman a sí mismos los lígures cuando designan su raza», explica Plutarco 46.
Eran pueblo de raza mediterránea que en la Edad del Bronce ocupaba las playas del Mar del Norte, donde extraían y comercializaban el ámbar y perpetuaron su nombre en el de la isla Amrum al Suroeste de Dinamarca. Ocupaban también las tierras del Sureste de Francia y Noroeste de Italia entre el Ródano, el lago Lemán y el Mediterráneo, en cuyas playas meridionales está la actual Liguria, y en donde existen varias poblaciones que conservan hoy el nombre de Ambruno, Ambruna, Ambron (en el Noroeste de Italia)47, Ambronay 48 Ain (< *Ambronacum), el río L’Ambron Haute Loire 49 (en el Suroeste de Francia). Vinieron también a España, y algunas tierras por ellos ocupadas pueden indicarse desde luego por los toponímicos Ambrón 50 Salamanca, Ambrona Soria y Ambroa (escrito Ambrona en 747)51 Coruña. El Periplo utilizado por Avieno, probablemente de hacia 550 a.C., escrito en Marsella (colonia griega en territorio lígur), llama Ligustinus lacus a la marisma del bajo Guadalquivir 52 y Esteban de Bizancio nos dice que hubo lígures en las bocas del Betis junto a Tarteso 53. Después, en el s. V a.C., Tucídides da noticia de la invasión lígur hacia las playas de Levante, en el valle del Júcar 54.
Otras tierras muy importantes debieron ocupar para dar lugar a que España, después llamada Iberia, fuese antes denominada Ligustica. Todavía Eratóstenes, según Estrabón, llamaba en el siglo III a.C. a la Península Ibérica τἠν Λιγυστικήν ἄκpαv, cuando esta denominación era muy impropia frente a la de Iberia55.
Creo 56 lígur el nombre de Toledo < Tolētum, el bien conocido de la Carpetania y el de Huesca (escrito Toleto en 1068 57), Toledillo en Soria, Toleda en Badajoz; topónimo que se repite al Norte de Génova (prov. Alessandria) Toleto, y en Toscana, Tuleto 58; la célebre inscripción de la Liguria, la Sententia Minuciorum, de 117 a.C., menciona también un monte Tuledo, -one. En la región central carpetana podemos descubrir algún otro topónimo lígur como Langa repetido en Soria, Zaragoza, Cuenca y Ávila; el de Soria ya documentado en Ptolomeo bajo el nombre de Σεγοντí a Λαγνα de los arevacos; hay Langata en territorio vasco (Guipúzcoa); tiene sus homónimos toponímicos en Langa tres poblaciones en Piamonte, Langasco en Génova, donde habitaron los antiguos langenses o langates59. También debe de ser lígur Lucentum, Lucenti, Λούκεντονή λούκερτοι en Ptolomeo, Lucentes en el Ravennate > Alicante (con prosodia árabe) y Lucientes al Norte de Zaragoza (en el territorio de los vascones), ya que se halla igual nombre en Lucentum > Lucento en el Piamonte (Turin).
Aunque suponemos a los lígures o ambrones un origen no indoeuropeo, es tan poco lo que de su lengua puede saberse o intuirse que caben respecto a ellos las opiniones más diversas 60.
Diego Catalán: Historia de la Lengua Española de Ramón Menéndez Pidal (2005)
NOTAS
44 Aparte de los pueblos de cultura capsiense, he admitido, con Bosch-Gimpera (Etnología, 1933, pp. 63, 85, 119, 124, etc.), la presencia en las montañas del Norte de España de un pueblo de cultura franco-cantábrica, que en Europa había alcanzado una gran extensión durante el Eneolítico llegando hasta los Alpes y el Rin (pp. 134-137). Schulten y Gómez Moreno, según ya hemos dicho, prescinden de este pueblo pirenaico y sólo admiten los lígures. Bosch, por su parte, prescinde de la inmigración lígur. Pero si creemos, como los tres creen, a los íberos de origen líbico, necesitamos admitir la presencia lígur en España; sin ella, tendríamos que suponer a los íberos origen europeo, según quieren Philipon y Trombetti.
45 Menéndez Pidal, Topón, prerrom., pp. 87-90 (reed. de «Sobre el substr. medit.», 1939).
46 Véase M. E. Deutsch, «Caesar and the Ambrones», Classical Phil. XVI, 1921, pp. 256-259.
47 En Bérgamo (Lombardia), el Piamonte y Toscana, respectivamente.
48 Escrito Ambroniacus en 1193 (E. Philipon, Dict. topograph, du dép. de l’Ain, 1911).
49 A. Chassaing, Dict, topograph, du dép. de l’Haute-Loire, 1907.
50 Escrito Hambrón, por etimología popular (de «hambre»).
51 «Santo Thirso de Ambrona», testamento del Obispo de Lugo Odoario (Esp. Sagr., XL, p. 360).
52 Véase A. Schulten, Fontes Hisp. Antiquae, I, 1922, pp. 95-96.
53 Allí, «cerca de Tartesso», sitúa una ciudad llamada Λιγυστίνη, «cuyos habitantes se llaman Λíγυες» (Stephani Byzantii, Ethnicorum quae supersunt... ex recensione Augusti Meinekii, Berolini, 1848, p. 416).
54 Al afirmar el origen ibérico de los sicanos de Sicilia (véase atrás, cap. II, § 1), expresa que, habitando ellos primero junto al río Sicano de Iberia (hoy Júcar), fueron arrojados de allí por los lígures.
55 La toponimia no ha retenido memoria de la ciudad Λιγυστίνη , ni de la Λíγυες, a diferencia de lo ocurrido con la voz ambrones.
56 Menéndez Pidal, Top. prerrom., p. 84 (reed. de «Sobre el substr. medit.», 1939).
57 Esp. Sagr., XLVI, p. 236.
58 En el valle del Arno (S. Pieri, Toponomastica della Valle dell’Arno, p. 391).
59 Llamados de ambas maneras en la Sententia Minuciorum del año 117 a.C., CIL, V, 7749. Véase Menéndez Pidal, Topón, prerrom., pp. 83-84 (reed. de «Sobre el substr. medit.», 1939).
60 Se pueden, en efecto, sostener opiniones opuestas, como se observa en el año 1926 en dos grandes enciclopedias: en el Reallexicon de Ebert, Reche y Herbig consideran a los lígures como mediterráneos, más o menos semejantes a los íberos; en la Real Enciclopädie de Pauly-Wissowa, considera Vetter el lígur como idudablemente indoeuropeo. Para Kretschmer (en Glotta, XXI, 1932, p. 112), los ambrones son hermanos de los ombrones y de los umbros, y son el pueblo que indoeuropeizó a los lígures, y como elemento dominante les dio su nombre. Para Lamboglia (Studi Etruschi, X, 1935, p. 145, n. 2), los ambrones son el pueblo que baja del Norte y se establece entre los lígures que encuentra en Italia, quedando éstos como substrato de aquéllos.
CAPÍTULOS ANTERIORES:
PARTE PRIMERA: DE IBERIA A HISPANIA
A. EL SOLAR Y SUS PRIMITIVOS POBLADORES
CAPÍTULO I. LA VOZ LEJANA DE LOS PUEBLOS SIN NOMBRE.
* 1.- 1. LOS PRIMITIVOS POBLADORES Y SUS LENGUAS
* 2.- 2. INDICIOS DE UNA CIERTA UNIDAD LINGÜÍSTICA MEDITERRÁNEA
* 3.- 3. PUEBLOS HISPÁNICOS SIN NOMBRE; PIRENAICOS Y CAMÍTICOS
CAPÍTULO II. PUEBLOS PRERROMANOS, PREINDOEUROPEOS E INDOEUROPEOS
* 4.- 1. FUERZA EXPANSIVA DE LOS PUEBLOS DE CULTURA IBÉRICA
* 5.- 2. NAVEGACIÓN DE FENICIOS Y DE GRIEGOS EN ESPAÑA
* 6.- 3. LOS ÍBEROS Y LA IBERIZACIÓN DE ESPAÑA, PROVENZA Y AQUITANIA
* 7.- 4. FRATERNIDAD ÍBERO-LÍBICA
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La Garduña Ilustrada
Imagen: letra R, variaciones sobre el alfabeto Holbein.
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