6. EL TESTIMONIO DE FRAY JUAN GIL DE ZAMORA: VERSIONES VARIAS DE UNA MISMA GESTA EN EL S. XIII
6. EL TESTIMONIO DE FRAY JUAN GIL DE ZAMORA: VERSIONES VARIAS DE UNA MISMA GESTA EN EL S. XIII.
a. Otra versión de la gesta de Las particiones del rey don Fernando.
------6.1. Fray Juan Gil redacta su De praeconiis Hispaniae, entre 1278 y, al parecer, 1282, desde una perspectiva localista, ya que su propósito fundamental es la glorificación de Zamora (ciudad que, siguiendo una tradición medieval, identifica erróneamente con Numancia). Esa perspectiva le lleva a relatar con detenimiento el cerco de Zamora por el rey don Sancho, enmarcando el suceso en una exposición histórica que abarca desde la división de los reinos por Fernando I hasta las conquistas realizadas por Alfonso VI. En general, no hace sino reproducir verbatim lo dicho por el arzobispo don Rodrigo en su Historia gothica (1243), retocando sus palabras con apasionamiento partidista (para resaltar la bondad de los zamoranos y leoneses y del rey don Alfonso y la perfidia de los castellanos y del tirano don Sancho); en algunos pasajes deja ver que conoce también la versión de los hechos de Lucas de Túy. Pero, junto a las fuentes eruditas, aprovecha una narración en lengua vulgar 60 muy coincidente con la que Alfonso X identifica como “Cantar del rey don Sancho”. Los detalles a que hace alusión recuerdan, a veces, los incluidos en la Estoria de España 61, aunque pueda diferir en el orden expositivo; pero su testimonio resulta en muchos pasajes sumamente interesante, ya que viene a completar la información, más despoetizada, que nos transmiten los historiadores alfonsíes. A veces, calca expresiones romances de la gesta, donde la prosa de Alfonso busca alejarse de la cita textual 62; en otros casos, son motivos épicos, pasados por alto por los historiadores alfonsíes, los que nos aporta, como, por ejemplo, el de la existencia de linajes traidores 63, motivo que sólo reaparecerá en la historiografía en romance cuando la Crónica de Castilla retoque la narración heredada de la compilación alfonsí y, de nuevo, en el romancero de raíces épicas, o el del juramento del rey don Sancho de prolongar, si es necesario, el cerco de Zamora por diez años 64, o el del triple vasallaje del traidor Vellid Adolfos al rey castellano, etc.; también recuerda a personajes dejados de lado por la Estoria de España como es Llain o Lain Cides (“Xaicides”, según la pronunciación del leonés occidental) y sus dieciséis hijos, diez de ellos ya caballeros (siendo el menor de todos de 22 años), cuyo papel en la defensa de Zamora no llega a ser especificado; en fin, fray Juan Gil no comparte los prejuicios de Alfonso respecto a la existencia de hechos que la historia no debe rebajarse a contar y no se siente obligado a censurar la figura de la infanta que presentaban los juglares como una mujer movida por la pasión y, a la vez, incitadora del deseo sexual: gracias a la falta de “decoro” del fraile franciscano podemos asegurar que la gesta, según se podía prever a través de la escena de las quejas de doña Urraca en Cabezón, era mucho más directa que los historiadores alfonsíes en la enunciación de los tratos entre el traidor y la infanta cuando
“Bellido, venido a Zamora, trató, ignorándolo todos los de la ciudad, con Urraca Fernando la muerte del rey Sancho, y doña Urraca le prometió hacerle señor de Zamora y, mediante palabras algo engañosas, la entrega de su cuerpo, si cumplía lo ofrecido” (traduzco del latín del fraile).
------Estos y otros detalles, que Alfonso o pasó por alto o trató con menor precisión en su relato del cerco de Zamora, son compatibles con la versión del “Cantar del rey don Sancho” resumida en la Estoria de España; pero hay, a veces, variantes, más o menos notables, que nos hacen pensar en la utilización de dos textos distintos.
------Las divergencias entre la versión de la gesta que nos ofrece Alfonso X y la que narra en latín fray Juan Gil son notables a partir de la muerte del rey y del reto de Diego Ordóñez a Zamora. Parece indudable que el fraile zamorano, con objeto de que la inocencia de Zamora quede manifiesta, reforma algunos aspectos importantes del relato tradicional 65; por su parte, Alfonso X se desinteresa completamente de un componente de la narración épica que para fray Juan Gil era importante, la suerte de Vellido una vez que ha cumplido su parte en el contrato 66. Es, pues, muy probable que el cantar de gesta conocido por uno y otro contuviera elementos que, en prosa historiográfica, aparecen sólo en la Estoria de España o sólo en De praeconiis Hispaniae. Pero creo necesario admitir que en algunos episodios la divergencia procede ya de los textos poéticos utilizados por cada historiador, aunque la utilización por uno y otro del material épico haya sido en fechas muy próximas. Me limitaré a exponer algunos ejemplos de uno y otro tipo.
------La reducción a un solo combate del duelo judicial, omitiendo la muerte de dos de los hijos de don Arias defensores de la inocencia de Zamora antes de que se produzca el combate decisivo, y la afirmación de que Diego Ordóñez se salió del campo huyendo son, a mi parecer, “variantes” del relato debidas a la manipulación de la historia por el fraile zamorano; pero las curiosas incidencias que nos cuenta del combate con Fernando Arias, a quien se considera el primogénito, aunque sean divergentes de las consignadas por Alfonso X en cualquiera de los tres combates de que da detallada cuenta, no me parecen explicables sino como “variantes” narrativas del propio poema épico 67. El nombre del hijo de Arias Gonzalo que nos da fray Juan Gil no coincide con ninguno de los tres que consigna la Estoria de España, donde se nombra sucesivamente a “Pedrarias”, “Diagarias” y “Rodrigarias” (este último, “el mayor de todos los XV hermanos”); la tradicionalidad de ese nombre discordante está asegurada, sin embargo, por el romancero épico (“Por aquel postigo viejo”), en el cual pervive memoria del planto por la muerte de “Fernandarias” 68.
------Estas consideraciones que hemos venido haciendo deben ayudarnos a valorar los componentes no eruditos del relato de fray Juan Gil a partir del reto de Zamora, componentes de extraordinario interés ya que, en esa parte, la Estoria de España alfonsí desechó por completo el relato épico (sin duda por considerarlo indigno de ser citado) para atenerse exclusivamente a sus fuentes latinas. Si entresacamos de lo contado por De praeconiis Hispaniae lo no procedente de las fuentes eruditas, obtenemos el siguiente relato:
------Arias Gonzalo se encarga de llevar en persona a Toledo la noticia de la muerte del rey don Sancho. Don Alfonso, para poder escapar de Toledo, acepta que Pedro Ansúrez quede como rehén y haga homenaje al rey moro. Llegado a Zamora, su hermana sale a recibirle alegremente, pero le exige que celebre con ella matrimonio incestuoso y la reconozca como reina. Cuando don Alfonso se niega al comercio carnal, ella lo aprisiona. Pedro Ansúrez llega, ya libre, de Toledo y, tras larga negociación con Arias Gonzalo, consigue que doña Urraca entregue Zamora a su hermano y que éste, a cambio, entregue su cuerpo, junto con el reino, a la infanta, pacto que ambos juran solemnemente sobre los evangelios. En cumplimiento de ese pacto, Arias Gonzalo, en unión de Llain Cides, entrega Zamora, por mandato de su señora doña Urraca, a Alfonso, quien recibe el reino juntamente con la ciudad. Los hermanos celebran sus bodas y hacen señor de Zamora a Pedro Ansúrez.
------Tan extraordinario final no es invención del preceptor del infante don Sancho, el hijo y heredero de Alfonso X, según nos prueba el relato de un historiador musulmán granadino de mediados del s. XII, Ab-u Bakr conocido por Ibn al-Sayrafî, del que luego hablaré 69.
b. El Mainete oido por don Gil.
------6.2. Fray Juan Gil, en su Liber Illustrium Personarum (c. 1280), nos da, por otra parte, noticia (Menéndez Pidal, 1924b, pág. 46, n. 2 y 1951a, reprod. 1980, págs. 16-17) de cierta Passio Sancti Nicolai de Letesma, en la cual ha leído que la esposa del conde don Julián forzada por el rey Rodrigo “fue posteriormente mujer de Galafre y madre de Galiana, quien posteriormente (según vulgarmente se cuenta) fue mujer del rey Carlos”.
Diego Catalán: "La épica española. Nueva documentación y nueva evaluación" (2001)
NOTAS
60 El carácter no latino de la fuente resulta evidente en el nombre del personaje “Xaicides”, forma leonesa occidental cuyo correspondiente castellano sería *Llaín (o Laín) Cides. Si tuviera una fuente latina, el prenombre aparecería en la forma Flaginus, Flavinus. El propio fray Juan Gil, al hablar de los jueces de Castilla (ed. Castro y Castro, pág. 132), explica: Flavinus Calvus, a quien vulgarmente se llama Xayno o Lavino (“Flavinus Calvus, qui vulgariter Xaynus dicitur, seu Lavinus”).
61 Muy similares son, a pesar de las cifras discordantes de muertos, los detalles de cómo intenta el rey don Sancho tomar Zamora por asalto (el ejército sitiador amontona tierra y piedras hasta alcanzar a combatir “mano a mano” con los defensores que están sobre los muros); también coincide, más o menos, el relato de cómo Vellido sale de Zamora perseguido por los zamoranos y se gana la confianza del rey castellano; o el de las últimas palabras de don Sancho antes de morir en las que, ante el Cid y otros magnates castellanos, nombra heredero a don Alfonso; etc.
62 Ejemplo notable lo constituye el mensaje de don Sancho, encomendado a su alférez Rodrigo Díaz el Campeador, en que trata de que doña Urraca le entregue Zamora “super compositione et concambium” (‘por avenencia e intercambio’), siendo la avenencia que el rey dé a la infanta posesiones “in plano” (‘en el llano’) o “pecunia numerata” (‘dineros contados’) y en el que la respuesta de doña Urraca negándose a esa avenencia se basa en el argumento de “qui comminabatur ea in rupe, percuteret eam in plano” (‘quien la ha amenazado en la peña, la golpeará en el llano’). Las expresiones romances calcadas por fray Juan en su latín reaparecerán en la Crónica de Castilla: “que le dedes a Zamora por aver o por cambio e que vos dara a Medina (de Rioseco) con todo el infantazgo, dende Valladolid fasta Villalpando... (etc.)”; “que non dedes a Çamora nin por haver nin por cambio, ca quien vos cerca en peña sacaros querrá de lo llano”.
63 Según Gil de Zamora, Vellid Adolfos es un castellano descendiente de condes; pero su noble sangre está desde antiguo manchada por la traición, ya que era consobrinus o nepos (‘primo hermano o sobrino, o quizá nieto’) de Rodrigo Vélez, “el que mató a traición al infante Garcia, a quien había sacado de la fuente bautismal”, y pronepos (‘biznieto’) de Xayn (esto es, Llaín o Flavinus), “el que mató en Toro a Muño Fernández”. El motivo de los ascendientes traidores quedó oscuro en la Estoria de España como resultado de haber acortado malamente las palabras del caballero sabariego que avisa al rey de los propósitos traidores de Vellido; pero la Crónica de Castilla se preocupó de recuperarlo, según veremos (véase cap. III, § 2f), y también sobrevive en el romancero viejo. La presencia en la épica francesa del motivo de los linajes traidores es bien sabida y notoria.
64 Este plazo excesivo, que se supone puede durar el cerco, se corresponde bien con lo que en otro lugar consigna Alfonso X: “et dizen en los cantares de las gestas que la tovo cercada VII annos; mas esto non pudo ser, ca non regno el mas de VI annos, segund que lo fallamos escripto en las cronicas”.
65 Especialmente la sentencia de los jueces: No creo que en la gesta conocida por Gil de Zamora se declarara paladinamente que los zamoranos habían salido libres de la acusación. La Estoria de España es, sin duda, aquí fiel a la fuente épica común.
66 Alfonso únicamente cuenta que Urraca pone a Vellido en manos de Arias Gonzalo con el ruego de que le salve de la muerte y que el ayo sólo accede a hacerle salir libre de la villa si los castellanos no les retan en el plazo de “tres nueve dias”; luego se olvida del traidor. Fray Juan Gil, interesado en que la inocencia de Zamora resulte manifiesta, cuenta la entrega del traidor por parte de Arias Gonzalo a Diego Ordóñez y la confesión de Vellido sobre los evangelios en que exculpa a los zamoranos (probable invención del fraile); pese a ella, los castellanos deciden seguir adelante con el reto en que inculpan a los zamoranos, a la infanta y al rey don Alfonso y, para poder hacerlo, deciden no matar a Vellido.
67 El comienzo del combate es muy similar al de Diego Ordóñez con Pedrarias en la Estoria de España, hasta que, pareciendo ya muerto el combatiente zamorano, el campeón castellano reclama el envío de un segundo hijo de Arias Gonzalo (Diego Arias) y el zamorano, ya herido de muerte, recobra inesperadamente fuerzas y logra herir al supuesto vencedor. Pero fray Juan Gil cuenta a continuación que Diego Ordóñez, perdida su espada, se defiende con sólo la vaina y, cuando se queda también sin esa tan singular “arma”, recurre a los estribos de la silla, hasta que Fernandarias le atraviesa un ojo con el asta.
68 La versión del Cancionero de Romances, Anvers: Martín Nucio, s. a. [c. 1548], fol. 159, consigna: “...y dentro del monumento viene un cuerpo sepultado / Fernandarias ha por nombre, fijo de Arias Gonçalo /.../ —Calledes, hija, calledes, calledes, Urraca Hernando, / que si un hijo me han muerto, ay me quedavan quatro...”.
69 Véase cap. II, § 3.
ÍNDICE DEL CAPÍTULO I: TEMA I: LA ÉPICA EN LENGUA VULGAR AL SUR DE LOS PIRINEOS. TESTIMONIOS DEL SIGLO XIII
* 1. LA ÉPICA ESPAÑOLA. NUEVA DOCUMENTACIÓN Y NUEVA EVALUACIÓN (I)
* 2. EL TESTIMONIO ALFONSÍ. TEMAS CAROLINGIOS DE LA ÉPICA HISPANA
* 3. EL TESTIMONIO ALFONSÍ. TEMAS ESPAÑOLES DE LA ÉPICA HISPANA
* 4. EVALUACIÓN DEL TESTIMONIO ALFONSÍ
* 5. HUELLAS DE LA ÉPICA EN LOS DOS GRANDES HISTORIADORES LATINOS DE LA PRIMERA MITAD DEL S. XIII: EL ARZOBISPO DON RODRIGO Y DON LUCAS.
* 6. EL TESTIMONIO DE FRAY JUAN GIL DE ZAMORA: VERSIONES VARIAS DE UNA MISMA GESTA EN EL S. XIII
* 7. OTROS TESTIMONIOS DEL S. XIII. LOS POEMAS EN ROMANCE DEL MESTER DE CLERECÍA Y UNA CRÓNICA LOCAL
* 8. EVALUACIÓN DE LOS TESTIMONIOS DEL S. XIII COMPLEMENTARIOS DEL TESTIMONIO ALFONSÍ.
* 9. LAS COPIAS POÉTICAS TARDO-MEDIEVALES DE CANTARES DE GESTA A LA LUZ DE LOS TESTIMONIOS INDIRECTOS DEL S. XIII SOBRE LA EPOPEYA.
CAPÍTULO II: TEMA II: TESTIMONIOS DE LA POESÍA ÉPICA AL SUR DE LOS PIRINEOS ANTERIORES AL SIGLO XIII
* 10 II TESTIMONIOS DE LA POESÍA ÉPICA AL SUR DE LOS PIRINEOS ANTERIORES AL SIGLO XIII
* 11 2. LA HISTORIOGRAFÍA EN LATÍN EN EL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XII Y LA ÉPICA ORAL: LA HISTORIA DE CASTILLA EN LA CHRONICA NAIARENSIS.
* 12 3. ¿ALCANZÓ LA HISTORIOGRAFÍA ÁRABE DE LA PRIMERA MITAD DEL S. XII A CONOCER UN CANTO ÉPICO CASTELLANO?
* 13 4. LA ÉPICA CASTELLANA Y LA ÉPICA FRANCA EN LA ESPAÑA DE ALFONSO VII
* 14 5. LA PRESENCIA AL SUR DE LOS PIRINEOS DE LAS GESTAS FRANCESAS A MEDIADOS DEL S. XII Y LA TRADICIÓN ÉPICA DEL MEDIODÍA EUROPEO
* 15 6. LA GESTA DEI PER FRANCOS EN COMPOSTELA: EL IACOBUS.
* 16 7. LA ÉPICA CAROLINGIA AL SUR DE LOS PIRINEOS A PRINCIPIOS DEL S. XII
* 17 8. LA ÉPICA CAROLINGIA AL SUR DE LOS PIRINEOS EN EL S. XI.
* 18 9. EVALUACIÓN SUMARIA DE LOS TESTIMONIOS DE LOS SIGLOS XI Y XII.
CAPÍTULO III: TEMA III: LOS TESTIMONIOS POST-ALFONSÍES DE LA CONTINUIDAD DE LA EPOPEYA
* 19 III LOS TESTIMONIOS POST-ALFONSÍES DE LA CONTINUIDAD DE LA EPOPEYA
* 20 2. LA CRÓNICA DE CASTILLA SE HACE CIDIANA: LAS “ENFANCES” DE RODRIGO
* 21 3. LA CRÓNICA FRAGMENTARIA Y LAS LEYENDAS CAROLINGIAS.
* 22 4. LA OBRA HISTORIAL DEL CONDE DON PEDRO DE BARCELOS Y LA EPOPEYA
* 23 5. LA HISTORIOGRAFÍA POSTERIOR A 1344 Y LA SOBREVIVENCIA DE LOS CANTARES DE GESTA.
* 24 6. EVALUACIÓN SUMARIA DE LOS TESTIMONIOS TARDO-MEDIEVALES ACERCA DE LA LONGEVIDAD DE LA POESÍA ÉPICA
CAPÍTULO IV: TEMA IV: LA ÉPICA MEDIEVAL ESPAÑOLA Y ROMÁNICA. LA HERENCIA DE UNA ORALIDAD PRIMITIVA
* 25 1. ÉPICA DE ORÍGENES ORALES Y ÉPICA CULTA
* 26 2.LOS MODELOS CONTEMPORÁNEOS DE POESÍA NARRATIVA ORAL Y LA ÉPICA MEDIEVAL
* 27 3. EL MODO DRAMÁTICO DE LA NARRACIÓN ÉPICA
* 28 4. EL MOLDE PROSÓDICO Y LA GENERACIÓN DEL DISCURSO ÉPICO
* 29 5. LO FORMULARIO ÉPICO Y LA CREACIÓN ORAL
* 30 6. CREACIÓN Y REFUNDICIÓN
* 31 7. LA ETAPA ÁGRAFA DE LA PRODUCCIÓN ÉPICA. RAÍCES DEL GÉNERO.
* 32 8. LA ESCUELA ÉPICA ESPAÑOLA
* 33 9. CARACTERES DE LA ÉPICA ESPAÑOLA. LA VERSIFICACIÓN.
* 34 10. CARACTERES DE LA ÉPICA ESPAÑOLA. TEMAS Y CONTENIDOS IDEOLÓGICOS
* 35 11. LA INTEGRACIÓN DE LA TEMÁTICA CAROLINGIA EN LA TRADICIÓN ÉPICA ESPAÑOLA
CAPÍTULO V: TEMA V: EL MIO CID
* 36 1. EL MANUSCRITO DE VIVAR Y LA GESTA
* 37 2. EL MIO CID, GESTA CABEZA DE SERIE
* 38 3. EL POETA DEL “MIO CID” ANTE LAS CONVENCIONES FORMALES DEL GÉNERO
* 39 4. EL POETA DEL “MIO CID” ANTE LAS CONVENCIONES TEMÁTICAS DEL GÉNERO
* 40 5. EL POETA DEL “MIO CID” ANTE LA MEMORIA DE LAS GESTAS HISTÓRICAS DE RODRIGO
* 41 6. LA “PASIÓN” COMO FUERZA REESTRUCTURADORA DE LA HISTORIA. INTENCIONALIDAD POLÍTICA DEL CANTO ÉPICO
* 42 7. ¿DESDE CUÁNDO SE CANTÓ EL MIO CID?
CAPÍTULO VI: TEMA VI. FORMACIÓN Y DESARROLLO DEL CICLO CIDIANO
* 43 1. LA CREACIÓN DEL PERSONAJE LITERARIO. EL MIO CID Y LAS PARTICIONES DEL REY DON FERNANDO
* 44 2. LAS RECREACIONES JUGLARESCAS Y EL PASADO DE RODRIGO
Diseño gráfico:
La Garduña ilustrada y retrokat.com
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