252.- 3. LA FRASEOLOGÍA

23 de julio de 2012 - 00:27 - I.- HISTORIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA DE RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL

3. LA FRASEOLOGÍA. VIII. GRAN RENOVACIÓN EN LA LENGUA COMÚN (1480-1550)

No hay época en que la fraseología de la lengua común se renueve tanto ni esté tan impregnada en la vida y en la literatura de entonces.

Una causa de ello es el prestigio normativo de que goza el habla común conversacional; de ahí que los modos de decir familiares sean admitidos en la lengua cortesana y en la literaria. Si Garcilaso acoge en el estilo noble poético dichos y refranes vulgares_¹⁹ es porque eran permitidos en el trato social más elevado. En las cartas que Pedro de Valdivia escribe desde Chile al Emperador, por los años 1545, se encuentran expresiones como «para que Vuestra majestad sepa no hemos tomado truchas a bragas enjutas... Como vi las orejas al lobo... Porque esto y el rascar no quieren sino encomenzar... Bien sé que dirá Vuestra majestad que no haré casa con palomar y que soy un perdido; yo lo confieso, pero mudar costumbre es a par de muerte...»_²⁰.

Después hay que considerar una influencia humanística, como siempre ocurre en este periodo. Se sustituyen con recuerdos clásicos algunas expresiones medievales. A la vieja frase pronominal indefinida moros y cristianos, significando 'todo ser viviente, unos y otros' _²¹, reemplaza ahora la frase equivalente tirios y troyanos, tomada de la Eneida: Tyrii Troesque _²², cuya propagación se debe en especial a Gregorio Hernández, que en su traducción de Virgilio (1557) se muestra más aficionado que el original a esa pareja de gentilicios _²³. También de Virgilio procede la frase Aquí fue Troya, registrada por Covarrubias. La Antigüedad era familiar hasta para la soldadesca, que juraba voto a Mares _²⁴, usando la forma arcaica latina del nombre del dios Marte. También ahora toma el español, como tomaron las otras lenguas europeas, varios dichos corrientes en la literatura latina o italiana. En Cicerón se halla clavo clavum ejicere, y Covarrubias registra un clavo saca a otro. Castiglione en su Cortegiano (II, 59) emplea la frase tirar per i capelli, y Boscán en su traducción (1534) nos ofrece en España uno de los primeros ejemplos de traer por los cabellos una cosa, frase pasada en el siglo XVII al francés y luego al alemán, al sueco y a otros idiomas. A esta clase pertenece también dar una en el clavo y dos en la herradura o, con exageración patente, y cien en la herradura, formas ambas registradas por Correas en su Vocabulario (hoy sólo se dice: y ciento en la herradura), de donde dar en el clavo, como explica Covarrubias _²⁵.

La fraseología propiamente española de aquel tiempo tiene contactos varios con la literatura y con los sucesos de la época. Alejo Venegas dedica un ensayo moral al Qué dirán, a la lucha que la razón y la virtud tienen que sostener contra «el ídolo mayor Qué dirán», «el encenagado de Qué dirán», «el rufíanazo de Qué dirán»_²⁶, sustantivación que prohijada por Venegas, tan leído, tendrá gran éxito en el idioma y pasará al francés por intermedio de Saint-Simon (qu'en dirat-on). Apoyo literario tiene también la frase relativa a las cuentas del Gran Capitán, rendidas a Fernando el Católico cuando éste estuvo en Nápoles en 1506, según refieren Paulo Jovio y las crónicas españolas _²⁷. Por tradición oral llega hasta hoy el Averígüelo Vargas, alusivo al licenciado Francisco de Vargas, secretario de los Reyes Católicos, a quien éstos remitían el estudio de los negocios difíciles _²⁸. El sustantivo y adjetivo anabolena, dicho popularmente de la mujer enredadora y entrometida _²⁹, alude a la rival de la hija de los Reyes Católicos Catalina, reina de Inglaterra. Otras muchas frases coetáneas a las anteriores revelan bien el gran poder productor del lenguaje en esta época de fermentación fecunda _³⁰.

Diego Catalán: Historia de la Lengua Española de Ramón Menéndez Pidal (2005)

NOTAS

19 Cap. VI, § 5 (comienzo).

20 Cartas, ed. facs., 1929, pp. 29, 23, 65 y 67. Sin contar frases menos familiares: «voy con el pie de plomo» (p. 40), «hay tantos como yerbas» (pp. 41 y 49), «no dormir en las pajas» (p. 58), etc.

21 Cantar de Mio Cid, II, p. 573.

22 Aen., I, 747.

23 Supongo la difusión de la frase anterior al Quijote, donde se comienza el capítulo (IIª, 26º) con un verso de Gregorio Hernández: «Callaron todos, tirios y troyanos», traduciendo el «Conticuere omnes» que a secas dice Virgilio; También en Aen. (I, 732) pone Hernández «A tirios y troyanos hoy juntados»; y comp. I, 574.

24 Así en Bartolomé Palau, Santa Orosia (hacia 1530) verso 2153. Juan de Mena usó la forma «beligero Mares», Laberinto (141ª), «el cerco de Mares» (138ª).

25 Otra explicación en O. J. Tallgren, en las Mémoires de la Société Néo-Philologique de Helsingfors, IX, 1932, p. 310.

26 Alexo Venegas, Diferencias de libros, Lib. Ill, capítulos 21º y 22º (Toledo, 1540, fol. 144 ss). Por el contrario Gracián, El Criticón, IIª, 11ª (1653), escribe en tono de encomio sobre «el prudente, el atento, el temido ¿Qué dirán?».

27 En «NBAE», X, pp. 542-543, 245a, 4436. Las frases del Gran Capitán, recogidas en sus crónicas, en el Cortegiano de Castiglione, en la Floresta de Melchor de Santa Cruz, etc., dan a ese andaluz decidor y ocurrente un puesto en la historia fraseológica de la lengua. Para el sentido del verbo cumplir, indicando necesidad y no conveniencia, recuerdo aquí la frase ante el mortífero fuego sobre el puente del Careliano, «cumple pasar el puente y no cumple vivir» (Crónica manuscrita, «NBAE», X, p. 469a), imitación del «navigare necesse est, vivere non est necesse» de Pompeyo.

28 Fray Prudencio de Sandoval, Historia de Carlos V (1º, 59), Valladolid, 1604; Covarrubias, Tesoro, s.v. «Vargas»; Quevedo, Visita de los chistes (ed. «BAE», XXIII, p. 347b).

29 Este nombre popular en varias partes de España lo usa Valle-Inclán, Divinas palabras, y se usa en Santo Domingo; véase Henríquez Ureña, RFE, XXII, 1935, p. 177, nota.

30 Entre las frases de contenido histórico se incluye también ser más listo que Cardona, que se dice aludir al virrey de Nápoles Ramón de Cardona, «hombre de mucha industria y grande esfuerzo», según la Crónica manuscrita del Gran Capitán (ed. «NBAE», X, p. 329a). Parece que el dicho ruin con ruin que así casan en Dueñas, aunque Correas lo desmiente, se aplicó, a modo de cencerrada, cuando Fernando el Católico, ya viejo, tuvo la indelicadeza (censurada por Pedro Mártir) de, a los dieciséis meses de muerta Isabel, recasarse con Germana de Foix, algo coja y no muy hermosa a los ojos del obispo fray Prudencio de Sandoval; indelicadeza mayor por celebrar el casamiento en el mismo Dueñas, donde 37 años antes se había casado con Isabel.

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