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Obras de Diego Catalán

33.- 13. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO

33.- 13. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO

13. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO. II. EL NUEVO LATÍN

      El latín nuevo había evolucionado bastante en su fonéti­ca, pero continuaba escribiéndose como en tiempo de Ci­cerón y de Virgilio. No se hizo en él una reforma ortográ­fica como las varias que se hicieron en cada una de las lenguas modernas, intentando poner de acuerdo la escri­tura con los cambios de la pronunciación.

      Las vocales habían sufrido durante los siglos del perío­do imperial un cambio profundo. El latín clásico, como las otras lenguas indoeuropeas antiguas, tenía un ritmo vocálico cuantitativo, pues distinguía una a breve y una a de doble duración, una e y una ee, etc.; pero esta diferencia cuantitativa se fue perdiendo en el latín nuevo, lo mismo que en las otras lenguas indoeuropeas, y la cantidad fue sustituida por una diferencia de timbre; el ritmo más rápi­do que la lengua fue adquiriendo sustituyó la longitud de la vocal por mayor tensión muscular articulatoria, y así las vocales largas se pronunciaron más cerradas, a diferencia de las breves más relajadas, más abiertas: una ō larga, ce­rrada, se vino a confundir con una ŭ breve, abierta, (flōre > flor, como bŭcca > boca); una ē larga vino a coincidir con una ĭ breve (arēna > arena, como pĭlu > pelo), de modo que el latín tardío vino a distinguir siete timbres de vocal /a/ę ẹ i/ǫ ọ u/en vez de los cinco que, tanto en las sílabas largas como en las breves, el latín clásico conocía 85. Posteriormente, en la mayor parte de la Romania 86 las dos vocales breves hechas abiertas tendieron a bimatizarse 87 con n comienzo más cerrado y un final más abierto ę > ẹ ę > ie, ǫ > ọǫ > uo (mĕtum) miedo, rŏtam > ruoda, rueda)88. Esta distinción de siete timbres vocálicos no se dio o no se mantuvo en todas las sílabas, ya que, junto a la sustitución del ritmo cuantitativo por la diferenciación cualitativa de las vocales se produjo el realce acentual de una sílaba tó­nica rodeada de sílabas inacentuadas. La distinción entre ę y ẹ (mĕtum > mętu >miedo y plēnum > plẹno y lleno) y entre ǫ y ọ (pŏrtam > pǫrta > puerta y vōcem > vọce > voz) se conservó sólo en sílabas acentuadas; en las inacen­tuadas se confundieron en e y o medias (sĕniore > señor, mēnsura > mesura, pĭscare > pescar; cŏlorem > co­lor, plōrare > llorar, sŭperbia > soberbia) y en la síla­ba final la ī y la ū tendían a indiferenciarse de la e y la o medias 89.

      La lengua poética se altera con este profundo cambio en la pronunciación. Cae por su base el verso cuantitativo de la poesía clásica y le sustituye otro verso rítmico, acentual y silábico. Los himnos de san Ambrosio y de Prudencio siguen fieles a la cantidad, pero en el Salmo Abecedario de san Agustín y en los Acrósticos de Comodiano se hallan los primeros ensayos de la nueva rítmica.

Diego Catalán: Historia de la Lengua Española de Ramón Menéndez Pidal (2005)

NOTAS

 

85  El sardo, por su aislamiento, conserva el sistema vocálico pri­mitivo de los cinco timbres únicos a, e (= ĕ, ē), i (= ĭ, ī), o (= ŏ, ō), u (= ŭ, ū) (Meyer-Lübke, Introducción a la lingüística románica (3ª ed., § 119, trad. A. Castro, 1926). El rumano distingue ĕ de ē, ĭ, como el español, el italiano y el francés, pero confunde ŏ y ō, a la vez que ŭ y ū, como el sardo (Meyer-Lübke, Gram., I, § 46 y 18). Por esto se ve que cuando se romanizó la Dacia (siglo II), las vocales palatales breves habían tomado ya el timbre nue­vo abierto, pero las vocales de la serie posterior, no: ĕ > ĕ˛,>ẹ̣̆ ; pero ŏ = ō, ŭ= ū, conservando las cuatro su timbre antiguo cerrado.

86  No diptongan el portugués, provenzal, catalán y una parte del siciliano (Meyer-Lübke, Introducción, pp. 219-220).

87  La bimatización extrema de ẹę, ọǫ en ie, uo sólo por rarísi­mo descuido de un grabador aparece testimoniada en alguna ins­cripción: poco antes de 120 d.C, en Roma (CIL, XV, 1118), se halla escrito Niepos (junto a Nepotis) el nombre de un es­clavo (nótese que la diptongación se da sólo en sílaba acentua­da) y en la época pagana imperial en Mauritania Cesariense (Argel) «Dieo sancto Saturno sacrum» (CIL, VIII, 9181); también en Mauritania del año 419 vobit, por obiit (Renier, Inscriptions romaines de l’Algerie). En Galia del Norte y el Piamonte, Genova y Emilia, también la ẹ y ọ se bimatizaban, pero en bimatización decreciente: ẹ > ei y ọ > ou (Meyer-Lübke, Gram., pp. 86 y 94), es decir, exagerando la cerrazón, aumentando la tensión en su segunda parte, al revés de la diptongación de las breves o abiertas, que es primero relajando la segunda parte y después haciendo más tensa la primera: ǫ > ọǫ > uo y, con ma­yor relajación final, ua ue. Pero nótese que las dos diptongaciones coinciden en exagerar el timbre fundamental en la parte segun­da de la articulación: las vocales cerradas, más cerradas en la parte segunda ei ou, y las vocales abiertas, más abiertas en la parte última ie, uo.

    Ello se debe a que estos cambios fonéticos no son por ne­gligencia articulatoria, sino como resultado de un énfasis ex­presivo.

88  Primitivamente cada sílaba tenía una importancia rítmica se­gún su longitud o brevedad, independiente del acento; en el latín nuevo la sílaba acentuada se hace centro rítmico de la palabra, al cual se subordinan todas las demás sílabas; las vocales inacentuadas tendrán un tratamiento distinto al de la vocal acen­tuada, cosa que no sucede ni en latín antiguo ni en griego ni en sánscrito (Meillet, Hist. Lot., p. 244).

89  Ya Quintiliano advierte que en la final de here (por herī  ’ayer’) ni se oye claramente e ni i, y observa que Livio escribía sibe y quase. No obstante, las lenguas románicas guardan recuerdo de la -ī final, la cual (a diferencia de la e y de la ĭ.) influye sobre la vocal acentuada cerrándola (en español sĭbī> si, frente a fĭde > fe; el imperativo vĕnī > ven, a diferencia de vĕnit > viene).

CAPÍTULOS ANTERIORES:

PARTE PRIMERA: DE IBERIA A HISPANIA
A. EL SOLAR Y SUS PRIMITIVOS POBLADORES

CAPÍTULO I. LA VOZ LEJANA DE LOS PUEBLOS SIN NOMBRE.

1.- 1.  LOS PRIMITIVOS POBLADORES Y SUS LENGUAS

2.- 2. INDICIOS DE UNA CIERTA UNIDAD LINGÜÍSTICA MEDITERRÁNEA

3.- 3. PUEBLOS HISPÁNICOS SIN NOMBRE; PIRENAICOS Y CAMÍTICOS

CAPÍTULO II. PUEBLOS PRERROMANOS, PREINDOEUROPEOS E INDOEUROPEOS

4.- 1. FUERZA EXPANSIVA DE LOS PUEBLOS DE CULTURA IBÉRICA

5.- 2. NAVEGACIÓN DE FENICIOS Y DE GRIEGOS EN ESPAÑA

6.- 3. LOS ÍBEROS Y LA IBERIZACIÓN DE ESPAÑA, PROVENZA Y AQUITANIA

7.- 4. FRATERNIDAD ÍBERO-LÍBICA

*   8.- 5. LOS LÍGURES O AMBRONES

*   9.- 6. LOS ILIRIOS

*   10.- 7. LOS CELTAS

*   11.- 8. «NOS CELTIS GENITOS ET EX IBERIS» (MARCIAL)

12.- 9. PERSISTENCIA DE LAS LENGUAS IN­DÍGENAS EN LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA

B. LAS HUELLAS DE LAS LENGUAS PRERROMANAS EN LA LENGUA ROMANCE

CAPÍTULO III. RESTOS DE LAS LENGUAS PRIMITIVAS EN EL ESPAÑOL

13.- 1. VOCABLOS DE LAS LENGUAS PRERRO­MANAS

14.- 2. SUFIJOS PRERROMANOS EN EL ESPAÑOL

15.- 3. LAS LENGUAS DE SUBSTRATO EN LA FONÉTICA ESPAÑOLA

16.- 4. RESUMEN DE LOS INFLUJOS DEL SUBSTRATO

PARTE SEGUNDA: LA HISPANIA  LATINA
A. LA COLONIZACIÓN ROMANA Y LA ROMANIZACIÓN

CAPÍTULO I. HISPANIA PROVINCIA ROMANA

* 17.- 1. CARTAGO Y ROMA. LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA Y SU EXPANSIÓN DESDE EL ESTE AL OESTE

18.- 2. LA ROMANIZACIÓN

19.- 3. ESPAÑA Y LA PROVINCIALIZACIÓN DEL IMPERIO

20.- 4. PREDOMINIO DEL ORIENTE. EL CRISTIANISMO

CAPÍTULO II. EL NUEVO LATÍN

21.- 1. ¿LATÍN VULGAR?

22.- 2. EL LATÍN NUEVO

23.- 3. INFLUJO DEL CRISTIANISMO

24.- 4. NEOLOGISMOS DEL VOCABULARIO DOCTO

25.- 5. NEOLOGISMOS DE ESTILÍSTICA COLEC­TIVA

26.- 6. ACEPCIONES NUEVAS

27.- 7. FRASEOLOGÍA

28.- 8. MÓVILES DEL NEOLOGISMO GRAMA­TICAL

29.- 9. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SINTAXIS DEL NOMBRE

30.- 10. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SIN­TAXIS DEL VERBO

31.- 11. PREPOSICIONES Y ADVERBIOS

32.- 12. COLOCACIÓN DE LAS PALABRAS

Diseño gráfico:
 
La Garduña Ilustrada

Imagen: letra O, siglo XVI

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