160.- 3. PROPÓSITO ESTILÍSTICO DE DON JUAN MANUEL
3. PROPÓSITO ESTILÍSTICO DE DON JUAN MANUEL. V. LA LENGUA LITERARIA
Don Juan Manuel es ante todo admirador de las obras de su tío Alfonso X, de la apostura y precisión de su lenguaje 12; él dice en la segunda parte del Lucanor: «grave cosa es de seer desemejante a su linaje» 13, y sin duda, satisfecho de continuar una tradición familiar, hace decir en su Libro de los Estados, con seguridad del éxito conseguido, que su anterior Libro del caballero e el escudero está escrito «por muy buenas palabras et por los más fermosos latines que yo nunca oí dezir en libro que fuese fecho en romance; et poniendo declaradamente et conplida la razón que quiere dezir, pónela en las menos palabras que pueden seer» 14. Es todo un programa de selección lingüística 15, bien característico de esta época de apogeo, como lo volverá a ser del español clásico 16.
La primera excelencia que don Juan estima haber alcanzado es la de «los más fermosos latines», entendiéndose que no presume escribir con latinismos, sino simplemente con expresiones selectas, o como él dice en el prólogo del Lucanor, con «las más fermosas palabras que yo pude» 17. Pone en ello particular esmero. Se ha notado, por ejemplo, cómo abandona con gran tino los usos sintácticos de los escritores contemporáneos para manejar las conjunciones concesivas, prefiriendo como quier que con indicativo, pocas veces con subjuntivo, restringiendo el uso de pero que y el de maguer, en aguda percepción de su próxima caída en desuso. Pero ese fino cuidado formal, él nos lo advierte, es sólo a manera del azúcar o la miel con que se mezclan las medicinas; es sólo el excipiente del medicamento útil 18.
En segundo lugar, don Juan Manuel aspira a escribir con precisión: «en las menos palabras que yo pudiere», repite varias veces en el Libro Infinido 19. Esto le puede en ocasiones llevar a una concisión abusiva, fiando demasiado al contexto, en cambiar el sujeto de la oración sin expresarlo, en usar con ambigüedad los pronombres él, le, su; o en otras construcciones elípticas. Pero más veces nos parece su lenguaje antes insistente en el desarrollo de una idea que conciso, cosa bien explicable, porque él subordina la brevedad a poner «complida la razón» y bien declarada. En su obra maestra, el Lucanor, se muestra atento, sobre todo, a lograr la comprensión más perfecta y la más eficaz fuerza didáctica, cuida la trabazón lógica, se detiene en la exposición de los sentimientos que pone en juego, se esmera en preparar las situaciones a que la narración conduce y no descuida dar viveza al relato. Lo que mira con manifiesto desvío es la ornamentación externa; ni siquiera se entretiene en intercalar un discurso sentencioso o una máxima a pesar del fin didáctico de sus escritos y deja que la moralidad o conclusión se desprenda del fluir de la acción o del razonamiento 20.
La palabra es sentida por don Juan Manuel llena de todo su valor significativo. En el cuento 25° del Lucanor (inspirador de dos comedias, La pobreza estimada, de Lope de Vega y El conde Lucanor, de Calderón), cuando Saladino aconseja al Conde de Provenza que case a su hija con omne, no cree necesario adjetivar ni especificar: omne es el hombre perfecto en su esencia, sin atención a los accidentes de linaje, riqueza y demás. El adjetivo viene a ser algo superfluo o perturbador, sobre todo el adjetivo de cantidad, estigmatizado en las máximas de la «Tercera parte» del Lucanor: «Si el grand omne non es buen omne, nin es grand omne nin buen omne...; Amor de grand amor faz desamor»21. Dentro de esta austeridad léxica, cada vocablo es elegido en vista únicamente de la precisión o la llaneza, y se repetirá cuantas veces sea menester, sin intentar la sustitución por un sinónimo. Tres cuentos del Lucanor tienen por protagonista al raposo 22, y nunca en ellos recibe este animal otro nombre, a pesar de los muchos que tiene, entre los que el Arcipreste de Hita escoge los de raposa, gulpeja, marfusa, gulhara, comadre (notemos de pasada que no usa zorra; no era aún voz literaria)23. Don Juan Manuel califica su lengua, en el Lucanor, de llana y declarada 24, es decir, sencilla o natural y bien explanada; y esos adjetivos los repite siempre que es menester, escribiendo años después las sucesivas partes del libro. El cambio de vocablo le repugna, pues la exactitud de cada palabra la hace intangible. No se puede mudar «una letra» sin alterar toda la palabra (dice don Juan), ni se puede cambiar una palabra sin viciar «toda la entención e toda la suma» 25, por lo cual se preocupa de corregir de su mano un ejemplar de sus obras y depositarlo en el monasterio de Peñafiel como único ejemplar auténtico 26.
Nada más esclarecedor para estimar lo que aspiran y son capaces de lograr dos escritores de un mismo país, que escriben en el mismo tiempo y que aprovechan ejemplos del apólogo medieval, como son don Juan Manuel y Juan Ruiz, que detenerse a comparar una misma fábula narrada por uno y otro, como la de «la zorra y el cuervo». Los dos fabulistas no emplean en común más que los términos esenciales de la narración (raposo, cuervo, árbol, pedazo de queso, lisonja, el verbo cantar); en el desarrollo del tema cada uno va por su lado. El raposo de don Juan Manuel plantea la lisonja intelectualmente; quiere entrar en el ánimo del adulado de manera segura, por la vía firme del convencimiento. Para ello adopta un lenguaje analítico y lógico: «porque veades que vos lo non digo por lesonja, tan bien como vos diré las aposturas que en vos entiendo, tan bien vos diré las cosas en que las gentes tienen que non sodes tan apuesto...»; y así desarrolla un delicado trabajo de persuasión, en que el cuervo llega a comprender que las desaposturas y fealdades, que las gentes censuran en él, son cualidades excelentes; don Juan, a propósito, expone la doctrina de «la verdad engañosa», que es la más temible de todas las mentiras. Lejos de esta adulación cautelosamente disimulada, el raposo del Arcipreste hace su lisonja a banderas desplegadas; no se dirige a la inteligencia del cuervo, sino que emotivamente excita su vanidad; no trata de convencerle, sino de aturdirle con elogios exageradamente mentirosos: «con su lisonja tan bien lo falagava». El raposo manuelino no quiere dejar nada a cargo de su oyente; él lo pone todo de su parte para llevar al cuervo hacia las ideas vanidosas que desea imponerle. El raposo arciprestal cuenta confiado con la colaboración del que le escucha; remueve y alborota con su palabrería los sentimientos de fatuidad que sabe duermen en el ánimo del que quiere seducir.
No de otro modo don Juan Manuel asedia en sus escritos al lector con razonamientos lógicos para imbuirle una doctrina, mientras el Arcipreste sugiere más que expone, suscita emociones y pensamientos, encomendando a la reacción del que lee el completar el sentido de lo que él escribe 27.
Curiosamente estas dos formas tan contrarias de tratar el apólogo del raposo vienen determinadas por la fuente de donde cada uno de ellos lo tomó, aunque es obvio que manan del fondo mismo de la personalidad de uno y otro autor. Ello no puede ser debido al azar, sino a que la selección de las fuentes, entre el caudal de la tradición, es ya la primera manifestación de la originalidad de autores de la talla de los dos don Juanes 28.
Diego Catalán: Historia de la Lengua Española de Ramón Menéndez Pidal (2005)
NOTAS
12 Véase atrás, cap. III, § 9, en que cito las palabras de don Juan Manuel en su Crónica abreviada referentes a la Estoria de España alfonsí.
13 Ed. Knust, 1900, p. 25419-20.
14 Cap. XC°, al tratar de los infanzones, en su final. La frase empalma así: «... et otro que llaman el Libro del cavallero et del escudero. Et commo quiere que este libro fizo don Johan en manera de fabliella, sabet, señor infante, que es muy buen libro et muy aprovechoso; et todas las razones que en él se contienen son dichas por muy buenas palabras ... etc.» (ed. «BAE», LI, p. 335b).
15 Que don Juan Manuel había ya avanzado en el Prólogo de su Crónica abreviada (1320).
16 Véase adelante Parte Va, cap. VII, § 2.
17 «BAE», LI, p. 369a.
18 «BAE», LI, p. 369a.
19 «BAE», LI, pp. 265b, 266b, 275a.
20 Menéndez Pidal, Antolog. de prosistas, 2a ed., 1917, pp. 28-30. Para el lenguaje de don Juan Manuel pueden verse R. Dönne, Syntaktische Bemerkungen zu Don Juan Manuels Schriften, 1891 y S. Gräfenberg, «Don Juan Manuel, El Libro del Cavallero et del Escudero», Rom. Forschungen, VII, 1893, pp. 523-549.
21 Ed. H. Knust, 1900, pp. 26014, 26122.
22 Los números Vo, XIIº y XXIX° de la ed. Knust.
23 Gulhara ~ gulfara vv. 349b, 896b, 896d, 1412b y 1436d; marfusa 332b, 1437a, raposa 324d, gulpeja 1418b, comadre 1411a.
24 En el «Razonamiento que faze don Johan por amor de don Jayme de Xérica» (ed. Knust, 1900, pp. 250-257).
25 Según declara en el Prólogo general de sus obras y en el Prólogo al Lucanor.
26 Cfr. Menéndez Pidal, Poes. juglaresca, 1924, p. 445.
27 Menéndez Pidal, «Notas sobre una fábula», en Hommage a E. Martinenche, 1939, pp. 183-186.
28 F. Lecoy, Recherches sur le Libro de Buen Amor, 1938, pp. 136 y 117-120; L. Hervieux, Les fabulistes latins, II, 2a ed., 1894, pp. 322, 574-575 y, especialmente, lo que observo acerca de ellas en «Notas sobre una fábula».
CAPÍTULOS ANTERIORES:
PARTE PRIMERA: DE IBERIA A HISPANIA
A. EL SOLAR Y SUS PRIMITIVOS POBLADORES
CAPÍTULO I. LA VOZ LEJANA DE LOS PUEBLOS SIN NOMBRE.
* 1.- 1. LOS PRIMITIVOS POBLADORES Y SUS LENGUAS
* 2.- 2. INDICIOS DE UNA CIERTA UNIDAD LINGÜÍSTICA MEDITERRÁNEA
* 3.- 3. PUEBLOS HISPÁNICOS SIN NOMBRE; PIRENAICOS Y CAMÍTICOS
CAPÍTULO II. PUEBLOS PRERROMANOS, PREINDOEUROPEOS E INDOEUROPEOS
* 4.- 1. FUERZA EXPANSIVA DE LOS PUEBLOS DE CULTURA IBÉRICA
* 5.- 2. NAVEGACIÓN DE FENICIOS Y DE GRIEGOS EN ESPAÑA
* 6.- 3. LOS ÍBEROS Y LA IBERIZACIÓN DE ESPAÑA, PROVENZA Y AQUITANIA
* 7.- 4. FRATERNIDAD ÍBERO-LÍBICA
* 8.- 5. LOS LÍGURES O AMBRONES
* 11.- 8. «NOS CELTIS GENITOS ET EX IBERIS» (MARCIAL)
* 12.- 9. PERSISTENCIA DE LAS LENGUAS INDÍGENAS EN LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA
B. LAS HUELLAS DE LAS LENGUAS PRERROMANAS EN LA LENGUA ROMANCE
CAPÍTULO III. RESTOS DE LAS LENGUAS PRIMITIVAS EN EL ESPAÑOL
* 13.- 1. VOCABLOS DE LAS LENGUAS PRERROMANAS
* 14.- 2. SUFIJOS PRERROMANOS EN EL ESPAÑOL
* 15.- 3. LAS LENGUAS DE SUBSTRATO EN LA FONÉTICA ESPAÑOLA
* 16.- 4. RESUMEN DE LOS INFLUJOS DEL SUBSTRATO
PARTE SEGUNDA: LA HISPANIA LATINA
A. LA COLONIZACIÓN ROMANA Y LA ROMANIZACIÓN
CAPÍTULO I. HISPANIA PROVINCIA ROMANA
* 17.- 1. CARTAGO Y ROMA. LA PROVINCIA ROMANA DE HISPANIA Y SU EXPANSIÓN DESDE EL ESTE AL OESTE
* 19.- 3. ESPAÑA Y LA PROVINCIALIZACIÓN DEL IMPERIO
* 20.- 4. PREDOMINIO DEL ORIENTE. EL CRISTIANISMO
CAPÍTULO II. EL NUEVO LATÍN
* 23.- 3. INFLUJO DEL CRISTIANISMO
* 24.- 4. NEOLOGISMOS DEL VOCABULARIO DOCTO
* 25.- 5. NEOLOGISMOS DE ESTILÍSTICA COLECTIVA
* 28.- 8. MÓVILES DEL NEOLOGISMO GRAMATICAL
* 29.- 9. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SINTAXIS DEL NOMBRE
* 30.- 10. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Y SINTAXIS DEL VERBO
* 31.- 11. PREPOSICIONES Y ADVERBIOS
* 32.- 12. COLOCACIÓN DE LAS PALABRAS
* 33.- 13. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO
* 34.- 14. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA CONSONÁNTICO
* 35.- 15. OTRAS SIMPLIFICACIONES FONÉTICAS
* 36.- 16. LARGA LUCHA ENTRE INNOVACIÓN Y PURISMO
B. EL LATÍN DE HISPANIA
CAPÍTULO III. ESPAÑA EN LA ROMANIA
* 39.- 2. CAUSAS DEL DIALECTALISMO ROMÁNICO
* 40.- 3. ROMANIA OCCIDENTAL, ROMANIA MERIDIONAL
* 41.- 4. TRES ZONAS DE COLONIZACIÓN DE ESPAÑA
* 42.- 5. ESPAÑA Y LA ITALIA MERIDIONAL
* 43.- 6. ARCAÍSMO PURISTA DEL LATÍN DE ESPAÑA
* 45.- 8. FONÉTICA DIALECTAL EN EL LATÍN DEL SUR DE ITALIA Y DE LA HISPANIA CITERIOR
* 46.- 9. UNIDAD Y DIVERSIDAD EN EL LATÍN DE HISPANIA
* 47.- 10. TOPONIMIA CRISTIANA
PARTE TERCERA: HACIA LA NACIONALIZACIÓN LINGÜÍSTICA DE HISPANIA
A. DESMEMBRACIÓN DE LA ROMANIA. ÉPOCAS VISIGÓTICA Y ARÁBIGA
CAPÍTULO I. EL REINO TOLOSANO Y EL TOLEDANO
* 48.- 1. DISOLUCIÓN Y RUINA DEL IMPERIO DE OCCIDENTE. CRISIS DE ROMANIDAD
* 49.- 2. NACIONALIZACIÓN DEL REINO VISIGODO
* 50.- 3. REINO VISIGODO TOLEDANO
* 51.- 4. ONOMÁSTICA GERMÁNICA
* 52.- 5. CAUSAS DE LA FRAGMENTACIÓN ROMÁNICA
* 53.- 6. LA LENGUA COMÚN QUE NO SE ESCRIBE
* 54.- 7. CENTROS DIRECTIVOS DE LA HISPANIA VISIGÓTICA
* 55.- 8. LENGUA CORTESANA VISIGODA
* 56.- 9. EL MAPA LINGÜÍSTICO DEL REINO GODO
* 57.- 10. ORÓSPEDA, CANTABRIA Y VASCONIA
* 58.- 11. NACIONALIZACIÓN LITERARIA. SAN ISIDORO
* 59.- 12. LA ESCUELA ISIDORIANA
CAPÍTULO II. AL-ANDALUS. EL ÁRABE Y LA ALJAMÍA
* 60.- 1. LA ARABIZACIÓN DE HISPANIA
* 61.- 2. LOS MOZÁRABES EN SU ÉPOCA HEROICA
* 62.- 3. MUSULMANES DE HABLA ROMANCE
* 63.- 4. LA ALJAMÍA O LENGUA ROMANCE HABLADA EN AL-ANDALUS
* 66.- 7. TOPONIMIA LATINA EN BOCA ÁRABE
CAPÍTULO III. LOS PUEBLOS INDOCTOS DEL NORTE
* 67.- 1. UNA NUEVA BASE PARA LA NUEVA ROMANIDAD HISPANA
* 68.- 2. GRANDES TRASIEGOS DE POBLACIÓN
* 69.- 3. TOLEDANISMO OVETENSE. EL DIALECTO ASTURIANO Y LEONÉS
* 71.- 5. EL PATRONÍMICO EN -Z
CAPÍTULO IV. EL IMPERIO LEONÉS Y SU FRONTERA VÁRDULO-VASCONA
* 72.- 1. ORÍGENES DEL REINO DE NAVARRA Y DEL «IMPERIO» LEONÉS
* 73.- 2. FORMACIÓN DEL GRAN CONDADO DE CASTILLA
* 75.- 4. REPOBLACIÓN AL SUR DEL DUERO
* 76.- 5. PREPONDERANTE INFLUJO ÁRABE Y MOZÁRABE
B. PRIMEROS BALBUCEOS DEL IDIOMA (960-1065)
GLOSAS Y CANTARES ÉPICOS
CAPITULO V. LA LENGUA ESCRITA
* 77.- 1. LATÍN DOCTO Y LATÍN ARROMANZADO
* 78.- 2. LAS GLOSAS EMILIANENSES
* 80.- 4. DIFICULTAD DE LA ESCRITURA
* 83.- 7. REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE OTROS SONIDOS ROMÁNICOS
* 84.- 8. GRAFÍAS PARA SONIDOS ESPECIALMENTE CASTELLANOS
CAPÍTULO VI. EL HABLA ROMANCE
* 86.- 1. FALTA DE FIJACIÓN DEL SISTEMA VOCÁLICO
* 87.- 2. SONORIZACIÓN DE LA CONSONANTE SORDA
* 88.- 3. VACILACIÓN EN LA PÉRDIDA DE LA VOCAL INTERTÓNICA
* 89.- 4. FECHA RELATIVA DE LA SONORIZACIÓN Y DE LA SÍNCOPA VOCÁLICA
* 90.- 5. UNA ÉPOCA DE MÚLTIPLES SINCRETISMOS
* 91.- 6. CONTIENDA ENTRE LLANOS Y CULTOS
* 92.- 7. ARCAIZANTES Y NEOLOGISTAS
* 93.- 8. AFECTACIÓN ULTRACORRECTA
CAPITULO VII. EL CASTELLANO ENTRE LOS DEMÁS DIALECTOS ROMANCES HISPÁNICOS
* 94.- 1. CARÁCTER DIFERENCIAL DE CASTILLA
* 95.- 2. RASGOS PRIMITIVOS DEL CASTELLANO FRENTE AL LEONÉS, AL ARAGONÉS Y A LA ALJAMÍA
* 96.- 3. CASTILLA SE ADELANTA A LOS OTROS DIALECTOS AFINES
* 97.- 4. EL CASTELLANO CON EL LEONÉS Y EL GALLEGO-PORTUGUÉS
* 98.- 5. EL CASTELLANO CON EL ARAGONÉS Y EL CATALÁN
CAPÍTULO VIII. LA LITERATURA DEL MILENIO
* 100.- 2. CANCIONES ANDALUSÍES. EL LENGUAJE DE ESTOS CANTARCILLOS ROMÁNICOS
* 101.- 3. ESTADO LATENTE DE UNA POESÍA ÉPICA
* 102.- 4. ¿HUBO UNA ÉPICA MOZÁRABE?
* 103.- 5. CANTARES DE GESTA BREVES EN CASTILLA
* 104.- 6. EL ASONANTE EN LA POESÍA JUGLARESCA
C. LA LENGUA Y LA LITERATURA CASTELLANA
SE ABREN PASO EN UNA ESPAÑA NUEVA
CAPITULO IX. EL INFLUJO FRANCO Y LA EMANCIPACIÓN DEL ROMANCE
* 105.- 1. LA DINASTÍA NAVARRA. CASTILLA HECHA REINO
* 106.- 2. ALFONSO VI; RUPTURA CON LA TRADICIÓN MOZÁRABE
* 107.- 3. RECONQUISTA DE TOLEDO. DECADENCIA MOZÁRABE
* 108.- 4. LA EXTREMADURA AL SUR DEL DUERO. DESAPARICIÓN DE LOS DIALECTOS ROMANCES PRIMITIVOS
* 109.- 5. EL CID Y LOS ALMORÁVIDES
* 111.- 7. ARROLLADOR AVANCE DE LA APÓCOPE
* 112.- 8. FIJACIÓN DEL RITMO ACENTUAL DE LA PALABRA
CAPITULO X. ESPLENDOR DE LA LITERATURA DIALECTAL (1140-1180)
* 115.- 1. RESURGIMIENTO DE TOLEDO. LA HERENCIA CULTURAL ÁRABE
* 116.- 2. LA POESÍA BILINGÜE CONTINÚA TRIUNFANDO EN AL-ANDALUS
* 117.- 3. LA TOLEDO ROMÁNICA FRONTERIZA; SU MEZCLA DIALECTAL
* 118.- 4. EL POEMA DE «MIO CID»
* 119.- 5. EL LENGUAJE VERSIFICADO. EL MONORRIMO Y EL PAREADO ANISOSÍLABO
* 120.- 6. LA VERSIFICACIÓN: EL ASONANTE Y LA LLAMADA -E PARAGÓGICA
* 121.- 7. PRIMITIVISMO DEL LENGUAJE LITERARIO
* 122.- 8. CARÁCTER DIALECTAL DE LA LITERATURA
* 123.- 9. PRIMER ELOGIO DE LA LENGUA CASTELLANA. LA LITERATURA DE CASTILLA
CAPÍTULO XI. SINCRETISMO EN LA LENGUA LITERARIA DE LA ESPAÑA DE LOS CINCO REINOS (1180-1230)
* 124.- 1. PREPONDERANCIA CASTELLANA
* 125.- 2. INFLUJO DE LA LITERATURA GALLEGA
* 126.- 3. CONTINÚA EL INFLUJO PROVENZAL
* 127.- 4. SANTO DOMINGO DE GUZMÁN Y LA LLANEZA DE EXPRESIÓN
* 129.- 6. CONVIVENCIA Y MIXTURA DE DIALECTOS
* 130.- 7. CASTELLANIZACIÓN DE LA LENGUA LITERARIA
* 131.- 8. DIALECTALISMO CANCILLERESCO Y NOTARIAL
PARTE CUARTA: EL ESPAÑOL ANTIGUO
A. RENOVACIÓN ERUDITA DEL IDIOMA (1230-1293)
CAPÍTULO I. NUEVAS CONDICIONES DE VIDA
* 133.- 2. EXPANSIÓN DE LOS DIALECTOS DEL NORTE
* 134.- 3. MODO DE LA PROPAGACIÓN LINGÜÍSTICA POR RECONQUISTA
CAPITULO II. LOS PRIMEROS POEMAS DE CLERECÍA
* 136.- 1. DIALECTALISMO ATENUADO
* 137.- 2. CLERECÍA Y JUGLARÍA. EL LATINISMO
* 138.- 3. VERSO «A SÍLABAS CONTADAS»
* 139.- 4. LENGUAJE VECINAL DE BERCEO
CAPITULO III. ALFONSO X EL SABIO Y LA ESCUELA DIDÁCTICA (1252-1295)
* 140.- 1. FEDERICO II Y ALFONSO X
* 141.- 2. CREACIÓN DE LA PROSA LITERARIA
* 142.- 3. TRABAJO DIRECTIVO DEL REY SABIO
* 144.- 5. LA ESCOLÁSTICA Y LA ANTIGÜEDAD
* 145.- 6. TENDENCIA ETIMOLÓGICA
* 146.- 7. NEOLOGISMO LATINISTA
* 147.- 8. NEOLOGISMO ROMÁNICO
* 148.- 9. IDEA ESTILÍSTICA DE ALFONSO EL SABIO
* 149.- 10. CUESTIÓN DEL IDIOMA: «CASTELLANO DERECHO»
* 150.- 11. CASTELLANO, LEONÉS, ARAGONÉS
* 151.- 12. ESPAÑOL, LENGUAJE DE ESPAÑA
* 152.- 13. LA ORTOGRAFÍA ALFONSÍ
* 153.- 14. EL CASTELLANO EN LA NUEVA POESÍA DE CLERECÍA
* 154.- 15. PREPONDERANCIA DEL CASTELLANO
CAPÍTULO IV. LA LENGUA COMÚN. RELACIONES EXTRANJERAS
* 155.- 1. INTERCAMBIOS DE VOCABULARIO ENTRE FRANCIA Y ESPAÑA
* 156.- 2. LA APÓCOPE POTESTATIVA DE -E; GEOGRAFÍA Y CRONOLOGÍA
* 157.- 3. LA APÓCOPE EN LOS TEXTOS LITERARIOS
B. LOS DOS PRINCIPALES ESTILISTAS DE LA EDAD MEDIA.
APOGEO DE LA ESCUELA DIDÁCTICA (1205-1370)
CAPITULO V. LA LENGUA LITERARIA
* 158.- 1. SANCHO IV SE APARTA DE LOS GUSTOS DE ALFONSO X
* 159.- 2. LA ESCUELA ALFONSÍ. CULMINACIÓN DE LA LITERATURA
Diseño gráfico:
La Garduña Ilustrada
Imagen: letra Q, fuente Ehmcke-Schwabacher Initialen de www.creamundo.com/es/
0 comentarios