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Obras de Diego Catalán

34.- 14. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA CONSO­NÁNTICO

34.- 14. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA CONSO­NÁNTICO

14. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA CONSO­NÁNTICO. II. EL NUEVO LATÍN.

      Respecto a las consonantes, la nueva pronunciación del latín en el siglo V se distinguía por la creación de varias prepalatales. La causa de esta evolución es también el rit­mo más rápido que la lengua adquiere. En razón de esa rapidez, la i o la e seguida de otra vocal deja de formar sílaba independiente 90: no se articula ya mulĭ-ĕ-re, sino mu-lĭé-re, dejando la i de ser vocal para hacerse semiconsonante, y su cerrazón palatal palatalizó la l 91: prov. molher, port, mulher, gall, muller (después, leonés muyer, cast, mujer). Lo mis­mo aranea se silabeó a-ra-nia, de donde esp. araña, ital. aragna, etc. Tenemos aquí dos extrañas consonantes   y ñ que, como notaba Nebrija, faltan, no sólo al latín clásico sino al griego, hebreo y al árabe. Igual palatalización ocu­rre con otras consonantes: cortĭcĕa no se silabeó kor-ti-ke-a, sino , y se palatalizó en  de donde el esp. corteza, ital. corteccia, etc.; ra-ti-o-ne se silabeó y la t se palatalizó, esp. razón, port, razão, etc. 92. La sibi­lante de era algo diversa de la de , a pesar de muchas confusiones que se cometen en los siglos III y IV 93, pues el italiano las distingue 94, a diferencia del español que, ya según Nebrija, las confundía 95. En las sonoras, y vi­nieron a pronunciarse como una africada dz o ŷ o como simple fricativa y; hodie se escribe en alguna inscripción oze, esto es, hože, hoye, esp. hoy, port, hoje, ital. oggi, etc.96. En español prevaleció la fricativa: podium > poyo, fagea > haya; pero quedó africada tras consonante: hordeŏlu > orçuelo, verecundia > vergüença 97. Todas las citadas son consonantes dentales o velares del latín clásico que se palatalizan atraídas en la pronunciación rápida hacia el punto de articulación de la semiconsonante puesto que ésta se halla en medio de la articulación velar y de la den­tal.

      Análogamente a lo ocurrido con la i o la e seguidas de otra vocal, la u en hiato tendió a perder su carácter silábi­co, así el Appendix Probi advierte «vacua non v aqua», esto es ’va-ku-a no . También la velar c ante e o ante i se atrajo a la pronunciación palatal de la vocal; pace dejó de pronunciarse pake, ya en una inscripción del año 383 aparece in paθe, y otras veces paze, de donde el esp. y port, paz, prov. patz 98. Y anterior es la palatalización de la velar sonora g ante e, o ante i, confundida con j: genuarius, septuazinta en inscripción española de 566 99, que llegaba a perderse confundida con la vocal palatal si­guiente 100.

      En conclusión, el latín nuevo formó varias consonantes prepalatales, articulación desconocida al latín clásico, con­tinuada en el sistema fónico de las lenguas romances: la lateral  (palea > gallego palla); la nasal ñ (vinea > esp. viña) la africada sorda ĉ, ts, primero palatal, después den­tal (florescit > esp. floreçe, dulcis > esp. dulçe); la fri­cativa sorda š (dixi > esp. dixe dije; axis > exe eje) con la correspondiente sonora ž o y (radia > raya; iam > ya).

Diego Catalán: Historia de la Lengua Española de Ramón Menéndez Pidal (2005)

NOTAS

90 En Ennio y Plauto, lo mismo que en Horacio o Virgilio, la i podía perder su carácter silábico, pronunciándose dormio, vindemiator:  Lucrecio usa deorsum, y en el siglo III d.C. la e en hiato era corrientemente una semiconsonante, por lo que Appendix Probi corrige  «vinea non vinia, cavea non cavia,  lancea  non lancia, pelearium non peliarium», en una inscripción oficial de Mallorca, del año 6 d.C., se escribe Baliarum (Carnoy, Latin d’Espagne, p. 38).

91 En inscripciones imperiales se halla Aureia, Corneius, fiios  que   parecen representar   esa   articulación palatal (Grandgent, Lat. Vulg., § 274).

92  Crescentsianus inscripción de 140 d. C.; Marsianesses por Martianenses, en una inscripción de la Bética, siglo III; Servio, hacia 400, dice que ti seguido de vocal, lo mismo que di, se pronuncian con silbido «in sibilum transeunt» (Grandgent, Lat. Vulg., § 277). Por otra parte, se halla Μαρσιανος por Marcianus, año 225; judigsium en inscripción española del siglo VI.

93  Mendatium, justicia, etc.

94  Titione > tizzone, uitiu > vezzo, iustitia > giustezza, acutiare > aguzzare, tristitia > tristezza, puteau > pozzo; frente a aciariu > acciaio, setaceu > staccio, *cortĭcea > corteccia, minacia > minaccia, laq(u)eu > laccio, ericiu > riccio.

95  Tizón, vezo, tristeza, aguzar, pozo igual que azero, corteza, ame­naza, lazo, erizo (Menéndez Pidal, Gram, hist., § 534).

96  Las cacografías análogas abundan: zaconus por diaconus, zunior por iunior. A fines del s. IV, Servio, co­mentando las Georgicas advierte que Media debe pronunciarse «sine sibilo» ’sin silbido’ y da la razón «porque es un nom­bre griego» (Grandgent, Lat. Vulg., § 272). Por ultracorrección, en una inscripción española del año 612 aparece la cacografía baptidiatus en vez de baptizatus, y esta confusión de la z griega con la consonante africada o fricativa procedente de di es el origen del ant. esp. batear, catalán batejar, ant. fr. batoyer.

97  En italiano también: orzo, pranzo (< prandiu).

98  Pronunciándose como africada, de forma que pudo escribirse con la grafía tc: intcitamento (Mohl, Chronologie, p. 290), o con s: fesit (Grandgent, Lat.  Vulg., § 260).

99  Carnoy, Latin d’Espagne, p.  156.

100  «Calcostegis, non calcosteis», Appendix Probi, sien­do corriente en todo el Imperio maester por magĭster, reina por regina (Grandgent, Lat. Vulg., f. 260), sexa(g)inta, ru(g)itu (Menéndez Pidal, Gram. Hist., § 43, 1).

CAPÍTULOS ANTERIORES:

PARTE PRIMERA: DE IBERIA A HISPANIA
A. EL SOLAR Y SUS PRIMITIVOS POBLADORES

CAPÍTULO I. LA VOZ LEJANA DE LOS PUEBLOS SIN NOMBRE.

1.- 1.  LOS PRIMITIVOS POBLADORES Y SUS LENGUAS

2.- 2. INDICIOS DE UNA CIERTA UNIDAD LINGÜÍSTICA MEDITERRÁNEA

3.- 3. PUEBLOS HISPÁNICOS SIN NOMBRE; PIRENAICOS Y CAMÍTICOS

CAPÍTULO II. PUEBLOS PRERROMANOS, PREINDOEUROPEOS E INDOEUROPEOS

4.- 1. FUERZA EXPANSIVA DE LOS PUEBLOS DE CULTURA IBÉRICA

5.- 2. NAVEGACIÓN DE FENICIOS Y DE GRIEGOS EN ESPAÑA

6.- 3. LOS ÍBEROS Y LA IBERIZACIÓN DE ESPAÑA, PROVENZA Y AQUITANIA

7.- 4. FRATERNIDAD ÍBERO-LÍBICA

*   8.- 5. LOS LÍGURES O AMBRONES

*   9.- 6. LOS ILIRIOS

*   10.- 7. LOS CELTAS

*   11.- 8. «NOS CELTIS GENITOS ET EX IBERIS» (MARCIAL)

12.- 9. PERSISTENCIA DE LAS LENGUAS IN­DÍGENAS EN LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA

B. LAS HUELLAS DE LAS LENGUAS PRERROMANAS EN LA LENGUA ROMANCE

CAPÍTULO III. RESTOS DE LAS LENGUAS PRIMITIVAS EN EL ESPAÑOL

13.- 1. VOCABLOS DE LAS LENGUAS PRERRO­MANAS

14.- 2. SUFIJOS PRERROMANOS EN EL ESPAÑOL

15.- 3. LAS LENGUAS DE SUBSTRATO EN LA FONÉTICA ESPAÑOLA

16.- 4. RESUMEN DE LOS INFLUJOS DEL SUBSTRATO

PARTE SEGUNDA: LA HISPANIA  LATINA
A. LA COLONIZACIÓN ROMANA Y LA ROMANIZACIÓN

CAPÍTULO I. HISPANIA PROVINCIA ROMANA

* 17.- 1. CARTAGO Y ROMA. LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA Y SU EXPANSIÓN DESDE EL ESTE AL OESTE

18.- 2. LA ROMANIZACIÓN

19.- 3. ESPAÑA Y LA PROVINCIALIZACIÓN DEL IMPERIO

20.- 4. PREDOMINIO DEL ORIENTE. EL CRISTIANISMO

CAPÍTULO II. EL NUEVO LATÍN

21.- 1. ¿LATÍN VULGAR?

22.- 2. EL LATÍN NUEVO

23.- 3. INFLUJO DEL CRISTIANISMO

24.- 4. NEOLOGISMOS DEL VOCABULARIO DOCTO

25.- 5. NEOLOGISMOS DE ESTILÍSTICA COLEC­TIVA

26.- 6. ACEPCIONES NUEVAS

27.- 7. FRASEOLOGÍA

28.- 8. MÓVILES DEL NEOLOGISMO GRAMA­TICAL

29.- 9. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SINTAXIS DEL NOMBRE

30.- 10. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SIN­TAXIS DEL VERBO

31.- 11. PREPOSICIONES Y ADVERBIOS

32.- 12. COLOCACIÓN DE LAS PALABRAS

*   33.- 13. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO

Diseño gráfico:
 
La Garduña Ilustrada

Imagen: letra N, siglo XVI

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