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Obras de Diego Catalán

40.- 10. LA CRÓNICA FRAGMENTARIA, VARIANTE ANOVELADA DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

40.- 10.  LA CRÓNICA FRAGMENTARIA, VARIANTE ANOVELADA DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

10.  LA CRÓNICA FRAGMENTARIA, VARIANTE ANOVELADA DE LA ESTORIA DE ESPAÑA. III LA HISTORIA DE LOS REYES GODOS ASTURIANOS EN EL CÓDICE REGIO ALFONSÍ Y EN LA TRADICIÓN MANUSCRITA.

      Un carácter muy distinto, que el de esta *Versión crítica de la Estoria de España, tiene otra rama de la Estoria de España de personalidad muy marcada, que, a falta de mejor nombre, seguiré llamando Crónica fragmentaria, según la bauticé en 1962176. En los primeros reyes asturianos sólo nos es conocida en el ms. Xx177.

      La Crónica fragmentaria de los reyes de Asturias y León comenzaba con el alzamiento del infante don Pelayo en Asturias (PCG, c. 564), esto es, allí donde el arzo­bispo toledano don Rodrigo daba principio al Libro IV de su Historia Gothica; pero la pérdida de los 5 folios iniciales178 del único manuscrito que conserva los primeros rei­nados nos priva de conocer el texto de cinco capítulos y medio179, hasta la frase (PCG, p. 324b27):

    "alaraues por conpañeros del rregno que gelo ayudasen a mantener a sus sobrinos fijos del Vlit...",

en la segunda mitad del capítulo referente al año 3º de Pelayo (PCG, c. 569).

      En el ms. Xx, la transcripción de la Crónica fragmentaria cesa al fin del reinado de Alfonso II el Casto (fol. mod. 101a), en el cap. LXXXII (equivalente a PCG, c. 627, pero muy diferente); desde aquí en adelante el manuscrito utiliza otra fuente180. Pero, según luego veremos, desde la segunda mitad del reinado de Alfonso II contamos con una pluralidad de manuscritos que reproducen esta misma Crónica fragmentaria181, y los nuevos representantes continúan la transcripción de ella más allá de la muerte de Alfonso II. Por esos manuscritos, B(b), X, V, U, sabemos que la Crónica fragmentaria concluía con la muerte de Ordoño II, allí donde don Rodrigo Ximénez de Rada acababa el Libro IV de su Historia Gothica182. La Crónica fragmentaria resulta así ser una refundición de la parte de la Estoria de España correspondiente al Libro IV del Tole­dano y nos es conocida en su totalidad con la sola excepción de los cinco capítulos y medio iniciales (correspondientes a los caps. 564-568 de PCG y a una parte del 569) que figurarían en los cinco folios iniciales perdidos del ms. Xx.

      La Crónica fragmentaria va de acuerdo, en el contenido y orden de la narración, con la tradición troncal de la Estoria de España hasta el año 2º de Fáfila (PCG, cap. 579). Su comienzo (perdido), en el punto en que el arzobispo iniciaba el Libro IV, la separa del ms. E1(orig) y la acerca, en cambio, a los mss. T, Y183. Luego, en sus variantes, no sólo se muestra independiente del códice regio alfonsí, cuyos errores no contiene184, si­no que coincide en sus peculiaridades con el ms. Y: ambos textos ofrecen lecciones in­novadoras en común185 y continúan utilizando la cronología reformada heredada de los cambios introducidos en el reinado de Rodrigo186 cuando los mss. T, G, etc. ya la han abandonado187. El ms. Xx no participa, sin embargo, de algún defecto en la transmisión del texto propio del ms. Y 188 y, en cambio, innova por su cuenta, al anteponer PCG, p. 331a9-21 inmediatamente detrás de 330a43 (antes de contar el comienzo del reinado de Alfonso I, PCG, p. 330b8-331a8), a fin de no separar el envío por el miramamolin de Mammen a España para deponer a Ahaytam y su llegada a ella, arreglo en el que no participa el ms. Y189.

      A partir de ese texto heredado de un antecesor común a los mss. Y y Xx, la Crónica fragmentaria construyó una versión muy novedosa de la Estoria de España, cuya per­sonalidad empieza a manifestarse en el ms. Xx hacia el final del breve reinado de Fáfila y a lo largo del de Alfonso I con la aparición de grandes pasajes ajenos al resto de la tradición manuscrita. Desde el primer momento, las adiciones se justifican con la cita de una fuente nueva:

    "Mas agora dexa la estoria a fablar desto vna gran pieça por contar de aquel linaje que vinieron Flores e Blanca Flor los mucho enamorados190.

    Cuenta Sigiberto en su Estoria que fizo de los Reyes moros que ouo en Africa que aseñorearon a España, que fue vno dellos este Ysca miramomelin e que ouo vn fijo que dixeron Fines..."191

      En adelante, el interpolador se limita a invocar el nombre del autor ("et segunt cuenta Sigiberto..."; "cuenta Sigiberto que..."; "cuenta Sigiberto en su estoria..."; etc.192) o alu­de a la materia de que la historia ocasionalmente trata ("segunt cuenta Sigiberto en su estoria que fizo de Flores e de Blanca Flor, dize que..."193). Alguna vez supone que "Si­giberto" escribió en árabe y que incluso fue testigo de lo que cuenta:

    "E dize Sigiberto, vn sabio que es[cre]uio esta estoria en arauigo, [que la] rrazon por que el rrey [fazi]a esta yda con Abduramen era por que las gentes e los pueblos de España lo conosçieren..."194;

    "E dize Segiberto, el que fizo esta estoria de Flores e de Blanca Flor, que fue natural de Cordoua e que se acerto y aquel día en Cordoua, que besaron la mano al rrey Flores syete mill caualleros de alaraues e bien mill e quinien­tos christianos que fueran en el Andaluzia e en el Algarbe bien dende el tiem­po que fuera vencido el rrey Rrodrigo quando perdieron los christianos la tierra, asi commo la Estoria de los godos lo cuenta..."195;

pero en otra ocasión presenta a "Sigiberto" como mero traductor del historiador árabe:

    "E segunt cuenta Sigiberto, vn sabio que saco esta estoria del fecho de Flo­res e de Blanca Flor de arauigo, diz que..."196,

cosa más natural, si se tiene en cuenta que el interpolador seguirá atribuyendo a "Sigiberto" la historia de Carlos Mainete, el biznieto del rey Fines (de cuya abdicación en Flores se dice más arriba haber sido testigo197):

    "Segunt cuenta Sigiberto en su estoria, dize que quando Carlos Maynete fue de hedat de quinze años..."198.

      La materia interpolada en la Estoria de España cuya presencia se autoriza con la Estoria de los reyes moros que ovo en Africa que aseñorearon España escrita o traduci­da por Sigiberto abarca, inicialmente, la historia de los dos fieles amantes Flores (hijo del rey Fines de Almería y sobrino de doña Sevilla) y Blancaflor (hija de la francesa cautiva Berta). Esa historia formaba ya parte de un ciclo de leyendas épico-novelescas carolingias que incluía, a continuación, la historia de Berta (la hija de Flores y Blan­caflor) y su ida a Francia a casarse con el rey Pepino, y la de Mainete (el hijo de Ber­ta y Pepino), el futuro emperador Carlos, [empalmada con la de La reina Sebilla calumniada y con la de la guerra de Sansueña]. Aunque los episodios de las moceda­des de Carlomagno que podrían ser pertinentes en una historia "de todos los fechos que fallar se pudieron" de España habían sido resumidos ya por los historiadores alfonsíes según otra versión del Mainete, todo lo ahora añadido por el interpolador desentona en la Estoria de España enormemente, tanto por el estilo de la prosa empleada como por la andadura fuertemente novelesca de las fábulas que se incorporan.

      Citaré sólo un ejemplo como muestra199:

    "E el ynfante, quando sopo que Blanca Flor era bjua, ouo tan grand ale­gría que non ha omne en el mundo que lo pudiese contar e dixo: A ty, Dios, sea loado, e pues bjua es Blanca Flor, non es logar tan esquiuo ni tan fuerte que la non vaya buscar, e non tornare aquí fasta que la traya comigo. Et el gran sabor que he destas nueuas me faze oluidar el grand pesar que auia en el mi coraçon. Et cierta mente muy mayor derecho fare en yr buscar a Blan­ca Flor que non fizo Paries quantos fechos cometio por Elena e los acabo fas­ta que la ouo, otrosy Tiramo por Tibris, Tristan por Yseo; et non creo que ninguna dellas puede llegar a la fermosura e a la beldat de Blanca Flor. E mas con rrazon lo deuo yo fazer que ninguno dellos e non ay al si non yr la bus­car aquen mar o allen mar fasta que la falle o punase en cobrar la. Et desque la ouiere, nunca omne tan buen fecho acabo commo yo nin tan grande. Des­pues que el infante Flores ouo dichas todas estas rrazones, con muy grand alegría que auie, echose a los pies de su padre e besóle las manos...".

      Lo muy disonantes que resultan, al leer la Crónica fragmentaria, los grandes bloques narrativos procedentes de las leyendas de Flores y Blancaflor, Berta, Mainete, [La reina Sebilla y Sansueña] en medio de los reinados de Fáfila, Alfonso el Católico, Fruela, Aurelio, Silo y Mauregato no debe hacernos pasar por alto la laboriosa crea­ción, por parte del interpolador, de un sin fin de lañas con que intenta acoplar los rela­tos épico-novelescos franceses al marco histórico que le proporcionaba la tradición troncal de la Estoria de España200.

      Desde un principio los dos personajes sarracenos más importantes del relato, el rey Fines de Almería y su hijo el infante Flores, son integrados, a través de su linaje, en la historia musulmana que los historiadores alfonsíes habían trazado apoyándose en los resúmenes de la Historia Arabum del arzobispo don Rodrigo: Fines es presentado co­mo un hijo de "Ysca miramomelin", a quien su padre casa "con vna su sobrina fija de Yzid su hermano"201, y cuando Ysca le otorga un reino "en España e non en otro logar" lo hace en vista del acuerdo de sucesión entre los dos hermanos, según el cual Ysca se­ría sucedido por un hijo de Yzid:

    "e yo te lo otorgo e fare a Abilit tu primo que te lo otorgue para en tu vida" 202.

 Los tres personajes, Yzid, Ysca y Alulit, y sus relaciones familiares y de poder proceden, indudablemente, de la Estoria de España que el interpolador manejaba (cfr. PCG, p. 328a11-17):

    "Et Yzit ... luego a la ora fue muerto e rreyno en pos del Ysca su hermano por mandado del veynte años, pero en tal manera que vn fijo de Yzid que auie nonbre Alulit e era mancebo pequeño que rreynase después del"203.

      La filiación de Fines no es un dato aislado, superpuesto al relato legendario, sino que afecta a la historia de Flores tal como se narra en la Crónica fragmentaria.

      En efecto, cuando el infante parte en busca de Blancaflor, vendida por el rey Fines a unos mercaderes, este rey, que ya se ha resignado a que su hijo actúe al dictado de su pasión amorosa, le instruye:

    "lo primero que te consejo e mando es que te vayas derecho a Ysca mira­momelin tu avelo, e si por aventura Blanca Flor fuere en el su rreyno, pue­des la cobrar mucho ayna, e sy non, con lo que yo te dare e con la ayuda que te fara tu ahuelo puedes yr la buscar mas salua mente"204.

De resultas, la primera etapa que se nos cuenta del viaje de Flores consiste en la visita al miramamolín, a quien se supone radicado en Berbería. Allí el infante es bien acogi­do por su abuelo, quien le apodera de tres mil caballeros y, después de averiguar que los mercaderes llevaron a Blancaflor "a la partida de Asia", le envía por mar "en el se­ñorío de Galifa de Egipto", no sin antes abrazarle y besarle205.

      Más adelante, cuando los dos amantes se reencuentran y el rey de Babilonia perdona a Flores el haber dormido con Blancaflor, la estancia del infante en la corte se interrumpirá:

    "por que le viniera mandado que la rreyna su madre era muerta et otrosi le dixeron commo eran muertos el miramolin su ahuelo e Vlit su tio e que el se­ñorío del inperio de Africa era en poder de omes estraños e el miramomelin que non era de su linaje, e otrosi le dixeron que su padre el rrey Fines que estaua en grandes guerras con los de la tierra..." 206,

y esas guerras en que está envuelto el padre se deben, según palabras del propio rey Fi­nes dirigidas a su hijo, a que:

    "despues de la muerte de Ysca mimamomelin tu ahuelo oue yo muchas con­tiendas con los rreyes que enbiaua aca, mas loado sea Dios nunca tan bien parado toue el rreyno commo agora e so señor de la çibdat de Cordoua e de todo el Algarbe e del Andaluzia..."207.

      Esta presencia de personajes de origen historiográfico en la narración legendaria tie­ne su paralelo en la intervención de los personajes "literarios" en episodios de la Estoria de España basados en la Historia Arabum.

      Son típicas de la Crónica fragmentaria aclaraciones como las que a continuación destaco en cursiva:

    "...enbio por rrey de España a vno que auie nombre Abderramen e rreyno tres años. Et Ysca mandole e defendiole que en el rreyno de Almería e en todo lo al que su fijo escogiera para sy que el non ouiese y que ver, mas que en to­do lo al fiziesse commo rey, e con tal condición lo enbio por rrey de España. Et este Aderramen era omne muy guerrero..."208 (cfr. PCG, p. 331b14-17);

    "Mas Abdarramen non lo quiso alborotar mucho e guisose muy bien e apo­derose e fue con grande hueste sobre Muños que se alçara. Enpero ante rrogo al rrey Fines, fijo de su señor, que fuese en su ayuda e el que yrie con el e que le cataria por señor commo era guisado. Et dize la estoria que com­mo [quier que] Fines era mançebo e tenie muy buena caualleria e muy bien guisado que [se] acogio luego a lo que le rroga[u]a Addurramen. E quando esto [oy]o Abdurrramen plogole mucho [per]o que metio mayor pena en [l]euar mas gente por que mas [g]uardado fuese el fijo de su señor commo quier que leuaua [e]l rrey Fines muy grand gen[te] e muy bien guisada. Et dize Sigiberto vn sabio que escriuio esta estoria en arauigo [que la] rrazon por que el rrey Fines [ ] a esta yda con Abdurramen era por que las gentes e los pueblos de España lo conosçiesen e sopiesen commo era fijo de Ysca miramomelin su señor. El rrey Fines mouio de su rregno de Almeria e Ab­durramen de Cordoua e fueron cercar a Munos en vn castillo a que dizen Çiritania..."209 (cfr. PCG, p. 331b32-36);

    "...los moros cortaron estonçe la cabeça de Muños por que yazie el cuerpo todo desfecho de la cayda e presentaron la al rrey Fines su señor e el man­do que la leuasen ante Abdurramen..."210 (cfr. PCG, p. 332a17-20);

    "...tomo aquella muger de aquel Muñoz por que era muy fermosa e presentola al rrey Fines fijo de su señor. El rrey Fines, pues que el pleito de Munos era librado, dexo aAbdurramen en aquella tierra, e el tornóse para Almeria su rreyno, ca el non pasara a España para andar en guerras ni para traba­jar su cuerpo si non para tenerse viçioso, pues que el auie quien le escusase del afán e del trabajo que ay en andar en huestes e en guerras. Mas agora dexa de fablar..."211 (cfr.PCG, 332a22-24).

      Este tipo de adiciones se repite a cada paso, según van viniendo a España reyes de Córdoba dependientes del califato de Oriente, tanto en tiempos de Ysca212, como en tiempos de Alulit el Fremoso, sobrino de Ysca, como después que Moroam mata a Ybraem el hermano de Alulit y se acaban los miramomelines emparentados con Fines.

      Como último ejemplo citaré la versión que da la Crónica fragmentaria del breve rei­nado de Toaba y su sucesión por Yuçaf Alhacrí (PCG, p. 336b49-337a), donde se anun­cian ya las condiciones que provocarán el fin de la tranquilidad de Fines en su retiro de Almería:

    "Otrosí ese año enbio el miramomelin por rrey de España a vno que auie nombre Toaba, que era omne muy fidalgo e grand guerrero, e enbiaualo a so­bre saludas contra el rrey Fines, que le dixeran que era el rrey Fines mucho sabio e muy entendido. Et el sopiera como Moraon matara a su primo Ybracam e se avie apoderado en la partida de Guadalqueuir e era señor della, de guisa que quando Toaba paso a España non oso venir por los puertos de Algezira nin de Tarifa, mas paso a España por los puertos de Alicante. Mas con todo eso non le duro el señorio nin la vida mas de vn año. En el XVIº, depues que Toaba fue muerto, enbiaron los omnes poderosos de los alaraues por rrey de España a vno que auie nombre Yuçaf Alchari e rreyno veynte e seys años, mas non ouo señorio en la partida de Guadalqueuir. Et esto fue quando andaua el año de los alaraues en çiento e veynt e ocho ( ) años del rreynado de Moroan"213 (cfr. PCG, pp. 336b49-337a8).

      Obviamente todas estas interpolaciones que hemos venido citando no recogen noticias de fuente alguna.

      La importancia de los amaños del refundidor cronístico crece cuando la leyenda de Flores y Blancaflor le obliga a hablar de la conversión de todos los reinos de Andalu­cía y el Algarbe al cristianismo siguiendo la de su rey Flores.

      En efecto, la leyenda de Flores y Blancaflor que acoge el cronista contaba que, en su periplo de vuelta, el infante va a parar a una isla próxima a Sansueña, en que sólo viven unos monjes de la orden de San Agustín, y que, estando en ella, Flores se con­vierte al cristianismo, pero que, vuelto a Andalucía, oculta su nueva fe hasta que mue­re su padre y hereda el reino. Sólo entonces hace pública su condición de cristiano y consigue la conversión masiva de sus subditos, tras lo cual

    "enbio sus mandaderos por mar al rrey don Fruela, e enbio con ellos la car­ta de creençia que le dieran el prior e los monges de la ysla del mar oçeano, la qual fazia fee de commo era christiano, et otrosi le enbio su carta en commo le enbiaua muy afincada mente a rrogar, que pues quesiera que fuese su hermano en la ley de Ihesu Christo, que le enbiase algunt obispo que rrestaurase las mesquitas de su rreyno..."214.

      Para integrar la figura legendaria de Flores, no sólo en la historia musulmana, sino en la cristiana, el interpolador concede un papel en la apoteosis final de la historia de los dos amantes Flores y Blancaflor al rey astur-leonés de turno, Fruela I (PCG, cap. 592), e incluso al papa contemporáneo, Paulo (que, según la Estoria de España, suce­de a Esteban en el primer año de Fruela, PCG, cap. 592)215. El relato en que esos per­sonajes históricos intervienen tampoco puede considerarse todo él basado en la fuente legendaria, pues varios de sus incidentes están inspirados en el contexto histórico.

      De pura invención cronística parece todo el relato216 referente a cómo los mensaje­ros de Flores "llegaron al rrey don Fruela, que le fallaron en Galizia", cómo el rey, al saber las nuevas, "alço las manos al cielo e bendixo e loo mucho el nombre de Ihesu Christo" y cómo, tras atender la petición de las cartas, remitió los mensajeros de Flo­res al Padre Santo. También debe carecer, en su mayor parte, de fuente el capítulo que sigue, aunque se inicie mediante la fórmula:

    "Cuenta la estoria que quando el papa Paulo vio los mensajeros del rrey Flores...",

pues si bien el legado del Papa tiene un nombre novelesco, "Guarin", cuando este le­gado va camino de Andalucía, se nos dice que se detuvo en León y que

    "luego que llego a la çibdat de Leon fizo y concilio e confirmo y el obispo que el rrey don Fruela le fiziera en Ouiedo. Desy fuese para Galizia e entro y en mar...",

recordando obviamente la noticia procedente de la Estoria de España (cfr. PCG, p. 337b45-49):

    "Este rrey don Fruela luego en comienço de su rregnado fuese para la çibdat de Ouiedo e torno y el obispado"217,

y una vez que llega a Córdoba, no sólo logrará la conversión de Gaydón, el maestro de Flores, sino que se preocupará de organizar los arzobispados y obispados de España en forma que no creo interesara a la fuente novelesca de origen francés218.

      La necesidad de crear un paréntesis cristiano en la historia de Córdoba y del Andalucía y el Algarbe en medio de los reinados históricos de Yūsuf al-Fiḥrī y cAbd al-Raḥmān I exige al cronista refundidor adaptar no sólo la historia a la leyenda, sino la leyenda a la historia. De ahí la proliferación de pasajes que no creo procedan de ninguna de sus dos fuentes: ni del manuscrito de la Estoria de España que utilizó como base, ni del ciclo de leyendas carolingias que intentaba acoplar en esa Estoria de España.

      Así se nos cuenta cómo

    "Yuçaf Alchari, que era rrey de España, ouo grand pesar, quando sopo que el rrey Flores con tantos de los moros eran christianos. [E] embiole rreptar e dezir, que, pues auie dexada la ley de Mahomad, que le dexasse la tierra e se fuesse para tierra de christianos, ca aquella tierra que el tenia que los rreyes moros de cuyo linaje el vinie con ayuda de Mahomad la ganaron..."219,

y que el conflicto se resuelve, finalmente, de modo favorable a Flores, pues

    "de guisa lo apremio que de ally adelante fue su vasallo e le dio parias cada año...".

      El fin de los califas o miramomelines omeyas y la muerte del usurpador Moroam se contaban en la Estoria de España como prólogo de la separación de España del señorío de los miramomelines de África y la creación del emirato independiente de Córdoba por cAbd al-Raḥmān I; pero el interpolador supone ahora que a la muerte de Moroam, antes de la llegada de Abderrahmen a España, la Europa musulmana se reparte entre cuatro re­yes: de Toledo (Hixen, llamado en "los cantares" Galafre, por confusión con su algua­cil), de Zaragoza (Abrahen, llamado en "los cantares" Bramante), de Burdel (anónimo) y de Tolosa (anónimo)220, reyes que luego reencontraremos en los episodios procedentes de la historia refundida del Mainete221. Pero la actuación de Flores contra los dos pri­meros de estos reyes, que se nos cuenta en la Crónica fragmentaria, no podía constar en la fuente legendaria, dada la presencia en el relato de datos como los siguientes:

    "Cuenta Sigiberto en su estoria que quando Yuçaf Alchari vio en commo se alçauan los moros de España en la tierra e fincaua el sin ningunt señorio, diz que enbio su mandado al rrey Flores en que le enbiaua demandar, que pues que el era su vasallo e le pechaua parias, que le rrogaua mucho que le viniese ayudar...";

    "Et en este logar dize la estoria, que entre tanto que Hixen enbio su man­dado a Çaragoça, que el rrey Flores enbio sus mandaderos otrosy al rrey Fruela que sacase su hueste contra Toledo, e que el del vn cabo e el del otro que ganarien las tierras de los moros...";

    "Et en todo esto el rrey Flores e Yuçaf Alchari eran ya sobre Consuegra, e tanto apremiaron a los moros, que tenían ya presa la villa e conbatian el cas­tillo. Mas quando Hixen e Abrahen lo sopieron, fizieron su abenençia con el [rrey] don Fruela e con el rrey Flores en tal manera que el rrey don Fruela ouiese sus parias cada año de Çaragoça e el rrey Flores de Toledo..."222.

      La relación entre Yuçaf y su "señor" Flores sobrevive, incluso, a la muerte de éste:

    "En este logar dize la estoria, que quando Yuçaf Alchari supo en commo el rrey Flores era muerto, que ouo ende muy grand pesar, ca mucho lo loaua en su coraçon por razón que le ayudaua contra los otros rreyes de España e le fiziera cobrar su señorio. Et de ally adelante ayudo a la rreyna Blanca Flor a defender su rreyno, e diole(s) sus parias..."223.

      La aparición en escena del príncipe omeya cAbd al-Raḥmān se dilata mediante una campaña militar de Flores contra Marruecos, que lo aleja de España:

      "Mas luego a pocos de días guiso -el rey Flores- muy grand flota e entro en las naues e paso a Africa por el estrecho de Caliz. Et luego en su llegada ganaron la villa de Zale e el castillo de Tanjer. Et era estonçe señor de Ma­rruecos vn moro del linaje de Aben Humeya que auie nombre Abdurramen... Et dize la estoria, que tan bueno fue aquel dia el rrey Flores en la fazienda, que non ouo y cauallero que tanto afan y leuasse, en guisa que Abdurramen fue vençido e siguiole el rrey Flores bien fasta cerca de Arauia...Et esto fizo el con ayuda de los otros christianos en la çibdat de Marruecos, e avn oy dia los ha y e llaman los Frafanes..."224.

Sólo después de la muerte de Flores y de Blancaflor osará Abderrahmen regresar a Ma­rruecos para intentar de allí pasar a España:

    "Cuenta la estoria que luego que Abdurramen Adalid sopo en commo eran muertos el rrey Flores e la rreyna Blanca Flor tornose de tierra de Arauia, do era foydo con miedo del rrey Flores asi commo la estoria lo ha contado, e vinose a tierra de Marruecos e conquirio la tierra, ca quando llego ya era muer­to don Gandifer ayo del rrey Flores que el auie dexado por adelantado de la tierra, et enbio a tierra de España vno de sus creedores que sopiesen e en­tendiesen la voluntad de los moros que y morauan..."225,

y con ello queda empalmada la historia en el punto en que dejó de seguir a la Estoria de España (cfr. PCG, p. 339a54-b5), dando paso a la confrontación directa de Yūsuf al-Fiḥrī con cAbd al-Raḥmān.

      Muerto Yuçaf, todavía cree el interpolador necesaria una última laña para justificar la desaparición total de la Andalucía cristiana creada por Flores y Blancaflor y, apro­vechando el prodigio de los tres soles, explica:

    "En este año otro si mando Abdurramen que en todo el rreyno del Andaluzia non fincase ningunt christiano, mas que todos se fuesen dende a los otros rreynos. Et esto fazie el por rrazon que auia y muchos, e por que non querie que morasen christianos do el morase"226.

      [Acabado el capítulo con la referencia al vacío de hechos pertenecientes a la Estoria "del tercero año fasta el dezeno del rreynado del rrey don Fruela" (como en PCG, c. 569, p. 340a18-20), el refundidor de la Crónica fragmentaria anuncia la materia si­guiente aclarando

    "...sino que fabla del rrey Pepino de Françia e de su fijo Carlos Maynete e de los otros dos sus fijos que fizo en la fija del ama".

Este anuncio nos basta ya para saber que, si bien la Estoria de España le proporciona­ba una versión de la expatriación de Carlos Mainete en Toledo, el refundidor no se va a constreñir al relato de su fuente principal, sino que seguirá teniendo presente el resu­men del Mainete que le proporcionaba el relato cíclico con que venía completando la Estoria. De ahí que introduzca la historia después de consignar, en el año 12º de Frue­la, la muerte del rey Pepino (según constaba en la Estoria de España, PCG, c. 599, p. 342a32-37) y no acepte que Carlos Mainete se expatriara en vida de su padre, como con­taba la Estoria de España:

    "...e el de Abdurramen rrey de Cordoua en dos, murio el rrey Pepino de Fran­cia e de Alemana, et esto fue antes que apoderase a Carlos su fijo en la tie­rra, et los [unos] dizen que de cayda de cauallo e los otros que de enfermedat; et otrosi despues la rreyna Berta poco visquió despues del. Et despues que ellos fueron muertos, el conde Morante de Rribera e Mayngote de Paris, que criauan a Carlos, fueron en grand cuyta, por que veyen los otros sus herma­nos nietos del ama mucho apoderados en las fortalezas de la tierra e que se tenien los grandes señores de la tierra con ellos por mucho auer que les die­ra su madre e su ahuela que ouieran del rrey Pepino...".

        De acuerdo con la nueva tradición del Mainete recogida en el relato cíclico, la Crónica fragmentaria va relatando, entreverándola en los reinados de Fruela I, Aurelio, Si­lo y Mauregato, la historia de la crianza de Mainete, los sucesos ocurridos en el juego de la tabla redonda con motivo de los votos del pavón, la huida de Mainete por conse­jo del conde Morante y de Mayngote de Paris a la tierra del duque de Vergoña a Gas­cona, junto al rey de Burdel, y, finalmente a Toledo donde gobierna el rey Hixen con su alguacil Galafre (rey que los cantares llaman con el nonbre del alguacil), el enamo­ramiento de la hija del rey moro toledano Halia (después llamada Sibilia Galiana), la batalla con el rey de Zaragoza Abrahan (llamado por los cantares Bramante), etc. La preferencia concedida a la historia cíclica, "segunt cuenta Sigiberto en su estoria", res­pecto a la Estoria de España se extiende a estos episodios de la estancia de Mainete en Toledo, que también relataba la compilación alfonsi; ello no es de extrañar, pues la nue­va narración contenía múltiples detalles novelescos que resultaban más del agrado del refundidor. Sólo excepcionalmente la Crónica fragmentaria acude al viejo relato de la Estoria de España para interpolar en su versión de la batalla con el rey de Zaragoza el encuentro de Mainete con su "primo coyrmano" Aynarte que yace malherido, reprodu­ciendo por un momento verbalmente el texto alfonsí (PCG, p. 341b3-10). Después de esta interpolación, la Crónica framegtaria continúa fiel a la narración de la historia cí­clica contando las incidencias de los amores de Mainete y la infanta y los recelos y con­sejos de Mayngote, hasta que Mainete regresa a Francia para enfrentarse con sus hermanastros los nietos del ama.

      Aunque la misión del conde Morante de llevar a la infanta mora a Paris se contaba en la Estoria de España según la vieja versión de la leyenda de Mainete, el refundidor de la Crónica fragmentaria recurrió a la variante que le proporcionaba la historia cí­clica, en que las peripecias de la huida desembocaban en la trama de la leyenda de Sebilia Galiana acusada de adulterio con el conde Morante. A su vez, la historia de la infanta mora convertida en esposa de Carlos empalma con un nuevo relato, cuando el rey de Toledo decide entregar su reino a su yerno:

    "...enbio sus cartas al rrey Carlos que se viniese a España e que le darie a To­ledo e a todo su rreyno. Et segunt la Estoria de los Rreyes de Françia, el que vinie a rreçebir la, quando fue en los puertos de España que llaman de Aspa, llego le mandado de commo Geteclin rrey de Sansueña, con grand gente de moros, que entrara en Alemaña e destruyera la çibdat de Coloña e matara el adelantado e al señor della e leuara la muger e la fija catiuas. E sobre esto ouo su consejo que se tornase, que mejor era de guardar lo que tenie guar­dado e ganado que non yr a lo que non auie. Et desi fuese Carlos Maynete para Sansueña e prisola e mato al rrey Geteclin, que era señor della, e caso a Baldouyn, vn su primo cormano, con la muger de aquel rrey, después que la fizo Christiana, e pusole nombre Sebilia, asi commo a su muger, e fizole señor de toda aquella tierra".

Este breve resumen recoge los hechos más salientes de la leyenda sobre la guerra de Sansueña, esto es de la Chanson des Saisnes o Guiteclin].

      El relato cíclico en prosa de la leyendas de Flores y Blancaflor, Berta, Mainete, [La reina Sebilia y Sansueña], incorporado a la Estoria de España por el formador de la Crónica fragmentaria, fue utilizado también por el compilador de la Gran conquista de Ultramar227, escrita durante el reinado de Sancho IV (1284-1295)228 y por su mandado229. [Una minuciosa confrontación del relato incluido en la Gran conquista de Ul­tramar y del interpolado en la familia de manuscritos de la Estoria de España que venimos estudiando me hizo desechar, en 1992230, la explicación más sencilla de la ca­si identidad de los fragmentos comunes a las dos narraciones, que consistiría en supo­ner que la versión más incompleta, propia de la Gran conquista, fuese una derivación de la versión más completa, contenida en la Crónica fragmentaria, y me llevó a prefe­rir la hipótesis de que el historiador de la cruzada alcanzó a conocer directamente la fuente legendaria, en prosa castellana, aprovechada por el interpolador de la Estoria de España231. Al dar preferencia a esta hipótesis, hube de aceptar que las substituciones erudito-cronísticas "Hixem" por "Galafre", "Halia" por "Galiana" y "Abrahen" por "Bramante" tuvieron un origen independiente y anterior al de los intentos realizados por el formador de la Crónica fragmentaria de armonizar la historia legendaria carolingia y el relato histórico heredado de la Estoria de España, dado que esas substitu­ciones eran comunes a ambos relatos: el de la Gran conquista y el de la Crónica fragmentaria 232. Esa fuente común posiblemente fue la *Grande estoria de los reyes moros que ovo en Africa que aseñorearon a España del maestro Sigiberto (Gilberto, Sujulberto) repetidamente citada en la Crónica fragmentaria, la Crónica de Castilla y la Gran Crónica de Alfonso XI 233.

      En cambio, la presencia en el Sumario de historia de España de tiempo de Enrique III (cuyo reinado se extiende de 1390 a 1406) de un extenso resumen de la historia de Pepino y Berta relacionado con esta versión cíclica de leyendas carolingias se explica sencillamente por el conocimiento de la propia Crónica fragmentaria234].

      Aparte de las interpolaciones relacionadas con el rey Fines, con su hijo Flores, con su nieta Berta y con su biznieto Mainete, la Crónica fragmentaria sólo añade en esta sección información ajena a la tradición troncal al tratar de las buenas obras de Alfon­so II el Casto. Después de seguir fielmente a la Estoria de España en el reinado de Vermudo el Diácono (PCG, caps. 607 a 611), y en los primeros capítulos del de Al­fonso II (PCG, caps. 612 y 613), reproduciendo un texto de la tradición troncal235 sin los errores particulares del mansucrito regio E1 y sus descendientes236, reforma de ma­nera muy curiosa lo que sigue. Por lo pronto, se salta el cap. 614 de PCG y anticipa, contra la estructura habitual de la Estoria de España, los sucesos del año 15º ocurridos en al-Andalus (cap. 615 de PCG) a los de la España cristiana; la reforma del orden es muy burda, pues es en el capítulo siguiente donde se detallan las sincronías de ese año 15º 237. En este capítulo pospuesto se nos da una versión de las buenas obras del rey Al­fonso muy discordante de la que figura en la tradición troncal (PCG, c. 614). Tras la cronología, el capítulo reformado cuenta:    

    "Començo a fazer este rrey don Alfonso vnos palaçios para sy en Ouiedo grandes e fermosos e muy fuertes. Et, depues que los ouo ençimados, establesçio luego que fuesse la silla del rreyno en la çibdat de Ouiedo. Et después deso fizo y a honrra de Dios e del su fijo Ihesu Christo vna noble iglesia e pusole nombre Sant Saluador. Et la fechura de aquella iglesia mando el fazer muy honrrada mente, commo aqui cuenta la estoria. Mas fue el ordenamento que el rrey don Alfonso y mando fazer non tan sola mente por sentido de omne, mas mente por Espiritu Santo de Dios que gelo metio en voluntad. Or­deno luego commo fiziesen a la diestra parte del altar de Sant Saluador seys altares en amor de los seys apostoles, et mando fazer a siniestro otros seys al­tares a honor de los otros seys apostoles. En pos esto mando fazer luego, al costado de la iglesia de Sant Saluador que se contenie con ella a parte de Setentrion, otra iglesia a [marajujlia a honrra de santa Maria madre de Dios e sienpre virgen, e esta fizo el obrar muy apuesta e mandole llamar Santa Ma­ria. Et en el costado de la iglesia de Santa Maria a Oçidente fizo vna capilla a honrra de sant Tirso grande e muy fermosa, en que metiesen los cuerpos de los rreyes que se y mandasen meter. Despues desto avn fizo este rrey Casto a cuesta desta iglesia de Santa Maria de parte de Setentrion otra iglesia en rremenbrança del bienauenturado sant Juan Bautista. En esta iglesia de Sant Iohan Bautista fue trasladaçion e aducho despues de muchos años, segunt cuenta la estoria, el cuerpo del bien auenturado martir sant Pelayo, que por el amor de Ihesu Christo e por la su santa ley tomo corona de martirio en la çib­dat de Cordoua en tienpo del rrey Abdurramen. Avn fizo fazer este onrrado rrey una iglesia a honrra de sant Miguell Arcangel, e es alta que suben por gradas a ella. Et en esta iglesia fizo después poner este rrey don Alfonso el arca de las rreliquias, asy commo la estoria lo contara adelante"238.

      Este pormenorizado relato de las construcciones del rey don Alfonso (que substitu­ye al de PCG, p. 348a10-42) aunque comienza apoyándose en el texto de la Estoria de España basado en la Historia Gothica del Toledano, se halla enriquecido recurriendo a Pelayo Ovetense, del que toma el dato "primus solium regni Oveto firmavit" y la des­cripción de las varias iglesias:

    "Basilicam igitur intra Ovetum, ut praemisimus sui regni solium in honore Salvatoris, ac Redemptoris nostri Jesu-Christi eleganti opere construxit, & ex inde specialiter ipsa Basilica S. Salvatoris est nuncupata Ecclesia. Adjecit non humano, sed potius divino hoc praemonstrante consilio, in parte ipsius principalis altaris dextra Apostolorum sena altaria, totidem positis Apostolorum aris in parte sinistra; adhaerentem ipsi S. Salvatoris Ecclesiae basilicam a parte septentrionali in honore Sanctae Mariae semper Virginis mirificam aedificavit, ubi in latere occidentali aedem ad Regum corpora credenda posuit, ubi ipse Rex gloriosus summa veneratione tumulatus quiescit. Subjungitur ipsi Ecclesiae Sanctae Mariae a parte septentrionali templum in memoria Beati Joannis Baptistae constitutum, in quo translatum est corpus Beati Pelagii Martyris post multorum discursus annorum, qui sub Rege Abdereiman Corduba in civitate subiit martyrium. Altari meridionali in ultima parte Ecclesiae S. Salvatoris, ubi ascensio fit per gradus, S. Michaelis Archangeli Ecclesiam Rex beatae memoriae posuit, ubi ob securitatem loci adhibitis tamen multiplicitate serrarum ferri archam gloriosissimam transtulit... Jam dietus Rex ad augmentum & sui decorem regni basilicam in honorem S. Martiris Tyrsi prope palatium condidit, cujus operis pulchritudo plus praesentes possunt mirari, quam scripto possit laudari".239

      A continuación, la Crónica fragmentaria (ms. Xx) pasa a contar pormenorizadamente, sin abrir un nuevo capítulo ni cambiar el año, el milagro de la Cruz de los Ángeles (PCG, c. 616). La introducción difiere de la que aparece en la tradición troncal:

    "Este rrey don Alfonso el Casto, estando en estas obras de piadat que fazie en la çibdat de Ouiedo, esto era en la postrimer semana de Quaresma, et seyendo el en sacrefiçios e en vigilias e en loores de Dios, vn dia, asi commo don Lucas de Tuy cuenta, estaua este rrey don Alfonso cuydando en su voluntad en commo mandarie fazer vna cruz muy noble para el altar de Sant Saluador. Et luego que lo ouo penssado, mando traer ante sy vna grant pieça de oro fino e muchas piedras preçiosas muy fermosas de grand vertud para fazer aquella cruz que auie pensado. Et el estando en aquella santa deuoçion, leuantose e entro a oyr misa..."

y también difieren los detalles del extenso relato240.

      El capítulo se cierra con la fórmula "Del quinzeno año deste rrey don Alfonso el Casto fasta el veynte e vno non fallamos cosa que de contar sea que a la estoria perte­nezca si non tanto que..." (apartándose de la tradición troncal que decía "Del diziseteno anno... fastal XXIº...") y con las noticias exteriores al reino asturiano que figuran unas en PCG, c. 616, pp. 349b46-350a8 y otras en PCG, c. 614, pp. 348b40-349a12. Tal ordenación supone el traslado de los sucesos correspondientes a esta última sección desde el año 15º al 18º; pero el arreglo se ha hecho muy descuidadamente ya que no se ha prestado atención a las consecuencias que ello tenía para las sincronías del imperio de Oriente y del carolingio (toda vez que no se altera la duración de los años de reina­do de Constantino, de Elena ni de Carlos). [En cambio, el arreglador se preocupó de aclarar aquí que Carlomagno tuvo de sobrenombre "Mainete" y que sus hijos Pepino y Loys  no los tuvo en Sibilia Galiana241]. A partir de esta sección del cap. 614 de PCG (pp. 348b40-349a12) el texto de la Crónica fragmentaria se conserva, además de en el ms. Xx, en el ms. B(b), pues el formador del prototipo de esta crónica, según luego di­remos, después de copiar hasta su conclusión el ms. C que le servía de base (hasta su última frase completa, esto es hasta PCG, p. 350a8), trató de empalmar la narración acudiendo a ese mismo pasaje en la Crónica fragmentaria242.

      A continuación se abre en la Crónica fragmentaria (mss. Xx, y B) un nuevo capítulo para tratar del Arca Santa de Oviedo. La extensa relación que sigue tiene poco en común con el pasaje correspondiente de la tradición troncal (PCG, c. 614, p. 348a43-b40). Tras una introducción, pasa a comparar el arca de que va a hablar con "otras dos santas arcas que ouo en el mundo", la de Noé y la del Viejo Testamento, de las que detalla su conte­nido y su significado o función243. Llegado, por fin, a tratar de "la terçera", explica dete­nidamente cómo "quiso nuestro señor Dios que se leuantase   e se descubriese en España et señalada mente en el Andaluzia". La versión que da del origen y vicisitudes del arca antes de su traslado a San Miguel por Alfonso II concuerda con la de Pelayo Oveten­se; pero la lista de reliquias se toma directamente y con gran fidelidad de la que daba es­te prelado244. Seguidamente, empalma con el texto de la tradición troncal, volviendo al locus criticus PCG, p. 348a20-38, fragmento continuado con PCG, p. 348b24-28.

      Esta versión expandida del origen y contenido del Arca Santa va seguida de los sucesos extra-leoneses ocurridos entre el año 15º y el año 21º, lo cual es bien sorprendente, ya que toda la primera parte de estas noticias se había ya incluido detrás del relato sobre la Cruz de los Angeles (PCG, pp. 349b43-350a8). [La repetición nos alerta respecto a la posible utilización por la Crónica fragmentaria de más de una versión de la Estoria de España, ya que el texto repetido, aunque muy similar una y otra vez, presenta pequeñas variantes. La utilización de un texto con un entronque diferente en la tradición manuscrita que el que anteriormente venía utilizándose se comprueba por el hecho de que en estos episodios re­formados (que tienen en común el ms. Xx y el ms. B) aparecen dos notables variantes que apartan a la Crónica fragmentaria de los mss. Y,T,G y de la Versión crítica y la vinculan, toda vez que se trata de errores en común, al ms. E2: "e llamaronle todos Carlos Agusto", en vez de "çesar e augusto" (T, G,Y y Versión crítica), en PCG, p. 349a4 y "que fuera obis­po de Çaragoça", por "de Cartagena", (T, G, Z, Min, Y y Versión crítica), en PCG, p. 350a21. Esta dependencia respecto al manuscrito E2 resulta más notable si tenemos en cuenta que en esos pasajes de los ms. Xx y B el texto es claramente heredero de las refor­mas propias de la Crónica fragmentaria y que en E2 la segunda de las variantes ocurre en los capítulos finales de Alfonso II adicionados en el s. XIV por la mano "segunda" (de que en seguida vamos a tratar). Es, en consecuencia, preciso admitir que en esta sección de la Crónica fragmentaria se utilizaron dos relatos heredados ambos de la tradición manuscri­ta de la Estoria de España y que aquel en que se introdujeron las novedades (el recurso a Pelayo y la larga adición sobre las tres arcas) derivaba del manuscrito E2 después que los cuadernos finales de E1(orig) fueran completados con E2(b) e integrados en E2(orig)].

Catalán, De la silva textual al taller historiográfico alfonsí (1997)

NOTAS

176  Utilicé esa denominación por primera vez en Catalán, De Alfonso X, pp. 155-161 y 176-177. Por entonces aún no conocía el ms. Xx. Sólo contaba con el testimonio de B(b), X, V, U.

177  Ms. 7583 de la Bibl. Nacional, Madrid. El primero en examinar este manuscrito fue J. Gómez Pé­rez. Trató de él ya en "Leyendas ciclo carol." (1963-64), pero sin revelar su signatura. Volvió nuevamente a hablar de él, esta vez identificándolo, en "Leyendas carolingias" (1966), pp. 125-130.

178  Según revela la antigua foliación (situada en el ángulo inferior izquierdo en el verso de los folios), que sobrevive en los fols. 5 y 8 (J. Gómez Pérez, "Leyendas carolingias", p. 125).

179  El primer folio conservado contiene parte del capítulo 6 del manuscrito.

180  D. Catalán, Gran Cr. Aº XI, I, p. 214, n. 76. Véase adelante, IV, § 3 y n. 102.

181  Trato detenidamente de este grupo de manuscritos en los §§ 11 y 12.

182 Catalán, De Alfonso X, p. 155.

183  Según indicamos en el § 3.

184  Así, en PCG, pp. 325a39, 326a17, 327a38 dice "Vrban" y no "Vrbera". Más adelante, en PCG, p. 334a36-38, no omite "et en contar el linaje onde los moros venieran; e por que el tenie bien su ley", según hacen el ms. E1(orig) y sus descendientes. Para otros casos posteriores, véase la n. 236.

185 El cap. 570 de PCG comienza en uno y otro manuscrito, después de la cronología, diciendo: "Quando oyeron dezir las gentes (yentes Y) fuxeran (fuxieran Y) e derramaran por muchos lugares por cuyta (coyta Y) de guardar sus vidas...". En PCG, p. 325b51-326a1  ambos remiten: "...por pleytesia que troxeron con los judios, asy commo lo cuenta la (en la Y) Estoria de los Godos, ca otra mente no la podrian tomar..."; en PCG, p. 326a9 aclaran: "...touieron el ofiçio e el vso de sant Ysidrio e de sant Leandre, asy commo lo vsaran en tienpo de los godos", y en PCG p. 326a14-17 reforman: "...temiendo su ley e guardando su fee fasta el tienpo del rrey don Alfonso el que gano a Toledo, ca este rrey don Alfonso gano del papa que es­te ofiçio de sant Ysidrio e de sant Leonarde no lo vsasen en España syno las dichas yglesias en la çibdat de Toledo". Seguidamente (según señalé ya en Catalán, Gr. Cr. Aº XI, 1976, p. 215, n. 79), omiten la ver­sión, desautorizada en la crónica, de que el arca de las reliquias fuera llevada a Asturias por el arzobispo Julian Pomer y el rey don Pelayo y de que en algún tiempo Sevilla tuviese la primacía de las iglesias de España (PCG, p. 326a47-b39).

186  Por tanto, el año 4º del reinado de Pelayo se fecha en 763 = 725, 10 de Leo y 5 de Carlos Martel; el 6º en 765 = 727 y 12 de Leo; el 7º en 766 = 728; etc. Véase atrás, § 3.

187 Según comentamos más arriba (§ 3), en los mss. T, G. etc. se produce una gran inconsecuencia cro­nológica, pues después de venir fechando, como Y, el año 4º y 5º del señorío de Pelayo en 758 = 720, Leo 5, Gregorio 7, Lotario 2, Ulit 9, alárabes 96 (sic) y en 759 [ = 721], Leo 6, Carlos 1, ahora en el año 1º del reinado utilizan la misma cronología que E1(orig): 757 = 719, León 6, Gregorio 9, Carlos 2, Ulit 11, alárabes 99, y se atienen a ella en adelante, separándose, por lo tanto, de la que ofrece el ms. Y.

188  Por ejemplo, en el ms. Y, se omite, por homoioteleuton, PCG, p. 326a23-26: "•••et de buena esperança. E otrossy en aquel tienpo fue en Seuilla el santo obispo Johan...", mientras el ms. Xx conserva bien: "e de buena esperança. Otro si en aquel tienpo era Frondoario obispo de Alçatana omne de buena vida e santa e de grand sabencia. En aquel tienpo otrosy fue en Seuilla el grande obispo san Johan ...".

189  El ms. Y conserva el orden de la tradición troncal.

190  El anuncio se sitúa al fin del capº XIIIIº del ms. Xx, que incluye, según hemos dicho, no sólo la ma­teria de PCG, cap. 578, sino también el final de PCG, cap. 580, anticipado aquí.

191  Cap. XVº del ms. Xx, todo él ajeno a la tradición troncal de la Estoria de España. Sólo tras él se in­cluye, en el XVIº, el primer año de Alfonso I, esto es la primera parte del cap. 580.

192  Ms. Xx, fols. mods. 5d, 6c, 8c, etc. [Véase para este dato y los siguientes, Catalán, La Estoria de España (1992), VII, §4].

193  Ms. Xx, f.13d.

194  Ms. Xx, f. 10v. Se trata de un pasaje que remonta a la Historia Arabum del arzobispo don Rodrigo (procedente, por lo tanto, de la Estoria de España, cfr. PCG, p. 331b35 y ss.), pero amañado en la Cróni­ca fragmentaria para hacer intervenir al rey Fines.

195  Ms. Xx, f. 45a. Materia ajena a la Versión concisa (el rey Fines cede su reino al rey Flores).

196  Ms. Xx, f. 8d.

197  En el pasaje a que se refiere la n. 195.

198 Ms. Xx, f. 66b.

199 Ms. Xx, f. 15c-d. [Ejemplos más extensos cito en Catalán, La Estoria de España (1992), cap. VII, § 4].

200 Labor del compilador de la crónica que no fue señalada por J. Gómez Pérez en los artículos citados en la n. 179 [y que comento rápidamente en Catalán, La Estoria de España, c. VII, § 4].

201  Ms. Xx, fols. 5v-6.

202  Ms. Xx, f. 6a.

203  Ms. Xx, f. 4a.

204  Ms. Xx, f. 16c.

205  Ms. Xx, fols. 17v-18.

206  Ms. Xx, f. 38c.

207  Ms. Xx, f. 43d.

208  Ms. Xx, f. 10b.

209  Ms. Xx, f. 10c.

210  Ms. Xx, f. 11a.

211  Ms. Xx, f. 11a-b

212  Por ejemplo, en PCG, p. 334a18-22, razona: "Ysca el miramomelin luego que sopo las enemigas que fazie en España, quisiera enbiar dezlr al rrey Fines su hijo que le prendiese e se fincase por rrey de toda España, mas pero por que se rreçelo que pesarle a Vlit su sobrino cuya tierra el tenia en encomienda por que apoderaua a sufijo en España enbio alla a otro que auie nombre Ocha Abenapaso que echase del rrey­no a Abdemelic e que rreynase el en su logar pero so tal condición que en el rreyno de Almeria que el die­ra al rrey Fines su fijo no ouiese el que ver ninguna cosa". Y en PCG, p. 335b26-31: "Quando Admelid, el rrey de Cordoua sopo en como vinien aquellos rreuelados guisose para yr al puerto de la mar e enbargarles la pasada si pudiese. Mas ouo su acuerdo de enbiar rrogar al rrey Fines de Almeria que le ayudasse contra aquellos que se alçaran contra el señorio de su padre. E el rrey Fines enbiole dezir que le plazie. Mas los otros moros de España, quando aquello uieron e entendieron, auiendo sabor de ayudar a Belgi, allegáronse todos en vno...". Téngase bien presente que el ms. Xx copió una hoja de su original fuera de lugar (abarca desde "donde era natural vn ome poderoso que auie nombre Belgi...", PCG, p. 335a20 hasta "...llego a Cordoua prisola e priso y a Addemelid e fizole fazer" PCG, p. 336a12), retrasándola desde su cap. XXX (PCG, c. 588) hasta en medio de su cap. XLIIIIº (PCG, c. 594). Las interpolaciones se habían ya hecho en un antígrafo bien ordenado; pero, al hacer el falso empalme, se introdujeron retoques para li­mar las inconsecuencias que saltaban más a la vista.

213  Ms. Xx, fols. 30v-31. El manuscrito salta de un "años" a otro, omitiendo "años dos" donde coloca­mos los paréntesis.

214 Ms. Xx, f. 45a-b.

215  La sucesión papal se basa en Sigebertus Gemblacensis, que, claro está, no relaciona a Paulo con Fruela I.

216 Ms. Xx, fols. 45v-46v.

217  Ms. Xx, f. 39c.

218  "E después desto esleyo dos arçobispos vno en Seuilla e otro en Bragana, e non fizo mas en toda la tierra de ocho obispados, e consagro la iglesia de Cordoua", ms. Xx, f. 46b.

219 Xx, f. 46b-c.

220 Xx, f. 48d.

221  Xx, fols. 69a-b.

222 Xx, f. 49b.

223 Xx, f. 55d.

224 Xx, f. 49c-d.

225  Xx, f. 61d.

226 Xx, f. 62c.

227  El relato figura en el ms. U (1920 Bibl. Nacional, Madrid, olim Q-420) de la Gran Conquista y en la ed. Salamanca: Hans Giesser, 1503. Ha sido tenido en cuenta por los estudiosos de la épica francesa desde tiempos de M. Milà i Fontanais, De la poesía heroïco-popular castellana, Barcelona: A. Verdaguer, 1874 (reed. en sus "Obras Completas", Barcelona: A. Verdaguer, 1896, pp. 337-340), siendo de fácil acceso a tra­vés de la edición de Pascual de Gayangos, La gran conquista de ultramar, BAE, XL1V, Madrid, 1858, pp. 175a26-185b24. [Pasado un siglo, Jacques Horrent, Les versions françaises et étrangères des Enfances de Charlemagne, Académie royale de Belgique. Mémoires de la classe des lettres, 2e serie, LXIV, fasc. 1, Bruxelles: Palais des Académies, 1979, sigue ignorando las primeras secciones de la Crónica fragmentaria que tanta luz arrojan acerca de la estructura de la obra cíclica utilizada por la Gran conquista de Ultramar].

228  La subscripción final del ms. R (1187 de la Bibl. Nacional, Madrid) de la Gran Conquista, en que se hace constar que la obra "mandola sacar de françes(es) en castellano el muy noble don Sancho, rrey de Castiella, de Toledo, de Leon, de Gallizia, de Seuilla, de Cordoua, de Murcia, de Jahen e del Algarue e sennor de Mollina, se[teno] rrey de los que fueron en Castiella e en Leon que ouieron assi nombre, fijo del muy noble rrey don Alfonsso el onzeno e de la muy noble rreina doña Yolant", es preferible a la del ms. P (1698 de la Bibl. de la Universidad de Salamanca) de fecha muy posterior. El numeral "seteno" es el que Sancho IV se aplica a sí mismo en muy diversas obras; también responde al cómputo tradicional el llamar a Alfonso el Sabio "onzeno". El códice R parece procedente del propio scriptorium de Sancho IV. [Véase Catalán, La Estoria de España (1992) cap. VII, n. 93. Las recientes disquisiciones semiológicas de Cris­tina González (1992) no merecen aquí consideración, pues nada sólidamente asentado aportan, pese al lla­mativo título con que se introduce la Gran conquista: "La tercera crónica de Alfonso X"].

229  En el f. 204v del ms. U el compilador, después de proporcionar noticia muy exacta de las fuentes utilizadas, explica: "ca yo (sigue blanco), que saque esta estoria de françes en castellano por mandado del rrey don Sancho, rrey de Castiella e de Leon, et ove [de] buscar por su mandado todos [los] libros que pud fallar que fab[lasen] de las conquistas de Vltramar [por] acordarlas en vno...".

230  [Catalán, La Estoria de España (1992), cap. VII, § 5].

231  [En favor de esa hipótesis hablan, entre otros, los siguientes datos: La Gran conquista de Ultramar atribuye a Berta el tener "cerrados" los dos dedos de los pies, mientras la Crónica fragmentaria transfie­re el defecto a la hija del ama; la Crónica fragmentaria reordena las acciones de la escena del descubri­miento de la impostura de la hija del ama para hacer los hechos más creíbles y añade en diversos puntos explicaciones desconocidas de la Gran conquista; la Gran conquista no contiene toda una serie de preci­siones de carácter cronológico incorporadas al relato de la Crónica fragmentaria y, asimismo, es ajena a los esfuerzos de la Crónica fragmentaria por explicar cómo al-Andalus y el Mogreb vuelven al estado his­tórico que había sido alterado por la conversión del rey Flores al cristianismo y por sus campañas en Afri­ca; el relato de la batalla de Mainete con el rey de Zaragoza de la Gran conquista de Ultramar no incluye el pasaje referente a Aynarte tomado verbatim por la Crónica fragmetaria de la Estoria de España (pasa­je que en La Estoria de España (1992), p. 172, n. 77 supuse suprimido en la Gran conquista por homoioteleuton, pero que ahora me parece una adición de la Crónica fragmentaria, dada su coincidencia palabra por palabra con el texto de la Estoria de España)].

232  [Catalán, La Estoria de España (1992), pp. 179-180].

233  [Véase el conjunto del cap. VII de Catalán, La Estoria de España (1992) dedicado todo él a "La Es­toria de los reyes moros que ovo en Africa que aseñorearon a España de Sigisberto y la Crónica frag­mentaria"].

234  [El Sumario se conserva en un manuscrito misceláneo, II-1313 de la Biblioteca de la Universidad de Salamanca (olim 2-J-5 de la Biblioteca de Palacio, Madrid). Fue descrito por Menéndez Pidal, Crón. generales3, 1919, p. 199. Para su dependencia respecto a la Crónica fragmentaria, véase Catalán, La Es­toria de España (1992), pp. 171-172 y nn. 71 y 72].

235  Según muestra, por ejemplo, en el cap. 610 de PCG la reducción a "quarenta mill" maravedis del quinto que recibió Yssem en la conquista de Narbona y Gerona (PCG, p. 346b24-25),  mientras la Versión crítica (mss. Ss, L, O-Sl, etc.) conserva bien la cifra que da en su cap. XX la Historia Arabum: "ut in quin­ta parte Issem suo Principi Morabetinorum XLV. millia provenerunt". Más importante es la conversión de los "annis XXVI, mensibus X, diebus XV" del reinado de Alhacam, que da la Historia Arabian (c. XXII) en "veynte años e nueue meses e quinze días", variante típica de la tradición troncal, en oposición a la Ver­sión crítica que conserva los 26 años de la fuente, pues la cifra variable influirá en las dos versiones en la colocación de los sucesos ocurridos en al-Andalus (cfr. atrás § 7).

236  El más llamativo es la omisión, entre palabras iguales (dos "Abdelmelic"), de una frase en el cap. 610 de PCG (p. 346b16-21). Donde el ms. Xx dice correctamente: "enbio el rrey Hixen de Cordoua a vn moro muy poderoso que auie nombre Adelmelid (con muy grand hueste a tierra de christianos que la des­truyese e que la quebrantase. Et Adelmelit) priso luego de esa vez a Narbona e a Gersonda..." (c. LXV), E1 omite lo destacado por mí entre paréntesis. La omisión propia de E1 pasó (a través del ms. C) a los mss. B, U,X, V, que siguen aún siendo aquí dependientes del texto regio. Otro defecto de E1(orig) y sus des­cendientes, es asignar una duración de "siete annos et nueue meses et quinze dias" al reinado de Hixem (PCG, p. 347b12-13), en vez de "annis VII, mensibus IX, diebus VIII", que daba la Historia Arabum, cap. XXII (mss. Compl., y Al.); el ms. Xx mantiene los "ocho dias" de la fuente (aunque yerra al consignar "seys años"). En ambos casos el ms. Y (al igual que los demás manuscritos independientes de E1) va con la fuente. También coincide el ms. Xx con V, T, etc., al conservar, en relación con este suceso, que Hixen "murio en Cordoua", palabras omitidas por el ms. E.

237 "Andados quinze años", 832 = 794, Costantin 7.

238 Ms. Xx, fols. 82r-v.

239 Véase M. Risco, España sagrada, XXXVII, Madrid: Blas Roman, 1789, p. 356. [Dado el origen del relato, hay que rechazar la colación con la Versión crítica sugerida por I. Fernández  Ordóñez, "La Versión crítica de la EE" (1989), p. 523, n. 141 y por Mª del M. de Bustos "La Crón. general vulgata" (1994), p. 185, n. 78, para explicar la presencia de la palabra "arcangel" en el sintagma "a honrra de Sant Miguell arcangel". Realmente, aunque no nos constara, como nos consta, el diverso origen de ella en una y otra crónica, sería inimaginable que se abordara una labor de colación para producir el resultado de identificar a San Miguel como arcángel].

240  Sirvan de ejemplo las siguientes frases: "Pero cuydando el rrey que eran omes malos, mandolos guardar que non leuasen el oro e las piedras. Entonçe asentose el rrey a yantar. Et, después que ouo yan­tado, fue ver los orebzes que auien labrado o sy les fallesçie alguna cosa de lo que auien menester. Et en llegando a la casa, ante que y llegassen, non cataron al si non que rresplandeçio a desora dentro en la ca­sa vna tan grant claridat que non podían ver nada dentro en la casa..."; "Et alli entendio el rrey don Al­fonso e quantos lo vieron que aquellos pelegrinos non fueran omes, mas que fueran angeles que nuestro señor Dios enbiara a este rrey don Alfonso el Casto para ayudarle a conplir las santidades e las buenas obras que el en su coraçon pensaua...".

241  Tanto en el ms. Xx como en el ms. B, al hablar del alzamiento por emperador de Carlos, se le llama "Carlos Maynete" y, al nombrar a su hijo Pepino, se aclara: "Et dize la estoria que por rrazon que Carlos non podia auer fijo en la rreyna Sibilia Galiana fiziera el a este Pepino en vna alta dueña de Ytalia, mas visquio poco tiempo. Et después de la muerte de Sibilia Galiana caso el enperador Carlos e ouo vn fijo que ouo nombre Loys que fue enperador despues, asy como la estoria lo contara adelante" (cfr., en efecto, el pasaje correspondiente a nuestra n. 285).

242  Según señalé en Catalán, De Alfonso X (1962), pp. 38-42; cfr. atrás c. II, §§ 2 y 5.

243  En el arca de Noe, detalla "las ocho almas" que con él fueron y "todas las animalias"; en la del Vie­jo Testamento, "las tablas en que nuestro señor Dios dio la ley escripta", "un baçyn de oro lleno de la mag­na", "la verga de Muysen e de Aharon su hermano e las vergas de los doze linajes", "vna de plata llena de agua que mano de la piedra de Oreb", etc. El arca de Noe es prefigurativa de la cruz: "por el madero de­lla nos dan los sanctos padres a entender el madero de la santa cruz en que nuestro señor Ihesu Crhisto muriendo el saluo de muerte a todo el linaje de los omnes e endereço la vida de aquellos que en el creen, ca asi commo aquella arca de Noe saluo de muerte a el e a sus fijos e a sus mugeres e a las animalias que con ellos y fueron, asy saluo..." etc.

244  Cfr. con el texto latino que cito más arriba, en las nn. 129 y 138, los siguientes ejemplos del texto de la Crónica fragmentaria. Cito por el ms. Xx y consigno las variantes del ms. B(b): "Ha vna anpolla de christal con de la sangre que sallio de nuestro señor Ihesu Christo en la su pasión. Esta (E esta B) anpolla, segunt que (omite B) lo cuenta la estoria, traxo la vn fiel christiano a la çibdat de Bericho para apremiar a los judios con ella et después fue metida en esta santa arca. Ally ha vna cruz de madero con vn cruçifixo que fizieron los judios en el costado commo firio (c. San B) Longino a nuestro señor Ihesu Christo e sallo sangre e agua por la ferida de (llaga que fizieron en B) aquel cruçifixo a la manera que sallo del (de aquel B) costado de nuestro señor Ihesu Christo para quebrantar e vençer la porfia de los judios que le cruçifi­caron. E ally vna parte del madero de la vera cruz de nuestro señor Ihesu Christo..."; "Ally ha del sepul­cro de ese (Sant B) Laçaro de que dize la estoria que es muy digna cosa de ser onrrada. Ally ha de la leche de santa Maria madre de Ihesu Christo en vna rredomilla (rr. de oro B). Ally ha otrosí de la vestidura de santa Maria sienpre virgen. Ally es la casulla que esta rreyna del çielo dio a sant Alifonso, arçobispo de Toledo, por las alabanças de su (de la su B) virginidat que el conpuso a honrra della. Asi (Allí B) son los escriptos por o los erejes Elindio e Jouiniano prinçipes de todas las eregias (hereg. fueron vençidas e sus heregias B) desfechas..."; "Ally ha vn pedaço (vna parte B) del pez asado e del panal de la miel que nues­tro señor Ihesu Christo comió (tomo B) después de la su pasión. Ally ha vna arqueta pequeña en que es­ta(n) encerrado el fierro de las cadenas en que estudo preso el bien auenturado sant Pedro apóstol..."; "Ally esta en la mayor (omite B) iglesia de sant Saluador vna de las seys tenajas en que nuestro señor Ihesu Ch­risto torno del agua vino, asi commo lo muestra la verdat del Euangelio...".

CAPÍTULOS ANTERIORES:

DE LA SILVA TEXTUAL AL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ. CÓDICES, CRÓNICAS, VERSIONES Y CUADERNOS DE TRABAJO.

1.- DE LA SILVA TEXTUAL AL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ. CÓDICES, CRÓNICAS, VERSIONES Y CUADERNOS DE TRABAJO

I. INTRODUCCIÓN. LAS CRÓNICAS GENERALES DE ESPAÑA HEREDERAS DE LA ESTORIA ALFONSÍ

*    2.- 1. LA SELVA TEXTUAL Y LA ERUDICIÓN PRE-PIDALINA

*    3. 2. DESLINDE Y CLASIFICACIÓN POR MENÉNDEZ PIDAL, A FINES DEL SIGLO XIX, DE LAS CRÓNICAS GENERALES DE ESPAÑA

*     4.- 3. REFORMAS EN LA CONSTRUCCIÓN PIDALINA

*   5.- 4. LOS CRÍTICOS FAVORABLES A LA PRIORIDAD DE LA "CRÓNICA DE VEINTE REYES": LANG, BABBITT Y GÓMEZ PÉREZ

*   6.- 5. LA APORTACIÓN DE LINDLEY CINTRA: LA CRÓNICA DE 1344 EXIGE ANTEDATAR LA ACTIVIDAD REFUNDIDORA

*    7.- 6. LA VUELTA AL MANUSCRITO

*    8.- 7. ANTES DE LAS «CRÓNICAS». IMPORTANCIA DE LAS VARIAS «VERSIONES» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

 II LA HISTORIA ANTIGUA DE ESPAÑA EN EL CÓDICE REGIO ALFONSÍ Y EN LA TRADICIÓN MANUSCRITA.

*    9.- 1. EL MANUSCRITO E1, CÓDICE DEL SCRIPTORIUM ALFONSÍ

10.- 2. LA HISTORIA GÓTICA NO SE INTERRUMPÍA CON LA INVASIÓN MUSULMANA

11.- 3. EL MANUSCRITO E1 (ORIG) NO ES DE FACTURA UNITARIA. EL «PRÓLOGO» Y EL NÚCLEO MÁS ANTIGUO DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

*    12.- 4. EL TESTIMONIO DE LA GENERAL ESTORIA

13.- 5. LA HISTORIA DE LOS PRIMEROS DOMINADORES DE ESPAÑA EN LA TRADICIÓN MANUSCRITA

*    14.- 6. ENTRONQUE DE LA VERSIÓN VULGAR CON LA TRADICIÓN TRONCAL EN LA HISTORIA DE LOS PRIMEROS DOMINADORES DE ESPAÑA

15.- 7. FACTURA DEL CÓDICE REGIO Y FRONTERAS ESTRUCTURALES EN LA HISTORIA IMPERIAL Y GÓTICA

*     16.- 8. LA TRADICIÓN MANUSCRITA EN LA HISTORIA IMPERIAL

17.- 9. LA TRADICIÓN MANUSCRITA EN LA HISTORIA DE LAS INVASIONES BÁRBARAS

*     18.- 10. LA TRADICIÓN MANUSCRITA EN LA HISTORIA GÓTICA HASTA EURICO

*     19.- 11. LA VERSIÓN VULGAR ADQUIERE PERSONALIDAD

*     20.- 12. LA REFORMA DE LA VERSIÓN CRÍTICA

*     21.- 13. DEFECTOS DEL CÓDICE ALFONSÍ Y DE LA VERSIÓN REGIA EN LA HISTORIA GÓTICA ANTERIOR A EURICO

*   22.- 14. LA TRADICIÓN MANUSCRITA DE LA VERSIÓN REGIA Y EL CÓDICE DEL SCRIPTORIUM ALFONSÍ EN LA HISTORIA GÓTICA HASTA EURICO

*     23.- 15. SINGULARIDAD DE LOS MSS. L Y *L’ EN EL REINADO DE EURICO

*   24.- 16. REORGANIZACIÓN DEL ÁRBOL TEXTUAL A PARTIR DEL REINADO DE ALARICO

*    25.- 17. LA PRIMITIVA VERSIÓN ANTERIOR A 1274 Y LA VERSIÓN ENMENDADA DESPUÉS DE 1274

*      26.- 18. LA VERSIÓN CRÍTICA REMONTA A 1282-84

27.- 19. LA TRADICIÓN TRONCAL, LA VERSIÓN REGIA Y EL CÓDICE DEL SCRIPTORIUM ALFONSÍ DESDE ALARICO A RODRIGO

*   28.- 20. PARENTESCO DE LAS VERSIONES REGIA Y ENMENDADA FRENTE A LA VERSIÓN CRÍTICA

*      29.- 21. LA VERSIÓN CRÍTICA CONOCIDA EN EL OCCIDENTE PENINSULAR

*     30.- 22. LA ELABORACIÓN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA A LA LUZ DE LA TRADICIÓN MANUSCRITA

III LA HISTORIA DE LOS REYES GODOS ASTURIANOS EN EL CÓDICE REGIO ALFONSÍ Y EN LA TRADICIÓN MANUSCRITA

*     31.- 1. EL MANUSCRITO DE LA CÁMARA DE ALFONSO X Y SUS DESCENDIENTES

*    32.- 2. REORGANIZACIÓN DEL ÁRBOL TEXTUAL DESPUÉS DE LA DESTRUCCIÓN DE ESPAÑA

*   33.- 3. EL LIBRO II DEL MANUSCRITO MANUELINO, REPRESENTANTE AUTÓNOMO DE LA TRADICIÓN TRONCAL

34.- 4. DEL «SEÑORÍO» AL «REINADO» DE PELAYO. POSIBLE FINAL DE LA VERSIÓN ENMENDADA DESPUÉS DE 1274

*   35.- 5. LA HISTORIA DE LOS REYES DE ASTURIAS EN LA VERSIÓN CRÍTICA

36.- 6. EL ENTRONQUE DE LA VERSIÓN CRÍTICA EN EL ÁRBOL TEXTUAL DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

*   37.- 7. DOS ESTRUCTURAS DE LA ESTORIA DE ESPAÑA EN CONFLICTO

*   38.- 8. LAS CUATRO RAMAS DE LA VERSIÓN CRÍTICA

*   39.- 9. LA VERSIÓN CRÍTICA EN GALICIA Y PORTUGAL

  Diseño gráfico:
 
La Garduña Ilustrada

Imagen:  triente  de Witiza,  Egitania.

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