38.- 1. LA ROMANIA
B. EL LATÍN DE HISPANIA
1. LA ROMANIA. III. ESPAÑA EN LA ROMANIA.
La ciudadanía romana, el derecho romano, la cultura y la lengua latinas hicieron unos a todos los hombres; como dijo el galo Rutilio Namatiano, a comienzos del s. V d.C. Roma extendió su urbe a todo el orbe: «urbem fecisti quod prius orbis erat»1. La gran obra lingüística de Roma fue mirada como divina por paganos y por cristianos: Plinio hace férvido elogio de Italia, escogida por los dioses para la alta misión civilizadora que unió con el vínculo del idioma tantos pueblos separados por salvajes lenguas discordes 2, haciéndose patria única de todas las gentes del orbe 3, y por otra parte Prudencio, argumentando contra el senador pagano Símaco, y san Agustín en La Ciudad de Dios, piensan que Roma unificó los pueblos por decreto celeste imponiéndoles con la paz la lengua latina para preparar la universalidad del Cristianismo.
Esa grandiosa unidad de cultura y de lengua, que se extendía desde Siria, patria de los mayores jurisconsultos del Digesto, hasta España, cuna del primer poeta y del primer historiador filósofo de la Cristiandad, recibió, como en bautismo in extremis, cuando ya iba a disolverse por comenzar la ruina del Imperio, el nombre de Romania4, nombre que Paulo Orosio pone en boca del rey Ataúlfo contrapuesto al de la Gothia bárbara, y que es usado por el poeta Fortunato en el siglo VI en parecido contraste: «hinc Barbaries, illinc Romania».
Pero al fin la barbarie prevaleció y dio fin a tan magnífica unidad. En el Occidente, durante el siglo V, visigodos, francos y ostrogodos fundan reinos germánicos en España, en Galia y en Italia, acabando para siempre con la uniformidad evolutiva del latín en estos países. Además, dos importantes territorios perdieron la latinidad: la Britania, invadida en el mismo siglo V por los anglos y los sajones, y el África Menor (así como la Mauritania), donde la invasión árabe del siglo VIl acabó con la lengua que tanto había florecido por obra de los grandes padres de la Iglesia. En cuanto a la mitad oriental del Imperio, la Dalmacia, a partir de las invasiones eslavas del siglo VII, sólo en la costa mantuvo su latinidad en lugares aislados, en especial en la isla de Veglia 5, y tan sólo conservó el latín la Dacia; los restantes países, unificados antes por el helenismo, poseedores de una lengua de cultura superior a la latina, nunca abandonaron del todo el uso del griego, y lo volvieron a reentronizar, a partir de los siglos VI y VIl, para la literatura y para la administración del imperio bizantino, desechando poco a poco el latín.
Ya hemos enumerado 6 causas por las que el latín imperial evolucionó más profundamente que de ordinario evolucionan las grandes lenguas literarias. Sin embargo, a no haber sobrevenido circunstancias extraordinarias, concurrentes con la invasión de los bárbaros, el nuevo latín habría conservado su unidad y su esencial identidad con el antiguo, como la conservan el español, el inglés u otras lenguas de gran difusión geográfica, a pesar de sus mudanzas en las diversas épocas. Pero aquellas circunstancias extraordinarias sobrevinieron (ya hablaremos de ellas), y una gran fragmentación se produjo.
En España (además de conservarse una lengua prerromana, el vasco) nacieron tres grandes variedades dialectales: al Oeste, el gallego-portugués, en el centro, el español propiamente dicho, en su triple forma asturo-leonesa, castellana y navarro-aragonesa; al Este, el catalán.
En Francia (además del vasco y del bretón, éste importado de Britania entre los siglos V y VI) se hablan: al Norte, el valón-picardo-normando; en el centro, el francés propiamente dicho, champañés, borgoñón, etc.; al Sureste, el franco-provenzal, o sea, el lionés-saboyano-delfinés; al Sur, el provenzal con las variedades languedociana, lemosina, gascona 7.
En Italia se hablan: al Norte, el rético, el véneto y el galo-itálico, en sus variedades genovesa, piamontesa, lombarda y emiliana; en el centro, el toscano, el umbro-romano y el dialecto de las Marcas; al Sur, el abruzés, el napolitano, el apuliense, el calabro-siciliano y, en el Oeste insular, el sardo.
Todos estos y algunos otros dialectos, existentes en las que fueron provincias del Imperio, son resultado en gran parte de variedades que sin duda apuntaban ya en el latín hablado durante la época imperial por bajo de la relativa unidad que ofrece el latín escrito.
Diego Catalán: Historia de la Lengua Española de Ramón Menéndez Pidal (2005)
NOTAS
1 Rutilius Namatianus, Itinerarios, verso 66.
2 «... et tot populorum discordes ferasque linguas sermonis commercio contraheret».
3 «...una cunctarum gentium in toto orbe patria» (Natur. Hist., Ill, 6).
4 Nombre del que quedan restos varios: la Romagna en Italia, Romaña (pueblo de Vizcaya), o con acento griego Romanía, de donde Rumanía, la región balcánica.
5 Donde el último hablante del dálmata murió en 1898.
6 Aquí atrás, cap. Ill, § 2.
7 W. Meyer-Lübke, Introducción, 1926, pp. 46-47.
CAPÍTULOS ANTERIORES:
PARTE PRIMERA: DE IBERIA A HISPANIA
A. EL SOLAR Y SUS PRIMITIVOS POBLADORES
CAPÍTULO I. LA VOZ LEJANA DE LOS PUEBLOS SIN NOMBRE.
* 1.- 1. LOS PRIMITIVOS POBLADORES Y SUS LENGUAS
* 2.- 2. INDICIOS DE UNA CIERTA UNIDAD LINGÜÍSTICA MEDITERRÁNEA
* 3.- 3. PUEBLOS HISPÁNICOS SIN NOMBRE; PIRENAICOS Y CAMÍTICOS
CAPÍTULO II. PUEBLOS PRERROMANOS, PREINDOEUROPEOS E INDOEUROPEOS
* 4.- 1. FUERZA EXPANSIVA DE LOS PUEBLOS DE CULTURA IBÉRICA
* 5.- 2. NAVEGACIÓN DE FENICIOS Y DE GRIEGOS EN ESPAÑA
* 6.- 3. LOS ÍBEROS Y LA IBERIZACIÓN DE ESPAÑA, PROVENZA Y AQUITANIA
* 7.- 4. FRATERNIDAD ÍBERO-LÍBICA
* 8.- 5. LOS LÍGURES O AMBRONES
* 11.- 8. «NOS CELTIS GENITOS ET EX IBERIS» (MARCIAL)
* 12.- 9. PERSISTENCIA DE LAS LENGUAS INDÍGENAS EN LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA
B. LAS HUELLAS DE LAS LENGUAS PRERROMANAS EN LA LENGUA ROMANCE
CAPÍTULO III. RESTOS DE LAS LENGUAS PRIMITIVAS EN EL ESPAÑOL
* 13.- 1. VOCABLOS DE LAS LENGUAS PRERROMANAS
* 14.- 2. SUFIJOS PRERROMANOS EN EL ESPAÑOL
* 15.- 3. LAS LENGUAS DE SUBSTRATO EN LA FONÉTICA ESPAÑOLA
* 16.- 4. RESUMEN DE LOS INFLUJOS DEL SUBSTRATO
PARTE SEGUNDA: LA HISPANIA LATINA
A. LA COLONIZACIÓN ROMANA Y LA ROMANIZACIÓN
CAPÍTULO I. HISPANIA PROVINCIA ROMANA
* 17.- 1. CARTAGO Y ROMA. LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA Y SU EXPANSIÓN DESDE EL ESTE AL OESTE
* 19.- 3. ESPAÑA Y LA PROVINCIALIZACIÓN DEL IMPERIO
* 20.- 4. PREDOMINIO DEL ORIENTE. EL CRISTIANISMO
CAPÍTULO II. EL NUEVO LATÍN
* 23.- 3. INFLUJO DEL CRISTIANISMO
* 24.- 4. NEOLOGISMOS DEL VOCABULARIO DOCTO
* 25.- 5. NEOLOGISMOS DE ESTILÍSTICA COLECTIVA
* 28.- 8. MÓVILES DEL NEOLOGISMO GRAMATICAL
* 29.- 9. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SINTAXIS DEL NOMBRE
* 30.- 10. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SINTAXIS DEL VERBO
* 31.- 11. PREPOSICIONES Y ADVERBIOS
* 32.- 12. COLOCACIÓN DE LAS PALABRAS
* 33.- 13. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO
* 34.- 14. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA CONSONÁNTICO
* 35.- 15. OTRAS SIMPLIFICACIONES FONÉTICAS
* 36.- 16. LARGA LUCHA ENTRE INNOVACIÓN Y PURISMO
B. EL LATÍN DE HISPANIA
CAPÍTULO III. ESPAÑA EN LA ROMANIA
Diseño gráfico:
La Garduña Ilustrada
Imagen: letra I, siglo XVI
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