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Obras de Diego Catalán

70.- 4. ONOMÁSTICA NUEVA

70.- 4. ONOMÁSTICA NUEVA

4. ONOMÁSTICA NUEVA. III. LOS PUEBLOS INDOCTOS DEL NORTE

      Lo que más llama la atención en los documentos del nuevo reino, en relación a los de tiempos visigóticos, es el radical y súbito cambio de la onomástica de los personajes principales. Nueva casta de hombres viene a dirigir la vida y también el lenguaje.

      De los nombres de 32 reyes godos y de 250 eclesiásticos y «viri illustres» que llevan nombre germánico en los con­cilios toledanos, sólo cuatro podemos señalar que se repi­tan entre los personajes del Norte: en Asturias tres reyes Fróila (usado antes por dos concurrentes al Concilio de 653) y varios reyes Veremendus (usado por un concurrente al Con­cilio de 683)55, en Castilla el conde Rodericus (usado por el último rey godo); en Barcelona el conde Miro (antes lo vemos en un obispo del Concilio de 688); nombres todos perpetuados hasta hoy: Froilán, Vermudo, Rodrigo, Miró. Por razones religiosas se usó mucho en la nueva edad el nombre del príncipe godo mártir Hermenegildus, que en el Occidente de la Península se popularizó bajo una forma fa­miliar con aféresis y asimilación (Er)meneindo > Menendus y en Galicia Meendo Mendo 56, ambas formas usadas ya en el siglo IX; curioso es que la forma con aféresis, entonces popular, sigue siéndolo hoy: Menegildo es corriente ahora entre las clases bajas.

      Los godos del Norte por lo común llevan otros nombres que los de Toledo. Además, hay otra diferencia grande. En el reino visigodo había ciertamente magnates romanos, como el famoso conde Claudio de Mérida en tiempo de Recaredo, pero figuraban poco; en cambio, en el Norte no sólo aparecen muchos magnates con nombre romano, sino que los reyes mismos pueden llevar nombre romano. Aun otra novedad mayor es que aparecen también por primera vez nombres ibéricos en reyes y nobles. La mezcla de razas es completa.

      En Asturias los reyes llevan nombres germánicos no usa­dos por los personajes toledanos: Fávila (un duque de Can­tabria así llamado, padre de Pelayo, figura en tiempo del penúltimo rey godo), Adefonsus (nombre que se identificó con Hildefonsus, usual en la época visigoda), Silo, Ranimirus; sin duda estas familias del Norte habían vivido bastante apartadas de la vida política de Toledo, y muy mezcladas con las razas antiguas hispanas, pues entre esos reyes los hay con nombre romano Pelagius, Aurelius, Hordonius. Otra gran novedad es ver en la casa real asturiana aparecer muy pronto el nombre ibérico de García 57 (hijo de Vermudo I, 789-791) (de hartzéa ’oso’) y en la casa condal de Carrión los nombres que parecen ibéricos Didacus (Díago, Diego)58, Gómez, Muño, que ha de ser el Munnus o Munnius usa­do en inscripciones romanas de Italia, Sur de Galia y Es­paña.

      En la Vardulia, que ahora se empieza a llamar Castella ’país de los castillos’, además del nombre ’Rodrigo’ ya cita­do, se distinguen otros nuevos nombres germánicos desusa­dos entre los personajes visigodos y desconocidos fuera de España: Gundisalvus 59 (gunþs ’combate’), Ferdinandus; más tarde aparecerá Guzmán (gôds ’bueno’ + man ’hombre’) 60. El nombre, que parece ibérico, Teillo 61; Albarus ’Álvaro’ 62, Nunnus ’Nuño’, nombre mediterráneo que se halla hasta en el Asia Menor 63. La madre del conde Fernán González se llamaba Munnadonna continuando un uso del Imperio romano. Por otra parte, del nombre romano Flavinus se halla Llaínu, Laín, famoso debido a Laín Calvo, quinto abue­lo del Cid 64.

      En Navarra, nombre que ahora, como el de Castilla, sale a la luz usado por primera vez en sucesos del año 810 por el historiador Eginhardo 65, los nombres germánicos no fi­guran; sí los latinos como Sanctius, Fortunius, y especialmen­te los ibéricos Ennecus, Yéñego, Iñigo (nombre que ahora toma brillo en la historia navarra habiendo vivido en esta­do latente desde hacía más de mil años, que sepamos 66), Ochoa ’el lobo’, Eximenus, Jimeno.

      En Aragón los nuevos nombres más típicos son Galindus, del pueblo germánico de los Galindos 67, y Azenar, Aznar, nombre vasco (que no debe considerarse relacionado con el latín Asinarius ’el burrero’ 68).

      En Barcelona se distinguen Suniarius ’Suñer’, Ragimundus (ragin ’consejo’, munds ’protection’), Raimundo, Reimond, y el nombre franco Beringarius.

      Esta distribución geográfica que hacemos de los nombres no es absoluta sino sólo de mayor notoriedad local. La mez­cla de ellos es muy antigua, pero ella se observa sobre todo en los siglos sucesivos, como reflejo de la mezcla de las fami­lias del Norte que dirigen la historia de la nueva España.

Diego Catalán: Historia de la Lengua Española de Ramón Menéndez Pidal (2005)

NOTAS

55  Véase atrás, cap. I, § 4 .

56  Meyer-Lübke, Roman. Namenstudien, II, p. 80, piensa en Merenda, cognomen de las familias Cornelia y Antonia. Pero la derivación de Hermenegildus es segura (Menéndez Pidal, «Menendus», Nueva Rev. Filol. Hisp., III,  1949, pp. 262-371).

57  Meyer-Lübke, Roman. Namenstudien, II, p. 67; elimínese el disparate del ibn García, cuyo siglo V es de la Hégira, y por tan­to siglo XI.                                                                                            

58  Para el acento, Cantar de Mio Cid, I, II, pp. 170 y 627. En toponimia, Villadiego Burgos.

59  En toponimia muy extendido: Villagonzalo Burgos, Oviedo; Gondisalves Braga.

60  También puede ser de guths ’dios’; véase Förstemann, Altdeutschen. Namen., I, 1900, col. 662 y 668; en alemán moder­no Guttman, Gottsmann. En toponimia española, Guzmán Burgos, Gusmão Viana do Castelo.

61  Menéndez Pidal, Orígenes del esp., p. 86, n. (ed. 1950, p. 77).

62  Véase atrás, Parte 1a, cap. I, § 2.

63  En toponimia, Castronuño. Véase Ribezzo, en la Riv. Indo-Gr-Ital., IV, 3er fasc, 1920, p. 74, y Meyer-Lübke, Roman. Namenstudien, III, pp. 82-83.

64  Menéndez Pidal, Orígenes del esp., p. 245 (ed. 1950, p. 238).

65  Véase atrás, Parte Ia, cap. Ill, § 1.

66  Según nos testimonia el bronce de Áscoli, véase atrás, Parte Ia, cap. III, § 2.

67  Eran en Germania vecinos de los godos y sin duda alguna vinieron mezclados a España (Sachs, Germ. Ortsnamen, 1932, p. 56). Una región de Prusia Oriental se llama hoy Galindeu. Los topónimos españoles son modernos: Muñogalindo de Ávila es de la repoblación del siglo XI (véase adelante, cap. IX, § 4); Castellgalí (< Castrum Galindi) de Barcelona. Cfr. Jungfer, «Über Personennamen in der Orstnamen Spaniens und Portugals», Jahresbericht des Friedrich-Gymnasiums zu Berlin, 1902, p. 17.

68  Menéndez Pidal / Tovar, «Los sufijos esp. en -z», Bol. Acad. Esp., XLII, 1962, pp. 416 y 419-420. Quizá basado en el zoónimo vasco azari, azeri ’raposo’.

CAPÍTULOS ANTERIORES:

PARTE PRIMERA: DE IBERIA A HISPANIA
A. EL SOLAR Y SUS PRIMITIVOS POBLADORES

CAPÍTULO I. LA VOZ LEJANA DE LOS PUEBLOS SIN NOMBRE.

1.- 1.  LOS PRIMITIVOS POBLADORES Y SUS LENGUAS

2.- 2. INDICIOS DE UNA CIERTA UNIDAD LINGÜÍSTICA MEDITERRÁNEA

3.- 3. PUEBLOS HISPÁNICOS SIN NOMBRE; PIRENAICOS Y CAMÍTICOS

CAPÍTULO II. PUEBLOS PRERROMANOS, PREINDOEUROPEOS E INDOEUROPEOS

4.- 1. FUERZA EXPANSIVA DE LOS PUEBLOS DE CULTURA IBÉRICA

5.- 2. NAVEGACIÓN DE FENICIOS Y DE GRIEGOS EN ESPAÑA

6.- 3. LOS ÍBEROS Y LA IBERIZACIÓN DE ESPAÑA, PROVENZA Y AQUITANIA

7.- 4. FRATERNIDAD ÍBERO-LÍBICA

*   8.- 5. LOS LÍGURES O AMBRONES

*   9.- 6. LOS ILIRIOS

*   10.- 7. LOS CELTAS

*   11.- 8. «NOS CELTIS GENITOS ET EX IBERIS» (MARCIAL)

12.- 9. PERSISTENCIA DE LAS LENGUAS IN­DÍGENAS EN LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA

B. LAS HUELLAS DE LAS LENGUAS PRERROMANAS EN LA LENGUA ROMANCE

CAPÍTULO III. RESTOS DE LAS LENGUAS PRIMITIVAS EN EL ESPAÑOL

13.- 1. VOCABLOS DE LAS LENGUAS PRERRO­MANAS

14.- 2. SUFIJOS PRERROMANOS EN EL ESPAÑOL

15.- 3. LAS LENGUAS DE SUBSTRATO EN LA FONÉTICA ESPAÑOLA

16.- 4. RESUMEN DE LOS INFLUJOS DEL SUBSTRATO

PARTE SEGUNDA: LA HISPANIA  LATINA
A. LA COLONIZACIÓN ROMANA Y LA ROMANIZACIÓN

CAPÍTULO I. HISPANIA PROVINCIA ROMANA

* 17.- 1. CARTAGO Y ROMA. LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA Y SU EXPANSIÓN DESDE EL ESTE AL OESTE

18.- 2. LA ROMANIZACIÓN

19.- 3. ESPAÑA Y LA PROVINCIALIZACIÓN DEL IMPERIO

20.- 4. PREDOMINIO DEL ORIENTE. EL CRISTIANISMO

CAPÍTULO II. EL NUEVO LATÍN

21.- 1. ¿LATÍN VULGAR?

22.- 2. EL LATÍN NUEVO

23.- 3. INFLUJO DEL CRISTIANISMO

24.- 4. NEOLOGISMOS DEL VOCABULARIO DOCTO

25.- 5. NEOLOGISMOS DE ESTILÍSTICA COLEC­TIVA

26.- 6. ACEPCIONES NUEVAS

27.- 7. FRASEOLOGÍA

28.- 8. MÓVILES DEL NEOLOGISMO GRAMA­TICAL

29.- 9. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SINTAXIS DEL NOMBRE

30.- 10. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SIN­TAXIS DEL VERBO

31.- 11. PREPOSICIONES Y ADVERBIOS

32.- 12. COLOCACIÓN DE LAS PALABRAS

*   33.- 13. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO

34.- 14. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA CONSO­NÁNTICO

*   35.- 15. OTRAS SIMPLIFICACIONES FONÉTICAS

*   36.- 16. LARGA LUCHA ENTRE INNOVACIÓN Y PURISMO

*   37.- 17. LAS INSCRIPCIONES

B. EL LATÍN DE HISPANIA

CAPÍTULO III. ESPAÑA EN LA ROMANIA

*   38.- 1. LA ROMANIA

*   39.- 2. CAUSAS DEL DIALECTALISMO RO­MÁNICO

*   40.- 3. ROMANIA OCCIDENTAL, ROMANIA MERIDIONAL

*   41.- 4. TRES ZONAS DE COLONIZACIÓN DE ESPAÑA

*   42.- 5. ESPAÑA Y LA ITALIA MERIDIONAL

*   43.- 6. ARCAÍSMO PURISTA DEL LATÍN DE ESPAÑA

*   44.- 7. RELACIONES ENTRE EL LATÍN HISPA­NO Y EL DE LA ROMANIA MERIDIONAL: VOCABULARIO Y FORMACIÓN DE PALABRAS

45.- 8. FONÉTICA DIALECTAL EN EL LATÍN DEL SUR DE ITALIA Y DE LA HISPANIA CITERIOR

*   46.- 9. UNIDAD Y DIVERSIDAD EN EL LA­TÍN DE HISPANIA

*   47.- 10. TOPONIMIA CRISTIANA

PARTE TERCERA: HACIA LA NACIONALIZACIÓN LINGÜÍSTICA DE HISPANIA
A. DESMEMBRACIÓN DE LA ROMANIA. ÉPOCAS VISIGÓTICA Y ARÁBIGA

CAPÍTULO I. EL REINO TOLOSANO Y EL TOLEDANO

*   48.- 1. DISOLUCIÓN Y RUINA DEL IMPERIO DE OCCIDENTE. CRISIS DE ROMANIDAD

*   49.- 2. NACIONALIZACIÓN DEL REINO VISI­GODO

*   50.- 3. REINO VISIGODO TOLEDANO

*   51.- 4. ONOMÁSTICA GERMÁNICA

*   52.- 5. CAUSAS DE LA FRAGMENTACIÓN ROMÁNICA

*   53.- 6. LA LENGUA COMÚN QUE NO SE ESCRIBE

*   54.- 7. CENTROS DIRECTIVOS DE LA HISPANIA VISIGÓTICA

*   55.- 8. LENGUA CORTESANA VISIGODA

*   56.- 9. EL MAPA LINGÜÍSTICO DEL REINO GODO

*   57.- 10. ORÓSPEDA, CANTABRIA Y VASCONIA

*   58.- 11. NACIONALIZACIÓN LITERARIA. SAN ISIDORO

*   59.- 12. LA ESCUELA ISIDORIANA

CAPÍTULO II.  AL-ANDALUS. EL ÁRABE Y LA ALJAMÍA

*   60.- 1. LA ARABIZACIÓN DE HISPANIA

*   61.- 2. LOS MOZÁRABES EN SU ÉPOCA HE­ROICA

*   62.- 3. MUSULMANES DE HABLA ROMANCE

*   63.- 4. LA ALJAMÍA O LENGUA ROMANCE HABLADA EN AL-ANDALUS

*   64.- 5. TOPONIMIA ÁRABE

*   65.- 6. TOPONIMIA MOZÁRABE

*   66.- 7. TOPONIMIA LATINA EN BOCA ÁRABE

CAPÍTULO III. LOS PUEBLOS INDOCTOS DEL NORTE

*   67.- 1. UNA NUEVA BASE PARA LA NUE­VA ROMANIDAD HISPANA

*   68.- 2. GRANDES TRASIEGOS DE POBLACIÓN

*   69.- 3. TOLEDANISMO OVETENSE. EL DIALEC­TO ASTURIANO Y LEONÉS

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La Garduña Ilustrada

Imagen: letra B, alfabeto anglosajón, siglo VIII-IX

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