75.- CONCLUSIONES
CONCLUSIONES
[En la primera mitad del s. X, el historiador oficial del califato "independiente" de Córdoba Aḥmad al-Rāzĩ ("el moro Rasis") diseña y escribe por vez primera una Historia de España, el Ajbār Mulūk al-Andalus, considerando que el marco geo-político de Hispania (tal como fue definida y creada por los romanos) justificaba una historia particular de cómo fueron sucediéndose en ella gentes y reyes diversos, que la poblaron y enseñorearon, hasta llegar al glorioso presente del califato de cAbd al-Raḥmān III y de al-Ḥakam II. Tres siglos y medio más tarde ese concepto renace, en medios cristianos, cuando Alfonso X concibe y compone en lengua castellana su Estoria de España o de las Españas, relatando —según expresamente declara— "todos los fechos que fallar se pudieron della desdel tiempo de Noe fasta este nuestro" y tratando, por consiguiente, "de todos los reyes dellas et de todos los sus fechos que acaescieron en el tiempo passado, et de todos los que acaescen en el tiempo present en que agora somos".
Nuestro conocimiento de la obra surgida de esa concepción de España y de ese proyecto historiográfico es el proporcionado por una numerosa y textualmente variada descendencia manuscrita. Sólo examinándola en su conjunto se puede llegar a una correcta comprensión de lo que pretendió hacer Alfonso X y de lo que llegó a ser su Estoria de España. El estudio de los manuscritos y, a partir de ellos, de los procesos de trasformación del texto primigenio, del cómo y por qué de las modificaciones introducidas en el texto "matriz" en el curso de la transmisión textual, pone en evidencia los conceptos y principios que gobernaron la escritura y reescritura histórica de la magna obra y nos permite descalificar la descripción que divulgó E. Procter de la Estoria alfonsí como "a work of scissor and paste", no sólo como una imagen plástica de pintor de brocha gorda, sino como una muestra del absoluto desconocimiento por parte de la crítica moderna y contemporánea de las preocupaciones de Alfonso X y sus colaboradores cuando se enfrentaron en el último tercio del s. XIII con el permanente problema de cómo construir una narración histórica, de cómo reducir "los fechos" a relato.
Como conclusiones particulares del estudio de los manuscritos, códices, crónicas, versiones y cuadernos de trabajo se razonan y defienden en el presente libro las siguientes afirmaciones:
1. De la Estoria de España de Alfonso X ha llegado hasta nosotros un códice regio, obra del scriptorium del rey [II. 1], cuidadosamente escrito e iluminado por varias manos [II. 3]. Abarca desde el comienzo de la obra hasta el año 18º de Alfoso II el Casto: ms. E1(orig) [II. 2]. En la primera mitad del s. XIV fue desmembrado, por lo que hoy se halla distribuido entre dos manuscritos de la Biblioteca de El Escorial: Y-I-2 (= ms E1) y X-I-4 (= ms. E2): En este segundo códice, pertenecen a E1(orig) los dos primeros cuadernos (fols. mod. 2-9 y 10-17). El conjunto de E1(orig) puede leerse en letra de imprenta en las varias reimpresiones de la edición de R. Menéndez Pidal, de la PCG, pp. 1-350a10 ("...cartas"), con la precaución de eliminar los aditamentos del s. XIV (esto es, en la p. 320b8-11: "Et de commo... fallaredes"; la p. 321: titular, y en la p. 321a1-18: "Esta es la coronica... en su logar") y de restaurar las lecciones corregidas por el editor en texto que reseña sistemáticamente en las anotaciones al pie de página [II. 2].
2. La pluralidad de escribanos (manos) que intervinieron en la factura material del códice del scriptorium y las variaciones en la iluminación que en él se perciben no afectan al texto copiado salvo en detalles gráfico-gramaticales [II. 3].
3. La copia regia del texto de la Estoria quedó súbitamente interrumpida al finalizar un cuaderno, dejando incompleto no sólo un reinado, sino un capítulo e incluso una frase. Es seguro que se proyectaba seguir la copia del texto, pero que ese propósito no llegó a materializarse. El manuscrito del scriptorium fue a su vez copiado en esta forma inconclusa antes de mediar el s. XIV (conocemos una copia con ese final trunco escrita en la primera mitad de ese siglo: el ms. C); otras copias del ms. E1 mutilado y de E2 artificiosamente completado pueden remontar a mediados del s. XIV [II. 2; III. 1; III. 11; IV. 1].
4. El carácter regio no impide que el códice del scriptorium presente algunos defectos en tanto copia de un antígrafo anterior. La tradición manuscrita de la Estoria de España no sólo nos da a conocer el texto de los capítulos que siguen al que se dejó interrumpido en la copia oficial, sino que en la parte escrita en ese códice regio nos permite remontar a un estado anterior de la obra. La comparación de todos los manuscritos conservados con el que se copió en el scriptorium de Alfonso X los distribuye en dos grupos: los que heredan los pequeños errores de esa copia y los que derivan de un arquetipo anterior y están exentos de ellos [II. 5; II. 13; II. 19; III. 6].
5. En la historia de los primeros señoríos de España (antes del Imperio Romano) los manuscritos que no derivan del códice del scriptorium y, como consecuencia de ello, nos proporcionan correcciones menores a la copia oficial (ayudándonos a descubrir algunos errores cometidos por los escribanos regios), forman parte de dos familias textuales: una está constituida por dos manuscritos hermanos (Cah y Cf); otra agrupa a un número considerable de manuscritos y la hemos denominado Versión vulgar (Y, L, To, Q, Qq, St, B, N, Nn, el Libro I de la Crónica abreviada de don Juan Manuel y los pertenecientes a la Refundição da Crónica de 1344) [II. 5].
6. El arquetipo al que remontan todos los manuscritos que contienen esta sección de la Estoria de España y las secciones relativas a la historia imperial y a la historia de los vándalos, alanos, silingos y suevos no difería, salvo en esos pequeños errores, del texto que nos ha transmitido el códice regio que editó Menéndez Pidal. Ese arquetipo tenía ya algún defecto que la comparación intertextual no nos autoriza a enmendar, por más que historiográfícamente resulte patente [II. 5; II. 8; II. 9].
7. La homogeneidad de la copia regia en las secciones relativas a la historia imperial, a la de los pueblos bárbaros y a la gótica hasta el año 2º de Eurico y la falta de toda sutura entre lo escrito por esa mano y la que completa el manuscrito [II. 7] oculta una característica del texto que un examen crítico de la Estoria de España permite descubrir: el redactor o equipo de redactores encargado de elaborar la historia imperial y el redactor o equipo de redactores encargado de elaborar la historia de los pueblos bárbaros y de los godos hasta Eurico trabajaron simultáneamente y con independencia, desconociendo el detalle de lo hecho por su compañero o compañeros en la otra sección de la historia, aunque ambos redactores o equipos de redactores eran conscientes de la existencia de ese otro trabajo y del plan general de la obra. Las pruebas de estas afirmaciones son contundentes; la frontera entre los dos cuadernos de trabajo se manifiesta en la existencia de falsas remisiones históricas en una y otra dirección, en la utilización de diversos criterios en las precisiones y fórmulas cronológicas y en la discontinuidad observable en el uso de las fuentes [II. 7]. Análoga desconexión entre otros dos cuadernos de trabajo se manifiesta en lo escrito por el redactor o redactores de la historia gótica desde Eurico a Alfonso II el Casto en relación con la historia de los reyes godos anteriores. En este segundo caso la frontera estructural que denuncian ciertas repeticiones y un sistema cronológico dispar se manifiesta además en la reorganización del stemma de la tradición manuscrita y en el fin de un conjunto de manuscritos que desconocen la sección posterior [II. 7]. Es, pues, evidente que la Estoria de España no se redactó avanzando, capítulo tras capítulo, desde los primeros pobladores hacia adelante por un solo redactor o equipo de redactores, sino que, desde un comienzo, trabajaron en ella simultáneamente diversos historiadores encargados de llevar a la práctica la compilación y redacción de secciones particulares de la obra [II. 7; II. 22].
8. Esta forma de trabajo colaborativo explica también las complejas relaciones existentes entre la Estoria de las Españas general y la Grande e general Estoria. El acopio y preparación de los materiales historiográficos que podían integrarse en una y otra obra fue tarea común previa a la redacción de ambas obras, que se concibieron conjuntamente y no en sucesión; la elaboración de la historia universal no esperó a la conclusión de la historia particular de España, ni supuso una interrupción en la redacción de ella; tanto la Estoria de España como la General Estoria presentan divisiones naturales que facilitaron el posible trabajo simultáneo de redactores independientes, quienes no necesitaban aguardar a la finalización de una parte para comenzar la elaboración de otra, y, por tanto, pudieron trabajar de forma independiente y simultánea en la preparación y redacción de la parte de la cual eran responsables; entre la redacción de un primer borrador compilatorio de una determinada sección y la copia del texto elaborado en un manuscrito del scritorium alfonsí pasaba, en general, un tiempo, en que el texto provisional era ya accesible para ser consultado y copiado, pero seguía abierto a adiciones basadas en la consulta de nuevas fuentes y, quizá, de manuscritos diversos de fuentes ya utilizadas, así como a correcciones de diverso carácter; cuando se redactaban las partes Iª y IIª de la General estoria, el texto de la Estoria de España no estaba cerrado, ni siquiera en la historia de los primeros dominadores, aunque algunos de sus capítulos tenían ya una redacción prácticamente idéntica a la que se copiaría después en el códice E1(orig) del scriptorium regio; los redactores de la parte Vª de la General estoria tuvieron acceso a ese texto probablemente ya copiado en el scriptorium, pero manejaron, a la vez, el conjunto de fuentes, previamente acondicionadas para su utilización en una y otra historia, de que los redactores del núcleo inicial y de la historia imperial de la Estoria de España habían ya dispuesto [II. 4].
9. La descuidada labor de los "ayuntadores" de los tres cuadernos de trabajo referentes a la historia imperial, a la de los bárbaros y godos hasta Eurico y a la de los godos desde Alarico a Alfonso II nos permite ver cómo dentro del plan general de la Estoria de España trazado por Alfonso X habían quedado sin resolución definitiva algunos aspectos metodológicos. Entre ellos se destaca el uso de las cronologías y sincronías; incluso había vacilación entre los redactores de la Estoria respecto a si la era cristiana debía computarse por la Encarnación o por el Nacimiento. Tampoco se habían fijado las fórmulas a utilizar para la urdimbre analística [II. 7; II. 22].
10. En la Historia de los godos hasta Eurico, los manuscritos que no remontan a la copia del scriptorium, aunque hayan conocido el texto de la Estoria de España en un estado previo al de esa copia regia, no son, en general, más fieles a la redacción primitiva. Todo lo contrario, innovan más que el texto copiado para la cámara de Alfonso X [II. 11; II. 12].
11. Las innovaciones separan en dos grupos a estos textos independientes: de un lado, los manuscritos pertenecientes a la Versión vulgar (de la que dependen ahora los mss. Y, L, *L’, Q, Qq, St, B, N, Nn, T, el Libro I de la Crónica abreviada y los de la Refundição da Crónica de 1344); de otro los que derivan de una Versión crítica (Ss y los pertenecientes a la Crónica de 1404) [II. 10; II. 15].
12. En la Historia gótica desde Alarico, aunque la nómina y el stemma de los manuscritos que nos la dan a conocer varía respecto a la parte anterior [II. 16], vuelve a encontrarse la división bipartita de los textos independientes de la copia del scritorium regio: Continúa existiendo la Versión crítica (del ms. Ss y de la Crónica de 1404), rama a la cual se suma ahora la Refundição da Crónica de 1344) [II. 16; II. 18; II. 21] y, al lado de ella, una Versión enmendada que, posiblemente, es la continuación de la Versión vulgar (pero que se halla ahora contenida en los mss. L y *L’, T, Z, G) [II. 17]. Una tercera rama independiente es la reflejada en el Libro II de la Crónica abreviada de don Juan Manuel [II. 16; II. 19].
13. Las Versiones independientes del texto regio no tienen un origen común: la Versión enmendada comparte algunos de los defectos de la copia regia de que la Versión crítica se libra [II. 20]. La Versión enmendada remonta al antígrafo que sirvió de original al copista del scriptorium; la Versión crítica heredó el texto de un prototipo independiente de ese antígrafo cuyo entronque en el stemma textual ha de situarse en un estado anterior [II. 20; II. 22].
14. En la sección de la Historia gótica que se inicia con Alarico contamos con dos datos internos que nos permiten fechar la primitiva redacción, la Versión enmendada y la Versión crítica. La primitiva redacción es anterior a 1274; la Versión enmendada se escribió después de 1274, pero, a lo que parece, no mucho después, aún bajo el reinado de Alfonso X; la Versión crítica durante los últimos años del reinado de Alfonso X, entre 1282 y 1284, cuando la autoridad del rey sólo era reconocida en los reinos de Sevilla, Jaén, Murcia, el Algarbe y Mérida, no en Castilla y León ni en Córdoba donde gobernaba ya su hijo Sancho [II. 17; II. 18].
15. Después de la destrucción de España el árbol textual se reorganiza; poco a poco surge un nuevo stemma propio de la historia de los primeros reyes asturianos [III. 2]. La Versión enmendada va siendo abandonada por algunos de los manuscritos que la contenían (quedando finalmente representada por otros nuevos: Y, Xx, y los que sirvieron de fuente a Pedro de Escavias en su Repertorio de príncipes, y a Pedro del Corral, en su Crónica sarracina) [III. 2; III. 4]. En cambio, la Versión crítica adquiere más descendientes (junto a Ss, la contienen L, *L’ y O-F, así como los textos que constituyen la Crónica general vulgata: O-Sl, O-C, O-H, O-R y la Crónica general editada por Florián de Ocampo) [III. 5]. El Libro III de la Crónica abreviada sigue descendiendo de un representante de la tradición troncal independiente de E1 [III. 3].
16. En su redacción primigenia anterior a 1274, la Estoria de España consideraba que, desde el primer rey de España, Espán, heredero de Hércules "el tercero", en adelante, hubo en ella seis señoríos: el de los griegos, el de los almujuces (al-mayûs, ’magos adoradores del fuego’), el de los de Africa (cartagineses), el de los romanos, el de los varios pueblos bárbaros y el de los godos [II, n. 32]. La Estoria de España se atenía a la concepción histórica según la cual los reyes asturianos, leoneses y navarro-castellanos perpetuaban, después de la "destrucción" de España por los árabes, el señorío godo en ella. Pelayo es el sucesor, en una línea ininterrumpida de señores godos, de Rodrigo, pese a que hubo un interregno de cinco años antes de que fuera proclamado rey; pero esos cinco años se cuentan como del señorío del futuro rey Pelayo. Los moros sólo tuvieron "yaquanto tiempo algun sennorio" en España [II. 2].
17. La existencia, junto a la Versión regia, de la Versión vulgar y la Versión crítica se debe a la insatisfacción que provocó entre ciertos "estoriadores" de la escuela alfonsí el resultado de la conjunción o ayuntamiento de los cuadernos de trabajo tal como se refleja en el ms. E1(orig). Su elaboración tiene como presupuesto que el texto que vendría a copiarse para la cámara regia, lejos de ser un texto definitivo, era un texto inacabado: ambas versiones lo tratan como un borrador provisional [II. 22].
18. El reformador (o reformadores) que preparó el arquetipo de la Versión vulgar no comprendió bien la estructura básica de la Estoria de España en su forma primigenia basada en los "señoríos" de los diferentes linajes de gentes y reyes sobre España. De acuerdo con lo mantenido por la General estoria (en contraste con la Estoria de España en su Versión regia), sólo consideró verdaderos dominadores de España a griegos y romanos. En efecto, anticipó el que era "prólogo" de "la estoria del sennorio que los romanos ouieron en España" tras el fin del señorío de los griegos degradando así los capítulos sobre "la estoria del sennorio que los almuiuces ouieron en España" hasta convertir las referencias a estas gentes en meros antecedentes de cómo el poder de los romanos entró en España [II. 5]. Tampoco consideró a los vándalos, silingos, alanos y suevos señores de España [II. 5]. Más trascendental es, desde luego, que el reformador (o reformadores) de la Versión enmendada después de 1276 (posiblemente el mismo o mismos que elaboraron la Verisón vulgar) debilitara la tesis tradicional relativa a la continuidad del señorío godo tras la destrucción de España considerando concluida en el año 3º del señorío de Pelayo (en medio de los cinco de interregno) la "Estoria de los godos" e iniciando en el 4º año una "Estoria de los fechos de los reyes de España que fueron después de la destruycion de los reyes godos". Este revolucionario olvido de la tesis sobre el carácter gótico de la monarquía astur-leonesa-castellana, aunque pueda remontar a tiempos de Alfonso X, no es de creer que responda a un cambio de política de la corona castellana atribuible a Alfonso X [III. 4].
19. La reforma de la Versión vulgar tuvo como principal objetivo adecuar el relato contenido en el cuaderno de trabajo que acababa con Eurico al patrón representado por el cuaderno de trabajo que se inicia con Aladeo [II. 11]. Pero, al realizar esa armonización, el reformador no comprendió que, antes de que los godos señorearan España, la Estoria de España trataba largamente, en forma de "prólogo", del origen y hechos de ese nuevo pueblo, dejando en suspenso la urdimbre cronológica para mirar hacia un pasado del cual ya se habían relatado los sucesos que atañían a los pueblos que estonces señoreaban España (romanos, primero; vándalos, silingos, alanos y suevos, después); por ello, trató de aplicar a ese prólogo los mismos esquemas expositivos que al resto de la Estoria [II. 11]. La torpeza del reformador se manifiesta, por otra parte, en cómo realiza su labor, pues incurre en graves errores al referirse a la historia imperial [II. 11]. La misma falta de rigor se percibe en la parte correspondiente a la Versión enmendada después de 1274 ya que al alterar los años de la era hispana y de la encarnación en que se sitúan ciertos hechos no se corrigen las sincronías relativas al imperio, al papado, al reino de los francos y al califato [III. 4]. Por otra parte, la ruptura con los criterios alfonsíes de jerarquización de las fuentes se manifiesta en la preferencia concedida a la opinión de Lucas de Tuy frente al arzobispo don Rodrigo de Toledo en los años de duración del reinado de Rodrigo, cuando para Alfonso X (o los primeros redactores alfonsíes) el mayor peso de la autoridad del arzobispo era indiscutible [II. 17].
20. Las reformas que caracterizan a la Versión vulgar, primero, y a la Versión enmendada después de 1274, después, no requirieron la consulta de nuevas fuentes ni volver a tener presentes las ya utilizadas [II. 11; II. 17]. Por ello, resulta muy sorprendente que una rama de la Versión vulgar (constituida por los mss. Y, L, To) interpole en ella un pasaje sobre Dido tomado, según cita expresa, del Libro de las dueñas (Heroida) de Ovidio, pasaje basado con toda seguridad en el romanceamiento alfonsí de esa obra ampliamente utilizado por los redactores de la General estoria [II. 5].
21. El carácter de las innovaciones de la Versión crítica de c. 1283 es muy diverso. Por lo pronto, en el cuaderno referente a la historia de los godos hasta Eurico se introducen en ella datos nuevos tomados de la Chronographia de Sigebertus Gemblacensis [II. 12] y para la hitación de Bamba (incluida en la historia de los godos desde Aladeo) se recurre al Liber chronicorum de Pelagius Ovetensis [II. 18]. Mucha mayor trascendencia tiene su comportamiento en la historia de los reyes asturianos. En un principio retoca estilísticamente, de cuando en cuando, el texto tradicional apartándose de las fuentes; pero, según avanza la historia, la reforma deja de limitarse al plano de la expresión y afecta a la estructuración cronológica y a la ordenación de los sucesos por años de reinado: los cambios introducidos son el resultado de una actividad crítica respecto a la propia composición de la Estoria de España [III. 5]. Al proceder a esta reforma crítica el historiador rompe con algunas de la concepciones alfonsíes que habían presidido la elaboración de la Estoria de España: como el otro reformador (o reformadores) del texto primigenio, no comprende bien el carácter de prólogo de los primeros 31 capítulos de la historia de los godos [II. 12] y se permite considerar "más de creer" el testimonio de Lucas de Tuy que el del arzobispo don Rodrigo [II. 18]; más grave en su ruptura estilística, al decidir abandonar la extrema fidelidad textual a los textos latinos traducidos, propia de la obra de Alfonso X [III. 5].
22. En torno a 1400, la Versión crítica de c. 1283 fue conocida en el Occidente de la Península en dos centros de actividad historiográfica íntimamente conexionados entre sí: Mondoñedo, en la Galicia de Enrique III, y un lugar indeterminado del Portugal norteño de João I [II. 21; III. 9].
23. El refundidor crítico que, c. 1283, probablemente en Sevilla, trató de mejorar la compilación alfonsí de c. 1270, trabajó a partir de un texto en el que aún no se habían incorporado algunos datos de fuentes secundarias (Pelagius Ovetensis respecto al Arca de las reliquias de Oviedo) [III. 6] y, lo que es más sorprendente, en que las varias fuentes utilizadas, aunque ya se recibían compiladas en un texto, conservaban para el reformador la suficiente autonomía como para poder acometer la reestructuración de ese texto en vista de criterios discordantes sobre la sincronización de los hechos de al-Andalus (contados por la Historia Arabum) y de los hechos de los reyes de Asturias (tal como eran referidos por la Historia Gothica y el Chronicon Mundi) [III. 7].
24. La transformación de la narrativa historiográfica que se inicia poco después de muerto Alfonso X hizo posible que, a partir de un texto de la Estoria de España perteneciente a la continuación de la Versión enmendada, surgiera una Variante anovelada que aprovechó por extenso una narración cíclica hispana de las leyendas épicas de Flores y Blancaflor, Berta, Mainete, la reina Sevilla calumniada y Sansueña (Crónica fragmentaria) [III. 10].
25. Tras el abrupto final del códice regio del scriptorium de Alfonso X carecemos de una versión oficial de la Estoria de España. El escribano (mano) que en el ms. E2 copió el final del reinado de Alfonso II lo hizo a mediados del s. XIV [III. 11]. Pero continuamos conociendo el texto de la tradición troncal, el de la Versión crítica y el de la Variante anovelada [III. 12; III. 13; III. 14; III. 15], que conservan todos tres sus características [III. 16] .
26. En el reinado de Ramiro I surge una nueva forma de la Estoria de España, la Versión amplificada. Conserva, en general, la estructura de la redacción primitiva, pero rehace su texto buscando una plenitud expositiva mediante la amplificación retórica y la aplicación de otros criterios correctores. Es éste el texto puesto en letra impresa por R. Menéndez Pidal en las varias reimpresiones de su PCG, p. 358b38 en adelante [IV. 1; IV. 2; IV. 3; IV. 11; IV. 19].
27. La Versión amplificada forma el núcleo inicial, independiente, del ms. E2(orig), antes de ser completado artificiosamente a mediados del s. XIV [IV 1].
28. La Versión amplificada se escribió en 1289, reinando Sancho IV [III. 2].
29. La Versión amplificada fue traducida al gallego-portugués (Versão galego-portuguesa) y tuvo dos centros de difusión relacionados entre sí: Mondoñedo y Barcelos, ambos pertenecientes en lo eclesiástico a la metrópoli de Braga [IV. 1; IV 10; IV 12; IV 21].
30. Ocasionalmente, el redactor de la Versión amplificada volvió a utilizar la Historia Gothica del arzobispo don Rodrigo Ximénez de Rada y el Chronicon Mundi de Lucas, al parecer en latín [IV 3].
31. La primitiva redacción de la Estoria de España de c. 1270 se nos conserva a través de la que hemos denominado Versión concisa [IV 3; IV 11; IV 19; IV 22] y, hasta Ordoñó II, en la Crónica fragmentaria (que ahora no innova) [IV 5; IV 6; IV 13; IV 14]. Es también la que resume el Libro II de la Crónica abreviada de don Juan Manuel [IV 3; IV 6].
32. Aparte del resumen incluido en el Libro II de la Crónica abreviada de don Juan Manuel basado en un manuscrito hoy perdido, los manuscritos en que se nos conserva el texto conciso varían según distintas secciones históricas: desde Ramiro I al año 1º de Alfonso III la Versión concisa nos es conocida a través de los mss. Y, B, X, U, V; desde el año 2º de Alfonso III hasta la muerte de Ordoño II gracias a los mss. Y, T, G, Z, Min, *Esc, B, X, U, V, Vv y desde Fruela II hasta Vermudo III sólo a través de Y, T, G, Z (mientras no vayan acabando, truncados, primero Z, luego Y, finalmente T) [IV. 3; IV. 11; IV 18; IV 23].
33. Desde Ramiro I hasta el año 4º de Alfonso III la Versión crítica está representada por las tres ramas constituidas por el ms. Ss, por la Crónica general vulgata (mss. O-Sl, O-C, O-H, O-R, O-F y la edición de Ocampo) y por el ms. *L’, utilizado por la Estoria del fecho de los godos (mss. Efg-F, Efg-Ll, Efg-D) [IV 9]; después de ese año 4º no contamos con el testimonio de *L’ y la Crónica general vulgata presenta ocho grandes lagunas textuales [IV 16; IV 17]. A partir de Fruela II, junto al ms. Ss contamos con muchos otros pertenecientes a la llamada Crónica de veinte reyes (XXR-X, XXR-K, XXR-L, XXR-Ñ, XXR-F, XXR-G, XXR-B, XXR-C, XXR-J, XXR-Min, XXR-N, XXR-N’); subsisten también los de la Crónica general vulgata y reaparece en algunos trechos *L’ [IV 18; IV 25]. En esta última sección, la interrelación de las varias familias de textos de la Versión crítica sólo se aclara teniendo en cuenta que la Crónica general vulgata colacionó su prototipo crítico con otro texto de la Versión concisa perteneciente a la familia de los mss. T, G, Z y que en la Crónica de veinte reyes una mayoría de los manuscritos rellenaron dos pasajes (en que se habían producido sendas lagunas en su particular prototipo) interpolando un texto ajeno a la Versión crítica [IV 25; IV 26].
34. La Versión crítica se elaboró a partir de la redacción de la Estoria de España reflejada en los manuscritos de la Versión concisa y de la Crónica fragmentaria [IV 3; IV. 8; IV 14; IV 19].
35. El texto conciso conocido por el redactor de la Versión crítica no compartía ciertos errores comunes a todos los manuscritos conocidos de la Versión concisa, de la Crónica fragmentaria y de la Versión amplificada. Remonta, por tanto a un prototipo anterior al de los restantes textos llegados a nosotros [IV 7; IV 15; IV 27].
36. Las innovaciones de la Versión crítica afectan tanto a la redacción como a la estructura, igual que en la sección de la historia referente a los reyes asturianos en que el texto primitivo nos era conocido en códice regio; hay también supresiones, por censura estilística o ideológica [IV 8; IV 16; IV 24].
37. La reforma cronológica acometida y, como consecuencia de ella, la reorganización de los sucesos, que afecta, sobre todo, a la historia de al-Andalus (y a la particular de Almanzor), está realizada a partir de la estructura previamente elaborada de la Estoria de España tal como nos la conservan la Versión concisa y sus derivados [IV 8; IV 24]; pero el texto de la primitiva redacción a partir del cual trabajó el refundidor crítico no sólo se sitúa en el stemma antes del prototipo de todos los demás textos conocidos, sino que se caracterizaba por conservar algunos pasajes en forma inconclusa, sin que se hubiera completado en ellos la armonización de las fuentes que vemos en la Versión concisa y sus descendientes. En uno de esos pasajes de composición conflictiva, el reformador crítico y el creador del texto de la tradición troncal reaccionaron por separado a partir de un texto en que no se había resuelto el acoplamiento de lo contado por el Toledano y lo contado por el Tudense debido a la dificultad que suponía armonizar la lógica textual y la lógica moral en un relato unificado; en otro, la redacción alfonsí conocida por el refundidor crítico seguía presentado enfrentados y no reducidos a un solo texto, como luego harán la Versión concisa y sus descendientes, por una parte, una traducción compilada de las fuentes latinas y, por otra, un resumen de una dramática narración épica en lengua vulgar [IV. 15; IV. 27].
Diego Catalán, De la silva textual al taller historiográfico alfonsí (1997)
CAPÍTULOS ANTERIORES:
DE LA SILVA TEXTUAL AL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ. CÓDICES, CRÓNICAS, VERSIONES Y CUADERNOS DE TRABAJO.
I. INTRODUCCIÓN. LAS CRÓNICAS GENERALES DE ESPAÑA HEREDERAS DE LA ESTORIA ALFONSÍ
* 2.- 1. LA SELVA TEXTUAL Y LA ERUDICIÓN PRE-PIDALINA
* 4.- 3. REFORMAS EN LA CONSTRUCCIÓN PIDALINA
* 6.- 5. LA APORTACIÓN DE LINDLEY CINTRA: LA CRÓNICA DE 1344 EXIGE ANTEDATAR LA ACTIVIDAD REFUNDIDORA
* 7.- 6. LA VUELTA AL MANUSCRITO
* 8.- 7. ANTES DE LAS «CRÓNICAS». IMPORTANCIA DE LAS VARIAS «VERSIONES» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA
II LA HISTORIA ANTIGUA DE ESPAÑA EN EL CÓDICE REGIO ALFONSÍ Y EN LA TRADICIÓN MANUSCRITA.
* 9.- 1. EL MANUSCRITO E1, CÓDICE DEL SCRIPTORIUM ALFONSÍ
* 10.- 2. LA HISTORIA GÓTICA NO SE INTERRUMPÍA CON LA INVASIÓN MUSULMANA
* 12.- 4. EL TESTIMONIO DE LA GENERAL ESTORIA
* 13.- 5. LA HISTORIA DE LOS PRIMEROS DOMINADORES DE ESPAÑA EN LA TRADICIÓN MANUSCRITA
* 15.- 7. FACTURA DEL CÓDICE REGIO Y FRONTERAS ESTRUCTURALES EN LA HISTORIA IMPERIAL Y GÓTICA
* 16.- 8. LA TRADICIÓN MANUSCRITA EN LA HISTORIA IMPERIAL
* 17.- 9. LA TRADICIÓN MANUSCRITA EN LA HISTORIA DE LAS INVASIONES BÁRBARAS
* 18.- 10. LA TRADICIÓN MANUSCRITA EN LA HISTORIA GÓTICA HASTA EURICO
* 19.- 11. LA VERSIÓN VULGAR ADQUIERE PERSONALIDAD
* 20.- 12. LA REFORMA DE LA VERSIÓN CRÍTICA
* 21.- 13. DEFECTOS DEL CÓDICE ALFONSÍ Y DE LA VERSIÓN REGIA EN LA HISTORIA GÓTICA ANTERIOR A EURICO
* 23.- 15. SINGULARIDAD DE LOS MSS. L Y *L’ EN EL REINADO DE EURICO
* 24.- 16. REORGANIZACIÓN DEL ÁRBOL TEXTUAL A PARTIR DEL REINADO DE ALARICO
* 25.- 17. LA PRIMITIVA VERSIÓN ANTERIOR A 1274 Y LA VERSIÓN ENMENDADA DESPUÉS DE 1274
* 26.- 18. LA VERSIÓN CRÍTICA REMONTA A 1282-84
* 28.- 20. PARENTESCO DE LAS VERSIONES REGIA Y ENMENDADA FRENTE A LA VERSIÓN CRÍTICA
* 29.- 21. LA VERSIÓN CRÍTICA CONOCIDA EN EL OCCIDENTE PENINSULAR
* 30.- 22. LA ELABORACIÓN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA A LA LUZ DE LA TRADICIÓN MANUSCRITA
III LA HISTORIA DE LOS REYES GODOS ASTURIANOS EN EL CÓDICE REGIO ALFONSÍ Y EN LA TRADICIÓN MANUSCRITA
* 31.- 1. EL MANUSCRITO DE LA CÁMARA DE ALFONSO X Y SUS DESCENDIENTES
* 32.- 2. REORGANIZACIÓN DEL ÁRBOL TEXTUAL DESPUÉS DE LA DESTRUCCIÓN DE ESPAÑA
* 33.- 3. EL LIBRO II DEL MANUSCRITO MANUELINO, REPRESENTANTE AUTÓNOMO DE LA TRADICIÓN TRONCAL
* 34.- 4. DEL «SEÑORÍO» AL «REINADO» DE PELAYO. POSIBLE FINAL DE LA VERSIÓN ENMENDADA DESPUÉS DE 1274
* 35.- 5. LA HISTORIA DE LOS REYES DE ASTURIAS EN LA VERSIÓN CRÍTICA
* 36.- 6. EL ENTRONQUE DE LA VERSIÓN CRÍTICA EN EL ÁRBOL TEXTUAL DE LA ESTORIA DE ESPAÑA
* 37.- 7. DOS ESTRUCTURAS DE LA ESTORIA DE ESPAÑA EN CONFLICTO
* 38.- 8. LAS CUATRO RAMAS DE LA VERSIÓN CRÍTICA
* 39.- 9. LA VERSIÓN CRÍTICA EN GALICIA Y PORTUGAL
* 40.- 10. LA CRÓNICA FRAGMENTARIA, VARIANTE ANOVELADA DE LA ESTORIA DE ESPAÑA
* 41.- 11. LA «MANO SEGUNDA» DE E2 EMPALMA EL FINAL DEL MANUSCRITO ALFONSÍ CON EL DE SANCHO IV
* 43.- 13. INNOVACIONES DE LA CRÓNICA FRAGMENTARIA EN EL FINAL DEL REINADO DE ALFONSO II
* 44.- 14. EL FINAL DEL REINADO DE ALFONSO II EN LOS TEXTOS DESCENDIENTES DE LA VERSIÓN CRÍTICA
* 45.- 15. LAS VARIAS RAMAS DE LA VERSIÓN CRÍTICA EN EL FINAL DE ALFONSO II
* 46.- 16. INSERCIÓN DE LAS VARIAS RAMAS DE LA ESTORIA DE ESPAÑA EN EL TRONCO DE LA TRADICIÓN
IV. LA HISTORIA DE LOS REYES DE LEON EN LA TRADICIÓN MANUSCRITA
* 47.- 1. EL CÓDICE RECOMPUESTO E2 Y EL PRIMITIVO CÓDICE ESCRITO BAJO SANCHO IV
* 48.- 2. LA VERSIÓN DE 1289 Y EL MS. E2(ORIG)
* 49.- 3. LA VERSIÓN AMPLIFICADA DE 1289 Y LA VERSIÓN CONCISA DESDE RAMIRO I AL AÑO 1º DE ALFONSO III
* 50.- 4. MAYOR FIDELIDAD OCASIONAL DE LA VERSIÓN AMPLIFICADA AL TOLEDANO O AL TUDENSE
* 52.- 6. RELACIONES ENTRE LOS TEXTOS QUE CONSERVAN LA VERSIÓN CONCISA
* 54.- 8. ARREGLOS DE LA VERSIÓN CRÍTICA DESDE RAMIRO I AL AÑO 1º DE ALFONSO III
* 55.- 9. LAS VARIAS RAMAS DE LA VERSIÓN CRÍTICA
* 59.- 13. LA CRÓNICA FRAGMENTARIA, FIEL A LA TRADICIÓN TRONCAL
* 64.- 18. MODIFICACIONES EN LA TRADICIÓN TEXTUAL AL LLEGAR AL LIBRO V DEL TOLEDANO
* 68.- 22. LA REDACCIÓN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA REMONTA AL REINADO DE ALFONSO X
* 69.- 23. LA TRADICIÓN TRONCAL
* 70.- 24. INNOVACIONES DE LOS TEXTOS HEREDEROS DE LA VERSIÓN CRÍTICA ENTRE FRUELA II Y VERMUDO III
* 72.- 26. EL ÁRBOL TEXTUAL INTERNO DE LA VERSIÓN CRÍTICA
ADVERTENCIA FINAL Y CONCLUSIONES
* 75.- CONCLUSIONES
"De la silva textual al taller historiográfico alfonsí", en esta edición digital, se acabó de publicar el día 31 de diciembre de 2011, San Barbaciano, Santa Columba virgen y mártir, Santa Melania la joven, San Silvestre, y San Zótico.
* Diseño gráfico:
La Garduña Ilustrada
Imagen: el obispo Gelmírez con el rey Alfonso VI miniatura del tumbo Toxos Outos, de la Catedral de Santiago
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