92.- 5. TRADICIONALIZACIÓN DE LOS CONTRAFACTA «ESPIRITUALES»
5. TRADICIONALIZACIÓN DE LOS CONTRAFACTA «ESPIRITUALES». XI. EL ROMANCERO ESPIRITUAL EN LA TRADICIÓN ORAL (1985)
e los romances viejos y nuevos «aplicados a otro mejor sentido» que conocemos en impresos de los siglos XVI y XVII, sólo unos pocos consiguieron popularizarse, arraigar en la tradición oral e incorporarse al patrimonio cultural de los pueblos de habla hispánica. Algunos aún se siguen cantando o «rezando».
Entre los contrafacta de mayor difusión en la tradición oral se halla, sin duda, un romance de Juan López de Úbeda que pudríamos titular Quejas de la Magdalena (IGRH 0004.1), basado en el romance viejo de las Quejas de doña Urraca, la hija de Fernando I. Las versiones (fragmentos) de él recogidos en el Algarve, Douro y Trás-os-Montes (Portugal) y en Galicia, León, Zamora, Huesca, Cáceres, Μadríd, La Μancha, Andalucía y Canarias (España), se hallan plenamente tradicionalίzadas; pero su νinculación al arreglo «espiritual» del licenciado López de Úbeda me parece innegable. Compárese el comienzo del romance publicado en el siglo XVI 27:
— ¡Moriros quereys, mi Dios, vuestro padre el alma os aya,
mandastes las vuestras tierras a quien bien os agradara:
al ladrón distes la gloria, ésta fue la primer manda,
y heredero le hezistes de vuetra gloria sagrada,
y a San Juan, vuestro querido, dexastes la madre sancta;
distes la vista a Longinos, ésse que os dio la lançada.
Y a mí, porque soy mujer, no me encomendastes nada.—
El Señor buelve los ojos para conoscer quién habla.
.................................. .........................................
— Calles, calles Magdalena, y no digas tal palabra,
que allá en mi resurrección no te tengo yo olvidada,
.................................. .......................................
que ansí como en los dolores has sido la apassionada,
en el gusto y alegría has de ser aventajada...
con la versión recogida en Alcuéscar (Cáceres) 28:
Estaba la Madalena al pie de la cruz sentada,
contemplando los tormentos que Jesucristo pasaba:
—Morir querís, mi Señor, padre de toda mi alma,
qu’ habís hecho un testamento que a todo el mundo le agrada:
a Longinos distis vista, dando la cruel lanzada;
a San Miguel dais el peso, para que pese las almas;
a San Pedro dais las llaves, para que las puertas abra
cuando suban a los cielos los fieles a tus palabras;
a Santiago la bandera, defensor de las batallas
contra los perros judíos que tu nombre l’insultaban.
Y yo, como soy mujer, me quedo desheredada.
—Calla, calla, Madalena, que no te tengo olvidada,
en el reino de los cielos tengo una silla guardada,
que la perdió Lucifer por su soberbia [i]nhumana
y tύ, por la humildad, la silla tienes ganada.
A pesar de la distancia que separa a esta versión tradicional del romance espiritual de López de Úbeda, sería difícil que el motivo de la manda a Longinos hubiera surgido en dos actos independientes de trueque a lo divino. La dependencia del romance recogido en la tradición oral moderna respecto al contrafacta de Úbeda se confirma al leer en otra versión procedente de Granada el siguiente reparto 29:
Al ciego le disteis vista, al mudo le disteis habla,
al buen ladrón vuestra cruz, que fue la primera manda.
Y a mí, como soy mujer, me dejas desamparada,
verso central está claramente basado en uno de los del romance a lo divino del siglo XVI.
Sin embargo, el romance tradicional moderno, para enriquecer o reformar el romance espiritual de Úbeda, recurrió directamente al recuerdo del romance profano, del que tomó motivos y versos desechados en el arreglo literario del siglo XVI. Sirva de ejemplo de esta labor adicional de contrafactura un fragmento de la versión de Rascafría (Madrid) 30:
— A los ciegos los des luz y a los mudos los des habla.
Yo me iré por esos mundos como una mujer mundana
a comer hierbas del campo y agua si yo la encontrara.—
Vuelve Cristo la cabeza y a San Juan le preguntaba:
—¿Quién es esa señora que tan amargo me habla?
—Es tu hermana Madalena, vuestra querida y amada.
—Que allá en el rei [no] ’e los cielos hay una silla guardada.
En esta escena se recuerda la famosa amenaza de las versiones del siglo XVI:
Yrme he yo por essas tierras como una muger errada,
y la pregunta, incorporada por Martín Nucio en la segunda edición de su Cancionero de Romances, de Amberes 1550 31
Allí preguntara el rey: — ¿Quién es éssa que assí habla?—
Respondiera el arçobispo: —Vuestra hija doña Urraca,
motivos que Úbeda no había utilizado en su contrafactura. Pero los cantores del romance espiritual, para reforzar la contrahechura, no tuvieron que acudir a los impresos del siglo XVI, sino a la propia tradición oral del romance profano, donde uno y otro motivo aparecen remodelados en forma más semejante. En algunas versiones, de entre las pocas halladas en la tradición oral, de Zamora, de las islas portuguesas atlánticas, del Algarve (del siglo XIX) y de los gitanos de Cádiz y Sevilla 32, se dice, efectivamente:
— <Υo me voy por esos campos (-como cosa malparada 33
y, de otra parte:
— ¿Quién es aquella doncella que tanto se amarguraba?
—Es vuestra hija, el buen rey, vuestra hija doña Urraca 34.
Otro ejemplo de perduración de un romance a lo divino de autor conocido nos lo proporcionan las versiones modernas de El niño perdido y hallado en el templo (á-e) (IGRH 0605.1), basadas en la contrafactura realizada por Ledesma del romance de Lope de Vega «La diosa a quien sacrifica Samo y Cipro en mill altares». La triple relación entre el romance tradicional, el de Ledesma y el de Lope fue señalada en 1935 por María Goyri con ocasión del tricentenario del Fénix 35. El caso es evidente, pues Ledesma se esforzó en atribuir a la Virgen cada concepto originalmente referido a Venus, sin apartarse en nada de la estructura del romance lopesco, y por su parte, varias de las versiones tradicionales recuerdan bastante bien buena parte de los versos de Ledesma. Bastará confrontar los tres pasajes en que Venus y la Virgen preguntan por el Amor y por Jesús, dando sus señas:
— ¿Quién a visto un niño —diçe— perdido desde aier tarde
con unos cabellos de oro al mismo sol semejantes,
i, aunque cubiertos de un belo, ojos garços y süabes,
con unas flechas al hombro lo demás del cuerpo en carnes?
Tiene muy buenas palabras, aunque malas obras haze:
regala en la casa que entra, pero mata cuando sale,
cómese los coraçones porque es amigo de sangre
y de la ca[ç]a que mata es la parte que le cave.
................................ ................................
Las mugeres le responden: niño de tales señales
nunca le an bisto, ni cren que se perdiese tan grande...
(Lope) 36
¿Quién ha visto un niño —dize— perdido desde ayer tarde,
con unos cabellos de oro al mismo sol semejantes,
frente blanca y espaciosa, ojos rasgados y graves,
rostro modesto y alegre, condición blanda y suave?
Tiene amorosas palabras y divinas obras haze,
regala en la casa que entra, ¡mas ay della quando sale!
Come enteros coraçones, que como es el niño grande,
si no se le dan entero, no es possible que se harte.
.............................. ......................................
Unos y otros le responden que niño de señas tales
no le han visto y que holgarían que Dios se le deparasse.
(Ledesma) 37
A los que encuentra pregunta: — Señores, ¿si alguno sabe
de un niño que se ha perdido de mi compaña ayer tarde?
Lleva túnica morada, de Nazareno su traje,
lleva el sol en su carrillo y la luna en otra parte,
frente blanca y despaciosa, ojos rasgados y grandes.
— Señora, no le hemos visto, deseáramos hallarle;
por las señas que usted da, usted debe ser su madre,
que la dama que es hermosa más hermoso es lo que pare.
(tradición oral) 38
Sin embargo, entre el romance hoy cantado y el publicado en los Conceptos espirituales (1602) parece haber mediado un texto intermediario de carácter no popular. Las versiones modernas de León, Zamora, Burgos, Valladolid, Segovia, Huesca, La Mancha y Canarias que conozco coinciden en continuar la historia haciendo seguir la citada respuesta negativa de las mujeres por un informe dado a la Virgen por otra de ellas que dice haber acogido al niño Dios en su casa ofreciéndole cama donde pasar la noche.
El carácter «letrado» de esa refundición me parece probado por las versiones que mantienen el comienzo literario del romance 39, pues lo incrementan con versos de origen no tradicional:
Donde Ledesma escribió:
La princesa a quien la tierra reverencia en mil altares
va buscando sola y triste, por una y por otra parte,
al niño perdido Dios, que se le perdió al baxarse
de aquellas fiestas del templo tan públicas como graves,
esas versiones modernas más conservadoras dicen, poco más o menos 40:
La princesa de los cielos reverencia mil altares,
la Virgen a quien se humillan los ángeles celestiales,
aquella aurora divina que es del Paraíso madre,
[n]’aquellas fiestas del templo tan consagradas y grandes
anda buscando a su hijo, que se le perdió ayer tarde.
De nuevo vemos que las conexiones entre lo oral y lo escrito son más complejas que lo que inicialmente pudiera pensarse.
Diego Catalán: "Arte poética del romancero oral. Los textos abiertos de creación colectiva"
27 Vergel de 1582, f. 45ν.
28 Versión recogida por Rafael García Plata, no mucho antes de 31-X-1903.
29 Versión recogida por Manuel Gómez Moreno en 1908.
30 Dicha por María Marcos. Recogida por Ramón Menéndez Pidal en 1902.
31 Como es bien sabido, Martín Nucio completó y corrigió la edición sin año (1547-48) de su Cancionero de romances al preparar su segunda edición, creando, de resultas, versiones mixtas o facticias. El Cancionero de romances de Amberes, 1550, puede leerse en reedición moderna de A. Rodríguez Moñino (Madrid: Castalia, 1967).
32 Véase CGR 2, núm. 0004. La tradición romancística gitana de la bahía de Cádiz y Triana, muy independiente de la tradición «paya» andaluza, nos es conocida gracias a Estébanez Calderón, en el primer cuarto del siglo XIX, a Manrique de Lara, en el primer cuarto del siglo XX, y a Luis Suárez, en esta segunda mitad del siglo.
33 «Iré por el mundo alantre como cosa malparada» (Santa Cruz de los Cuérragos, Zamora); «Yo me voy por esos campos como la mujer mundana» (Sevilla: Juan José Niño).
34 En las versiones de Santa Cruz de los Cuérragos (Zamora) recogidas en 1910 (por Tomás Navarro Tomás) y en 1977 (por mí).
35 M. Goyri de Menéndez Pidal, «El Amor niño en el Romancero». Fénix. Revista del Tricentenario de Lope de Vega, 1635-1935, 6 (27-XII-1935), pp. 665-579.
36 Dado a conocer por María Goyri en el artículo citado en la n. 35, pp. 672-674. Texto incluido en el Cartapacio «de la mano y pluma de Jacinto López, Músico de su Magestad» (Madrid, 20 de enero de 1620), ms. 3915 de la Biblioteca Nacional, Madrid. Otra versión, con algunas variantes, en el ms. II-996 (olim 2-H-4) de la Biblioteca de Palacio. [También incluye una versión el Cancionero dassense, fol. 93r. Vide A. Restori, Rendiconti della Accad. dei Lincei. Classe di sc. mor. e filol., serie 5ª, XI (1902), pp. 99-136]. Cito por el ms. 3915, fols. 126-127. Prescindo de la confusión gráfica, propia de un «ceceoso», casa por caça, del ms. de Jacinto López. [El romance de Lope de Vega ha sido objeto, recientemente, de la atención de A. Alatorre, en las pp. 363-364 del artículo «Andanzas de Venus y Cupido en tiempos del romancero nuevo», Estudios... dedicados a M. Díaz Roig, México: El Colegio de México, 1992, pp. 337-390].
37 Conceptos espirituales de 1602, pp. 72-74.
38 Los versos citados pertenecen a una pluralidad de versiones. Con ligeras variaciones reaparecen en versiones de muy varias procedencias geográficas.
39 Otras versiones lo sustituyen por un comienzo más tradicional: «Camina la Virgen pura sola y con grandes pesares / en busca del niño Dios que se le perdió ayer tarde»; «Camina la Virgen pura por esta y por otra calle / en busca del su querido que se le perdió ayer tarde».
40 El comienzo citado se refleja, con mayor o menor exactitud, en versiones de Zamora, Burgos, Segovia, Huesca y Ciudad Real.
CAPÍTULOS ANTERIORES:
ADVERTENCIA Y PRÓLOGO
* 2.- A MODO DE PRÓLOGO. EL ROMANCERO TRADICIONAL MODERNO COMO GÉNERO CON AUTONOMÍA LITERARIA
I. EL MOTIVO Y LA VARIACIÓN EXPRESIVA EN LA TRANSMISIÓN TRADICIONAL DEL ROMANCERO (1959)
* 3.- I. EL MOTIVO Y LA VARIACIÓN EXPRESIVA EN LA TRANSMISIÓN TRADICIONAL DEL ROMANCERO (1959)
* 4.- II. EL «MOTIVO» Y LA «VARIACIÓN EXPRESIVA» SON OBRA COLECTIVA
* 5.- 3. LOS «MOTIVOS» Y LAS VARIACIONES DISCURSIVAS SE PROPAGAN DE VERSIÓN EN VERSIÓN
* 6.- 4. CADA MOTIVO Y CADA VARIACIÓN EXPRESIVA TIENEN UN ÁREA DE EXPANSIÓN PARTICULAR
II. MEMORIA E INVENCIÓN EN EL ROMANCERO DE TRADICIÓN ORAL. RESEÑA CRÍTICA DE PUBLICACIONES DE LOS AÑOS 60 (1970-1971)
* 8.- 1. INTRODUCCIÓN. RENOVADA ACTIVIDAD EN EL CAMPO DE INVESTIGACIÓN DEL ROMANCERO TRADICIONAL
* 9.- 2. MEMORIA Y CREACIÓN EN EL ROMANCERO SEFARDÍ
* 10.- 3. NUEVOS ESTUDIOS ACERCA DE LA CREACIÓN POÉTICA TRADICIONAL
* 11.- 4. EL ROMANCE COMO TRADICIÓN ESTRUCTURADA Y CΟΜO ESTRUCTURA TRADICIONAL
* 12.- 5. EL EJEMPLO DE EL MORO QUE RETA A VALENCIA
* 13.- 6. LA OBRA POÉTICA DEL AUTOR-LEGΙÓΝ
* 14.- 7. CAPACIDAD RETENTIVA, SELECTIVA E INVENTIVA DE LA TRADICIÓN ORAL MODERNA
* 15.- 8. LOS ESTUDIOS CUANTITATIVOS Y LA CREACIÓN COLECTIVA
* 16.- 9. ÉPICA O ROMANCERO. CONTINUIDAD TEMÁTICA Y DISCONTINUIDAD TIPOLÓGICA
* 17.- 10. EL ROMANCE TRADICIONAL Y LA REELABORACIÓN ORAL COLECTIVA
III. EL ROMANCE TRADICIONAL, UN SISTEMA ABIERTO (1971)
* 18.- III. EL ROMANCE TRADICIONAL, UN SISTEMA ABIERTO
* 19.- 1. EL ESTUDIO SINCRÓNICO
* 20.- 2. EL ESTUDIO DIACRÓNICO
* 22.- 4. NUEVAS CONSIDERACIONES ANTE EL CRECIMIENTO DEL CORPUS (1996)
IV POÉTICA Y MECANISMO REPRODUCTIVO DE UN ROMANCE. ANÁLISIS ELECTRÓNICO (1971-1973)
* 23.- IV POÉTICA Y MECANISMO REPRODUCTIVO DE UN ROMANCE. ANÁLISIS ELECTRÓNICO (1971-1973)
* 24.- 1. DEFINICIÓN DEL MODELO DE LENGUAJE OBJETO DE ESTUDIO
* 26.- 3. EL CORPUS: LAS VERSIONES DEL ROMANCE DE LA CONDESITA
* 27.- 4. LA CODIFICACIÓN DE LOS DATOS PRIMARIOS
* 28.- 5. DATOS INDUCIDOS: LA VARIACIÓN VERBAL EN CADA HEMISTIQUIO INVARIANT
* 29.- 6. ALGUNAS CONSIDERACIONES ACERCA DE LOS CAMBIOS LÉXICOS
* 30.- 7. OBSERVACIONES RESPECTO A LA CONSTRUCCIÓN VARIABLE DE LOS HEMISTIQUIOS ARQUETIPO
* 31.- 8. DATOS INDUCIDOS: OBSERVACIÓN DE LA VARIACION EN LA SINTAGMÁTICA NARRATIVA
* 32.- 9. DATOS INDUCIDOS: CAMBIOS EN LA FUNCIÓN NARRATIVA DE UN HEMISTIQUIO ARQUETIPO
* 33.- 10. RIQUEZA DE LOS DATOS INDUCIBLES
V. ANÁLISIS SEMIÓTICO DE ESTRUCTURAS ABIERTAS: EL MODELO «ROMANCERO» (1977)
* 34.- V. ANÁLISIS SEMIÓTICO DE ESTRUCTURAS ABIERTAS: EL MODELO «ROMANCERO» (1977)
* 35.- 1. LA ESTRUCTURA VERBAL
* 37.- 3. LA INTRIGA Y LA FÁBULA
* 38.- 4. LA FÁBULA Y LA ESTRUCTURA FUNCIONAL
* 39.- 5. LA «LECTURA» SINTAGMÁTICA ES INSUFICIENTE
VI. LOS MODOS DE PRODUCCIÓN Y «REPRODUCCIÓN» DEL TEXTO LITERARIO Y LA NOCIÓN DE APERTURA (1978)
* 40.- VI. LOS MODOS DE PRODUCCIÓN Y «REPRODUCCIÓN» DEL TEXTO LITERARIO Y LA NOCIÓN DE APERTURA
* 41.- 1. LA «APERTURA» DEL SIGNIFICANTE Y DEL SIGNIFICADO EN LAS OBRAS MEDIEVALES
* 43.- 3. LA «APERTURA» DE LA ESTRUCTURA VERBAL
* 44.- 4. LA «APERTURA» DEL DISCURSO POÉTICO
* 45.- 5. LA «APERTURA» DE LA ΙΝTRIGΑ
* 46.- 6. LA «ΑPERTURA» DE LA FÁBULA
* 47.- 7. LA «APERTURA» DEL MODELO FUNCIONAL
* 48.- 8. LA «APERTURA» DE LOS SIGNIFICADOS EN LOS VARIOS «NIVELES» DE ARTICULACIÓN DEL RELATO
* 49.- 9. EL MODELO DINÁMICO DEL ROMANCERO TRADICIONAL Y EL ESTUDIO DE LA LITERATURA MEDIEVAL
* VII. LA DESCRIPCIÓN DE MODELOS POÉTICOS DINÁMICOS EN EL CATÁLOGO GENERAL DEL ROMANCERO PAN-HISPÁNICO (1981)
* 51.- 2. CADA ROMANCE, DESCRIΤΟ EΝ UNA «ENTRADA» DEL CGR
* 52.- 3.«CAMPOS» DESCRIPTIVOS EN CADA «ENTRADA» DEL CGR
* 53.- 4. LA NARRACIÓN, SUBDIVIDIDA EN SECUENCIAS
* 54.- 5. VARIANTES DE INTRIGA
* 54.- 5. VARIANTES DE INTRIGA
* 55.- 6. VARIANTES EN LΑ FÁBULA
* 56.- 7. VARIANTES EN EL DISCURSO POÉTICO
* 57.- 8. EL CGR Y EL ESTUDIO DE LAS ESTRUCTURAS ABIERTAS DEL «LENGUAJE» DEL ROMANCERO
* 58.- 9. EL ESTUDIO SINCRÓNICO DE MODELOS DINÁMICOS
VIII. LA EXPERIENCIA DEL ACTO RECOLECTOR Y LA COΜΡΑRACΙÓΝ INTERTEXTUAL EN LOS ESTUDIOS DEL ROMANCERO (1983)
* 60.- 1. EL ROMANCERO, EΝ LA MEMORIA COLECTIVA. LOS TEXTOS DE TRANSMISIÓN ORAL COΜO OBJEΤO DE ESTUDIO
* 61.- 2. LA EXPERIENCIA DEL ACTO RECOLECTOR
* 62.- 3. LA COMPARACIÓN INTERTEXTUAL
IX EL ROMANCERO MEDIEVAL (1983)
* 64.- 1. SOBRE LA DOCUMENTACIÓN DE TEXTOS ORALES ANTIGUOS
* 65.- 2. LOS ROMANCES CANTADOS EN LA EDAD MEDIA Y SU INTEGRACIÓN EN LA LITERATURA ESCRITA
* 66.- 3. ESPINELO. LA VERSIÓN DE LA FLOR DE ENAMORADOS Y DE LA ROSA DE AMORES
* 67.- 4. «MENSAJE» Y «FÁBULA» DE ESPINELO EN LA VERSIÓN DEL SIGLO XVΙ
* 68.- 5. «FÁBULA» E «INTRIGA» DE ESPINELO EN LA VERSIÓN DEL SIGLO XVI
* 69.- 6. EL «MODELO NARRATIVO» DE ESPINELO EN LA VERSIÓN DEL SIGLO XVI. DESEQUILIBRIO ESTRUCTURAL
* 70.- 7. EL «DISCURSO» DE ESPINELO EN LA VERSIÓN DEL SIGLO XVI. ANOMALÍAS PROSÓDICAS
* 71.- 8. EL «DISCURSO» DE ESPINELO EN LA VERSIÓN DEL SIGLO XVI. LENGUAJE FIGURATIVO
* 72.- 9. LA TRANSMISIÓN DEL ROMANCE POR VÍA ESCRITA Y POR VÍA ORAL
* 73.- 10. EL ROMANCE ORAL MODERNO. SU PROSODIA
* 74.- 11. LA «FÁBULA» ANTE EL ANÁLISIS COMPARATISTA
* 76.- 13. LA «INTRIGA» EN EL ROMANCE ORAL
* 77.- 14. LA APERTURA DE LA «FÁBULA»
* 78.- 15. A MODO DE CONCLUSIÓN
X. LA DESCODIFICACIÓN DE LAS FÁBULAS ROMANCÍSTICAS (1983)
* 79.- 1. LOS ROMANCES, «EJEMPLOS» DE VIDA
* 80.- 2. SOLUCIONES VARIABLES ANTE UN INCESTO ENTRE HERMANOS
* 81.- 3. LA DONCELLA QUE DEFIENDE SU VIRGINIDAD: ¿VIRTUD EJEMPLAR O FATAL OCASIÓN?
* 83.- 5. LA IDEOLOGÍA DEL ROMANCERO TRADICIONAL NO ES CONFORMISTA
* 84.- 6. SUBVERSIÓN DE VALORES EN EL CURSO DE LA TRANSMISIÓN DE UN TEMA
* 86.- 8. EL ROMANCERO DE TRANSMISIÓN ORAL PERTENECE A LA LITERATURA MODERNA
XI. EL ROMANCERO ESPIRITUAL EN LA TRADICIÓN ORAL (1985)
* 87.- XI. EL ROMANCERO ESPIRITUAL EN LA TRADICIÓN ORAL (1985)
* 88.- 1. LOS ROMANCES «ESPIRITUALES» DE ÚBEDA
* 89.- 2. CONTRAFACTA «ESPIRITUALES» DE ROMANCES VIEJOS NO IMPRESOS
* 90.- 3. CONTRAFACTA «ESPIRITUALES» DE ROMANCES DE GERMANÍA
* 91.- 4. COΝTRAFΑCTΑ «ESPIRITUALES» DE ROMANCES NUEVOS
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