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Obras de Diego Catalán

46.- 4. EL PRÓLOGO LINAJÍSTICO.

 

4. EL PRÓLOGO LINAJÍSTICO.

------4.1. La gesta de las Mocedades de Rodrigo comenzaba (según el testimonio de la Crónica de Castilla, c. 1300 y del Rodrigo del s. XV) situando al héroe en un linaje, el de Lain Calvo, uno de los dos “alcaldes” de la Castilla primitiva 26. El entronque era un “hecho” de todos sabido, ya que el propio Campeador debió de gloriarse de esa procedencia 27. Pero la complicada genealogía, eruditamente reconstruida por algún paniaguado del Cid, que recogió la Historia Roderici (c. 1110) y, tras ella, el Libro de las generaciones de los reyes (antes de 1194), nada tiene que ver con la versión poética de la misma, en que desaparecen cuatro generaciones y se considera al padre de Rodrigo como “el menor” de los hijos del famoso “alcalde” 28. La necesidad de recortar brutalmente los tiempos no arredra al juglar historiador, ya que explica el nombramiento de los “alcaldes” (según se deduce no sólo del Rodrigo, sino también de la Crónica de Castilla) por el hecho de que, muerto el rey don Pelayo (“el Montesino”), la tierra castellana se encontraba sin rey 29. La presentación de los orígenes del linaje cidiano iba seguida en la gesta 30 de una rápida alusión a cómo de los cuatro hijos de Lain Calvo descienden los mejores linajes de Castilla, ya que en los hermanos mayores de Diego Laínez, casados todos con hijas de condes, tienen origen los de Vizcaya (esto es, los Haro), los de Mendoza y los de Castro. En cuanto a Diego Laínez, se le hace casar con doña Teresa, hija del conde Nuño Álvarez de Amaya y nieta, por línea bastarda, del Rey de León. También se aprovecha la ocasión para consignar qué lugares poblaron esos cabezas de linaje 31. Este prólogo linajístico es una indudable innovación en la estructura de las obras del género épico y revela cómo ese género va cambiando en sus propósitos y, posiblemente, de público auditor. A veces, se ha perdido de vista que ese prólogo era ya propio de la gesta de fines del s. XIII (utilizada por la Crónica de Castilla) y, de resultas, ha sido puesto en relación con tiempos históricos posteriores.
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Aunque las crónicas no nos permitan, debido a su forma de aprovechar el relato épico, documentarlo, seguramente son complementarios de estos datos que el prólogo proporciona otras informaciones de carácter análogo que el Rodrigo consigna, de pasada, en el curso de la acción y que nos confirman esta vocación de la nueva epopeya por informar sobre detalles linajísticos y solariegos.
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También se manifiesta en el prólogo y no es exclusiva de él un rasgo estético que sorprendió, desde antiguo, a la crítica: “la propensión interrogativa”, “una extraña extensión de la interrogación retórica que subraya el valor de una afirmación haciéndola preceder de la duda que se supone dominar en todos acerca del asunto” (Menéndez Pidal, 1924a, págs. 409-410). Por ejemplo:

Alçáronsele los linajes -----do venían los fijosdalgo.
¿D’ónde son estos linajes? ----- Del otro alcalde Layn Calvo.
¿D’ónde fue este Layn Calvo? -----En Monte de Oca na[do]32.

Willis (1972) pensó que su presencia en el Rodrigo era atribuible a la intervención de un “escolar” acostumbrado al uso de formulismos retóricos; pero este recurso, aunque no podamos saber si procede o no de la gesta de fines del s. XIII, no es una fórmula ajena a la poesía tradicional (Menéndez Pidal, 1924a, pág. 409) y lo encontramos con relativa frecuencia en el romancero de tradición oral, especialmente en el sefardí (Armistead, 1987-88).
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La leyenda de “los alcaldes de Castilla” de las Mocedades de Rodrigo debía de interesarse por los descendientes de uno y otro alcalde, aunque en la Crónica de Castilla, como es lógico, no se aluda, al tratar del linaje de Rodrigo, a la rama genealógica que encabeza Nuño Rasura; la similitud en la Crónica de lo consignado respecto a la rama que encabeza Lain Calvo con lo narrado por el Rodrigo nos permite suponer que también pertenecía a la estructura original la historia de los condes y reyes de Castilla que figura en el poema. En el linaje descendiente de Nuño Rasura el Rodrigo dedica especial atención, como era de esperar, a Fernan González. Aunque muy probablemente hay en su relato substituciones onomásticas y toponímicas para introducir novedad (Menéndez Pidal, 1924a, págs. 410-411), las líneas generales de la narración de la gesta de las Mocedades de Rodrigo no han debido de ser alteradas. Pese a que el resumen de la historia del conde tiene una andadura muy rápida, podemos negar taxativamente que haya en él cualquier influjo del poema de clerecía que compuso c. 1250 un monje de Arlanza (por más que Deyermond, 1969, págs. 189-193, tenga lo contrario por seguro). Los motivos que retiene el Rodrigo de la historia legendaria de Fernan González pertenecen todos ellos a la tradición épica que aprovechó el monje (cfr. cap. II, § 2a), sin que trascienda en la narración del Rodrigo el conocimiento de ninguno de los episodios típicamente clericales o eruditos del Poema de Fernan González o de la fundación del monasterio de Arlanza (los relacionados con el monje fray Pelayo y Arlanza y las famosas victorias de Lara y Hacinas sobre Almanzor, por no hablar de los datos historiográficos procedentes del Liber regum y del Tudense). Entre los episodios épicos presentes en el resumen del Rodrigo tiene especial interés la escena de las vistas entre el Rey de León y el Conde, ya que se trata de un episodio no recogido por el Poema del monje de Arlanza (véase atrás c. III, n. 70) y que, en cambio, podemos hallar prosificado en la Crónica de 1344 y desarrollado en un romance viejo (cap. III, § 4b).

------La desafiante réplica del Conde al rey

—Essas oras —dixo el Conde— ------mucho andades en vano,
vos estades sobre ( ) mula gruessa------ e yo sobre buen cavallo,

que pone fin a las vistas sin que se llegue a ningún acuerdo, resulta ser un resumen fiel del parlamento épico conservado por las otras obras. El prólogo linajístico del Rodrigo, heredero del que contenían las Mocedades de Rodrigo del s. XIII, recurría, pues, para la descendencia de Nuño Rasura a la tradición épica perdida del libertador de Castilla, en cuya gesta se había desarrollado desde un principio, a modo de introducción, el tema de los alcaldes. Lejos de depender de una tradición libresca, la “erudición” del poeta de las Mocedades de Rodrigo se asienta en precedentes creaciones juglarescas.
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No creo, que a continuación de este prólogo, se procediera a contar en la gesta del s. XIII (como desde la Crónica de Castilla en adelante hará la historiografía post-alfonsí) la historia del hermano bastardo de Rodrigo, padre de sus sobrinos (según supone Armistead, 1963-64, pág. 342, recog. Armistead, 2000, pág. 63, seguido por Deyermond, 1969, págs. 12-13 y ampliado en Armistead, 1988, recog. Armistead 2000, págs. 17-30). Se trata de un dato que seguramente el cronista halló en la gesta del s. XIII en forma de alusión, según lo conserva el Rodrigo. En este poema, cuando Rodrigo, que aún no es caballero, sino simple escudero (v. 865), es nombrado por el rey don Fernando alférez, en vista de que los condes y poderosos hijosdalgo temen enfrentarse con el Conde de Saboya y con todo el poder imperial, se desarrolla una escena semi-cómica (vv. 872-902), claramente reminiscente del diálogo que en las Cortes de Toledo del Mio Cid tenía lugar entre el Cid y su sobrino Pero “Mudo”, su alférez, antes de los retos (vv. 3301-3312)33, pero en la que se prodiga una jocosidad carente de la finura irónica de la vieja gesta:

Contra el Conde de Saboya---- Rrodrigo salyó tan yrado.
Nunca [o]viera seña ---- nin pendón devissado,
rronpiendo va un manto ( ) de sirgo----  la peña’l( ) tiró privado
. . . . . . . . . . . . . . . . . ----  . . . . . . . . . . . . . . . .
quinze rramos faze la seña ---- [farpado l’a en su cabo].
Vergüença avía de la dar ( ) ----  et bolvió los ojos en alto.
Vio estar un su sobrino, ---- fijo de su hermano,
quel’ dizen Pero Mudo, ---- a él fue llegado:
—Ven acá, mi sobrino, ----  fijo eres de mi hermano,
( ) que fizo ( ) en una labradora ---- quando andava cazando,
varón toma esta seña, ----  faz lo que yo te mando.—
Dixo Pero Bermudo: ----  —Que me plaze de grado,
conosco que so vuestro sobrino, ----  fijo de vuestro hermano,
mas de que saliestes de España----  non vos ovo menbrado,
a cena nin a ayantar----  non me oviestes conbidado,
de fanbre e de frío ---- so muy coytado,
non he por cobertura ---- [sinon la] del cavallo,
por las crietas de los pies ---- córreme sangre claro.—
All´y dixo Rrodrigo: ----  —Calla, traydor provado,
todo omne de buen logar ---- que quier( ) sobir a buen  estado
conviene que de lo suyo ---- sea abidado,
que atienda mal e bien, ---- sepa el mundo passarlo.—
Pero [Ber]mudo ---- tan apriessa fue armado,
rreçebió la seña, ----  a Rrodrigo bessó la mano,
et dixo: —Señor, ---- afruenta de Dios te fago
vey la seña, ----  [sin art e] sin engaño
( ) en tal logar vos la pondré, ---- antes del sol çerrado,
do nunca entró seña ----  de moro nin de christiano.—
All´y dixo Rrodrigo: ----  —Esso es lo que yo te mando,
agora te conosco ----  que eres fijo de mi hermano.

Dado el contexto que aquí rodea a la explicación del parentesco entre Rodrigo y Pero Mudo (en el que es evidente el recuerdo de los vv. 689-690, 704-707 del Mio Cid, donde se cuenta que el Cid entrega su seña a Per Vermudoz y Per Vermudoz la “mete” en la “mayor az”). me parece seguro que así nació la historia del hermano bastardo y no como narración independiente, aunque las crónicas glosaran luego ampliamente la alusión para construir, a base de ella, una fabulosa “familia” de Rodrigo de Vivar, al igual que habían construido una crianza del héroe.
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Tampoco encuentro en la parte inicial de las Mocedades un posible encaje para la anécdota que explica la selección y nombre del caballo Babieca, episodio cuyo origen no me parece épico (a pesar de las opiniones coincidentes de Menéndez Pidal 1910, pág. 128, Guerrieri Crocetti, 1957, pág. 378, Armistead, 1963-64, pág. 342, Armistead, 2000, pág. 63 y Deyermond, 1969, pág. 13, entre otros).

 Diego Catalán: "La épica española. Nueva documentación y nueva evaluación" (2001)

NOTAS

26 No es una novedad de la refundición del s. XV, ni tiene que ver con los intereses del clérigo que añadió al relato épico la historia de la diócesis palentina. En la gesta de fines del s. XIII se hablaba ya de los cuatro hijos de Lain Calvo, de las pueblas que hicieron y de los linajes castellanos que de ellos descienden. También constaba en ella el origen bastardo de Pero Bermúdez, sobrino del Cid.

27 No puedo creer ajena al orgullo del conquistador de Valencia, sobre cuya falta de “mesura” nos informan los historiadores árabes (véase atrás, cap. V, § 4), la elaboración de una tan compleja genealogía destinada a lograr enlazar su linaje, a través de seis o siete generaciones, con uno de los legendarios jueces o alcaldes castellanos. Sólo a Rodrigo, un infanzón con ambiciones de gran señor feudal, podía interesar ese ennoblecimiento linajístico.

28 Sólo en el ms. B (y como resultas de ello en la ed. de 1512 de la Crónica del Cid por fray Juan López de Velorado) se retocó en la Crónica de Castilla esta conexión genealógica para dar entrada a varias generaciones intermedias (Catalán, 1962, n. 20 de las págs. 326-328).

29 La serie de monarcas astur-leoneses queda, en consecuencia, reducida a un mínimo.

30 Aunque la conexión linajística de Rodrigo Díaz con Laín Calvo no fuera invención del juglar creador de las Mocedades de Rodrigo, su exposición de la “historia” de Castilla desde sus primeros alcaldes hasta Fernando I (que, sin duda, era ya similar a la de Rodrigo) tuvo como fuente de inspiración básica el “prólogo” épico de la gesta de Fernan González y la libertad de Castilla, manipulado a su gusto para “completar” la versión linajística de los orígenes del condado-reino.

31 El detalle de la relación entre los nombres de esos cuatro hermanos Laínez y los linajes señoriales castellanos no concuerda en los dos relatos en que se nos reflejan las Mocedades. Según la Crónica de Castilla, al presentar en escena a Rodrigo de Vivar, Ferran La´ynez, poblador de Haro, es la cabeza del linaje de “los de Bizcaya”, Layn La´ynez de “los de Mendoça” y Roy La´ynez, poblador de Peñafiel, de “los de Castro”; en el Rodrigo, en cambio, es de Ruy La´ynez, señor de “Alfaro”, de “donde vienen estos que de Vizcaya son llamados”, de Galdín o Layn La´ynez, que compró Treviño, de “donde vienen estos La´ynez de don Luys Díaz de Mendoça” y de Ferrand La´ynez, de San Esteban de Gormaz, de “donde vienen estos linajes de Castro”.

32 Vv. 207-209. En el ms. “donde venían”, “natural de Monte de Oca”.

33 Otra clara reminiscencia del Mio Cid creo que se halla en los vv. 930-934, descriptivos de la batalla con el conde saboyano, que recuerdan a los vv. 726-730 del Mio Cid

ÍNDICE DEL CAPÍTULO I: TEMA I: LA ÉPICA EN LENGUA VULGAR AL SUR DE LOS PIRINEOS. TESTIMONIOS DEL SIGLO XIII

* 1. LA ÉPICA ESPAÑOLA. NUEVA DOCUMENTACIÓN Y NUEVA EVALUACIÓN (I)
* 2. EL TESTIMONIO ALFONSÍ. TEMAS CAROLINGIOS DE LA ÉPICA HISPANA
* 3. EL TESTIMONIO ALFONSÍ. TEMAS ESPAÑOLES DE LA ÉPICA HISPANA
*
4. EVALUACIÓN DEL TESTIMONIO ALFONSÍ
* 5. HUELLAS DE LA ÉPICA EN LOS DOS GRANDES HISTORIADORES LATINOS DE LA PRIMERA MITAD DEL S. XIII: EL ARZOBISPO DON RODRIGO Y DON LUCAS.
* 6. EL TESTIMONIO DE FRAY JUAN GIL DE ZAMORA: VERSIONES VARIAS DE UNA MISMA GESTA EN EL S. XIII
* 7. OTROS TESTIMONIOS DEL S. XIII. LOS POEMAS EN ROMANCE DEL MESTER DE CLERECÍA Y UNA CRÓNICA LOCAL
* 8. EVALUACIÓN DE LOS TESTIMONIOS DEL S. XIII COMPLEMENTARIOS DEL TESTIMONIO ALFONSÍ.
* 9. LAS COPIAS POÉTICAS TARDO-MEDIEVALES DE CANTARES DE GESTA A LA LUZ DE LOS TESTIMONIOS INDIRECTOS DEL S. XIII SOBRE LA EPOPEYA.

CAPÍTULO II: TEMA II: TESTIMONIOS DE LA POESÍA ÉPICA AL SUR DE LOS PIRINEOS ANTERIORES AL SIGLO XIII

* 10 II TESTIMONIOS DE LA POESÍA ÉPICA AL SUR DE LOS PIRINEOS ANTERIORES AL SIGLO XIII
* 11 2. LA HISTORIOGRAFÍA EN LATÍN EN EL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XII Y LA ÉPICA ORAL: LA HISTORIA DE CASTILLA EN LA CHRONICA NAIARENSIS.

*
12 3. ¿ALCANZÓ LA HISTORIOGRAFÍA ÁRABE DE LA PRIMERA MITAD DEL S. XII A CONOCER UN CANTO ÉPICO CASTELLANO?
*
13 4. LA ÉPICA CASTELLANA Y LA ÉPICA FRANCA EN LA ESPAÑA DE ALFONSO VII
* 14 5. LA PRESENCIA AL SUR DE LOS PIRINEOS DE LAS GESTAS FRANCESAS A MEDIADOS DEL S. XII Y LA TRADICIÓN ÉPICA DEL MEDIODÍA EUROPEO
*
15 6. LA GESTA DEI PER FRANCOS EN COMPOSTELA: EL IACOBUS.
*
16 7. LA ÉPICA CAROLINGIA AL SUR DE LOS PIRINEOS A PRINCIPIOS DEL S. XII

* 17 8. LA ÉPICA CAROLINGIA AL SUR DE LOS PIRINEOS EN EL S. XI.
*
18 9. EVALUACIÓN SUMARIA DE LOS TESTIMONIOS DE LOS SIGLOS XI Y XII.

CAPÍTULO III: TEMA III: LOS TESTIMONIOS POST-ALFONSÍES DE LA CONTINUIDAD DE LA EPOPEYA

* 19  III LOS TESTIMONIOS POST-ALFONSÍES DE LA CONTINUIDAD DE LA EPOPEYA
* 20 2. LA CRÓNICA DE CASTILLA SE HACE CIDIANA: LAS “ENFANCES” DE RODRIGO
*
21 3. LA CRÓNICA FRAGMENTARIA Y LAS LEYENDAS CAROLINGIAS.
* 22 4. LA OBRA HISTORIAL DEL CONDE DON PEDRO DE BARCELOS Y LA EPOPEYA

* 23 5. LA HISTORIOGRAFÍA POSTERIOR A 1344 Y LA SOBREVIVENCIA DE LOS CANTARES DE GESTA.
*
24 6. EVALUACIÓN SUMARIA DE LOS TESTIMONIOS TARDO-MEDIEVALES ACERCA DE LA LONGEVIDAD DE LA POESÍA ÉPICA

CAPÍTULO IV: TEMA IV: LA ÉPICA MEDIEVAL ESPAÑOLA Y ROMÁNICA. LA HERENCIA DE UNA ORALIDAD PRIMITIVA

* 25 1. ÉPICA DE ORÍGENES ORALES Y ÉPICA CULTA
* 26
2.LOS MODELOS CONTEMPORÁNEOS DE POESÍA NARRATIVA ORAL Y LA ÉPICA MEDIEVAL
* 27 3. EL MODO DRAMÁTICO DE LA NARRACIÓN ÉPICA
* 28 4. EL MOLDE PROSÓDICO Y LA GENERACIÓN DEL DISCURSO ÉPICO
* 29 5. LO FORMULARIO ÉPICO Y LA CREACIÓN ORAL
* 30 6. CREACIÓN Y REFUNDICIÓN
* 31 7. LA ETAPA ÁGRAFA DE LA PRODUCCIÓN ÉPICA. RAÍCES DEL GÉNERO.
* 32 8. LA ESCUELA ÉPICA ESPAÑOLA

* 33 9. CARACTERES DE LA ÉPICA ESPAÑOLA. LA VERSIFICACIÓN.
* 34 10. CARACTERES DE LA ÉPICA ESPAÑOLA. TEMAS Y CONTENIDOS IDEOLÓGICOS
* 35 11. LA INTEGRACIÓN DE LA TEMÁTICA CAROLINGIA EN LA TRADICIÓN ÉPICA ESPAÑOLA

CAPÍTULO V: TEMA V: EL MIO CID

* 36 1. EL MANUSCRITO DE VIVAR Y LA GESTA
* 37 2. EL MIO CID, GESTA CABEZA DE SERIE

* 38 3. EL POETA DEL “MIO CID” ANTE LAS CONVENCIONES FORMALES DEL GÉNERO
* 39 4. EL POETA DEL “MIO CID” ANTE LAS CONVENCIONES TEMÁTICAS DEL GÉNERO

* 40 5. EL POETA DEL “MIO CID” ANTE LA MEMORIA DE LAS GESTAS HISTÓRICAS DE RODRIGO
* 41 6. LA “PASIÓN” COMO FUERZA REESTRUCTURADORA DE LA HISTORIA. INTENCIONALIDAD POLÍTICA DEL CANTO ÉPICO
* 42 7. ¿DESDE CUÁNDO SE CANTÓ EL MIO CID?

CAPÍTULO VI: TEMA VI. FORMACIÓN Y DESARROLLO DEL CICLO CIDIANO

* 43 1. LA CREACIÓN DEL PERSONAJE LITERARIO. EL MIO CID Y LAS PARTICIONES DEL REY DON FERNANDO
* 44 2. LAS RECREACIONES JUGLARESCAS Y EL PASADO DE RODRIGO
* 45
3. LAS MOCEDADES DE RODRIGO Y LA TRANSFORMACIÓN DE LA PERSONALIDAD DEL HÉROE: EL SOBERBIO CASTELLANO

Diseño gráfico:

La Garduña ilustrada

Dibujo: Guillaume de Tyr. BNF, Mss fr 68, folio 125v

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