41.- 4. TRES ZONAS DE COLONIZACIÓN DE ESPAÑA
4. TRES ZONAS DE COLONIZACIÓN DE ESPAÑA. III. ESPAÑA EN LA ROMANIA
No podemos hablar del latín de España únicamente como un todo uniforme. Como ya hemos apuntado fue muy diverso el carácter del latín importado y diversa la intensidad de la romanización.
La sumisión de España al poder de Roma costó 200 años de guerra, y las ondas propagadoras del latín en esos siglos y en los sucesivos van de Sureste a Noroeste, lo mismo que la onda cultural más ostensible, la de la conquista militar. En las tres zonas que hemos distinguido para la conquista 29 percibimos bien una fuerte gradación descendente en la antigüedad y en la profundidad de la romanización si tomamos como índice el número de inscripciones (en su mayoría de la época imperial) con que cada una de esas zonas figura en el Corpus Inscriptionum Latinarum.
Según dijimos, la primera zona, la de la Bética y Levante (con la cuenca del Ebro hasta Caesar Augusta, Zaragoza), conquistada hacia el 200 a.C, recibe su latinidad desde tiempos primitivos, en los que el idioma despertaba perezosamente al cultivo literario por obra de escritores que no tenían el latín como lengua materna, Andrónico, Nervio, Plauto, Ennio. Es, pues, la porción de España que puede participar en la totalidad evolutiva del latín, al par de la metrópoli. De esta zona se conservan más de 3.000 inscripciones, sobre todo en Barcino (107 inscr.), Tarraco (454), Sagunto (183), Cartago Nova (127), Gades (207), Hispalis (106), Corduba (149) e Italica (85).
La segunda zona, la de las mesetas interiores de la Península (y toda la cuenca del Guadiana), sometida en el siglo II a.C., comienza a latinizarse, según dijimos, en época aún arcaica, de la literatura preclásica, cuando escriben Catón (que guerreó como cónsul a los íberos en 195) y Terencio. Conserva unas 1.700 inscripciones; de sus centros principales, sólo Emerita (159 inscr.) compite en número de lápidas con los de la zona primera; los demás ofrecen un número bastante menor: Turgalium (Trujillo, 56 inscr.), Caesarobriga (Talavera de la Reina, 81), Segobriga (Cabeza del Griego, Cuenca, 89 inscr.), Toleto (18), Segovia (49), Clunia (Coruña del Conde, 45), Lara (43).
La tercera zona, el triángulo del Noroeste a partir de una hipotenusa Leiria30-Santander, conserva sólo unas 770 inscripciones, y entre ellas están las más rudas y vulgares, mientras las de la zona primera son las más correctas. Sus ciudades principales son Legio VII (León, 92 inscr.), Bracara (Braga, 52), Asturica (Astorga, 50), Luco (32). Esta zona tercera empieza su completa romanización sólo en el último tercio del siglo I, en tiempo de la latinidad clásica y de la mayor gloria augústea, en tiempos de Cicerón, Virgilio, Horacio y Ovidio: así participó sólo en la evolución del latín imperial.
La primera zona, la más culta en tiempos ibéricos, la más largamente romanizada luego, es el solar donde se desarrollan más tarde el catalán y el aragonés, con los dialectos mozárabes de Valencia y Andalucía. Es la región más innovadora, la que recibe directamente los influjos neológicos, muchos de los cuales no pasan a las regiones del centro y del Noroeste.
La segunda zona, la del centro, es donde se produjeron las hablas mozárabes del Sur de Portugal y las del centro de la Península, y al Norte los dialectos navarro y castellano.
La zona del Noroeste es donde se desenvolvieron el gallego-portugués, el asturleonés y el castellano montañés de la Asturias de Santillana. Como esta zona no tiene idiomas vecinos más que por el Sureste, todas las influencias lingüísticas las recibe a través de la zona segunda; de ahí la enorme semejanza del gallego-portugués con el castellano, reafirmada constantemente a través de todas las épocas latinas y románicas. El mayor aislamiento de esta zona explica el que sea la más arcaizante de todas, a pesar de haber sido conquistada más tarde que las otras dos (nueva rectificación a la teoría de G. Gröber). Enseguida veremos cómo varias ondas lingüísticas, en su propagación de Este a Oeste, se extinguen antes de penetrar en este extremo occidental.
Las tres zonas de romanización, al estar relacionadas con el proceso de la conquista y sometimiento de los pueblos prerromanos, coinciden con la organización dada a la Península por los romanos. Los conventos jurídicos en que se subdividían las varias provincias nos permiten agrupar comarcas naturalmente relacionadas entre sí31 y sospechar que en función de esas agrupaciones pudo irse articulando dialectalmente la España romana 32, ya que cabe observar que algunas divisiones administrativas romanas del Norte peninsular convienen con fronteras lingüísticas aún hoy perdurable 33 (en el Sur no cabe hacer observaciones a causa de la Reconquista, con sus traslados de población Norte-Sur). Es un hecho que los cinco conventos del Norte vienen a ser los centros de los cinco grandes dialectos neo-latinos: el convento Tarraconensis es el solar del catalán (-valenciano); el convento Caesaraugustanus, del aragonés; el Cluniensis 34, del castellano; el Asturicensis, del astur-leonés, y el Lucensis con el Bracarensis, del gallego-portugués.
Es de advertir que las diócesis eclesiásticas se conformaron, en general, a los límites administrativos romanos, y que en el Occidente de la Península (no así en el Oriente 35) la vieja división en conventos subsistió durante toda la época imperial (así que el convento Asturicense fue después la diócesis de Astorga 36).
Diego Catalán: Historia de la Lengua Española de Ramón Menéndez Pidal (2005)
NOTAS
29 Véase arriba cap. I, § 1
30 La antigua Collippo.
31 Es lógico que se fundaran, en gran parte, sobre agrupaciones tributarias y políticas dependientes del pasado preerromano.
32 A falta, como estamos, de noticias concretas.
33 Esta coincidencia de los límites conventuales con divisiones lingüísticas posteriores no es, claro está, completa, ni es cosa necesaria para que se trate de hechos relacionables.
34 El convento Cluniensis incluía la Rioja Alta y no la Rioja Baja. Su límite oriental pasaba entre Vareia (Logroño), de los berones, y Calagurris (Calahorra), de los vascones (E. Albertini, Les divisions administratives de l’Espagne romaine, p. 100, nota 2).
35 Donde los conventos Cluniense, Cesaraugustano y Tarraconense fueron cercenados en su parte meridional para agregarlas al convento Cartaginense hecho Provincia aparte.
36 Es muy curioso observar cómo Hübner y Kiepert en su mapa del CIL, II, sin pensar en el dialecto leonés hablado en Miranda y Rionor trazan la línea del convento Asturicense incluyendo justamente estos dos extremos de Portugal. Se fundan en que Zoelae = Castro de Avellas pertenecía al convento Asturicense (véase Hübner, CIL, II, p. 362, 707 y 909). Sánchez-Albornoz (en Bol. Acad. Hist., XCV, 1929, p. 322) se excede al señalar todo el curso del río Sabor como límite occidental del convento Asturicense (invocando mi mapa en Orígenes, 1ª ed., p. 516, 3ª ed., p. 488, donde creo que sigo los de la diócesis de Astorga en el s. X, pero no considero como límite todo el río Sabor).
CAPÍTULOS ANTERIORES:
PARTE PRIMERA: DE IBERIA A HISPANIA
A. EL SOLAR Y SUS PRIMITIVOS POBLADORES
CAPÍTULO I. LA VOZ LEJANA DE LOS PUEBLOS SIN NOMBRE.
* 1.- 1. LOS PRIMITIVOS POBLADORES Y SUS LENGUAS
* 2.- 2. INDICIOS DE UNA CIERTA UNIDAD LINGÜÍSTICA MEDITERRÁNEA
* 3.- 3. PUEBLOS HISPÁNICOS SIN NOMBRE; PIRENAICOS Y CAMÍTICOS
CAPÍTULO II. PUEBLOS PRERROMANOS, PREINDOEUROPEOS E INDOEUROPEOS
* 4.- 1. FUERZA EXPANSIVA DE LOS PUEBLOS DE CULTURA IBÉRICA
* 5.- 2. NAVEGACIÓN DE FENICIOS Y DE GRIEGOS EN ESPAÑA
* 6.- 3. LOS ÍBEROS Y LA IBERIZACIÓN DE ESPAÑA, PROVENZA Y AQUITANIA
* 7.- 4. FRATERNIDAD ÍBERO-LÍBICA
* 8.- 5. LOS LÍGURES O AMBRONES
* 11.- 8. «NOS CELTIS GENITOS ET EX IBERIS» (MARCIAL)
* 12.- 9. PERSISTENCIA DE LAS LENGUAS INDÍGENAS EN LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA
B. LAS HUELLAS DE LAS LENGUAS PRERROMANAS EN LA LENGUA ROMANCE
CAPÍTULO III. RESTOS DE LAS LENGUAS PRIMITIVAS EN EL ESPAÑOL
* 13.- 1. VOCABLOS DE LAS LENGUAS PRERROMANAS
* 14.- 2. SUFIJOS PRERROMANOS EN EL ESPAÑOL
* 15.- 3. LAS LENGUAS DE SUBSTRATO EN LA FONÉTICA ESPAÑOLA
* 16.- 4. RESUMEN DE LOS INFLUJOS DEL SUBSTRATO
PARTE SEGUNDA: LA HISPANIA LATINA
A. LA COLONIZACIÓN ROMANA Y LA ROMANIZACIÓN
CAPÍTULO I. HISPANIA PROVINCIA ROMANA
* 17.- 1. CARTAGO Y ROMA. LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA Y SU EXPANSIÓN DESDE EL ESTE AL OESTE
* 19.- 3. ESPAÑA Y LA PROVINCIALIZACIÓN DEL IMPERIO
* 20.- 4. PREDOMINIO DEL ORIENTE. EL CRISTIANISMO
CAPÍTULO II. EL NUEVO LATÍN
* 23.- 3. INFLUJO DEL CRISTIANISMO
* 24.- 4. NEOLOGISMOS DEL VOCABULARIO DOCTO
* 25.- 5. NEOLOGISMOS DE ESTILÍSTICA COLECTIVA
* 28.- 8. MÓVILES DEL NEOLOGISMO GRAMATICAL
* 29.- 9. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SINTAXIS DEL NOMBRE
* 30.- 10. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SINTAXIS DEL VERBO
* 31.- 11. PREPOSICIONES Y ADVERBIOS
* 32.- 12. COLOCACIÓN DE LAS PALABRAS
* 33.- 13. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO
* 34.- 14. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA CONSONÁNTICO
* 35.- 15. OTRAS SIMPLIFICACIONES FONÉTICAS
* 36.- 16. LARGA LUCHA ENTRE INNOVACIÓN Y PURISMO
B. EL LATÍN DE HISPANIA
CAPÍTULO III. ESPAÑA EN LA ROMANIA
* 39.- 2. CAUSAS DEL DIALECTALISMO ROMÁNICO
* 40.- 3. ROMANIA OCCIDENTAL, ROMANIA MERIDIONAL
Diseño gráfico:
La Garduña Ilustrada
Imagen: letra F, siglo XVI
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