113.- 9. EL CATALÁN
9. EL CATALÁN. IX. EL INFLUJO FRANCO Y LA EMANCIPACIÓN DEL ROMANCE
Al final de esta época que reseñamos se engrandecen Barcelona y Portugal, solares de los dos dialectos ibéricos extremos.
Barcelona, hecha independiente del reino de Francia en el siglo X, constituye un gran condado reuniendo en la persona de Ramón Berenguer III (1096-1131) varios condados menores, como había hecho Castilla antes. Ahora aparece el nombre de Cataluña, hallándose por primer vez catalanenses en un poema pisano de 1112, nombre que, junto con el de Navarra y Castilla, aparecidos enel siglo XI 66, completa la nomenclatura moderna de los territorios lingüísticos.
A raíz de la formación del gran condado, ocurre su unión con el reino de Aragón en la persona del conde Ramón Berenguer IV, en 1137. Aunque la nueva dinastía se funda con varón catalán y hembra aragonesa, los catalanes la llamaron «el casal d’Aragó», y desde el comienzo, el reino asumió la representación política del conjunto, estableciéndose el fundamental bilingüismo que caracteriza la biología del catalán.
Este dialecto hispánico, por razones histórico-geográficas que arrancan de la época romana 67 y se continúan en la visigoda, y de la reconquista, tiene estrechas relaciones por una parte con los dialectos de la Galia gótica o languedocianos y por otra con los dialectos de la Tarraconense o aragoneses; no de otro modo que en la Italia continental se cruzan influjos de la Galia y de la Italia peninsular. La tan debatida cuestión sobre clasificar el catalán como dialecto ibero-románico o como galo-románico carece de sentido científico 68.
Entre la masa de fenómenos que el catalán ofrece peculiares de España toda o de su parte oriental y extraños a los dialectos languedocianos recordemos las formaciones léxicas nuevas que apuntamos arriba 69, o la simple conservación de términos clásicos olvidados en el resto de la Romania 70, después, rasgos fonéticos que atribuimos a desarrollo visigótico-toledano, tales como l- palatalizada y -as, -an > -es, -en comunes ambos con el asturiano y en parte con el aragonés 71. En segundo término vienen otros rasgos de España comunes con la Romania meridional o con la oriental, extraños también a la Galia: -ll- y -nn- palatalizadas 72; sufijo -icco 73; incoativos en -escere en vez de -iscere 74; -nd- > nn 75; monoptongación de au y ai 76; muchos fenómenos de vocabulario 77. Menos importante, por ser simplemente negativo, es el faltar en catalán como en el resto de España la ü céltica, propia de todos los dialectos de Francia, incluso el gascón.
Entre los muchos rasgos que asocian el catalán a los dialectos languedocianos señalaremos la pérdida de -s en la persona Nosotros del verbo -amus, -imus: cantam, partim; perfectos de tipo gw como aguí; pérdida de la preposición cum substituida por apud > ab, amb; multitud de vocablos comunes.
En fin, entre los rasgos peculiares del catalán, los que le separan tanto del aragonés como del languedociano, cabe destacar la aspiración, vocalización o pérdida de varias consonantes continuas: de la s o z protónica, resina > rehina, ratione > rahó; de la ç o z final, dicit > diu, palatiu > palau, amatis > amau; lo mismo que de la -d final, pede > peu, sede > seu; y la pérdida de la -n y -r finales, pane > pa, satione > sahó, calore > calo(r) 78.
La frontera catalano-languedociana es artificial, de límites coincidentes 79, yendo juntos en un haz todos los que hemos apuntado, por ejemplo el de la ü y la u, el de au conservado o monoptongado, el de la d perdida al Norte y vocalizada al Sur (pe y peu < pede), el de la -d- hecha z al Norte y perdida al Sur (suzà y suà < sudare), etc. En cambio, la frontera catalano-aragonesa es natural, de límites dispersos, yendo separados el límite de la Ŏ diptongada, el límite de la L- palatalizada; el de -AS hecho -es; el del ensordecimiento de las fricativas, etc.80. Esta diferente disposición de los límites es sintomática de cómo en uno y otro caso se produjo la diferenciación de las hablas locales. Se ha querido explicar el catalán como una lengua nacida en el Rosellón, parte de la Septimania visigótica, e importada a la Península por los reconquistadores de la Galia gótica; W. Meyer-Lübke 81 creyó que el catalán era un dialecto provenzal transportado a España por los reconquistadores venidos del otro lado del Pirineo. Pero ya H. Morf observó 82, para rechazar tal manera de ver, que el catalán del Rosellón difiere del conjunto lingüístico del Mediodía de Francia en tantos rasgos de fonética, de morfología y de vocabulario que no puede menos de reconocerse que el catalán es en el Rosellón un cuerpo extraño en medio de los dialectos del Sur de Francia, con los cuales no se interpenetra. La disposición en haz de los diversos límites lingüísticos es típica de la expansión de una lengua ya constituida que penetra en un territorio ajeno; por ello Morf llega a la conclusión de que el catalán del Rosellón es un dialecto importado de España, lo cual se explica por el secular dominio de los condes catalanes y de los reyes de Aragón en aquella comarca. En su frontera al Sur de los Pirineos, el catalán se articula con los dialectos aragoneses y se interpenetra con ellos: el catalán fronterizo, de Ribagorza, se funde suavemente con el alto-aragonés, de la propia Ribagorza y de Sobrarbe; su progresiva diferenciación se dio in situ, desde los primeros tiempos en que se fraguan los romances hispánicos, hasta tiempos en que esos romances se expanden hacia el Sur, y aún después. Sólo en los territorios al Sur de las estribaciones del Pirineo 83, desde Tamarite y Balaguer, reconquistados en 1145 y 1106 respectivamente, los límites del catalán y del aragonés van juntos en un haz, efecto de la desaparición de una lengua mozárabe suplantada, lentamente pero en su totalidad, después de la reconquista por lenguas de Aragón y de Cataluña 84.
Diego Catalán: Historia de la Lengua Española de Ramón Menéndez Pidal (2005)
NOTAS
66 Véase atrás, cap. IV, §§ 1 y 2.
67 Véase atrás, Parte IIa, cap. III, § 4.
68 Tal cuestión sólo sirvió a la política local. A ella fue arrastrado lastimosamente W. Meyer-Lübke (Das Katalanische, 1925). Sobre lo arbitrario del método seguido en ese libro, véanse A. Alonso (RFE, XIII, 1926, pp. 1-38 y 225-261) y P. Fouché («À propos du livre de W. Meyer-Lübke, ’Das Katalanische’», Rev. Hisp., LXXVII, 1929, pp. 88-120, especialmente las pp. 100-101). A Griera («Afro-romanich o ibero-romanich?», Butll. Dial. Cat., X, 1922, pp. 34-53; «Castellà-Català-Provençal», Zeit. f. rom. Phil, XLV, 1925, pp. 198-254; y Rev. Ling. Rom., V, 1929, pp. 193 ss.) se funda en el frecuente confusionismo de los datos que aduce.
69 Véase Parte IIa, cap. Ill, § 9.
70 Parte IIa, cap. Ill, § 6.
71 Parte IIIa, cap. I, §§ 8-9.
72 Parte IIa, cap. Ill, § 8.
73 Parte Ia, cap. III, § 2 (p. 69).
74 Parte IIa, cap. Ill, § 7.
75 Parte IIa, cap. III, § 8.
76 Parte IIIa, cap. VII, § 5.
77 Parte IIa, cap. III, § 7. Entre otros rasgos podría añadirse el uso de qui relativo con antecedente expreso, en lucha con que, vacilación articulada en la Península y desarticulada en el Languedoc, según A. Par, «Qui y que en la Península Ibérica», RFE, XVIII, 1931, p. 233.
78 Para la pérdida de la r (aunque escrita), en estado latente, documentada en el siglo VIII por autores árabes en el nombre de Balagué y en el adjetivo derivado Balaguíon, no Balageríon, véase F. Codera, Discursos leídos ante la R. Academia Española, 1910, p. 30 (cítalo J. F. Pastor, RFE, XIV, 1927, p. 194); en Valencia y Alicante no se pierde la r.
79 Véase atrás, cap. III, § 2.
80 Menéndez Pidal, «A. Griera i Gaja, La frontera catalano-aragonesa. Estudi geografico-lingüistic», RFE, III, 1916, p. 78.
81 W. Meyer-Lübke, Gramm. des Langues Romaines, I, 1890, p. 14.
82 H. Morf, «Mundartenforschung und Geschichte auf romanischen Gebiet», Bull, de dialect, rom., I, 1909, pp. 2-4.
83 Menéndez Pidal, «Articulación lingüística de España», s.v. «España», en la Enciclopedia Espasa, vol. XXI, Barcelona, 1923, pp. 415-437 (sin indicar la extensión de la colaboración, salvo en tirada aparte); reed. en el volumen Anejo España, 1925 (3a ed., por Espasa-Calpe, 1935).
84 R. Menéndez Pidal, «A. Griera La frontera», RFE, III, 1916, pp. 77-79 y 83-86; y «Dos problemas iniciales», en Encicl. Ling. Hisp., I, 1960, pp. LV-LVII.
CAPÍTULOS ANTERIORES:
PARTE PRIMERA: DE IBERIA A HISPANIA
A. EL SOLAR Y SUS PRIMITIVOS POBLADORES
CAPÍTULO I. LA VOZ LEJANA DE LOS PUEBLOS SIN NOMBRE.
* 1.- 1. LOS PRIMITIVOS POBLADORES Y SUS LENGUAS
* 2.- 2. INDICIOS DE UNA CIERTA UNIDAD LINGÜÍSTICA MEDITERRÁNEA
* 3.- 3. PUEBLOS HISPÁNICOS SIN NOMBRE; PIRENAICOS Y CAMÍTICOS
CAPÍTULO II. PUEBLOS PRERROMANOS, PREINDOEUROPEOS E INDOEUROPEOS
* 4.- 1. FUERZA EXPANSIVA DE LOS PUEBLOS DE CULTURA IBÉRICA
* 5.- 2. NAVEGACIÓN DE FENICIOS Y DE GRIEGOS EN ESPAÑA
* 6.- 3. LOS ÍBEROS Y LA IBERIZACIÓN DE ESPAÑA, PROVENZA Y AQUITANIA
* 7.- 4. FRATERNIDAD ÍBERO-LÍBICA
* 8.- 5. LOS LÍGURES O AMBRONES
* 11.- 8. «NOS CELTIS GENITOS ET EX IBERIS» (MARCIAL)
* 12.- 9. PERSISTENCIA DE LAS LENGUAS INDÍGENAS EN LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA
B. LAS HUELLAS DE LAS LENGUAS PRERROMANAS EN LA LENGUA ROMANCE
CAPÍTULO III. RESTOS DE LAS LENGUAS PRIMITIVAS EN EL ESPAÑOL
* 13.- 1. VOCABLOS DE LAS LENGUAS PRERROMANAS
* 14.- 2. SUFIJOS PRERROMANOS EN EL ESPAÑOL
* 15.- 3. LAS LENGUAS DE SUBSTRATO EN LA FONÉTICA ESPAÑOLA
* 16.- 4. RESUMEN DE LOS INFLUJOS DEL SUBSTRATO
PARTE SEGUNDA: LA HISPANIA LATINA
A. LA COLONIZACIÓN ROMANA Y LA ROMANIZACIÓN
CAPÍTULO I. HISPANIA PROVINCIA ROMANA
* 17.- 1. CARTAGO Y ROMA. LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA Y SU EXPANSIÓN DESDE EL ESTE AL OESTE
* 19.- 3. ESPAÑA Y LA PROVINCIALIZACIÓN DEL IMPERIO
* 20.- 4. PREDOMINIO DEL ORIENTE. EL CRISTIANISMO
CAPÍTULO II. EL NUEVO LATÍN
* 23.- 3. INFLUJO DEL CRISTIANISMO
* 24.- 4. NEOLOGISMOS DEL VOCABULARIO DOCTO
* 25.- 5. NEOLOGISMOS DE ESTILÍSTICA COLECTIVA
* 28.- 8. MÓVILES DEL NEOLOGISMO GRAMATICAL
* 29.- 9. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SINTAXIS DEL NOMBRE
* 30.- 10. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SINTAXIS DEL VERBO
* 31.- 11. PREPOSICIONES Y ADVERBIOS
* 32.- 12. COLOCACIÓN DE LAS PALABRAS
* 33.- 13. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO
* 34.- 14. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA CONSONÁNTICO
* 35.- 15. OTRAS SIMPLIFICACIONES FONÉTICAS
* 36.- 16. LARGA LUCHA ENTRE INNOVACIÓN Y PURISMO
B. EL LATÍN DE HISPANIA
CAPÍTULO III. ESPAÑA EN LA ROMANIA
* 39.- 2. CAUSAS DEL DIALECTALISMO ROMÁNICO
* 40.- 3. ROMANIA OCCIDENTAL, ROMANIA MERIDIONAL
* 41.- 4. TRES ZONAS DE COLONIZACIÓN DE ESPAÑA
* 42.- 5. ESPAÑA Y LA ITALIA MERIDIONAL
* 43.- 6. ARCAÍSMO PURISTA DEL LATÍN DE ESPAÑA
* 45.- 8. FONÉTICA DIALECTAL EN EL LATÍN DEL SUR DE ITALIA Y DE LA HISPANIA CITERIOR
* 46.- 9. UNIDAD Y DIVERSIDAD EN EL LATÍN DE HISPANIA
* 47.- 10. TOPONIMIA CRISTIANA
PARTE TERCERA: HACIA LA NACIONALIZACIÓN LINGÜÍSTICA DE HISPANIA
A. DESMEMBRACIÓN DE LA ROMANIA. ÉPOCAS VISIGÓTICA Y ARÁBIGA
CAPÍTULO I. EL REINO TOLOSANO Y EL TOLEDANO
* 48.- 1. DISOLUCIÓN Y RUINA DEL IMPERIO DE OCCIDENTE. CRISIS DE ROMANIDAD
* 49.- 2. NACIONALIZACIÓN DEL REINO VISIGODO
* 50.- 3. REINO VISIGODO TOLEDANO
* 51.- 4. ONOMÁSTICA GERMÁNICA
* 52.- 5. CAUSAS DE LA FRAGMENTACIÓN ROMÁNICA
* 53.- 6. LA LENGUA COMÚN QUE NO SE ESCRIBE
* 54.- 7. CENTROS DIRECTIVOS DE LA HISPANIA VISIGÓTICA
* 55.- 8. LENGUA CORTESANA VISIGODA
* 56.- 9. EL MAPA LINGÜÍSTICO DEL REINO GODO
* 57.- 10. ORÓSPEDA, CANTABRIA Y VASCONIA
* 58.- 11. NACIONALIZACIÓN LITERARIA. SAN ISIDORO
* 59.- 12. LA ESCUELA ISIDORIANA
CAPÍTULO II. AL-ANDALUS. EL ÁRABE Y LA ALJAMÍA
* 60.- 1. LA ARABIZACIÓN DE HISPANIA
* 61.- 2. LOS MOZÁRABES EN SU ÉPOCA HEROICA
* 62.- 3. MUSULMANES DE HABLA ROMANCE
* 63.- 4. LA ALJAMÍA O LENGUA ROMANCE HABLADA EN AL-ANDALUS
* 66.- 7. TOPONIMIA LATINA EN BOCA ÁRABE
CAPÍTULO III. LOS PUEBLOS INDOCTOS DEL NORTE
* 67.- 1. UNA NUEVA BASE PARA LA NUEVA ROMANIDAD HISPANA
* 68.- 2. GRANDES TRASIEGOS DE POBLACIÓN
* 69.- 3. TOLEDANISMO OVETENSE. EL DIALECTO ASTURIANO Y LEONÉS
* 71.- 5. EL PATRONÍMICO EN -Z
CAPÍTULO IV. EL IMPERIO LEONÉS Y SU FRONTERA VÁRDULO-VASCONA
* 72.- 1. ORÍGENES DEL REINO DE NAVARRA Y DEL «IMPERIO» LEONÉS
* 73.- 2. FORMACIÓN DEL GRAN CONDADO DE CASTILLA
* 75.- 4. REPOBLACIÓN AL SUR DEL DUERO
* 76.- 5. PREPONDERANTE INFLUJO ÁRABE Y MOZÁRABE
B. PRIMEROS BALBUCEOS DEL IDIOMA —960-1065—
GLOSAS Y CANTARES ÉPICOS
CAPITULO V. LA LENGUA ESCRITA
* 77.- 1. LATÍN DOCTO Y LATÍN ARROMANZADO
* 78.- 2. LAS GLOSAS EMILIANENSES
* 80.- 4. DIFICULTAD DE LA ESCRITURA
* 83.- 7. REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE OTROS SONIDOS ROMÁNICOS
* 84.- 8. GRAFÍAS PARA SONIDOS ESPECIALMENTE CASTELLANOS
CAPÍTULO VI. EL HABLA ROMANCE
* 86.- 1. FALTA DE FIJACIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO
* 87.- 2. SONORIZACIÓN DE LA CONSONANTE SORDA
* 88.- 3. VACILACIÓN EN LA PÉRDIDA DE LA VOCAL INTERTÓNICA
* 89.- 4. FECHA RELATIVA DE LA SONORIZACIÓN Y DE LA SÍNCOPA VOCÁLICA
* 90.- 5. UNA ÉPOCA DE MÚLTIPLES SINCRETISMOS
* 91.- 6. CONTIENDA ENTRE LLANOS Y CULTOS
* 92.- 7. ARCAIZANTES Y NEOLOGISTAS
* 93.- 8. AFECTACIÓN ULTRACORRECTA
CAPITULO VII. EL CASTELLANO ENTRE LOS DEMÁS DIALECTOS ROMANCES HISPÁNICOS
* 94.- 1. CARÁCTER DIFERENCIAL DE CASTILLA
* 95.- 2. RASGOS PRIMITIVOS DEL CASTELLANO FRENTE AL LEONÉS, AL ARAGONÉS Y A LA ALJAMÍA
* 96.- 3. CASTILLA SE ADELANTA A LOS OTROS DIALECTOS AFINES
* 97.- 4. EL CASTELLANO CON EL LEONÉS Y EL GALLEGO-PORTUGUÉS
* 98.- 5. EL CASTELLANO CON EL ARAGONÉS Y EL CATALÁN
CAPÍTULO VIII. LA LITERATURA DEL MILENIO
* 100.- 2. CANCIONES ANDALUSÍES. EL LENGUAJE DE ESTOS CANTARCILLOS ROMÁNICOS
* 101.- 3. ESTADO LATENTE DE UNA POESÍA ÉPICA
* 102.- 4. ¿HUBO UNA ÉPICA MOZÁRABE?
* 103.- 5. CANTARES DE GESTA BREVES EN CASTILLA
* 104.- 6. EL ASONANTE EN LA POESÍA JUGLARESCA
C. LA LENGUA Y LA LITERATURA CASTELLANA
SE ABREN PASO EN UNA ESPAÑA NUEVA
CAPITULO IX. EL INFLUJO FRANCO Y LA EMANCIPACIÓN DEL ROMANCE
* 105.- 1. LA DINASTÍA NAVARRA. CASTILLA HECHA REINO
* 106.- 2. ALFONSO VI; RUPTURA CON LA TRADICIÓN MOZÁRABE
* 107.- 3. RECONQUISTA DE TOLEDO. DECADENCIA MOZÁRABE
* 108.- 4. LA EXTREMADURA AL SUR DEL DUERO. DESAPARICIÓN DE LOS DIALECTOS ROMANCES PRIMITIVOS
* 109.- 5. EL CID Y LOS ALMORÁVIDES
* 111.- 7. ARROLLADOR AVANCE DE LA APÓCOPE
* 112.- 8. FIJACIÓN DEL RITMO ACENTUAL DE LA PALABRA
Diseño gráfico:
La Garduña Ilustrada
Imagen: letra minúscula k, siglo XII. British Museum
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