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Obras de Diego Catalán

44.- 7. RELACIONES ENTRE EL LATÍN HISPA­NO Y EL DE LA ROMANIA MERIDIONAL: VOCABULARIO Y FORMACIÓN DE PALABRAS

44.- 7. RELACIONES ENTRE EL LATÍN HISPA­NO Y EL DE LA ROMANIA MERIDIONAL: VOCABULARIO Y FORMACIÓN DE PALABRAS

7. RELACIONES ENTRE EL LATÍN HISPA­NO Y EL DE LA ROMANIA MERIDIONAL: VOCABULARIO Y FORMACIÓN DE PALABRAS. III. ESPAÑA EN LA ROMANIA

      Los arcaísmos puristas que contraponen a la Romania meridional (Hispania, con o sin Cataluña, Córcega, Cerde­ña y el Sur de Italia y Sicilia) con la Romania del Norte son especialmente numerosos.

      El verbo náutico applĭcare ’acercar la nave a tierra, tomar tierra el navegante’ 143, extendió su significado en la lengua marinera del Sur, significando no sólo ’arribar a la playa’, sino ’llegar’ en general144; con este sentido, el calabrés y el siciliano dicen acchjicari, chicari, el sardo applicai  ant. dálmata aplicare, como el español y el portugués lle­gar 145, chegar, antiguo también allegar 146, achegar, valencia­no aplegar; pero en vez de este verbo de la latinidad clási­ca, los navegantes de la Romania del Norte prefirieron el verbo vulgar *arrīpare 147 y lo extendieron también a la acepción de ’llegar’ en general, italiano arrivare, francés arriver, provenzal arribá 148. De igual modo se conservan otros términos clásicos en la Romania meridional, como pĕrna > español pierna, también portugués, catalán y Sur de Italia 149, que en el Norte 150 se sustituye por el grecis­mo de la lengua veterinaria camba (originalmente apli­cado a la ’pata’ de los cuadrúpedos) 151 > italiano gamba, francés jambe 152; sartagĭne > español sartén, portugués sartã, provenzal sartan 153, usado igualmente en el Sur de Italia 154 y Cerdeña, mientras en el Norte sólo se emplea su concurrente patĕlla > italiano padella, francés poêle 155, también registrado en español padilla, catalán padella (y el moderno paella) y provenzal padello; foetēre > español heder, portugués feder, bearnés héde, también usado en dál­mata (veglioto) y en los dialectos del Sur de Italia (tarentino, lecciano, molfettino, siciliano)156; bifĕrus > español breva, portugués bêbera, usado en Cosenza, Abruzos bìfaru, vefère y en Córcega bèfaru; horreum > español, portugués hórreo, catalán, provenzal orri, se conserva en el Sur de Ita­lia y en logudorés 157.

      Frente a los términos puristas conservados en la Roma­nia meridional son pocos los neologismos que pueden se­ñalarse como comunes; pero los hay. Por ejemplo, aestivum substantivado (< aestiuum tempus) (> estío), usual en portugués, español, catalán, provenzal, así como también en Apulia y en Cerdeña 158, frente al Norte que conserva el clásico aestate (> italiano estate, francés été)159. Uērānum (tempus), adjetivo del latín tardío, substan­tivado en el español verano, portugués verão es también usual en Córcega y Cerdeña, en vez de primo uere > italiano primavera 160 o primum tempus > francés printemps 161. *Dexare > español dejar, portugués y cata­lán deixar, gascón y languedociano occidental deissá, deixá, calabrés dassare, sicialiano dassari162, mientras el Norte con­serva la forma clásica laxare > italiano lasciare, francés laisser, provenzal laisar 163. *Plancŭla ’tabla, plancha’ > es­pañol lancha, portugués beirão lancha, calabrés chiàncula 164.

      Una característica léxica que desarrollaron en común el español y portugués con el italiano del Sur es el largo uso del sufijo incoativo. Aparte de conservar muchos latinos (pŭtrēscĕre, lentēscĕre, canēscĕre, addormīscĕre...), formaron otros muchos nuevos como dupli­cados de los correspondientes verbos en -ir, que vinieron a ser preferidos a éstos: así en español gradecer (hoy agrade­cer), junto a gradir 165, que se perdió; fallecer junto a fallir 166; contecer junto a cuntir 167, perdidos hoy; empecer (frente a im­pedir); o sin el verbo simple correspondiente: ofrecer, mere­cer, pertenecer, acaecer. Por el contrario, el francés, el italiano del centro y del Norte, el rumano no usan el sufijo en la flexión completa del verbo salvo en pocos supervivientes 168, y en cambio usan el sufijo como elemento flexional para el presente de los verbos en -ir, personas Yo, Tú, Él, Ellos (francés, italiano -isc; rumano -esc). El catalán ocupa una posición intermedia, usa -esc como elemento flexional (serveixo, -eixes, -eix, servim, serviu, serveixen), y emplea muchos incoativos en flexión completa que faltan en el provenzal, francés e italiano (por ejemplo, peréixer, junto a perir 169, como el español perecer; caréixer 170, como el español carecer;  merèxer, mereixer, junto a merir, como el español merecer; amaneixer, como el español amanecer; etc.).

      En la formación de una comunidad léxica propia del Mediterráneo occidental quizá tuvo su participación el la­tín de África. Un curioso ejemplo documenta san Isidoro, quien nos declara: «formaticum in Africa vel in Hispania parietes de terra appellantur» 171, voz conservada en el español hormazo, hormaza.

      Afro-hispano es también el sufijo -īccu, extraño al latín, y que en la época latina menudea en inscripciones de África 172 en nombres de mujer Bodicca, Bonica 173, Karica 174 y otros; los derivados románicos indican que su grafía exacta es -īcca y la comprobación de ello nos la proporciona el nombre común buricus, así escrito en Vopisco, Vegecio, etc., mientras todas las lenguas romances remontan a la forma *burriccus, de donde el español, catalán borrico, portugués burrico, italiano bricco, etc. De Áfri­ca parece que pasó el sufijo a España: Pusinnica en ins­cripciones de Adra (Almería) y Complutum (Alcalá), dimi­nutivo del nombre Pusinna, más abundante175.

Diego Catalán: Historia de la Lengua Española de Ramón Menéndez Pidal (2005)

NOTAS

143  «Applicare navem ad terras», «applicor in terras», «applicare ad litus».

144  Y además se identificó con el simple plicare, que en la­tín literario no tenía otro sentido que el de ’plegar, doblar’. La Peregrinatio Aetheriae usa plicare siempre sin prefijo y, como en español, lo usa ora como reflexivo «plecaremus nos ad montem», ora sin pronombre «cum [Persae] iam prope plicarent ciuitati». En otras regiones románicas el verbo tie­ne la acepción contraria de ’irse, retirarse’ (gascón aplegá’s, rumano pleca), probablemente derivada de ’plegar, recoger las tiendas o equipajes’, REW, 6601.

145 Ya en el Mio Cid.

146  En las Glosas Silenses 127: aplekan.

147  Que el español arribar conservó en su estricto sentido náu­tico, perdiendo el sentido antiguo de ’arribar el caminante a la ribera de un río’, que usa el Mio Cid.

148  También en catalán ’arribar’.

149  Y aún en el Sur de Francia.

150  En virtud de la tendencia vulgarista de que hemos tratado en el § 8.

151  Ernout y Meillet, Dict. Étym. Lat,  1932, p. 393.

152  El antiguo español usó también camba como término li­terario (cama en el Mio Cid), pero pronto lo desechó. El catalán conoce también perna y cama. En provenzal pero sólo tiene el sentido de ’penil’ (Mistral, Dictionnaire prov. franç., II, p. 547c).

153  Y, como verbo, sartaná (Mistral, Dictionnaire provençal-français, II) junto a padello.

154 A partir de las Marcas

155 AIS, V, 961; ALF, 1675

156 REW, 3407; Bull. Hisp., III, 1901, p. 163. No en catalán «ferpudor».

157 REW, 4186

158 REW, 248

159 Se usó también en español antiguo estad, pero en el s. XIV se olvida.

160 Prestado al español hacia 1550.

161 REW, 6754.

162 REW, 4955; Bull. Hisp., III, 1901, p. 230; RFE, XIX, p. 278; Meyer-Lübke. Introducción, p. 174.

163  Laxare fue usado en antiguo español lexar y con varias preposiciones: alexar, elexar, delexar (Menéndez Pidal, Cantar de Mio Cid, II, p. 626).

164  REW, 6571.

165  En el poema de Mio Cid (véase Menéndez Pidal, Cantar de Mio Cid, p. 288).

166  Ambos en el Mio Cid.

167  También ambos en el Mio Cid.

168  Parescere, fr. paraître, cat. paréixer; *apparescere, fr. apparaître, prov. apareixer (REW, 536); crēscĕre rum. creşte, it. crescere, prov. creiser, cat. creixer, fr. croître (REW, 2317); cognōs­cĕre, rum. cunoaşte, it. cognoscere, prov. conoiser, coneiser, cat. conéixer, fr. connaître.

169  REW, 6415.

170  REW,  1688b.

171  Isidorus, Etym., XV, 9. Ya Plinio había dado formaceos como voz española.

172  CIL, 2877, 4560, 3288.

173  Sin duda diminutivo de bonus.

174  De carus.

175 Pussinnica CIL II,  1993 y 3037; Pusinna CIL,  2284, 2414, 2589.

CAPÍTULOS ANTERIORES:

PARTE PRIMERA: DE IBERIA A HISPANIA
A. EL SOLAR Y SUS PRIMITIVOS POBLADORES

CAPÍTULO I. LA VOZ LEJANA DE LOS PUEBLOS SIN NOMBRE.

1.- 1.  LOS PRIMITIVOS POBLADORES Y SUS LENGUAS

2.- 2. INDICIOS DE UNA CIERTA UNIDAD LINGÜÍSTICA MEDITERRÁNEA

3.- 3. PUEBLOS HISPÁNICOS SIN NOMBRE; PIRENAICOS Y CAMÍTICOS

CAPÍTULO II. PUEBLOS PRERROMANOS, PREINDOEUROPEOS E INDOEUROPEOS

4.- 1. FUERZA EXPANSIVA DE LOS PUEBLOS DE CULTURA IBÉRICA

5.- 2. NAVEGACIÓN DE FENICIOS Y DE GRIEGOS EN ESPAÑA

6.- 3. LOS ÍBEROS Y LA IBERIZACIÓN DE ESPAÑA, PROVENZA Y AQUITANIA

7.- 4. FRATERNIDAD ÍBERO-LÍBICA

*   8.- 5. LOS LÍGURES O AMBRONES

*   9.- 6. LOS ILIRIOS

*   10.- 7. LOS CELTAS

*   11.- 8. «NOS CELTIS GENITOS ET EX IBERIS» (MARCIAL)

12.- 9. PERSISTENCIA DE LAS LENGUAS IN­DÍGENAS EN LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA

B. LAS HUELLAS DE LAS LENGUAS PRERROMANAS EN LA LENGUA ROMANCE

CAPÍTULO III. RESTOS DE LAS LENGUAS PRIMITIVAS EN EL ESPAÑOL

13.- 1. VOCABLOS DE LAS LENGUAS PRERRO­MANAS

14.- 2. SUFIJOS PRERROMANOS EN EL ESPAÑOL

15.- 3. LAS LENGUAS DE SUBSTRATO EN LA FONÉTICA ESPAÑOLA

16.- 4. RESUMEN DE LOS INFLUJOS DEL SUBSTRATO

PARTE SEGUNDA: LA HISPANIA  LATINA
A. LA COLONIZACIÓN ROMANA Y LA ROMANIZACIÓN

CAPÍTULO I. HISPANIA PROVINCIA ROMANA

* 17.- 1. CARTAGO Y ROMA. LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA Y SU EXPANSIÓN DESDE EL ESTE AL OESTE

18.- 2. LA ROMANIZACIÓN

19.- 3. ESPAÑA Y LA PROVINCIALIZACIÓN DEL IMPERIO

20.- 4. PREDOMINIO DEL ORIENTE. EL CRISTIANISMO

CAPÍTULO II. EL NUEVO LATÍN

21.- 1. ¿LATÍN VULGAR?

22.- 2. EL LATÍN NUEVO

23.- 3. INFLUJO DEL CRISTIANISMO

24.- 4. NEOLOGISMOS DEL VOCABULARIO DOCTO

25.- 5. NEOLOGISMOS DE ESTILÍSTICA COLEC­TIVA

26.- 6. ACEPCIONES NUEVAS

27.- 7. FRASEOLOGÍA

28.- 8. MÓVILES DEL NEOLOGISMO GRAMA­TICAL

29.- 9. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SINTAXIS DEL NOMBRE

30.- 10. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SIN­TAXIS DEL VERBO

31.- 11. PREPOSICIONES Y ADVERBIOS

32.- 12. COLOCACIÓN DE LAS PALABRAS

*   33.- 13. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO

34.- 14. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA CONSO­NÁNTICO

*   35.- 15. OTRAS SIMPLIFICACIONES FONÉTICAS

*   36.- 16. LARGA LUCHA ENTRE INNOVACIÓN Y PURISMO

*   37.- 17. LAS INSCRIPCIONES

B. EL LATÍN DE HISPANIA

CAPÍTULO III. ESPAÑA EN LA ROMANIA

*   38.- 1. LA ROMANIA

*   39.- 2. CAUSAS DEL DIALECTALISMO RO­MÁNICO

*   40.- 3. ROMANIA OCCIDENTAL, ROMANIA MERIDIONAL

*   41.- 4. TRES ZONAS DE COLONIZACIÓN DE ESPAÑA

*   42.- 5. ESPAÑA Y LA ITALIA MERIDIONAL

*   43.- 6. ARCAÍSMO PURISTA DEL LATÍN DE ESPAÑA

Diseño gráfico:
 
La Garduña Ilustrada

Imagen: letra C, siglo XVI

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